Recientemente nos hemos desayunado con una nueva “propuesta de prohibición” de la DGT, encaminada a mejorar nuestra seguridad en las carreteras a cambio de privarnos de un poco más de libertad. Esta vez les ha tocado el turno a los navegadores GPS.
Si ya son pocos los que se atreven a enarbolar orgullosos su móvil mientras conducen, ya pueden ir temblando aquellos que recibieron estos pasados Reyes tan maquiavélico dispositivo, ya que al parecer tiene los días contados.
Desde aquí, quisiera proponer a la DGT otras actividades que también distraen al conductor y pueden provocar accidentes, para que procedan a su inmediata prohibición:
- Estornudar
- Encender un cigarrillo
- Fumarse un cigarrillo
- Apagar un cigarrillo
- Tratar de sintonizar la emisora de radio
- Hablar con tu pareja o acompañante
- Intentar matar un insecto que te ha entrado por la ventanilla
- Volverte para decirle a tu hijo que deje de pegar mocos en el asiento
- Girarte a mirar a un/a chico/a que está para mojar pan
Seguro que a ustedes se les ocurren cientos, miles de acciones más que perjudican la conducción. Pero sobre todo, hay una que destaca por encima de todas: no pensar.
Si no pensamos que lo que llevamos entre nuestras manos es un artefacto de unos mil kilos que puede alcanzar los 120 km. por hora (como poco), y que cuando únicamente tenemos que consultar el GPS es al iniciar el trayecto y, en todo caso, con el vehículo detenido, por mucho que la DGT se empeñe en prohibir, poco se conseguirá.
Al final, para evitar accidentes, el problema se reduce a una sencilla cosa: al conductor, más que recortarle su libertad, hay que enseñarle a decidir de forma correcta lo que debe o no debe hacer en cada caso. Si la cosa sigue por estos derroteros, cualquier día acabaremos por leer algo que muchos cargos políticos sin duda desean: “prohibido pensar”.
Publicado en Diario Información (21/07/2007)