Déficit Motriz

Docencia de estudiantes con dificultades de movilidad

Los estudiantes con discapacidad motriz representan más de la tercera parte, un 36% del total, de estudiantes con discapacidad que cursa estudios superiores según el “Libro Blanco sobre Universidad y Discapacidad”.

Son aquellos casos en los que está afectado el aparato locomotor. La heterogeneidad de situaciones es mayor aún si cabe que en casos anteriormente descritos. A pesar de esa gran diversidad de tipologías, la discapacidad motriz puede ser definida como una “alteración de la capacidad del movimiento que implica, en distinto grado, a las funciones de desplazamiento y/o de manipulación, bucofonatorias o de la respiración, que limita a la persona en su desarrollo personal y social.” Generalmente son la consecuencia de lesiones medulares, parálisis cerebral, distrofias musculares, esclerosis, etc.

 

Aspectos generales

Para poder entender y clasificar la discapacidad motriz deberemos tener siempre en cuenta: el momento en que se produce la alteración (congénita o adquirida), la duración (temporal o permanente), su evolución (degenerativa o no degenerativa), la existencia o no de restos de movimientos (parálisis o paresias) y la localización topográfica (en que parte del cuerpo está situada la lesión).

Las deficiencias motrices engloban una serie de dificultades comunes que podemos clasificar en: problemas de desplazamiento, problemas manipulativos y problemas de comunicación (trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje) tanto en sus aspectos receptivos como expresivos. Conjugando estos tres factores y a muy diferentes niveles, podemos encontrarnos con un amplio abanico de posibilidades que abarca desde sujetos totalmente autónomos hasta sujetos plenamente dependientes.

Si nos atenemos sólo a los problemas de desplazamiento podríamos establecer dos grandes grupos:

  • Personas semiambulantes que se desplazan utilizando la ayuda de un bastón o una muleta.
  • Personas que no pueden desplazarse sin la ayuda de una silla de ruedas, ya sea manual o eléctrica.

Las más habituales en el ámbito educativo son la parálisis cerebral, distrofia muscular y espina bífida.

En la docencia, habitualmente se requieren adaptaciones del tipo:

  • En el acceso a las dependencias y consideraciones básicas de seguridad
  • Para la toma de apuntes y el seguimiento normal del ritmo general de la clase
  • En el tiempo y forma de los exámenes y/o pruebas de evaluación
  • En el acceso a la información y la comunicación

Particularmente, cabe señalar que será conveniente disponer de una evaluación precisa del grado de autonomía y de recursos personales y de productos de apoyo que el estudiante tiene para ajustar los tiempos en las prácticas y en los exámenes.

 

Ejemplo Práctico

Los estudiantes con afecciones motoras presentan diferentes patologías que pueden afectar a los miembros superiores , inferiores o a ambos; a determinados movimientos o gestos, a la capacidad de manipulación o de deambulación, y a la capacidad comunicativa (en los casos en que se afecte la producción del habla).

En los casos de personas con movilidad reducida tendremos en cuenta a la persona y al contexto en el que se va a desenvolver.

  • Las capacidades motrices del alumno han de ser precisadas mediante una evaluación funcional
  • El contexto ha de ser estudiado por especialistas con los administradores del lugar y el alumno

Entre las deficiencias que habitualmente se conoce en las universidades podemos encontrar la tetraplejia o paraplejia (a menudo causadas por accidentes), la parálisis cerebral (anoxia en el momento del parto), el Síndrome de Duchenne (video explicativo de Duchenne Parent Project Spain), esclerosis lateral amiotrófica (como el caso del doctor Stephen Hawking), espina bífida, tumoraciones que afectan al sistema nervioso central, amputaciones,

En muchos casos es necesaria la participación de una tercera persona para realizar labores académicas o relacionadas con actividades de la vida diaria.

 

Estrategias de adaptación curricular. La relación en el aula

Tomar cautelas sobre el espacio físico donde se va a desarrollar la docencia, ofreciendo siempre una actitud colaborativa para resolver las necesidades que se presenten en las actividades en las que se comprometa la participación del estudiante.

  • Diseñar los entornos, actividades y elementos de la forma más sencilla, libre de esfuerzos y accesible posible. Así, eliminar la necesidad de cubrir largas distancias, de transportar o manejar objetos, procurar espacios amplios en los que se pueda deambular con silla de ruedas o muletas.
  • Estar atentos a las capacidades del usuario , mantenerse dentro de su campo visual, colocarse a la altura de sus ojos si la conversación se extiende varios minutos.
  • Permitir mobiliario adaptado y productos de apoyo que normalmente utilice para el seguimiento de las clases (toma de apuntes, realización de ejercicios, etc.)

 

Estrategias de adaptación curricular. Las pruebas de evaluación

Dependiendo del grado de afectación y de la limitación en los movimientos, se necesitará adaptar espacios (aulas, edificios, laboratorios) y las pruebas de evaluación. Permitiendo el uso de mobiliario adaptado.

  • Habitualmente se emplea el pc convencional asistido con software y hardware que facilitan el acceso al mismo (dispositivos de entrada) pero también en algunos casos la comunicación (dipositivos de salida, como síntesis de voz, comunicadores simbólicos, etc.). Así las pruebas se han de adaptar a las características del PC, en el caso que sea esta la vía preferida o más adecuada.
  • Los exámenes orales , son otra vía de evaluación.
  • En general precisan más tiempo para realizar toda clase de actividades, dependiendo del grado de destreza fina de manos y de afectación del lenguaje.

 

Referencias

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