Los cultivadores de Clío. Entrevista a Carlos Aguirre Rojas (II)

Segunda tanda de preguntas tras la reproducción del documental ” Los Cultivadores de Clio, De Annales a Contrahistorias “

http://www.youtube.com/watch?v=RBfZocEX2zQ

http://www.youtube.com/watch?v=Fo8Kocm1Vug

¿Qué echáis de menos en la carrera sobre el aprendizaje para ser historiador?

¿Todo? , pienso que la carrera de “Historia” no ha sido creada con el objetivo de llegar a ser un historiador, es más bien, una sucesión de la narración, descripción e interpretación “cada cual según su parecer” de procesos y acontecimientos históricos. En la carrera no se nos enseña cosas tan básicas como actuar ante una fuente para analizar e interpretar los hechos. En métodos algo se estudia al respecto de como citar, como redactar, pero es la punta del iceberg.  

¿Enseñar Idiomas? ¿Para qué?. La carrera es algo endogámica, no quiere contactos con el exterior, quienes tiene el “poder” de las cosas  ya viven muy bien como para complicarse la vida. Cierto que hoy en día, hay miles de caminos para aprender idiomas, pero al menos incluir algo quizás de inglés, francés, alemán o italiano.

También si algo está ausente en la carrera es el trabajar con las nuevas tecnologías, es un herramienta muy útil y implantada prácticamente en todos los aspectos de la sociedad.

¿Está EE. UU. en decadencia?

Pienso que sí, en un declive, en un deterioro, pero que no tiene que ser definitivo, no creo en una historia cíclica, y no por ello quiero defender que esté deseosa de su renacer.

Esa imagen que bien se tejió el propio país después de la Segunda Guerra Mundial en delante de “super potencia”, el gran coloso mundial de gran atractivo a “pasado de moda”.

Los motivos de su decadencia, las causas, las consecuencias muy interesantes serían de tratar, pero es un tema tan extenso que conllevaría una entrada sólo dedicado a ello.

¿Qué opinión te merece la actuación de Aguirre Rojas? ¿Qué opinión te merece el documental?

No conocía a dicho personaje, pero es un claro defensor de la “Historia Crítica” en Latinoamérica.

Se trata de una entrevista en la que realiza de forma resumida un recorrido sobre la historiografía del último siglo y pretende utilizar dicha entrevista para posicionarse como un partidario de la “Historia crítica” en México.  Su explicación al respecto de temas tratados en el documental como las metodologías utilizadas a los largo del siglo XX, o la explicación de Annales hasta la Microhistoria es concisa, amena, quizás peca de ser demasiado didáctica, dejando de lado el dirigirse hacía el ámbito más científico, pero bueno es cierto que es la única forma de hacérselo llegar a la sociedad.

¿Cuál es la misión social del historiador?

No son demasiadas las aportaciones que los historiadores acerca de la labor que desempeña el historiador a nivel social, también que se nos ha adjudicado una etiqueta de aburridos, “frikis”, que se dedican a hablar sólo de Historia y los temas son aburridos, pues no son más de la alineación de una serie de acontecimientos con muchos datos, fechas, uno tras otro, sin explicación y/o interpretación… Esa es una de las imágenes que podría decirse que está muy difundida en la sociedad.

A quien no le han preguntado: ¿Qué estudias?, y contestas Historia y las respuestas más resonadas son: uffff o que rollo…  No nos hemos sabido vender.

Cierto que hay dificultades con las que se encuentra uno(a) a la hora de  desarrollar su actividad profesional o de la importancia que adquiere su trabajo intelectual dentro del desarrollo cultural que experimenta la sociedad en la que vive, como para encima estar pendiente a que quiere el lector, la sociedad. Como bien comento en líneas anteriores, esa realidad se ve reflejada en la imagen que la sociedad tiene acerca de este oficio.

Así, los problemas con que el historiador se encuentra en su profesión es la escasa difusión de los valores con que debe realizarse el trabajo científico si quiere llegar a un gran público, la escasa presencia que muchas veces los historiadores tienen en los medios de comunicación, así como la más bien deficiente formación teórica y práctica de los estudiantes de Historia en la Universidad, permiten que la sociedad tenga un  concepto no demasiado claro acerca, no ya de la importancia de los estudios históricos (lo  que a veces también ocurre), sino de la legitimidad y honradez de nuestra labor académica  e investigadora. Y esto hay que cambiarlo, hacer ver a la gente la importancia de la memoria histórica, que según el método utilizado y la técnica, no todo es aburrido y son sólo lista de reyes. 

Los cultivadores de Clío. Entrevista a Carlos Aguirre Rojas. (I)

 A raíz de una entrevista reproducida en clase en correlación a las explicaciones dadas sobre la corriente historiográfica de los Annales, surgió un debate posterior, del cual paso a analizar aspectos relacionados con éste. 

