Los antecedentes de la guerra de Marruecos se deben a la conferencia que se realizó en Algeciras en el año 1906, en la cual Francia y España se reparten los territorios de Marruecos, siendo el norte para los españoles y el sur para los franceses.
Esto fue una oportunidad brillante para España de hacerse con un territorio tras la pérdida de Cuba en el 98, pero a diferencia de Francia, su avance para hacerse con el territorio fue más lento. A la hora de llegar al Rif, un sistema montañoso controlado por los bereberes, liderados por Abd-el-Krim, por lo que los conflictos entre ambos bandos no tardarían en sucederse.
Contra su propia voluntad, un ejército de solados enviados por Antonio Maura al sistema montañoso, por lo que los bereberes los derrotarían, causando la perdida de alrededor de 1000 soldados españoles. Por este suceso ocurriría la semana trágica de Barcelona de 1909, lo cual llevaría a Maura a la dimisión a causa de las presiones de los liberales.
La semana trágica de Barcelona
Tras la dimisión de Maura, le sustituiría Moret, pero este también dimitiría a los pocos meses ya que no pudo soportar la situación, por lo que el siguiente en acceder al poder fue Canalejas, quién intento restablecer el sistema de Restauración desde el lado liberal. A finales de 1912 Canalejas fue asesinado, lo cual supuso una crisis del regeneracionismo gubernamental. Entraría al poder con el partido conservador Eduardo Dato, quién aprobo las Mancomunidades, logrando una asociación libre entre todos los municipios, pero Maura y sus seguidores no tenían su simpatía, lo cual le haría fracasar y sería sustituido por el Conde de Romanones, quién su centración en las políticas exteriores le harían fracasar aún con los intentos de uno de sus seguidores, Santiago Alba, quién pretendía llevar un programa de reformas económicas.
Con García Prieto, que subió al poder en 1917, llegarían los primeros intentos de gobiernos de concentración. Es un punto de crisis, ya que nadie quería gobernar, pues tendría la oposición del resto de partidos. Por tanto, se terminó recurriendo a formar un Gobierno Nacional, presidido por Maura, del que también formarían parte Dato, Romanones, Cambó y García Prieto, pero fue inestable, y a finales de 1918 se interrumpió, fecha en la que ya terminaba la Primera Guerra Mundial, de la que España fue neutral.
Durante todo este período la guerra en Marruecos avanzaría lentamente, pero en 1919, con el nombramiento de Damaso Berenguer como Alto Comisario español en Marruecos, se logró penetrar en la zona occidental de Marruecos, mientras la oriental era controlada por el general Silvestre, quién llevó un ataque agresivo por la zona, lo cual terminó llevando a que los rifeños se rebelarán y tomarían por sorpresa en 1921 el puesto en Annual, ocurriendo el peor desastre para España durante el conflicto.
El desastre de Annual supuso un golpe muy duro para España, perdieron en Marruecos todos los territorios que habían conquistado durante estos años. Murieron tanto el general Silvestre como 10.000 soldados españoles. Esta derrota produjo un cambio intelectual, optando por el protectorado civil, y hubo una inestabilidad política y enfrentamientos entre los diferentes partidos, por lo que al final se daría el golpe de Estado por parte del general Miguel Primo de Rivera.
Miguel Primo de Rivera
Primo de Rivera instauraría un régimen militar conocido como Directorio, y con la presión que Abd-el-Krim estaba ejerciendo, aceptó ser el Alto Comisariado español de Marruecos, ordenando la retirada de Xauen, que aunque produjo algunas bajas, evito otro desastre como el de Annual.
La operación que supondría más tarde la victoria en esta guerra fue la del desembarco de Alhucemas, llevada a cabo por españoles y franceses, con lo cual las tropas colonizadoras se impusieron a los rifeños. Este conflicto seguiría hasta 1927, donde finalmente Abd-el-Krim se rindió y se entregó a los franceses, poniendo fin a la guerra.
Este triunfo daría una imagen grande a Primo de Rivera, logrando remontar un conflicto que parecía perdido tras el desastre de Annual. Sin embargo, con el tiempo su dictadura, acogida bien al principio, iría ganando opositores, a tal punto que se intentaría un Golpe de Estado fallido en Valencia a principios de 1929. La situación económica cada vez iba empeorando más, la peseta era cada vez más devaluada y los conflictos sociales aumentaban más con huelgas y conspiraciones. Finalmente, Primo de Rivera vio que tenía que dejar el poder, presentando así su dimisión en enero de 1930, y se culpó al rey Alfonso XIII de todo esto, ya que apoyó desde el principio a esta dictadura.
En Villena, se puede ver que la economía del sector primario alcanzó su plenitud en el siglo XVIII, que proseguirían unos cambios en el XIX, especializándose sobre todo en la producción del vino, y la concentración de las tierras se producía en la burguesía. La industria del calzado es sin duda la más destacada en esta localidad, a tal punto que la industria de la ciudad se dedicaba casi por completo a este sector. Pero otro sector que fue ganando cada vez más presencia desde que se inauguró la estación de trenes en 1858 fue el ferroviario, el cual en parte también contribuyó al desarrollo de la agricultura en Villena.
Páginas consultadas:
http://www.aulafacil.com/articulos/cultura-hoy/t1369/guerra-colonial-de-marruecos-1909-1927
http://html.rincondelvago.com/guerra-de-marruecos.html