“Alba de América” al antojo del Franquismo

Otro aspecto a destacar muy en concordia con el régimen es la censura sexual en el cine, muestra de ello es el corte  en una escena de beso o la plasmación muy idealizada del concepto del amor.  Ello una vez más se debe a que el régimen se declaró católico, llegando en ocasiones a unos límites irracionales.  El tema sexual era un auténtico tabú, había una extrema represión.

 Otro aspecto a destacar del largometraje es como a través de la banda sonora hay un continuo esfuerzo religioso. Hay aumentos de volumen y de ritmos en escenas en la que se pretende captar la mayor atención posible del espectador.

 Por último comentar el aspecto didáctico de la película. Matizar que a diferencia de lo que menciona Santiago Juan en su artículo al respecto de que sí se considera didáctica, nada de acuerdo con tal comentario.  Santiago Juan[1] argumenta que si fue un fracaso en taquilla se debió a su excesivo peso de los datos históricos, así como por la rígida puesta en escena. Comenta la necesidad de enganchar al espectador a través de un cine más folklórico, con la necesidad de añadir a la trama mayor drama y aventura, para que no resultase tan parca y sin intriga, pero lo cierto es que para nada se ciñen ni por asomo a cierto “rigor histórico”. Claro está todo se desarrolla en torno al descubrimiento, pero se encuentra manipulado al antojo del régimen para los objetivos que ya se han ido desgranando a lo largo del los comentarios anteriores al respecto de la película.

 En conclusión llega a ser curiosa y hasta graciosa a la vez, vista desde la distancia y si apartas la asfixia que produce tanta religiosidad.


[1] JUAN-NAVARRO, Santiago (2008): “De los orígenes del Estado español al Nuevo Estado: La construcción de la ideología franquista en Alba de América, de Juan de Orduña.” Anales de la Literatura Española Contemporánea, Vol. 33, Nº 1: 79-104 pp.  ISSN: 0272-1635, .82.

Publicado on-line en:

http://www.sjuannavarro.com/files/albadeamerica.pdf

 

En busca del paraíso perdido

Y seguímos analizando aspectos sobre la peculiar película de “Alba de América”.

En referencia al descubrimiento en sí, la conquista se trata en la película de forma efímera y muy tímidamente. Se ha recalcado casi hasta el agotamiento el peso del descubrimiento en el discurso de la hispanidad y el contenido religioso de este acontecimiento. Es tal que en la película textualmente se habla de que <<la empresa debe ser española>>.

No hay demasiadas imágenes del Nuevo Mundo. Las pocas imágenes al respecto de la llegada y conquista del Nuevo Mundo están marcadas por el idealismo típico de la idea del buen salvaje de la mentalidad de los siglos XVI al XVIII.  También es clarividente la idea de una América paradisíaca, se muestra como una selva amazónica donde el hombre salvaje se encuentra en los árboles.

América se presenta como la aspiración del mundo renacentista[1] , Colón no se ha tropezado con América debido al azar, era la tierra que se buscaba para realizar todos los sueños y esperanzas. El Nuevo Mundo se presentaba como una tierra nueva, sin historia, ni pasado. Idea del paraíso perdido[2] en la que el europeo, concretamente en este caso el español, tenía la obligación de enseñar al salvaje una lengua, una serie de tradiciones y costumbres, una religión… y todo ello se va a logar gracias al carácter evangelizador y misionero del viaje.  Es la necesidad de domesticar, restaurar el orden.

En las últimas escenas de la película se muestra como tales sueños se han cumplido. Colón de nuevo es recibido en el territorio hispánico con gran regocijo por toda la sociedad. El momento culminante es cuando es recibido por los RR.CC., el resto de la corte y el estamento eclesiástico y con él acuden un grupo de nativo esposados sin vestimenta alguna que nada más que un taparrabos, y uno de ellos es bautizado con el nombre de Fernando, en honor al rey, y éste reza con un claro castellano el Padrenuestro. Se subraya el poder absoluto de la iglesia, y está en consonancia al creciente poder que el catolicismo[3] adquirió durante los años 50 en el régimen.

[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/c8MIjHzcS1Q" width="425" height="350" wmode="transparent" /]


[1] ZEA, Leopoldo (1972): “América en la conciencia europea” UNAM, México. Publicado on-line en: http://www.ensayistas.org/filosofos/mexico/zea/bibliografia/acc/IV.htm

[2] Ibídem.

[3]JUAN-NAVARRO, Santiago (2008): “De los orígenes del Estado español al Nuevo Estado: La construcción de la ideología franquista en Alba de América, de Juan de Orduña.” Anales de la Literatura Española Contemporánea, Vol. 33, Nº 1: 79-104 pp.  ISSN: 0272-1635, p. 98. Publicado on-line en: http://www.sjuannavarro.com/files/albadeamerica.pdf

 

“Tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando”

Seguimos con aspectos al respecto de la película “Alba de América”.

