O al menos eso ha dicho la OAMI (Oficina de Armonización del Mercado Interior), que se encarga de registrar patentes y marcas en la UE. La noticia la podemos ver en el Diario Información de hoy:
El grito de Tarzán reinaba en la jungla, pero no cautiva a los burócratas de la Unión Europea, que se han negado a convertir el famoso alarido en una marca registrada. Y ahora, la Oficina para la Armonización del Mercado Interior (OAMI), el registro europeo de marcas con sede en Alicante, ha denegado registar el alarido porque «el espectograma no explica con claridad el sonido y el grito tampoco puede ser transcrito a notas musicales».Los herederos del escritor estadounidense Edgar Rice Burroughs, creador del legendario “hombre-mono”, quieren patentar el chillido en la UE, sabedores de que pueden amasar una fortuna por el uso del grito en vídeo-juegos, anuncios y sintonías de teléfono móvil.
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