Añado las primeras dos partes de la entrevista realizada a Carlos Aguirre Rojas.

http://www.youtube.com/watch?v=5vwzSGy_XMI

http://www.youtube.com/watch?v=OdUz3hJkPw4

¿Se puede comparar la Historia de épocas diferentes?

Sí, no es que se pueda es que se hace. Se está comparando el Crack del 1929 con la crisis actual, algunas similitudes de guerras romanas con guerras recientes, o modos de producción o de hábitat de grupos humanos pertenecientes a dos épocas totalmente disociadas en el tiempo, como son los íberos y los primeros asentamientos musulmanes en la Península poco después de la invasión del 711.

 ¿Se utiliza en la actualidad la historia con fines políticos?

Se ha utilizado y se sigue utilizando. Muchos son los partidos que hoy en día utilizan una ideología como justificante de su acción política. 

Es “interesante” ver la manipulación interesada que los políticos hacen de todo aquel acontecimiento o hecho histórico, y como lo utilizan de instrumento o herramienta de un complejo y retorcido juego de intereses para llegar al mayor número de población. Un claro ejemplo, lo hemos visto hace escasos meses, cuando nuestro Presidente del Gobierno, para justificar sus reformas, hizo alusión a la Constitución de 1812.

 ¿Puede servir la Historia para la predicción o para la previsión del futuro?

Para mí, el estudio de la Historia es interesante de por sí, y de forma resumida, se puede decir que es útil para comprender mejor el presente, pero tanto como predecir o prever el futuro, no. El futuro es eso, algo que no ha sucedido, y no creo que la Historia pueda predecir que ocurrirá.

Cierto que se han estudiado fenómenos que son cíclicos a lo largo de la Historia y, por ello, se puede caer en el equívoco de suponer que sucederá, pero todo está sujeto al azar, a numerosos factores medioambientales, sociales, culturales, políticos, económicos, etc, que intervienen y actuarán de distinta forma según una serie de condiciones y situaciones, por lo que partiendo de un mismo hecho pueden darse distintos resultados según los factores involucrados y según su implicación.

 ¿Tiene la historia una orientación demasiado política?

Sí, junto con una orientación económica. Van a la par, dejando olvidados aspectos más sociales y culturales.

 ¿Se disfrazan los periodistas de historiadores en la actualidad?

Totalmente. Cierto es que en la carrera de Historia, tanto en el campus en la que la he venido cursando durante estos últimos 5 años, como por comentarios de alumnos de Historia de otras universidades, la carrera Historia  no es más que el “aprendizaje” de una serie de historias, de procesos, de acontecimientos y de hechos históricos, pero poco o nada se enseña en cuanto a la labor del historiador, el papel de este en la sociedad, de como investigar, como difundir la historia en ámbitos científicos u/o a nivel educativo o a un público no especializado. 

Frases de ” El árbol, el alcalde y la mediateca” comentadas

– Francia es de derechas.

Ahora bien se podría decir que no. Francia es un país con un corazón de izquierdas y un bolsillo de derechas. Se trata de una sociedad dinámica políticamente hablando, capaz de cambiar de régimen si es lo que interesa a la sociedad en su conjunto.

– La gente está harta de manipuladores y buenos oradores.

Que se lo digan a la Alemania de mediados del siglo anterior, o ahora a los griegos o a nosotros mismos, que de eso podemos hacer un master aquí en los países mediterráneos.

– Lo que hay que hacer no es gritar, sino actuar (hija del profesor).

Totalmente de acuerdo. Una máxima muy en boga en los movimientos sociales que han surgido frente a la situación de crisis.

– Todos los políticos son iguales, incluso los ecologistas. Están todos untados.

Que se puede decir al respecto. La política de hoy en día casi todo lo corroe.

Monarquía y socialismo son compatibles.

No estoy de acuerdo,  no entiendo un régimen cuya esencia se basa en la desigualdad social y la preeminencia  de un linaje por costumbres de raíz religiosa con un planteamiento político que aspira a defender un régimen de corte social e igualitario, al menos en la teoría.

– La ecología política es reaccionaria. Para los verdes, el mundo tendría que ser como hace 100 años.

Cualquier movimiento llevado al extremo es incoherente, no se puede negar el avance científico y la mejora de vida, que es a lo que tiende en el ser humano, vivir mejor, aunque a veces hay que abogar por un mejor equilibrio en la explotación de los recursos.

– La distinción entre izquierda y derecha ha perdido vigencia durante los últimos años. La derecha ha asumido ciertos aspectos típicos de la izquierda.

Y la izquierda de la derecha. No puedo estar más de acuerdo con la frase, de hecho el reflejo de eso lo tenemos en el ascenso de las opciones políticas más radicales en las últimas elecciones en países europeos.