Es por ello que, cabe también mencionar a los Reyes Católicos como un ente importante en la película, más que por lo que fueron en sí, por lo que se puede extrapolar de ellos para beneficio del régimen. En cuanto a la figura de Isabel se representa como administradora del hogar en alusión a la patria, educadora, fiel muestra de los valores espirituales de la hispanidad, dócil, sumisa, maternal y virginal. Una imagen clara alusiva a la imagen de la Virgen María, madre de Jesús. Además de quedar patente un claro sentimiento machista, se muestra a Isabel clara defensora de Colón y del viaje, cuando históricamente es sabido que Colón no recibió en un primer momento un apoyo afirmativo por parte ni de Isabel, ni de Fernando, ni de la Corte, puesto que sus prioridades se encontraban en otro asuntos, como era el propio enfrentamiento con el Reino Nazarí de Granada.

 En el largometraje se muestra a Isabel dispuesta a todo por dicho viaje, capaz incluso de vender sus joyas para financiar éste. Mientras tanto a Fernando se le representa como un gran patriarca, caudillo militar que se podría extrapolar a la imagen del general Francisco Franco, así como jefe político preocupado por las relaciones internacionales, un clarísimo ejemplo de paralelismo del propio régimen franquista y la intención de Franco de mostrarse frente a la opinión internacional como un sistema no autoritario.

En resumen, con los RR.CC. se pretendía ensalzar la idea de unidad[1] , una unidad tanto territorial, como política y religiosa de “España”. Una “España” que en el momento del descubrimiento de América no existe,  pero es la nomenclatura utilizada por el Franquismo para resaltar esa unidad frente al caos producido por la República. Además de este anacronismo, también se peca de establecer a Aragón y Castilla como una unidad, puesto que, a pesar de ser cierto que mantenían una unidad, ésta era matrimonial, pero en otros asuntos eran todavía independientes, como por ejemplo  las leyes, instituciones, el mantenimiento de las fronteras de cada reino, entre otros.  Otro error en referente a la representación de los Reyes Católicos es la mala utilización de la famosa frase de “tanto monta”. La expresión original se reducía a “tanto monta”, y era utilizada por Fernando II y la frase hacía alusión a la leyenda de Alejandro Magno y, concretamente, en referencia a que tanto importaba cortar el nudo gordiano como desatarlo. Más tarde, se extendió dicha frase a “tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando” tomando como significado que ninguno de los reyes tenía más poder que el otro.

[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/uE520EHfnjc" width="425" height="350" wmode="transparent" /]


[1] JUAN-NAVARRO, Santiago (2008): “De los orígenes del Estado español al Nuevo Estado: La construcción de la ideología franquista en Alba de América, de Juan de Orduña.” Anales de la Literatura Española Contemporánea, Vol. 33. Nº 1, p. 79-80.

 

“Alba de Ámerica”,¿Ficción?,¿Propaganda?…

 << La utilización de la imagen como documento histórico, especialmente en soportes como la fotografía o el cine, es una de las recientes novedades en el campo de la historiografía[1]>>.  Con esta frase doy comienzo a un comentario crítico de un largometraje “Alba de América”

En primer lugar, a modo introductorio, debemos recalcar la influencia que ha tenido y tiene el cine como medio de transmisión de conocimientos para gran cantidad de individuos en todo el mundo. En este caso, dicha herramienta, es utilizada como instrumento didáctico, no tanto en el sentido de aprendizaje de una serie de acontecimientos pasados, sino más bien  la forma de observar como concretamente la generación del franquismo ha fraguado una imagen más o menos estereotipada del acontecimiento, además de tratarse de una cruzada cuyo objetivo era la legitimación del nuevo Estado[2]. Es más que evidente que en el caso de Alba de América el rigor histórico queda delegado a un segundo puesto, creándose una historia “oficial” tejida de gran ambigüedad, así como una visión estereotipada y falsa de lo comprendido en dicho momento.

Se trata de una película asociada al género de cine histórico[4], pero más bien podría considerarse como una película de propaganda, de difusión del franquismo[5]. El film refleja la visión del descubrimiento interpretado desde el franquismo. A la par, también, se puede incluir dicha película al cine colonial en donde se pretende exaltar la presencia histórica española en América.

El franquismo estableció una política cinematográfica encaminada a la restricción ideológica y a la protección de la industria española. Se realiza un cine dirigido desde el poder, un cine que aboga por los términos de defensa del nacionalismo y el catolicismo.

Juan de Orduña, el director del largometraje, tenía calada la mentalidad imperialista del Nuevo Estado y los valores que propugnaba[3].

