J. J. Thomson y su hijo G. P. Thomson fueron galardonados con el Premio Nobel de Física en 1906 y 1937, respectivamente. Desde luego no es nada fácil consiguir este Premio, ni tan siquiera estar nominado, y sólo unos pocos “escogidos” son los elegidos; pero desde luego lo que ya resulta ciertamente muy complicado es que dos miembros de la misma familia lo consigan. Sin embargo, el caso de J. J. y G. P. Thomson no es el único que se ha dado a lo largo de la historia de los Premios Nobel de Física desde que se concedió el primero en 1901, pues ha habido más ejemplos de padres e hijos:
Joseph John Thomson en 1906 y su hijo George Paget Thomson en 1937.
William Bragg y su hijo Lawrence Bragg en 1915.
Niels Bohr en 1922 y su hijo Aage Niels Bohr en 1975.
Manne Siegbahn en 1924 y su hijo Kai M. Siegbahn en 1981
También ha ha habido un caso de esposo y esposa:
Pierre Curie y Marie Curie en 1903.
Además Marie Curie también fue galardonada con el Premio Nobel de Química en 1911 y su hija Irène Joliot-Curie y su yerno Frédéric Joliot con el Premio Nobel de Química de 1935. Como único caso hasta ahora, John Bardeen fue galardonado dos veces con el Premio Nobel de Física, en 1956 y 1972, por sus investigaciones en el campo de los semiconductores y el transistor, y por el desarrollo de la teoría de la superconductividad, respectivamente.