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El reencuentro

Las chicas se marcharon a Belice, aunque ahora se que no fueron, yo que pensaba que era parte de México y resulta que es un país, yo por el contrario voy a Costa Rica a reunirme con Tere, luego en una semana nos juntaremos todos de nuevo.

Todo esta tranquilo a mi alrededor, demasiado tranquilo, las echo de menos, afronto el nuevo vuelo con entereza.

Creo que ya estoy curado de espanto. La chica del mostrador muy amable me cambia de mostrador, factura mi mochila y me pregunta si quiero pasillo o ventana, … yo lo que quiero es llegar vivo, pero le pido ventana, así si el avión cae no me perderé la fiesta.

Cuando vamos a subir llaman primero a las tres primeras filas las bussiness, y pienso mira ahí van los pijos, miro mi billete, … joder tengo la fila tres.

Coño tengo la tercera fila, soy un hombre bussiness, y yo sin saberlo, ahora que lo se, altivo me levanto y entrego mi billete a la azafata con autoridad, sin amilanarme, y sin entender nada.

Será un vacile de la chica del mostrador…o será que alguien de alguna compañía aérea ha entrado en mi blog y como creen que la publicidad que les estoy haciendo no es buena quieren comprarme.

Me dan de comer con vinito, me dan un zumo, comidita, … los de atrás que se jodan.

Me despido desde mi nuevo estrato social de Guatemala, un país precioso y muy barato y entro en Costa Rica un país caro y tan bonito o mas que Guatemala.

En unos instantes me reencuentro con Tere tras un mes de larga espera.

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Soledad

Ninguno de los tres aprendió nada o quizá todos aprendimos demasiado, lo importante no fue aprender sino compartir, nosotros compartimos nuestros sueños, las desconfianzas, nuestras historias y el cuarto de baño, nos cerramos al exterior, nuestro entorno quedo limitado al entornar la puerta, fuera de este todo dejo de tener importancia, no quedaba ya nada interesante, no había mas que ver el telediario para comprender que en el exterior algo no funcionaba. Fue el único extraño momento de nuestras vidas en que la soledad no entro a formar parte de nuestra existencia.
La soledad deambulaba por parques, bares, y por las casas de nuestros vecinos, ella esperaba impaciente, extendiendo sus redes, nosotros sabíamos que tarde o temprano conseguiría entrar, así que en un determinado momento nos largamos y le dejamos el piso para ella sola, no creo que limpie la mesa del salón, ni que se acabe las cervezas de la nevera, pero la deseamos suerte… Siempre desde la distancia.

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Guatemala 3 Flores y Riodulce

Estamos en la estación de Guatemala City, en el trayecto nos hemos encontrado a nuestros amigos Argentinos que ya empiezan a pensar que los seguimos, nos separamos y nosotros nos quedamos en una estación distinta, en el camino me he fijado que por la calle había gente muy rarita, nada más entrar a la estación un tío con una recortada en la puerta de la derecha, y yo ya empiezo a emparanoiarme, aunque realmente la estación de autobuses de Alicante tiene más pintas o por lo menos los mismos, la única diferencia son las armas, y que tengo el ipod en un bolsillo y quinientos dólares en el otro.

Como he visto unos cuantos especímenes peligrosos, bueno la verdad es que cuando te entra el miedo en el cuerpo todos son peligrosos, pero yo para relajarme un poco le pregunto al de la ventanilla que me vende los tickets.

Aquí estamos seguros verdad­

Aquí sí, y me señala al tío del rifle, pero ni se les ocurra salir por aquella puerta, aquella parte si es peligrosa, lógicamente donde no hay nadie con un rifle,  … de cajón.

Lara me comenta que tiene hambre y que podíamos ir al supermercado que hay cruzando la calle, justo por la puerta que me ha señalado el de la ventanilla, y yo… pienso en lo que llevo en los bolsillos y sin duda, si la opción es esa, … Lara va a pasar hambre, finalmente compran fruta y unos huevos a una señora que vende en la puerta.

De aquí nadie sale al supermercado, por mi como si tienen los mejores sandwichs de Guatemala.

Como digo la tía que nos vendió los tickets nos dijo que viajar de noche no era peligroso si no se paraba, genial…

El autobús se jode y nos tiramos dos horas esperando a otro, pero se jodió justo al lado de una garita del ejercito donde dos tíos con uniforme y su correspondiente metralleta, registran rápidamente cada camión que pasa, en el siguiente puesto nos registran también nuestro autobús, cuando lo que deberían de registrar es la selva que tienen a la espalda de donde viene un olor a marihuana que hecha para atrás.

