¿Creéis que en Alemania sería imposible que volviera a haber una dictadura? Yo os demostraré que estáis equivocados (II) (La ola)

En la actualidad, ¿tienen las élites dominantes el mismo poder que en el siglo XX para controlar a la masa?

 Creo que el dominio es superior. La emergencia de medios de comunicación da un poder aún mayor a los poderosos para controlar a la masa. En el totalitarismo, el individuo desaparecía entre la masa para ser reeducado, pero ahora eso no es preciso porque la información nos es dada individualmente, persona a persona, en casa y es información manipulada.Con esa información se pueden generar opiniones preestablecidas, gustos determinados hacia un productos, que pienses o que no pienses, de que manera… Gracias a los medios de comunicación, dirigidos por el poder, la manipulación se sirve en casa,en la calle, en la escuela… y esta manipulación sirve para controlar a los individuos.

 ¿Cuál es la influencia del miedo a lo largo de la Historia?

El miedo es un arma que ha sido usada a lo largo de la historia para controlar y manipular a la sociedad. La gente actúa por convicciones, pero también actúa por miedo. Como se ha observado en todos los régimenes de corte dictatorial de la historia, el miedo es el arma más valiosa para mantener a una sociedad controlada. El miedo provoca falta de acción y la falta de acción provoca conformismo. Una sociedad conformista no supone un problema para el poder.

¿Consideras un riesgo histórico el escaso respeto que tienen los estados hacia la ONU?

Si, es un riesgo. La ONU debería ser usada como la mejor herramienta en la resolución de problemas y conflictos, así que, en teoría, debería suponer un riesgo histórico el no respetar sus decisiones. Digo en teoría, ya que el hecho de que 5 de los miembros de su Consejo de Seguridad, que realmente son el corazón de la ONU, sean permanentes y, no solo eso, sino que tengan derecho a veto, provoca que esos países estén más preocupados por defender sus intereses que por el interés general. Cuando la ONU dicta medidas para atajar un conflicto se hace siempre con el beneplácito de estas cinco naciones, con lo cual hay que descubrir en qué medida la resolución llevada a cabo en nombre del bien general es realmente así o busca sólo el beneficio de estas cinco naciones. 

¿Creéis que en Alemania sería imposible que volviera a haber una dictadura? Yo os demostraré que estáis equivocados (La ola)

A raíz de la visualización en una de las clases de Tendencias Historiográficas Actuales surgieron una serie de preguntas a debate muy interesantes, las cuales contesto de forma muy resumida en esta entrada.

¿Puede llegar a ser una ideología el motor principal de un proceso histórico?

A mi modo de ver sí. La ideología puede ser algo que convierta el descontento social u otros factores en un cambio, por lo tanto la ideología es perfectamente válida como motor de un proceso histórico. Esto ya se ha visto varias veces en la historia, donde una ideología ha abanderado un movimiento de descontento general que ha producido un cambio, un claro ejemplo para mí, sería la Revolución Rusa.

En el contexto histórico actual, ¿podría desarrollarse un movimiento totalitario similar al nazismo?

Creo que si, aunque espero que no se de. Si algo nos enseñó la guerra de Kosovo, por ejemplo, es que no aprendimos nada, o prácticamente nada, del nazismo, produciéndose de nuevo matanzas de civiles a las puertas de Europa. Hoy en día siguen habiendo, como  en conflictos como el árabo-israelí y, desgraciadamente, habrá siempre espantosos crímenes de inocentes. 

Con lo cual algo “similar” ya ocurrió. En un contexto de crisis como el actual es más fácil que se produzca un aumento del éxito de las ideologías más extremas (esto se está observando en Grecia actualmente) que abren la puerta a que, aunque en una probabilidad tal vez muy remota y por supuesto no deseada por nadie, puede repetirse una situación si bien no igual, parecida.

 ¿Crees posible la vuelta de la dictadura a España?

No hay que desdeñar ninguna posibilidad y tal vez sea posible, quizás no de la misma forma en la que se instauró la dictadura de Franco, ni con los mismos apelativos para llamar a esta.

No sería del mismo estilo que la iniciada por Francisco Franco, sería un ascenso dictatorial más gradual, desde la democracia, con medidas políticas y económicas que fueran minando los derechos de los ciudadanos lentamente y aumentado el poder del Estado frente a ellos.

