María es estudiante de Grado en Economía, sabe que deja para mañana lo que puede hacer hoy con demasiada frecuencia y me dice:
“Referente a lo que hablamos cuando fui a tu despacho y que me “autoanalizara” y comprobara los factores que me detallaste. Me he dado cuenta de que cumplo varios, quizás demasiados, apartados. Sobre todo si me centro en el aspecto de realizar las prácticas o los trabajos que tengo que presentar dado que si no hago bien una cosa y se que está completamente bien hecha me da “reparo” entregarla, vamos que o se hacen bien las cosas o no se hacen, porque si entrego algo y se que no esta correcto al 100% y obtengo buena nota pienso que a lo mejor al profesor se le ha pasado por alto o ha levantado la mano corrigiendo, no se, supongo que a todo el mundo le gustaría llegar a ser el mejor.“
Le digo:
“Tú, ¿eres estudiante, profesor o profesional? ¿Cuando se envió el Apolo XIII a la luna, el que tuvo tantos problemas, se estaba seguro al 100% por los ingenieros de la NASA de la fiabilidad de la nave? ¿ Aún así, la NASA puede considerarse que lideró mundialmente la carrera espacial en aquella época?
Ahí reside tu plano emocional, afectivo.
Sientes que deberías saberlo todo antes de ponerte a estudiar y te te sientes mal contigo misma, insatisfecha o insegura; entonces tu autoestima, tu confianza se verá seriamente dañada.
¿Porqué no pensar lo bonito que es aprender y disfrutar descubriendo las cosas? Nadie nace enseñado, todo lo tenemos que aprender. ¡ Con las ganas de aprender intactas, nada nos puede hacer sentir inferiores o inseguros, sólo ávidos de saber más, de saber cómo se hacen las cosas !”
¿ Te has parado a pensar todo lo que sabes ?
María:
“Mucha gente me ha dicho que soy una persona que se exige mucho a si misma, la verdad no espero grandes cosas de los demás. Si no lo hago yo, nadie lo hará por mi. Supongo que por eso me critico mucho a mi misma cuando algo me sale mal. Soy reacia a recibir ayuda hasta que la situación llega a un punto crítico. Tengo miedo a no estar a la altura de las circunstancias a fallar estrepitosamente y ser una fracasada en esta vida.“
Le respondo:
“Perfeccionismo (aquí estamos en el plano de tus creencias y pensamientos).
Todos tenemos cierto grado de perfeccionismo. Imagina un continuo, una regla por la que todos nos movemos. Incluso la NASA se movió por esa “regla”, pero ¿les impidió mandar a la tripulación del Apolo a la luna?
Los métodos de medida no son exactos, pura y científicamente hablando, siempre hay un error de medida y un efecto por la observación. Esto lo sabían bien en la NASA.
Llegados a un punto, hemos de tomar una decisión. Con todas sus consecuencias, con todos sus efectos secundarios, pero también con la conciencia de que lo hemos hecho en base a nuestras circunstancias y nuestro conocimiento en ese momento.
¿Dejaríamos a un enfermo grave de cáncer de aplicarle quimioterapia aunque conocemos hoy día los efectos secundarios de la misma?
María:
“Muchas veces me he dado cuenta de que para hacer cualquier cosa me distraigo mucho, y algo que a lo mejor en 10 – 15 minutos estaría hecho tardo 2 horas o me siento “impedida” por hacer algo que se que debo hacer y opto por hacer otras cosas como problemas de otra asignatura, pasar apuntes o limpiar… Muchas veces piense que soy una idiota o una estúpida por no haber hecho esto y lo otro, por no haberme dado cuenta o hacerlo demasiado tarde y más cuando veo que todos los demás sí lo han hecho me hundo aún más. Supongo que todo ello repercute directamente en mi autoestima y en mi aplomo, incluso en mis relaciones.“
Le apunto finalmente:
“Ahí reside el plano de tus conductas.
Planifica antes qué vas a hacer y cuánto tiempo te va a llevar. Al terminar, date un premio. Algo que realmente te guste y puedas hacer en el lugar de estudio por unos minutos. Luego sigue con otra tarea que no te lleve más de una hora. Y repite el proceso.
Siente el placer y la alegría de haber hecho lo que te habías propuesto y prémialo inmediatamente.
Alaba tu capacidad para proponerte hacer algo y conseguirlo.”