Respecto al film reproducido Alba de América, ya desde el primer minuto se denota la dirección que se va a seguir durante toda la película. A pesar de narrarse el hito que supuso el descubrimiento de América, de forma encubierta se pretendía dar propaganda al régimen impuesto en España desde 1939: el Franquismo. Hay una clara intencionalidad política en la que se pretendía legitimar el sistema dictatorial impuesto. Se pretendía legitimidad a una serie de principios morales y religiosos a través de su entroncamiento en un pasado histórico “mítico” jalonado de “grandes éxitos”, en este caso las figuras de los Reyes Católicos, como unificadores del Estado español como transposición de la figura del Caudillo.

Si vemos en el año en el que fue producida, 1951, podemos observar una coyuntura política caracterizada por el cambio de una autarquía con tendencias fascistas a un régimen corporativista dominado por los sectores más conservadores de la Iglesia Católica. Es por ello que a lo largo de la trama se verá una clara concepción católica[6].  Hubo un gran interés por ensalzar el seno católico, puesto que el catolicismo se encontraba implantado y muy arraigado en el régimen. Se plasma en el largometraje la visión que se tenía en aquella época de que dicha empresa había tenido un carácter evangelizador y misionero[7]. Junto a esa concepción providencialista y mesiánica, perceptible tanto por escenas como por partes del guión, también se plasman conceptos como el de Hispanidad como forma de unificar las diferentes corrientes ideológicas del régimen con el objetivo de <<desterrar la imagen del totalitarismo del gobierno franquista al exterior y legitimar el sistema impuesto[8]>>.

Ya desde los títulos iniciales se observa como los patrocinadores de la misma son todo instituciones hispánicas y más concretamente de las altas esferas del régimen, como son el Archivo de Toledo, el Museo Naval, CIFESA[9], entre otras.  A través de los créditos iniciales se puede observar el carácter militarista, religioso y estatal del film. Al fin y al cabo, y de acuerdo con Santiago Juan, tras ser vista la película se percibe como la historia que se narra está plagada de paralelismo del propio régimen franquista.

En dicha película se muestra la gesta de Cristóbal Colón por conseguir el apoyo de los Reyes Católicos, tras la repudia por parte de otros reinos, para conseguir llevar a cabo su ideal de cruzar el Atlántico. Todo comienza en un momento tenso en el que la tripulación del barco, presidido por Colón y Pinzón, piensa en amotinarse al no hallar tierra firme. Es desde ese momento cuando se produce un flashback en el que, en alrededor de dos horas, se muestran los acontecimientos acaecidos antes del viaje.

La embarcación es una alegoría de la nación y ésta se compone de diferentes regiones, todas ellas representadas a través de los diferentes componentes que se encuentran en la nave, pues cada personaje procede de un lugar diferente del territorio peninsular. Además de ello, también aparecen representadas todas las clases sociales, pues se pueden ver burgueses,  aristócratas, campesinos[10]

Añado la escena de la rebelión a borde, en alusión al último párrafo.

[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/W9X79lBviUM" width="425" height="350" wmode="transparent" /]


[1] BARRIO BARRIO, Juan  Antonio (2005): “ La Edad Media en el cine del siglo XX”

Medievalismo: Boletín de la Sociedad Española de Estudios Medievales, Vol. 15, Nº 15: 241 p.

[2] SÁNCHEZ NORIEGA, JOSÉ LUIS (2003): Historia del cine. Teoría y géneros cinematográficos, fotografía y televisión, Alianza, Madrid, p. 374.

[3] Ibídem, p.374.

[4] El cine histórico es utilizado para tomar en el presente el valor ejemplar de hechos del pasado (Ibídem, p.376).

[5] JUAN-NAVARRO, Santiago (2008): “De los orígenes del Estado español al Nuevo Estado: La construcción de la ideología franquista en Alba de América, de Juan de Orduña.” Anales de la Literatura Española Contemporánea, Vol. 33. Nº 1, p. 79.

[6] El sector falangista es desplazado de los órganos del poder y cobra mayor fuerza y poder la presencia de la Iglesia. (SÁNCHEZ NORIEGA, JOSÉ LUIS, op. cit., p.376).

[7] Si algo destaca de la época representada en por carácter espiritual, y en el cine, también concretamente en esta película que se viene analizando, ese matiz religioso de la época es aprovechado por el régimen dejando incluso en un segundo planto la acción y de la aventura. Esta jerarquía de los aspectos religiosos por encima de otros ya han sido comentados por Juan Antonio Barrio Bario en “La edad Media en el cine del siglo XX”.

[8] JUAN-NAVARRO, Santiago, op. cit., p. 80.

[9] CIFESA, era productora cinematográfica, portavoz ideológica del régimen franquista (Ibídem, p. 81).

[10] Ibídem, p. 80.