Llegamos a Flores, el pueblo es precioso, y oh… sorpresa, es una isla, solo se puede entrar por un puente que han hecho, que guay.

Lo primero que hacemos en Flores que como digo es muy bonito es reservar los tickets para las ruinas de Tikal, la maravilla de Guatemala sin duda, … bueno lo primero después de una cervecita, y cuando vamos a reservar los tickets, … sorpresa, me encuentro a Marcelo y Daniela, los Argentinos que ya si que empiezan a dudar si les están siguiendo o acosando.

Decidimos ir juntos a Tikal y,… vaya maravilla de ruinas perfectamente integradas en la selva de las que tenemos medio millón de fotos.

En uno de los senderos sale dibujado un puma y oímos unos ruidos brutales, pero,… joder no pueden tener un puma suelto por aquí.

Los ruidos se escuchan cada vez mas altos y mas cercanos, … no son ruidos, son rugidos,… Indra me comenta que los ha oído antes en Panamá y que son monos aulladores, que imitan a otros animales para espantar probablemente no a los turistas sino a sus depredadores, el caso es que cuando nos vamos llegan una parejita de turistas y yo le digo a Lara,

Estos no duran ni cinco minutos aquí.

En efecto cuando llegamos a la siguiente ruina, la pareja ya esta allí, habrán corrido como condenados pero yo si Indra no me avisa también hubiera salido espantado de allí, finalmente cuando estamos saliendo del parque, veo un cartel en la laguna de  Cuidado Cocodrilos, y me parece gracioso y valiente sacarme una fotito allí, pero no puedo parar de mirar al agua y recordar un documental de la dos en el que un cocodrilo salía rapidísimo del agua y atrapaba y arrastraba a la laguna a su presa.

A los dos minutos están todas las chicas en el cartel posando pero en lugar de mirar de reojo a la laguna como yo, se preocupan de si el pelo esta bien, si la luz cae de manera adecuada y yo como un idiota mirando a la laguna por todos, vamos un valiente…

De aquí nos vamos a Riodulce y estamos en unas cabañitas estupendas en el margen del río,  Cabañas La Nutria o algo así, donde nos relajamos y estamos en la gloria, la chica además tiene Kayaks y nos los deja, el primer día salgo yo, que observo extrañado como Indra y Yolanda reman en círculos hasta que golpean el barco que hay al lado de las cabañas.

Al día siguiente haremos una carrerita Lara y yo  contra Yolanda e Indra y cuando extasiado miro hacia atrás porque cuando dejan de navegar en círculos empiezan a cogernos me doy cuenta que Lara ha ideado una nueva forma de remar sin apenas introducir el remo en el agua, así que hago trampa cogiendo el kayak de las chicas y ganamos, … es que yo el tema de perder no lo llevo del todo bien, además si Yolanda llega a ganar me toca aguantar los comentarios todo el año.

De Riodulce vamos a Livingston y hacemos un trayecto en lancha indescriptible, precioso es poco, impresionante, la lancha para en una especie de piscina de aguas termales pero nadie se atreve a introducirse en  la misma porque no huele muy bien, … yo pongo el pie en el primer escalón para ver si el agua esta muy caliente y al pisar una especie de algas me resbalo y me voy con camiseta gafas toalla  y todo lo que llevaba en la mano directo al agua, cuando salgo todo el mundo me mira y no puedo fingir de ninguna manera porque la ostia ha sido de campeonato.

En Livingston las chicas y yo nos separamos y me quedo un poco triste, pero nos volveremos a reunir en Costa Rica, donde yo me adelanto para recoger a Tere en el aeropuerto.

Aquí se acaba de  momento nuestra aventura conjunta por una semana por lo menos.

Más fotos del Parque Nacional Tikal

Más fotos de Indra del Lago de Atitlán y de Livingston

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Guatemala 2 Lago de Atitlán

El lago de Atitlán aparece de repente, se muestra majestuoso rodeado por volcanes, el lago es inmenso, no se ve la otra orilla, ya me imagino a David Meca dándole quinientas vueltas, para entretenerse.
Llegamos a Panahachel y lo que tiene el improvisar y no ir como borregos en un viaje organizado en el momento de llegar un señor mayor nos dice que es mejor Santiago de la Ribera y rápidamente nos metemos en un bote y veinte minutos de lancha después, estamos en Santiago de la Ribera.
Los pueblos alrededor del lago de Atitlan tienen el nombre de los apóstoles pero también hay una Santa Catalina, y yo aunque soy agnóstico, no puedo evitar pensar que no me suena ningún apóstol mujer, así que como no se cambiara uno de sexo, creo que no es posible, a primera vista veo que no hay ningún pueblo que se llame San Judas, pero eso no me extraña, probablemente lo hayan ahogado.