– El progreso no nos trae nada bueno. Algún día se acabará.

 Ni posturas tan progresistas, ni otras tan negacionistas, ¿no?.

– El 58% del suelo del planeta lo ocupan carreteras.

Y el resto son urbanizaciones, ¿no?.

 

Rohmer y los “Annales”

 A través de la reproducción de la película “ El árbol, el alcalde y la mediateca” podemos  visualizar algunos  de los aspectos en referente a la corriente de los Annales.  

Vemos un claro ejemplo, de una de las motivaciones y los objetivos que justificaron la creación de la revista Annales d’Histoire Economique et sociale, en la cual se desarrollará la corriente historiográfica mencionada, y ésta es la promoción del ejercicio libre de la crítica. Ya se ha comentado en entradas anteriores que Rohmer no pretende guiar  al espectador en una sola dirección, sino mostrar la situación, las diferentes visiones al respecto y como cada cual  ya es libre de posicionarse con pensamiento, un ideal, una crítica o a favor de un persona u otro según afinidad ideológica.

También, a pesar de mencionarse la política como parte del conflicto de la construcción de la mediateca, rechaza sólo que obtenga protagonismo ésta. Cierto que se dan debates al respecto, pero busca que no se centre el hilo de la película en ese aspecto.

Algo que observamos en la primera generación de los Annales es que hay intención del estudio del contexto social de los protagonistas de la historia para comprender mejor sus movimiento, algo que se puede observar en la reproducción, así como la importancia de tener en cuenta las dimensiones de la realidad, que van desde lo económico hasta lo psicológico.  Rohmer también insiste, como así lo hizo Henri Berr, en la importancia de los factores sociales, en el carácter social del hombre. No sólo hay que darle importancia a los acontecimientos políticos, sino también a las circunstancias y los aspectos económicos, psicológicos, geográficos y culturales.  En la película se da primacía a los aspectos sociales frente, por ejemplo, a la política.

También, y por último con intención de ser breve , para mi parecer tiene en cuenta, en cierto modo, la historia de las mentalidades, tan desarrollada ésta por la tercera generación de Annales. 

El árbol, el alcalde y la mediateca

La película nos presenta como un joven prometedor socialista de provincia en los 90 en Francia consigue un gran presupuesto para promover un proyecto muy ambicioso para su ayuntamiento de un pequeño pueblo: la mediateca. La problemática está servida cuando en el lugar de la construcción hay un árbol milenario. A partir de este momento se irán desganando de forma libre las diferentes posturas al respecto de la misma situación, vemos la lucha constante entre diversos puntos de vista al respecto de la mediateca, y cómo sería extensible esta situación a hoy en día. A su vez,  se muestran las posibilidades del azar  y como éste interviene en los acontecimientos y afecta en el devenir de éstos.

Hay un común desencuentro entre los arquitectos y/o diseñadores y la ciudadanía del pueblo, en  general, en cuanto a la construcción en sí de la mediateca y respecto de cómo se ha de construir. Vemos un proceso de negociación y de comunicación entre las diferentes partes inmersas en esta problemática. Podemos ver las diferentes argumentaciones en contra a dicha construcción,  así como quienes están a su favor, pero como éstas a su vez, se encuentran divididas en cuanto a la forma de llevar a cabo dicha construcción.  Normalmente los personajes nunca salen solos, sino que aparecen casi siempre acompañados, y para mayor riqueza, con sus contrarios para así establecer y dar cabida a los grandes debates, pero no sin olvidar que la última palabra aquí la tiene el azar. Intenta hacer ver que todo está abierto, no se puede caer en el impulso de presuponer los acontecimientos, pues el azar conllevará que el desenlace sea uno y otro, no siendo quizás el deseado o esperado.

Hay una contraposición entre la ciudad y el campo, entre la cultura urbana y la cultura rural.  Concretamente, el alcalde, como ya comentamos en las primeras líneas, un joven socialista, pretende abordar un proyecto de construcción de una mediateca. Se trata  de un hombre de ciudad, que se ha ido a vivir al campo y ve como el campo está quedando despoblado, frente a la inmigración que se está dando hacía la ciudad. Intenta llevar su política social típica de la ciudad al campo. Es tentador promover esta dimensión del urbanismo en el pueblo, incluso desde la mejor de sus intenciones (por reconocimiento político, para generar riqueza), pero no se da cuenta de la propia oposición de la realidad  que es y la que él cree o pretende que sea. Pero, veremos como al final cambia su opinión y esto ha sido devenido como consecuencia del azar.  Otra visión u opinión al respecto es la novia del alcalde. Su personaje es contradictorio en sí, pues según a quien se enfrente sus posturas oscilan entre la contra o no de la construcción, ahora bien, siempre ejerce de opositora a la otra opinión a la que se enfrenta. Otra opinión al respecto es la de un profesor del pueblo. Se trata de una postura radical que se opone tajantemente a la construcción de esta mediateca, pues es un ataque directo a los valores que dan identidad al campo, que le dan autenticidad. Otra opinión, al encontramos en un periodista, introducido tras una oposición de partidos, en la que se cuestiona que según el partido se recibiría o no subvenciones para este proyecto.  Dicha periodista a través de sus entrevistas e investigaciones propias irá más allá de la problemática de la mediateca, pues se cuestiona la situación de ese momento del enfrentamiento entre el campo y la ciudad. Otra clara oposición es  la de una niña que  defiende la falta de un espacio público, libre en el propio campo, siendo en un principio paradójico con la idea de que el campo es un espacio público. El problema es que para eso, habilitar espacios libre en el campo y “simplemente” adecuar edificios antiguos para establecer bibliotecas públicas y otros servicios públicos, de uso común, no hay dinero, es demasiado barato y humilde.

