Baja la bolsa, sube el pescao

Siempre que escucho o leo algo relacionado con el desplome en la Bolsa me acuerdo de Groucho, el de los hermanos Marx. En el libro “Groucho y Yo” describe entre otras muchas historias y en plan cómico los acontecimientos ocurridos durante 1929 y el gran crack del que todos habremos oído hablar. Con el paso del tiempo las noticias se ven de otra manera. Hoy puedes estar conectado a los principales parquets del mundo a través de un teléfono móvil con conexión de datos y ver cómo transcurre la jornada en tiempo real. Pero el cuento parece ser el mismo, tú invierte aquí que es un valor seguro y te vas a forrar. Hasta que esas promesas se evaporan y por causas desconocidas parece que las cosas se tuercen. Con la perspectiva de los meses y de los años, los mismos hechos se explican de manera diferente. A fecha de hoy el único valor seguro que conozco y he conocido es el de la Educación y la Cultura. Vivimos en un mundo (muy) extraño, creo que le dijo Laura Dern a Jeffrey Robocop en Blue Velvet. Y es que hoy a la guerra le llaman terrorismo. Y a robar, especular e invertir. Y el futuro, para algunos, pasa por la F1 y la copa del americà. Baja la bolsa, sube el pescao, que decían Tip y Coll.

Todos queremos más

Pero me da la sensación que falta tiempo para consumir lo que al mercado le gustaría que consumiéramos. Me refiero a contenidos orientados a los nuevos dispositivos de ocio y entretenimiento que irónicamente podemos encontrar cada vez a precios más asequibles. Y creo que hay dos maneras de consumir, a saber, te compras por ejemplo un libro, lo pagas, te lo lees, lo dejas en la estantería de algún mueble de tu casa, se lo dejas a un amigo y si te lo devuelve lo podrías volver a leer cuando quisieras, al cabo de muchos años. Lo mismo ocurre con una película: te compras el dvd, ves la película cuantas veces quieras mientras no haya cambiado el formato de reproducción y se la puedes prestar o donar a quien quieras. En ambos casos sólo has pagado una sola vez por el producto. Y si tienes cuidado, el material estará en buen estado con el paso de los años, casi como el primer día.
Otra forma de consumir contenidos es mediante el acceso a internet y a través de empresas que permiten la compra de un libro en formato electrónico o el alquiler y visionado de una película durante un tiempo limitado. Lo inimaginable hasta hace bien poco de este sistema es que puedes acceder a cualquier libro editado, en cualquier lengua, en cualquier lugar y en cualquier momento. Y lo mismo ocurre con las películas. Un video club global con películas de todos los géneros, en el idioma que queramos y siempre a nuestra disposición.
Me he referido a libros y películas porque es lo que considero más universal, pero lo dicho también vale para la música, los periódicos, las revistas semanales o mensuales, los juegos para consolas o a través de la red, etc.
Hasta ahora hemos pagado por un producto y el propietario de ese producto ha hecho lo que ha querido con ese producto. Por ejemplo puedes dejar a tu vecino el dvd de la última película de quien sea y no pasa nada. Puedes vender por ebay un libro de hace muchos o pocos años porque ya no te cabe en tu casa o porque no te ha gustado o por lo que sea y no pasa nada. O puedes volver a escuchar canciones de un vinilo de no hace mucho cuantas veces quieras si dispones de un tocadiscos (¿?). Lo que no puedes es utilizar el contenido para hacer negocios, copiando o reeditando lo que es de otros, pero esto es obvio.
A partir de ahora parece que a los contenidos se accede a través de la red y a través de empresas que se dedican a comercializar dichos contenidos y a vendernos aparatos capaces de ofrecernos dichos contenidos. Ya no puedes ver otra vez aquella película por la que pagaste tres euros por poder verla en un plazo de 48 horas. Tienes que volver a pagar. El libro electrónico que compraste como el último best seller, o no sabes por qué dispositivo para o el nuevo aparatito no te permite copiarlo para poder seguir conservándolo y consultarlo cuando quieras. Y algo parecido ocurre con la música: sin soporte físico o copia de seguridad de aquello que compramos en formato digital parece que lo podamos perder en cualquier momento o no podamos trasferirlo del teléfono móvil viejo (de hace año y medio) al nuevo, salvo que volvamos a pagar. Con los periódicos o la prensa creo que es algo diferente, porque poca gente suele guardar los periódicos más allá de un día. Y las posibilidades de poder leer cualquier periódico de cualquier lugar del mundo es algo increíble. Otra cosa es la calidad de la información que nos ofrecen y lo incómodo de leer un periódico en una pantalla que brilla.

Pues bien, en todos los casos descritos es necesaria una conexión de datos para poder acceder a los contenidos. Conexión de datos. Y dispositivos electrónicos que cambian demasiado rápido. Acceso, y dicen que de forma cómoda, a cualquier contenido en cualquier lugar (del mundo desarrollado, y hay lugares muy cerca de donde cada uno vive donde no hay conexión de datos) con acceso a internet. A partir de ahora la conexión de datos parece que se universaliza, como derecho y deber, para cualquier ciudadano que quiera estar entretenido y dispuesto a pagar. Por tanto, donde antes pagábamos por un producto, ahora pagamos por un producto y por un servicio y por un dispositivo. Pagamos a quien ha escrito el libro, pagamos al editor, pagamos a quien nos proporciona la conexión de datos (si algo me hace realmente emocionarme es que parece que telefónica no se hará con la exclusiva del ipad como hizo con el iphone) y pagamos a quien hace los nuevos artilugios y las aplicaciones para esos dispositivos. Se me olvidaba, y a la Sgae. Y seguro que me dejo alguno. Gracias por leer.