En cuanto bajamos de la lancha empieza el agobio de los pesados que tienen que vivir de esto,… de acuerdo, pero que esperan como buitres la llegada del guiri estúpido al que se supone que le van a colocar lo que ellos consideren.

Yo me voy con uno de ellos a ver tres hoteles que están muy bien, los hoteles son feos, sucios, caros, vamos lo tienen todo, en uno de ellos el dueño no consigue salir de la habitación a enseñármelo del pedo que lleva.
Miro al dueño tambalearse y le digo que ni se moleste.
Me tiro una hora viendo sitios en los que no me metería ni yendo tan borracho como el tipo que he comentado, finalmente hablo seriamente con el guía y le digo que me lleve a sitios que estén bien, que no soy imbécil aunque sea extranjero, aunque ya se que se me supone la estupidez…
Veo dos sitios que tienen buena pinta pero están llenos, finalmente, todos estamos ya nerviosos y alterados, además Indra y Lara cuando tienen hambre se transforman…, así que paramos a cenar y volvemos loco al dueño del restaurante, el tío solo tiene burritos y yo le pido unas patatas fritas, èl pierde los nervios y apunto de llorar me dice que solo tiene burritos,… me sorprendo y pienso que o es muy sensible o un histérico, luego me enterare que todos por separado le hemos hecho la misma pregunta, en algunos casos con otras variantes, le hemos pedido patatas fritas, huevos fritos, pollo frito y el tío solo tiene burritos, supongo que le hemos dado el día.
Como sabe que somos Españoles, este se va a acordar de España esta noche.
Después de cenar tras esquivar a un borracho que se tambaleaba en medio de la carretera encontramos un hotel que vale la pena y bien situado y vamos a pasear.
Encontramos un chill out con cojines juegos y unos zumos y batidos increíbles, así que cambio mi cerveza por un batido del mismo sabor que el que se toma Yolanda pero como soy un envidioso también me gusta el de Lara, así que me tomo otro batido como el de Lara y me quedo apunto de explotar con la tripa hinchada, mientras estoy tumbado sin poder apenas moverme huelo algo que reconozco y que me gusta, sin duda…
Hay alguien fumando marihuana, mira tu que sorpresa.

Al día siguiente bajamos a negociar un precio por una lancha para pasar el día navegando y viendo los pueblos que rodean al lago.

Como somos turistas y por lo tanto se nos supone estúpidos me piden 1000 quetzales (90 eur), por ver cuatro pueblos a mi me da la risa y me doy la vuelta indignado, el tío quiere bajar el precio algo, pero directamente nos vamos a otro muelle, donde nos bajan el viaje a 700 (64 eur) aquí seguimos siendo estúpidos pero un poco menos, finalmente nos vamos a San Pedro pagando 100 quetzales (9 eur) y desde aquí conseguimos una barca para todo el día, por 300 Quetzales (27 eur) y pasamos el día navegando finalmente por cincuenta quetzales mas nos devuelve al pueblo donde tenemos el hotel, un día estupendo navegando por el lago.

Ya en nuestro pueblo vamos al chill out, el tío del restaurante de la noche anterior nos ve pasar y a mi me da la impresión que se esconde tras el mostrador.
Después del cerrar el chill out nos vamos al Buda otro bar con dos Italianos que conocemos en el chill out,uno de ellos me invita a fumar y yo que hace mucho que no fumo me pongo contento y gracioso, luego nos echamos una partida de billar con más gente y es un despropósito, yo estoy colocado y no doy una y ellos no son malos… son peor, se que si seguimos jugando media hora màs, alguien va a rajar el tapete así que me tomo otra cerveza, y hago tiempo hasta que nos echen del bar porque están a punto de cerrar.

La siguiente parada es Guatemala City ciudad peligrosa para coger un autobús nocturno, cosa que no recomiendan por los atracos, la chica me ha dicho que no me preocupe que el autobús no para en ningún sitio con lo cual no pasara nada.