En un horizonte cercano, no lo veo posible, pero, por ser posible, puede ser posible, pero no de una forma radical, tajante, mediante un golpe de Estado. Creo que nuestra sociedad ya está lo “suficientemente educada” como para rechazar una dictadura, pero no lo está lo suficiente para darse cuenta que sus derechos han sufrido una degradación gradual.

 ¿Es un problema histórico la radicalización de las ideologías?

Si. Toda ideología siempre tiene una ideología contraria, en mayor o menor medida. Cuando una de estas ideología inicia un proceso de radicalización, o parte de esa ideología se escinde en otra ideología más radical que la original, siempre se producirá un movimiento similar en la ideología contraria: una radicalización alimenta la otra. Utilizando, otra vez, el ejemplo de Grecia, no solamente partidos de extrema derecha han ganado en votos, sino también de la izquierda más radical (pero ni por asomo la mitad de radical que el partido de extrema derecha griego).

Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo

A raíz de la película “La ola”, en relación con algún debate surgido en clase sobre la memoria histórica y con la oportunidad de haber podido visitar Auschwitz con otra asignatura impartida en la Licenciatura de Historia de la Universidad de Alicante, este post va sobre la memoria de dicho Holocausto.

Es terrorífico ver la inhumanidad mostrada en dichos campos de exterminio.  Me impresionaba como podía estar frente a todo tipo de crueldad humana.  La visita implicó penetrar en los entresijos de mí misma. 

Hitler diseño de forma calculada dicho proyecto. No había escrúpulo alguno, sino más bien una total apatía ante otros seres humanes y se perdieron valores como el respeto, la compasión y la tolerancia. Y, como no sólo él, sino también como el resto de nazis, seguidores de Hitler, por su obediencia ciega pudieron mostrar tanta insensibilidad, ausencia de sentimentalismo, ser tan despiadados y destruir todo lo que valía la pena de la vida.

Era inconcebible como un grupo de hombres pudieron condicionar de tal forma a otros seres humanos privándolos de la más mínima libertad, del más mínimo respeto por la vida. Te planteas hasta qué punto nos diferenciamos los humanos del resto de animales. Muchos han argumentado que por la razón, el pensamiento y el habla, pero ante acontecimientos como dicha masacre cuesta de creer. El resto de los animales mata por necesidad, mientras que el ser humano va más allá, en su gran mayoría, lo hace por placer, y ello es inconcebible, inexplicable, más  aún cuanto te sitúas en un espacio donde se dio fin alrededor de un millón y medio de personas.

Era difícil poder avistar algo de humanidad, de sentido en los campos. Barracones uno tras otro, todos iguales, todo tan uniforme, homogéneo, monótono invariable… todo era tan frívolo. Piensas en el hambre, el frío, las brutalidades sin fin, la humillación padecida, el desprecio mostrado por los nazis, que se te apodera ese sentimiento de pesimismo en el que la vida así no valía la pena vivirla, ¿Cómo se podía aceptar que la vida así fuera digna de vivirla?, vivir era aumentar el sufrimiento, ¿Hasta qué punto querría seguir viviendo así?. Es en este punto donde encontramos el existencialismo: vivir es sufrir; sobrevivir es hallarle sentido al sufrimiento. Nadie puede decirle a nadie en qué consiste el objetivo de la vida, cada uno debe hallarlo por sí mismo y aceptar la responsabilidad que su respuesta le dicta, pero en los campos me negaba a pensar que el resumen de una vida era sufrir como lo hicieron estos judíos y, luego, morir, pero la realidad no era más que esa.

Entre tanta injusticia, horror, deshumanización, crueldad, salvajismo, insensibilidad, despotismo, intolerancia y barbarie, también hallé una parte más humana, el caso de la solidaridad, en su máxima expresión, del padre Kolbe. Éste pidió permiso para ocupar el puesto de uno de los que habían sido condenados a la cámara de gas. Con la acción del padre Kolbe ves como ni el propio instinto de conservación y las miles de estrategias que uno formula para salvar lo que le resta de vida en situaciones límites, aún cuando las oportunidades de sobrevivir son mínimas, disuadieron al cura católico.

