Ya sabemos que Pedro Ibarra tocaba muchísimas ramas del saber en el campo de las letras y de las artes, y las pinturas y dibujos que vamos a ver a continuación son una muestra viviente de ello.
La primera es una pintura realizada al óleo, donde podemos contemplar la hermosura de un patio exterior ilicitano de aquella época. Cuando la realizó apenas tenía 21 años, por lo que se interesó por tomar el pincel y el lienzo desde joven.
Pero no solo tomó las pinturas, también el lápiz. En la segunda imagen podemos ver una representación de otro símbolo eterno de la ciudad, la reconocida Dama de Elche; este dibujo lo realizó poco después del descubrimiento del busto en L’Alcudia, desde donde emprendería un viaje lejos de nuestras fronteras por diversos motivos.
Como veis, aquí está un pequeño pedazo de su producción artística.
Pedro Ibarra no solo se dedicó a la documentación escrita, sino que fue de los primeros en comenzar a apoyarse en formatos visuales como la fotografía para divulgar sus conocimientos, acontecimientos importantes… todo en pos de difundir aquello que consideraba importante para, principalmente, su ciudad natal, Elche, a la cual quería hacer conocer incluso fuera de la península.
A continuación veremos unos cuantos ejemplos.
Su preocupación por la conservación y el reconocimiento (tanto autóctono como exterior) del la Festa era totalmente evidente. La hizo conocer en artículos, obras… y como vemos aquí, incluso en fotografías. En estas dos podemos ver el interior de la basílica de Santa María, monumento inconfundible, seña de identidad de la ciudad ilicitana, y sede año tras año de esta longeva representación llevada a cabo desde la Edad Media hasta la actualidad.
Pero no solo dedicó su fotografía a los paisajes, monumentos y cultura ilicitanos, sino que también se ocupó de dejar constancia de la visita de famosos eruditos de la época a Elche. Como podéis ver en la imagen superior, Miguel de Unamuno la visitó en el año 1932 e Ibarra no dudó en sacar una fotografía en conjunto de otras muchas personalidades.
Y, como no, guardadas a buen recaudo en el archivo (además de estar difundidas por internet) hay fotografías del propio autor, como esta en la que loe vemos en su casa museo.