Más fotos de Indra, del Lago de Atitlán y de Livingston

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Ajedrez

Antonio era un gran jugador de ajedrez, había practicado durante años y era capaz de ganarnos jugando a la ciega, esto es de espaldas al tablero, no había nada que nos humillase más.
Antonio no era muy inteligente pero era un gran jugador de ajedrez, nada mas entrar en su casa podías sentir el acecho, las baldosas del suelo eran rombos blancos y negros que pasaban a ser cuadros blancos y negros dependiendo de que lado de la habitación los mirases.
Nada mas entrar en su casa estabas a su merced, notabas que se movía a su aire, mientras tu no sabías hacia que lado moverte. Mi chica como siempre era la reina de la partida y yo como siempre deseaba ser su caballero, con armadura o sin armadura, era indiferente, por ella me enfrentaría a cualquier peligro, pero nunca fui un caballero ejemplar, ya se sabe si no controlas tu caballo y no tienes los pies en el suelo estas perdido, por eso discretamente intente, ser tan solo un peón mas en la partida, y así perdí a mi reina, ya se sabe que las reinas no esperan por nadie y no están hechas para compartir su tiempo con peones, mientras la veía alejarse, seguía sentado en aquel sillón intentando aprender como demonios mover el caballo para cambiar mi destino mientras mi reina se alejaba con un alfil, entre miradas tiernas, buscando la torre mas hermosa.

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De vuelta a la ciudad sin nombre

Mientras miraba el paisaje urbano sin prestar atención ensimismado en mis pensamientos, el autobús seguía adentrándose por una de las innumerables avenidas, desde allí arriba, todo se veía de forma clara, los grandes edificios la multitud avanzando por las aceras, y yo perdía la seguridad en mi mismo, empezaba a sentir esa extraña sensación, ya era un extraño devorado e integrado en la masa uniforme que deambulaba por las calles.

Caminaba entre la gente, observando sus movimientos sintiéndome diferente, extraño distante, como si viniera de otra galaxia, como si la ciudad de la que venía estuviese en un mundo diferente tan distinto y tan similar al mismo tiempo. Es como esa extraña de sensación de tristeza, seguridad e inquietud que me provocaba el hecho de volver de vacaciones tras haber estado al menos un mes fuera de mi ciudad, ya no veía todo con los mismos ojos, veía todo desde la distancia que otorga la seguridad de que vienes de fuera, que has visto algo mas, que no has estado allí, creo que por eso me gusta tanto viajar y no he parado de hacerlo desde entonces, para no pertenecer a ningún sitio y sentirme un extraño en todo momento.

La sensación en todas las ciudades es la misma y diferente al mismo tiempo, la gente se mezcla y se devoran unos a otros intentando buscarse la vida, sin parar para coger aire. La gente deambula por las calles buscando su destino, mientras yo sigo como un idiota buscando la puta boca de metro.
El metro es el único sitio donde los rostros no reflejan nada, son como estanterías vacías.
Por las noches los rostros brillan de manera diferente bajo las farolas a medio iluminar, desencajados, felices, perdidos, si te detienes es fácil ver que por la noche no todos los gatos son pardos.

Los vagabundos piden dinero para la entrada del piso, mientras los críos se emborrachan en cualquier esquina, la vecina enciende la luz para que su príncipe azul no se pierda en la oscuridad de la noche, mientras este se ventila el último cubata en el bar de la esquina y yo mientras tanto deambulo con una sonrisa exultante, me siento otra vez vivo.

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Guatemala 1 Antigua

Cogemos una taxi a las cuatro de la mañana hacia el aeropuerto, nuestro avión sale a las seis, en el taxi hace una peste a gasolina insoportable, intento abrir la ventanilla, pero para mi sorpresa no hay manivela, al llegar al aeropuerto las chicas caen en un sueño profundo, probablemente debido al exceso de combustible aspirado, tienen el deposito lleno.
El avión se retrasa porque hay un equipo entero de cubanos en chándal, estoy tan cansado que no tengo ni curiosidad por saber de que es el equipo, me da igual, lo que quiero es subir cuanto antes al avión y caer en un sueño profundo siempre que el vuelo sea tranquilo.
En la pantalla veo el avión que nos va a llevar que por cierto nos ha costado una pasta, es un Yak 34, el nombre me suena y me acabo de acordar de que. Relájate, relájate, va un equipo de cubanos, seguro que el vuelo es seguro.

Subimos al avión yo voy relajado, se que si me pongo nervioso a lo mejor me llevan a la cabina a ver al piloto y no me apetece.

Cuando entramos al avión, parece que haya pasado un huracán por dentro del mismo, la mitad de los asientos están cedidos, yo me relajo, me relajo y me siento, concentración…

Yolanda mira si tiene chalecos salvavidas,… los tiene, con un montón de chicles pegados, yo miro debajo de mi asiento el mío también tiene chicles pegados,… que raro será por si se pinchan los chalecos salvavidas, te ponen chicles usados para que los uses como parches supongo,… pero no estoy seguro.