Desde un primer momento hace un uso persistente del azar. Rohmer pretende que se sea consciente de cómo el azar puede deshacer, cambiar o modificar la realidad.. Rohmer baña la película de azar, de lo intempestivo, lo fortuito, lo contingente.  Según Jacques Monod “vida  está sometida al azar, el hombre era producto del azar”[1]. Muestra al azar como un encuentro accidental de series independientes de causas y efectos que concurren a la producción de un fenómeno, ésta es constatada por la observación y confirmada por la razón. El azar, como podemos ver en éste largometraje, es más frecuente cuanto más compleja es la realidad. Su presencia es constante en el acontecer humano.  El azar no es la arbitrariedad o el capricho es el entrecruzamiento de acontecimientos.

Por último, podemos entrever la crítica al respecto de cómo la actuación del progreso, está afectando a la identidad propia de Francia, de la Francia rural.  También vemos en la película un claro debate de qué hacer con las ciudades y sus periferias y los pueblos.  


[1] FRANCOVICH, Guillermo (1980): “El azar y la necesidad en la Historia” en RODRÍGUEZ GARCÍA, Fausto E. (Coord.): Estudios del doctos Luis Recasens Siches, T.I, Universidad Nacional Autónoma de México, México, pp.317-323. ISBN: 968-58-2786-9., pp. 316-317.

 

Eric Rohmer y la “Nouvelle Vague”

 Eric Rohmer, era una persona austera y  de personalidad cortesana. Rohmer en cuanto a su cine, no pretendía decir ni contar nada, sino que su único objetivo era mostrar. A Rohmer no le interesaban los argumentos ni  los dramas tradicionales, sino los detalles más pequeños e íntimos de las relaciones humanas y los aspectos paradójicos de la psicología humana.  Es por ello que sus personajes se caracterizan por ser complejos, ilustrados y problemáticos. Para Eric Rohmer el lenguaje no era un fin, sino un medio[1] .

Se podría decir que su cine principalmente se basaba en llevar un equipo reducido, y, normalmente, con ausencia total de grandes estrellas y/o caras muy famosas. Y como dato curioso, solía grabar los exteriores naturales en la propia naturaleza y solía realizar muy pocas tomas.

Por regla general, y lo vemos en  la película ” el árbol, el alcalde y la mediateca” (que comentaremos en entradas siguientes), proponía historias transparentes con personajes sobre los que descansaba la acción dramática mediante una serie de planos-secuencias y diálogos extensos que trataban de reproducir conversaciones cotidianas. Huía de todo efectismo y de escenas o escenarios muy elaborados. Se posicionaba más por escenas más naturales con las que la narración fluyese de forma cómoda, nada forzada. Intentaba reproducir la realidad. Pretendía aproximarse al máximo al realismo, no con el fin en sí mismo, sino como medio para acceder a la verdad y a la belleza. Calculaba hasta el último detalle aquello que iba a colocar delante de la cámara para mostrar el máximo realismo y veracidad[2]

Eric, es uno de los fundadores de la Nouvelle Vague[3]Una de las curiosidades de la Nouvelle Vague es que cuando una obra se adaptaba al cine, hay escenas que se pueden rodar, pero otras no, pues en lugar de suprimir estas últimas, como se haría normalmente, la cosa era rodar o inventar escenas “equivalentes”[4].

 


[1] HEREDERO, Carlos  F. y SANTAMARÍA, Antonio (1991): Eric Rohmer, Cátedra, Madrid, p.95.

[2] Ibídem, p34.

[3]  SÁNCHEZ NORIEGA, José Luis (2003): Historia del Cine. Teoría y Géneros cinematográficos, fotografía y televisión, Alianza, Madrid. ISBN: 84-206-5792-1, p. 447.

[4] VV.AA. (1998): “Nouvelle Vague, cuarenta años>>, monográfico de Nickelodeon, Nº 12, otoño.