No obstante, a pesar de ver cierta humanidad, dentro de algo inhumano, ese “alivio” pronto se disipaba y volvían las preguntas de cómo hubo prisioneros que se aferraban a la vida. La voluntad de vivir en tales circunstancias, en la que el prisionero es tratado de forma que se pretende conseguir que pierda sus asideros, donde la vida les había sido arrancada de cuajo, para mí sólo aumentaba la noción de lo inservible de su sufrimiento.  Sentía asombro y admiración ante como el hombre pudo llegar a alcanzar esa capacidad humana de elevarse por encima de su sufrimiento y aparente destino por vivir. Como dice Nietzsche << Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo>>. Dentro del sufrimiento y la maldad me sobrecogió la capacidad humana esperanzadora en la que, ha pesar de las dificultades, se es capaz de ver más allá del campo, de la muerte.

Recuerdo la retahíla de fotos con los rostros de las víctimas, tratados como ganado, cada cual con su número, despersonalizados, donde te costaba diferenciar un hombre de una mujer.

La visita ha sido muy útil para determinar el verdadero sentido de esa empresa, del nazismo, de los campos, de los judíos, del ser humano…, prestar atención a los hechos tan significativos y que formen parte de nuestra experiencia humana. Con ella se ha intentado conocer y pretender comprender la naturaleza exacta de dichas experiencias, la situación vivida por aquellos que estuvieron internados en los campos y,  para los que como yo no lo hemos vivido, ayudarnos a aprehender y, sobre todo, concebir las experiencias por las que atravesaron estos prisioneros, así como, su peculiar, desde el punto de vista más psicológico, nueva actitud frente a la vida de ese porcentaje reducido de los prisioneros supervivientes.  Leí en “El hombre en busca de sentido” de Viktor E. Frankl <<No nos gusta hablar de nuestras experiencias. Los que estuvieron dentro no necesitan de estas explicaciones y los demás no entenderían ni cómo nos sentimos entonces ni cómo nos sentimos ahora>> y discrepo, pues, cierto que el ser humano no está preparado para entender lo ocurrido, no se ha penetrado lo suficiente en el interior del ser para comprender dicho holocausto, pero sí con la visita se consigue dar ciertas pinceladas a lo ocurrido, a cuestionarte miles de aspectos del ser humanos, de sus actuaciones, del propio ser, de su existencia, el sentido de la vida, el sentido del amor, el sentido del sufrimiento, la transitoriedad de la vida. También discrepo en que son muchos los que no quieren recordar tal barbarie vivida, sí, pero son muchos más lo que quieren contarlo para que no se les olvide, para que no se difumine en el tiempo y  no se olvide lo ocurrido para que no vuelva a suceder, pues como dijo el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás <<Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo» de su obra “La vida de la razón o fases del progreso humano”.

En resumen, ha habido múltiples ejemplos, como el genocidio de Bosnia o los millones de personas que perdieron la vida con Joseph Stalin durante los años 1924-1953, siguen habiendo en conflictos como el árabo-israelí y, desgraciadamente, habrá siempre espantosos crímenes ante inocentes, pero el Holocausto judío supuso el paradigma de la intolerancia,  una violencia desmedida, el fundamentalismo extremo expresado por medio de un sistema totalitarista y una obediencia ciega (ciega, ciega)

http://www.youtube.com/watch?v=5DbyMXqkz08

http://www.youtube.com/watch?v=XudHN0kluT4

Rainer Wenger (La ola)

Rainer Wenger, el profesor, al principio es poco consciente de la situación que se ha generado a raíz de su forma peculiar de impartir el taller de autocracia.  Vemos una clara evolución del personaje a lo largo del largometraje. De la idea principal de ser un claro opositor a todo movimiento totalitario, dictatorial, etc; posicionado como un claro anarquista, poco a poco, a raíz del sentimiento de poder que va adquiriendo con motivo de las clases de autocracia, llega a superarle esta situación a su propio sentido común y llega a creerse un verdadero líder. Finalmente de nuevo da un vuelco el personaje dándose cuenta de las dimensiones que había llegado a tener su taller, puesto que se había llevado a la práctica más allá de las clases e intenta mediante una terapia de choque hacerles ver que lo que en un principio se partió de adaptar los “aspectos positivos” de tal ideología les había conducido de nuevo a una autocracia.

El profesor instaura conceptos de la Alemania nazi como es el control, obediencia, disciplina, sentido de comunidad, acción y orgullo, crea el papel del Führer (papel que él de forma inconsciente va adoptando).

 En un principio la intención era explicar dicha ideología a través de la imposición en clase de dichos conceptos, pero se extrapolan al resto de la vida diaria de muchos de los alumnos.  Te hace ver como ni la memoria histórica, ni el propio sentido común nos podrían salvar de un sistema autocrático.