El avión va a despegar y dos chicos de mi derecha se ponen con una amiga que esta en la fila de la izquierda, la azafata se les acerca y les dice que no pueden cambiarse de lado del avión porque peligra la estabilidad del mismo, que se cambien cuando el avión haya despegado.

Estoy apunto de entrar en un ataque de pánico, pero me relajo y miro a Yolanda… Estará de coña verdad,
Como que peligra la estabilidad del avión, pero que tipo de avión es este. Pienso que en este lado del avión hay mas mochilas que en el otro, el avión esta desequilibrado y la azafata no se ha dado cuenta, Dios mío vamos desequilibrados.

Grito. Le digo algo.

El avión empieza a despegar por fin, y yo noto una corriente en el pie, miro y veo aire blanco,… aire blanco,… el aire blanco no existe es humo, el avión se esta llenando de humo, se lo enseño a Yolanda que se empieza a poner tan nerviosa como yo, bueno tan nerviosa no porque a mi me va a dar algo, el avión se esta llenando de humo, y yo soy el único que lo veo porque tengo los respiraderos al lado, Lara se da la vuelta y dice que huele raro, me dan ganas de gritar otra vez.

Raro, si esto empieza a parecer Londres por la bruma.
Miro al Guatemalteco que tengo sentado al lado y que permanece impasible, me dice que es normal que el primer día el también se asusto pero que lleva ya cinco vuelos con la compañia y que te acostumbras, yo intento relajarme pero empiezo a pensar que tengo mi vuelo a España desde Cuba y que tengo que volver a coger esta castaña de avión, si consigue aterrizar claro.
Estaba muerto de sueño pero con el subidon de adrenalina, no duermo ni de coña claro, cuando ya parece que todo va bien, empiezan las turbulencias. Puede pasar algo más

Por el fondo dos personas gritan hablando con la caja negra. Dori quiero, que sepas que te quiero, oigo también por el fondo Chichi te dejo la moto.

Yo cierro los ojos y empiezo a respirar profundo, cuando me quiero dar cuenta el avión esta aterrizando y por el fondo se escucha,… Chichi la moto vuelve a ser mía.

Llegamos a Guatemala y de Guatemala City a Antigua.

Antigua es una ciudad colonial muy cercana a la capital, la hemos elegido como primer destino y no nos  hemos equivocado, es una preciosidad, limpia, bonita, cuidada y situada en un entorno increíble ya que esta rodeada de volcanes.
La plaza principal tiene una hermosa catedral y un precioso parque con todos los árboles en flor y digo árboles porque no tengo ni puñetera idea que tipo de árboles son, pero parecen almendros en flor.
Llama la atención que a pesar de la seguridad que destila la ciudad en los bancos y algunas tiendas hay guardias de seguridad con unos rifles impresionantes, al mismo tiempo ves muchos coches de policía turística pasando continuamente, como he dicho la seguridad es total, tanto como insegura es Guatemala City.
Paseamos el primer día por Antigua y la impresión es inmejorable para todos, quizá le sobran quinientas iglesias… Es broma, me sale el humor agnóstico… Esta llena de catedrales iglesias, etc, incluso pillamos una procesión, dicen que la llaman la Sevilla de Centroamérica, por lo visto las procesiones aquí son muy famosas.

Tras un día entero paseando por Antigua, Yolanda y yo decidimos ir a conocer la noche, yo ya he tenido demasiada religión, suficiente para todo el año, de hecho he entrado en dos iglesias, quien me lo iba a decir.
Bueno pues eso Yolanda y yo nos vamos a el único irlandés del pueblo, luego se unen Lara e Indra y finalmente nos volvemos a quedar Yolanda y yo, nos tomamos varias cervezas todas diferentes para conocer la cultura cervecera del lugar, y luego nos tomamos también unos chupitos de tequila.
Conocemos a unos guatemaltecos y como dicen aquí,… platicamos con ellos. Uno de ellos quiere hacerse el interesante, pero la caga y empieza a hablar de futbol, le comento dos cosas importantes, que yo soy del Real Madrid como el y que el equipo no solo no va a ganar la liga, sino que lo de llegar a la final de la Champions no se lo cree ni el, que con todo el dolor de mi corazón,…bueno tanto no, el Liverpool nos va a eliminar seguro y luego lógicamente el tiempo me ha dado la razón y lo segundo que si quieres parecerle interesante a una chica, yo no se aquí pero en España por lo menos,… descartaría el tema futbol, …no hables de futbol bonito, puedes hablar hasta de murciélagos si quieres, ¿ Pero de futbol?
De repente a uno de los dos chicos, bueno de los dos treintañeros le llama la madre, el otro se sonríe, pero a los veinte minutos a este le llama su padre, los chicos se tienen que ir a casa, que ya es tarde para ellos y nosotros también, pero no porque nos llamen sino porque en el bar el camarero no nos quiere poner nada mas, aquí tienen la mala costumbre de cerrar a la una, y a esa hora, nosotros estamos empezando, pero bueno habrá que acostumbrarse.

