Una de las obsesiones que poco a poco se va fijando para el GIA es la conveniencia de gravitar exclusivamente en torno a ciertos temas, y a reducir la proyección del grupo a ellos. Ha aparecido ya un primer interés que tiene que ver con la subjetividad creadora que se desprende del trinomio inicial experiencia/deseo/riesgo como primera aproximación a esa referenciación genealógica a la que me refiero constantemente. La subjetividad creadora expresa en términos negociados lo que intuitivamente habríamos llamado experiencia y riesgo y sobre la que han operado nuestras herramientas docentes de los primeros cursos.