Manzanas Wlan

Ahora lo entiendo todo y por eso nuestros dirigentes más avispados no querían comprar ordenadores para los alumnos de quinto de primaria. Están ya desfasados. En realidad esperan la llegada del último dispositivo que se anuncia para finales de enero de 2010. Como una libreta táctil (ya no e-book, un libro electrónico sin conexión a la red tampoco sirve para mucho) fina, delgada y ligera, con capacidad para tarjetas de memoria y conectada en todo momento. Y es que un teléfono móvil está muy bien para hablar o mandar mensajes cortos, pero para escribir, navegar y consumir contenidos se te agarrotan los dedos y puedes tener problemas de visión. Qué razón tenían y tienen nuestros políticos. Cuánto dinero nos han hecho ahorrar, tan previsores, como en la compra de vacunas para combatir la gripe. Ya no harán falta los incómodos y costosos cableados de redes instaladas por sus amigos. Y los alumnos que ahora cursan primaria irán a la par que nuestros vecinos europeos. Puede que éste sea el año de la manzana, o ¿era del tigre?

Nokia Sports Tracker Beta

Probando el Nokia Sports Tracker Beta en la jornada CICLOVÍA del 17 de enero en Alicante.
Hasta hace poco para practicar el atletismo, o simplemente para correr para estar algo en forma, tan sólo necesitabas unas zapatillas y algo de ganas. Hoy día puedes recurrir a un reloj que gracias a una cinta que te rodea el pecho te muestra la frecuencia cardiaca, aconsejándote en función de tu índice de masa corporal. Pero lo que es capaz de registrar un teléfono móvil y la aplicación de nokia SPORTS TRACKER me parece realmente alucinante: tu sesión de entrenamiento diario, con tiempos de paso, el mapa de la ruta y la velocidad, entre otros datos. Está claro que lo más importante para practicar cualquier deporte siguen siendo las ganas pero con camisetas que eliminan el sudor y te mantienen siempre seco se está mucho más cómodo. Y si se dispone de instalaciones adecuadas pues mucho mejor.

En los siguientes enlaces se puede ver los registros en el móvil y un video de la sesión del 17 de enero de 2010 en la Explanada durante la jornada CICLOVÍA organizada por el Ayuntamiento de Alicante. Una espléndida mañana soleada del mes de enero junto al litoral alicantino… y en bicicleta.

http://sportstracker.nokia.com/nts/workoutdetail/index.do?id=1974761

Barbie and the Magic of Pegasus

He visto, gracias a mi hija, varias veces esta película http://en.wikipedia.org/wiki/Barbie_and_the_Magic_of_Pegasus, pero hasta ahora no me había llamado la atención su música http://en.wikipedia.org/wiki/Symphony_No._6_%28Beethoven%29 . Una delicia. Y una buena manera de conocer algo de música clásica para los que fuimos educados en un sistema que parecía olvidarse de todo aquello que se alejara del adoctrinamiento formativo. Ahora ocurre un poco lo mismo, eternos dilemas sobre las bondades y miserias de internet al servicio de no sé ya qué dios o del diablo. Debates que cuestionan una técnica y unos medios que acercan la cultura a todos los segmentos sociales y los menosprecian e infravaloran al ver peligrar unos privilegios y unos eternos beneficios desproporcionados en forma de derechos de autor, derechos de paso o simplemente impuestos. Pura miseria.
La película también incluye música de http://es.wikipedia.org/wiki/Edvard_Grieg. Y trata los eternos valores de la familia, la amistad, el bien, el mal, la codicia,… Todo muy actual.
http://www.barbie.com/activities/fantasy/princess/pegasus/

Concierto de la Banda Juvenil de la UMCA

ESCUELA DE MÚSICA «PADRE ÁNGEL DE CARCAGENTE»
UNIÓN MUSICAL CIUDAD DE ASÍS DE ALICANTE
Lugar: Club INFORMACION. Avda. Doctor Rico, 17 – Alicante
22 de diciembre de 2009, 20.30 h
.:: PROGRAMA ::.
EL ABANICO
Pasodoble
De Alfredo Javaloyes
PARADE DELS PETITS SOLDATS
Para saxofón, solista y banda
Arreglo: Carlos Mas
Solista: Marcé Sáez
De Eugéne Bozza
BAGHIRA
Sonatina para saxofón, solista y banda
Solista: Julio Torres Soler
De Ferrer Ferrán
LA TUBA BREGOSA
Pequeña fantasía para tuba, solista y banda
Solista: Francisco M. Mas Pomar
De José Molina Comino
HÉRCULES (Banda sonora Disney)
Arreglo: Jhon Moss
De Alan Menker
VILLANCICOS
«Campana sobre campana», «Noche de paz», «Blanca Navidad», «Jingle Bells»

información obtenida de http://www.umca.es/principal.php?seccion=noticias&n=109