Al día siguiente subimos al Volcán Pacaya, increíble de verdad, dos horas caminando o escalando porque no se debería llamar camino a una cuesta empinada como el demonio, donde me dejo parte de un pulmón en la subida que luego me agachare a recoger a la vuelta.
De verdad que vale la pena, una experiencia increíble, salimos a las dos y vemos la lava ardiendo mas que verla casi la tocamos, con cuidado de no mancharnos de lava, porque da la impresión de estar caliente, a lo lejos el volcán fuego empieza a tirar fumarolas, y la luna sale por un lado claramente iluminada mientras el sol se esconde por el otro, maravilloso de verdad, en la excursión conocemos a mucha gente entre ellos a dos argentinos muy majos, Marcelo y Daniela.

Después de todas estas experiencias comienza la bajada, lógicamente se nos hace de noche y lógicamente también ninguno de nosotros llevamos linterna. Cuando íbamos a empezar el viaje nos dijeron, no os vayáis sin linterna y aquí estamos los cuatro sin linterna.
Como digo en la bajada se nos hace de noche y se cae la chica argentina Daniela, luego se cae Indra y se llena la rodilla de cortes con la lava seca. Mientras continuamos la bajada aunque la luna llena brilla, la verdad es que por partes de la montaña no se ve absolutamente nada, me da la impresión que estemos todos perdidos en grupos de tres o cuatro personas, pero todos seguimos bajando, una auténtica aventura, yo me pregunto como es posible que no me haya caído todavía y zas, …al suelo, pero no me caí, simplemente me arroje al suelo para recoger el medio pulmón que me había dejado en la subida.

Cansados exhaustos y con cortes varios nos vamos de Antigua y nos dirigimos al Lago Atitlán.

Primeras fotos de Antigua

Fotos de Indra

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En circulos

El día era increíblemente caluroso, tambien es verdad que un desierto sin calor no es un desierto, les habían comentado que por la noche refrescaría, pero francamente a quien le importaba.
Ellos se perdieron juntos, la gente dice que es mejor hacer las cosas en compañía, pero creo que si tienes que perderte mejor que sea solo, si no estas solo, no te has perdido del todo, es una perdida a medias.
Los buitres volaban sobre sus cabezas formando círculos cada vez más cerrados. El pensaba que el desierto no tenía fin e imaginaba una duna tras otra allá donde la mirada le llegaba, sin duda como tantas otras veces en su vida se había introducido en un laberinto y no sabía encontrar la salida. Ella pensaba que había demasiada arena y que sería imposible contarla, estaba maravillada por la inmensidad del desierto, y los hermosos tonos de la arena reflejada por el intenso sol.
El miraba hacia el cielo en el que el sol brillaba cada vez con mas fuerza y los buitres seguían allí girando, dando vueltas en circulo sobre sus presas, sabía que apenas les quedaba agua y el miedo y el cansancio empezaban a dejar mella en el.
Ella por el contrario miraba al cielo despreocupada y sorprendida por lo bonito que era ver a los pájaros volar en aquellos círculos tan perfectos, eran preciosas y curiosas las sombras que los pájaros creaban sobre aquella arena tan blanca y tan brillante.
El seguía andando pensando en la gente que no volvería a ver, en las cosas que no había hecho y que ahora probablemente ya no podría hacer. Ella pensaba que el bronceado iba a ser perfecto y que aunque le estaba dando el sol un poco en exceso, iba a ser sin duda la más morena de todas sus amigas.

Nacimos para compartir pequeños momentos y tendemos a alargar los mismos hasta la saturación.