También la evolución anímica del profesor te hace ver como no sólo es la mente de los jóvenes influenciables, pues es un claro ejemplo de que también se deja al final influir por dichos ideales y todo por el propio afán de protagonismo del ser humano, ese egoísmo innato del hombre.  Al principio no es consciente de lo que puede generar esta forma especial de explicar una ideología. Poco a poco es consciente de la situación, pero sin querer quizás aceptar la realidad, pues en parte se beneficia de ésta.

El profesor era también entrenador del equipo de waterpolo y, antes de adquirir tal poder ante un grupo, nadie iba a los partidos a mostrar su apoyo, pero a raíz de establecer conceptos como el de sentido del grupo, de la comunidad, recibe un gran apoyo por el alumnado en los partidos y ello le produce gran satisfacción, fuerza, orgullo, superación de un fracaso de afluencia de gente a los partidos, afán de poder…  Llega a tener parte del colegio a su merced. Al igual que Hitler, quien gracias a su carisma, oratoria e insensibilidad logró generar miedo en lo demás. Wenger utiliza el miedo que genera en otros para lograr el poder absoluto y así manipular a sus estudiantes.

En fin, se podría considerar una clara metáfora de Hitler y su dictadura.

Adoctrinamiento juvenil

Respecto al alumnado en la película, se muestra a la mayoría del alumnado con falta de pensamiento crítico y sumiso al conjunto, un conjunto que llega a despersonalizar al individuo.  Intenta que se analice cómo en una sociedad democrática se podría llegar a transformar sin demasiado esfuerzo en una autocracia. No obstante, desde mi punto de vista es poco creíble cómo en cuestión de unos días se es capaz de cambiar casi por completo a un colegio entero, no sólo una clase, sino a personas ajenas al taller, pero sí alumnos del instituto.  Además de también resultarme paradójico, puesto que es un grupo de jóvenes quien es capaz de transformar un sistema político, pero a su vez, se ve como un generación puede ser fácilmente manipulable, vulnerable e influenciable.

 En la película se representan los diferentes tópicos de la juventud, puesto que está el pijo, el deportista, el radical, el que se deja arrastrar por las masas con intención de ser aceptado, el marginado…

 Hay varios aspectos al respecto de los alumnos que vamos a intentar desgranar a su debido tiempo y de forma ordenada.

 En primer lugar, para mi parecer, muestra a un grupo de jóvenes que se sienten solos, incomprendidos, sin motivación, sin ideales por los que luchar, con mucho egoísmo. Pretende forzar un diálogo entre los espectadores de las motivaciones de los jóvenes, ver que nuestra generación es la generación donde no se ha conseguido logro alguno. Una generación que no ha pasado hambre, no ha vivido una guerra, no ha tenido que luchar por la libertad, por lo que cree o simplemente por sobrevivir. Es por ello, que la clase estudiantil se muestra en su gran mayoría imparcial, despreocupada por todo, sin afán  o motivación por nada. Concretamente, en la película se ve al alumnado que muestra frustración, descontento por la situación escolar, las desigualdades sociales.

Hace reflexionar, además de las ideologías destructivas, como la juventud se aburre. Las drogas, el sexo, los botellones ya no son suficiente para dejar de sentirse solos. Necesitan aferrarse a algo que les permita creerse pertenecientes a un grupo, no obtener rechazos, no desigualdades entre los individuos… Es por ello que de forma acelerada (quizás algo excesivo) cala entre el alumnado. Por ejemplo, el típico marginado social siendo participe del grupo es respetado, visto como uno más en el grupo, es aceptado y para el marginado el grupo es su vía de aceptación, de sentirse involucrado con aquellas personas que antes “admiraba” en el sentido de que quería pertenecer a ellos, comportarse como ellos, ser popular (afán de protagonismo). Es  curioso como este personaje, si no recuerdo mal Tim, pasa a ser fiel defensor del movimiento, es su medio de estar integrado y no quiere que una vez conseguida dicha meta ello de desvanezca y junto con el movimiento él mismo vuelva de nuevo al olvido del resto de los compañeros.  Se involucra tanto que su final es trágico (podría hacerse un símil con el final de Hitler).