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Cuba 4

Nos vamos a Viñales, sitio ya conocido entre nosotros como montañeta.
Chequeamos todo como somos un desastre, dejamos la mayoría del equipaje en la
habana y nos marchamos con lo necesario a Viñales.
El autobús avanza dejando atrás la autopista de ocho carriles en la que apenas
ves un coche y pasamos entre cientos de palmeras que se alzan majestuosas, según
nos vamos acercando puedo observar mas verde, mal palmeras y unas extrañas
águilas negras que hacen vuelos rasantes, desde el lateral de la carretera las
vacas nos miran amenazantes, mientras yo voy escuchando música.
En un momento dado me fijo en Yolanda y veo que le esta cambiando la cara, me
quito los cascos y escucho que la guía esta contando cosas de Viñales que
parecen interesar a todos pero causan una extraña reacción en Yolanda, … en
efecto el caballo llamado alzehimer vuelve a cabalgar entre nosotros,… Yolanda
se acaba de dar cuenta que ya había estado en Viñales la vez anterior que estuvo
en Cuba, ella que iba con ilusión a un sitio nuevo del que se quedo con las
ganas de conocer.
Cuando llegamos a Viñales vamos a la casa en la que teníamos reservadas las
habitaciones y una vez que le entregamos los pasaportes el hombre esta
desesperado comentando algo de la visa.
Yo intento tranquilizar al buen hombre y explicarle que llevamos efectivo, y que
hemos pagado así en todos los sitios, pero el hombre sigue enfadado y me dice
que sin Visa no se puede viajar en Cuba, yo le vuelvo a insistir que tengo
efectivo, que no he utilizado la Visa en ningún sitio y que además que va a
hacer el con la visa si no tiene maquina en donde pasarla, la conversación es
cada vez mas absurda, tras unos minutos llega el equilibrio y empezamos a
entendernos, el hombre se refiere al visado, ese papelito que nos dieron al
entrar en Cuba sin el cual no se puede viajar y que lógicamente nos hemos dejado
en la habana.
Ahora somos unos indocumentados, unos sin papeles a los que nadie quiere,
conseguimos convencer a una señora, que asustada nos dice que la sigamos a
quince metros de distancia, la cosa empieza a tornarse cada vez mas extraña.
Seguimos a la mujer a quince metros aguantando la risa, la mujer mira hacia
atrás disimulando, todo el pueblo se da cuenta que la estamos siguiendo, encima
nos despistamos y la perdemos, la mujer vuelve atrás y con un movimiento de
cuello nos indica que la sigamos de nuevo.
Finalmente nos aloja en una casa y salimos a coger un bus turístico que te
recorre el pueblo y que vale la pena mucho para hacerte una idea de donde estas,
un bonito paseo y cometemos el error de entrar a las cuevas del indio, una
castaña de cuevas para quien haya visto cuevas bonitas de verdad como las del
Draqu en Mallorca por ejemplo.
Vemos un mural precioso realizado por un discípulo del pintor mexicano Diego
Rivera, y nos vamos a beber hasta perder el control en el mejor o único local
que vale la pena del pueblo en la plaza principal para olvidar que somos unos
indocumentados.
En el local se suceden las actuaciones porque es un centro cultural.
Dos horas después las chicas son las reinas de la pista, parecen autenticas
profesionales que se mueven al ritmo que les marcan los guías cubanos que las
arrojan de un lado al otro como auténticos profesionales, yo me dedico a vaciar
vasos de mojitos y a poner cara de situación, porque las chicas se han ligado a
todos los guías del pueblo y estos no terminan de entender mi papel y no saben
cual de las chicas con la que están bailando es la mía.
Cuando acaba la noche las chicas tienen una sonrisa en la cara que las ilumina,
solo hay alguien que parece que va a morder a alguien y es la mujer de uno de
los chicos el único que no es cubano, el que esta bailando con Indra, que hoy
duerme en la calle, …seguro.
El local cierra y nos echan de allí al día siguiente todos los guías se ofrecen
a hacernos un hueco para llevarnos, y yo me alejo con las chicas porque un
montón de Cubanos están desplegando sus alas junto a la pista.
Al día siguiente nos enteramos que todos los guías durmieron en la calle, uno de
ellos Roni, nos lleva a dar un maravilloso paseo por el valle cruzando por una gruta
de un valle a otro y explicándonos todo, una autentica maravilla, encima nos
hace precio de amigo, cuando nos vamos a despedir Lara le explica lo bien que lo
ha pasado en Montañeta y que si puede volverá, el guía finalmente no lo puede
resistir y le pregunta que narices es montañeta…

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Relatos

Tarde de perros

Mi padre nos aleccionaba, intentando crear una escala no de valores debido a nuestra edad, sino una escala de acciones, esto no lo debéis hacer, esto no lo debéis hacer, y de vez en cuando esto tampoco lo debéis hacer, en un instante podía haber dejado sin sentido nuestra existencia, sin razón nuestra vida y sin dirección nuestro futuro, pero nosotros decidimos ignorar como siempre hacíamos los consejos o extrañas afirmaciones negativas de mi padre.