 Por otro lado, vemos otro tipo de alumnos que por su ideología se apuntan al taller de autarquía, pero son atraídos por las formas de impartir el taller contrario y por la influencia de sus compañeros al taller de la autocracia, a pesar de ser contrarios a dicha ideología. Por otra parte, algunos se apuntan al taller de autocracia por no dar clases con el veterano profesor, considerado como un aburrimiento a su hora de impartir clases. Sea cual fuere el motivo, se consigue crear un grupo que aparentemente era heterogéneo, con diferentes ideologías, a uno solo, un grupo homogéneo.  Nivelan las diferentes escalas sociales para ser todos iguales y se adecentan una imagen conjunta, un logo que les identifique… Crean una clase, un colectivo uniforme que crea un sujeto director, y hay sujeción al sujeto. También un reconocimiento mutuo de iguales entre los sujetos y el sujeto director. Se pasa a un posterior reconocimiento del sujeto por el mismo como sujeto director para aspirar finalmente a un reconocimiento mutuo entre los propios sujetos, entre los sujetos y el sujeto director y entre el sujeto director con el resto de sujetos. 

Se ha pasado de una lucha individual a una ayuda mutua, un cambio de organización de la clase. Se elimina toda individualidad. Crean un uniforme conjunto, una señal, un logo, un nombre… lo llevan a lo extremo y no sólo en clase, sino que dichos valores se extrapolan al resto de situaciones diarias. Un ejemplo es como el típico joven deportista, buen estudiante, formal, serio se convierte en el “líder” del grupo, claro está por debajo del profesor. Éste se encarga de organizar una obra de teatro y al adquirir poder llega a imponer los papeles a quienes él cree oportuno e intenta dejar claro, casi por la fuerza, de lo que quiere en la obra y aquéllo que no quiere que se haga.

Surge un movimiento contrario al de la ola, dentro del propio alumnado participe del taller. Concretamente la novia del “líder” juvenil del grupo se opone al movimiento y se ve como el movimiento censura toda opinión en su contra. Se discrimina a aquella persona no afín al movimiento. 

También veo una crítica a las formas repetitivas de impartir la clase al respecto de la Alemania Nazi, una crítica al sistema educativo en el que el profesor llega, imparte su clase magistral de la mejor forma posible, te cuenta su perspectiva de aquel proceso, hecho u/o acontecimiento y marcha sin más. Ante tal dinámica explicativa el alumnado se muestra ya cansado de que le sea de forma reiterativa explicada así la Historia.

 Otra crítica o más bien advertencia sería que no sólo hay peligro de establecer un tipo de ideología, sino que también es peligroso el adoctrinamiento juvenil.

“La Ola” (Dennis Gansel)

“LA OLA” es, en resumidas cuentas, una muy buena película que recomiendo y está basada en hechos reales.

La película tiene como escenario material (marco/ escenario) un colegio en el cual se realiza una semana cultural en la que los alumnos deben matricularse en una serie de talleres. Se ofertan dos talleres antagónicos entre sí, como son la autocracia y la autarquía. Concretamente un profesor con creencias anarquistas está dispuesto a impartir el taller sobre la autarquía, pero no le es posible al haberle sido asignado dicho taller a un veterano profesor, cuyas “pintas” no parecían casar demasiado con los conceptos iban a impartir sobre la autarquía. Encajaba más impartiendo el taller de autocracia, aunque temas a parte al respecto de las apariencias y los juicios superficiales por las formas de vestimenta, éste imparte dicho taller por lo que el otro profesor se ve obligado a impartir el taller de la autocracia en contra de sus principios, o lo que creía que eran en verdad sus principios.

Como se viene diciendo, el profesor se ve forzado a impartir un seminario sobre la autarquía y la dictadura, muy a su pesar al ser contrario a sus creencias. Que mejor para afirmarse uno en sus ideales que conocer desde dentro a aquello de lo que te opones. Es por ello, que al fin acepta (todo sea dicho, casi por obligación) llevar a cabo dicho taller, pero ante su disconformidad, el taller lo va perpetrar de forma muy peculiar.

Con el fin de explicar los significados, orígenes y demás conceptos en torno a dicha ideología establece como la presión de un grupo social potente puede desembocar en el fascismo y, para ello, recurre a un experimento con los propios alumnos, y en donde él también se ve inmiscuido.  El experimento al que recurre es crear una asociación partiendo de los “aspectos positivos” de dicha ideología. El problema, y el hilo de la película, será que lo que en un principio sólo iba a ser un trabajo dentro de unos talleres empieza a tomar vida y forma fuera de ellos.

En general, podíamos hablar de una película didáctica en la que el director  intenta que el espectador reflexione sobre la importancia de una ideología, sobre los fascismos, las tendencias autoritarias y demás aspectos.