Mari Carmen era la mejor amiga de mi madre, por lo menos eso creíamos nosotros, cuando digo nosotros me refiero a nosotros, los cuatro hermanos o como decía mi abuela los cuatro jinetes de la elipsis o algo así.

Estábamos en la mejor etapa de nuestra existencia, aquel momento en el que todo era diversión con el único límite de no sacar de quicio a nuestros padres cosa que ninguno de nosotros conseguía controlar, era realmente fácil conseguirlo sin apenas proponérnoslo.

Mari Carmen adoraba a mi madre y aquel día nos invito a todos a su nueva casa en una zona residencial de la ciudad “La moraleja” Como los cuentos que nos contaba mi padre cuando éramos unos meses mas jóvenes, a Mari Carmen le encantaban los niños, era fácil saber cuando a alguien le gustaban los niños, en aquella época cuando a algún adulto le gustaban los niños, al verlos sufría una especie de ataque que primero atacaba a la vista, y veían monos a todos los críos hasta a mi hermano, que al levantarse por las mañanas antes de lavarse la cara no parecía humano, el ataque continuaba con una especie de saludo en el que el adulto te agarraba fuertemente de un moflete y te estiraba de él intentando arrancarte la mitad de la cara, hasta que te levantabas del suelo, por aquél entonces las señoras mayores como las llamo ahora, o las brujas como las llamaba entonces, tenían esa mala costumbre, mi hermano y yo apostábamos a ver quién tenía el moflete mas rojo tras el saludo.

Tras el saludo inicial de Mari Carmen, mis padres pasaron a un salón rosa, había varios y de diferentes colores, no como mi casa en la que toda la casa tenía el mismo espantoso papel con extraños colores, gracias a dios que hoy han desaparecido aquellos papeles que la ingesta de alguna extraña droga de diseño en la época hippie puso de moda en España.
Como iba diciendo tras el saludo inicial, en algún determinado momento mis padres y Mari Carmen se enfrascaron en una interesante conversación y bajaron la guardia, esto es… nos dejaron solos.

Arancha, la pequeña de los cuatro una adorable criatura con grandes dotes para la pintura de pequeña, que perdió en algún determinado momento de su vida, vio el pasillo demasiado triste tan blanco, sin ningún tipo de color, sin gracia ninguna y puso todo de su parte para arreglar aquel espacio sin futuro ninguno y sacando sus rotuladores que tenía bien escondidos, comenzó la redecoración y se entrego a la tarea sin desenfreno ninguno, mientras yo el mayor realizaba la tarea de asesoramiento sobre los colores y los diferentes tonos que convenía usar según el tramo de pasillo y la iluminación del mismo, apareció mi hermano Javier con un grifo en la mano, comentándome que estaban mas flojos que los de casa y que podía desmontar todo el baño en un tiempo record.
Mi otra hermana Eva, la única que no tenía impulsos creativos descansaba sentada tranquilamente en el Salón, yo me acerque a hablar con ella y llamarla para que se integrase con la familia y participase de la diversión colectiva, en ese preciso momento lo vi allí, ese precioso artefacto igual al que tenía mi padre, al que con solo apretar un botón te regalaba una llama luminosa, majestuosa, impresionante.

Mientras los dos observábamos la preciosa llama, algo misterioso, un castigo divino probablemente, hizo que un impresionante centro de flores que ocupaba toda la mesa del salón comenzase a arder. Las llamas crecían con una rapidez alarmante e intuí que mi hermana tenía un serio problema. Tras una rápida deliberación sobre el tema mientras las llamas no paraban de crecer y el techo empezaba a adquirir un extraño tono negro, entre todos nombramos a mi hermana Eva la encargada de dar la noticia a los adultos ya que no había dado rienda suelta a su vena artística tenía algo que hacer por el grupo y esta era una importante tarea.
Apenas le dio tiempo a decir ¡Mama Fuego! Antes de que otra misteriosa fuerza probablemente centrípeta, impulsara la mano de mi madre chocando esta con la cara de mi hermana y haciendo que todo su cuerpo saliese despedido en el mismo sentido en el que se había desplazado la mano de mi madre. Vamos una ostia de espanto.
Lo siguiente que acierto a recordar es a Mari Carmen corriendo por el pasillo hacia el cuarto de baño, supongo que para coger agua y apagar todo aquello, poniendo caras raras y gritando mientras recorría el pasillo e iba con curiosidad observando que no apreciando la redecoración que había hecho mi hermana por el pasillo, el incendio finalmente lo apago mi madre porque Mari Carmen sufrió un desmayo en el cuarto de baño no sabemos si por la inundación que se encontró en el mismo o por que no encontró el grifo al ir a coger agua.