Ciberprensa

No pasa un solo mes en que no se anuncien nuevas fórmulas para la compra venta de información. Que si han sacado ya unos dispositivos para leer libros electrónicos que ahora sí que sí. (Por cierto, cuantas veces hemos oído que ya son los definitivos, y ahora resulta que hasta acceden a los terminales de los honestos compradores y le borran algunos contenidos). Que si ahora la prensa es gratuita para que los buscadores te tengan en cuenta. Que si ahora (2009) va a haber determinada información de calidad en los principales diarios que habrá que pagar si la quieres leer. Y los grandes medios de comunicación ya están manos a la obra y se frotan las manos para que los piratas no roben lo que no es suyo. Por cierto…, ahora que muchos de esos diarios prescinden de trabajadores con más de veinte años en plantilla y les recomiendan que se reciclen y se busquen otra cosa en otra empresa o monten su propio negocio.
Y lo mismo puede pasar con los contenidos educativos. Qué es eso de dejar escapar un negocio que ha sido el gran negocio para algunos, la reedición y reelaboración de los libros de texto para los escolares. Quien quiera información que la pague, a ser posible cada vez que acceda a la misma. La cultura no puede estar al alcance de cualquiera sin más, por lo menos que la pague. Internet ha supuesto, está suponiendo, una verdadera revolución social precisamente por la manera como la información circula. Eso sí, olvídate de la televisión, puede ser un factor de riesgo para tu salud mental si reduces toda la información a ese incalificable canal.

Parrafada estival

El tema de este post es el grado de  implantación y utilización de las nuevas tecnologías en las aulas de educación infantil en el colegio al que asiste Àngela, que este año ha cursado segundo curso de educación infantil o P4. Junto con el material del tercer trimestre, los padres y madres recibimos un cdrom con juegos y contenido multimedia para su utilización durante el verano. Se supone que parte del contenido de ese cdrom, de la misma editorial que los cuadernillos utilizados durante el curso (Papapapú), es lo que han estado viendo durante las visitas semanales, un día por semana o cada dos semanas, al aula de informática del centro. Prácticamente todo el contenido de dicho cdrom se asocia con el juego. Juegos clásicos de cuando se empezaban a utilizar los ordenadores. Juegos sencillos de pintar y asociar. Juegos de memoria y de relacionar. Y es que en determinadas edades todo es o debería ser juego. Pero tradicionalmente el juego se ha realizado en grupo, compartiendo unas experiencias con los compañeros y amigos y los padres (sobre todo con la madre), con los primos y los abuelos,… Hace unos pocos años el tradicional “ve a jugar un poquito” no se solía asociar con el ordenador o las consolas. Sobre todo porque no existían. Todo lo más con la televisión. Hoy día y en determinados momentos a muchos nos gustaría desenchufar al niño enchufándolo, paradójicamente, a un ordenador, una consola o un televisor con la única finalidad de ganar tiempo. Pero para utilizar el ordenador no como meros autómatas se necesita mucho tiempo de aprendizaje y dedicación tanto por parte de docentes como por parte de madres, padres y abuelos. De la misma manera que a la hora de ver la  televisión de una manera sensata se requiere la presencia de un adulto que explique y seleccione los contenidos mostrados en la pantalla. No creo que sea lo mismo ver una serie infantil grabada en un dvd que dejar solo al niño y que seleccione cualquier cadena pública o privada de televisión una vez que  las franjas horarias han desaparecido y es posible ver cualquier cosa a cualquier hora, por no hablar de los anuncios, algunos tan increíbles como el de movistar (o telefónica) de este verano 2009 en el que aparece el Rodríguez atiborrándose a cervezas en la capital después de haber mandado a la costa a mujer e hijos (parece que quieran que sigamos en la España profunda). Por tanto una televisión (+ un dvd en el mejor de los casos), un ordenador, una sala de ordenadores y una red inalámbrica con acceso a internet no va a aumentar el nivel educativo e intelectual de los aprendices de las aulas de educación infantil y primaria. Puede poner a su alcance un mayor contenido de conocimientos. Como lo pudo haber hecho la utilización del video y el dvd hace unos años y como lo puede seguir haciendo actualmetne. Pero la posibilidad de acceder a un número ilimitado de textos y contenidos multimedia por parte de los alumnos no aumentará per se su motivación intrínseca  para curiosear y querer aprender. Sobre todo porque muchos seguimos asociando ordenador igual a juego. De la misma manera que asociamos televisión igual a entretenimiento. Pero hace ya muchos años que la televisión dejó de ser un entretenimiento y se centró casi exclusivamente en ser un instrumento para vender loquesea. Y si seguimos sin utilizar una televisión como instrumento para el aprendizaje no seremos capaces de utilizar un pc como herramienta para aprender. Y terminaré por cuestionar la utilización de la telefonía para aumentar, en términos generales, la comunicación entre las personas. La comunicación entendida como conversación. Y es que la comunicación entre padres e hijos no creo que haya aumentado últimamente gracias al mayor número de terminales móviles que se multiplican por nuestras casas y no creo que tenga nada que ver con que los adolescentes de hoy día utilicen un teléfono móvil. Por tanto, un pc por alumno no aumentará el nivel educativo de nuestros hijos. Todo lo más enriquecerá, económicamente, a los mismos de siempre. Aquellos que hace unos años se dedicaban a la re-edición y venta de libros y hoy deben pensar en digitalizar y redigitalizar esos contenidos para ser vendidos a la manera tradicional. De la misma manera que muchos andan ocupados en intentar instalar un SO u otro en esos peces prometidos para los alumnos de quinto de primaria y que no sé yo si este año con eso de la crisis se quedarán en promesas y palabras que se las lleva el viento.

´Fira de Mostres i Cultura Mediterránea´ Sella, Alacant, 11 y 12 de julio de 2009. Feria de Muestras, Alicante.

Durante el verano de 2008 tuve la oportunidad de pasar el mes de agosto en Sella, localidad alicantina situada al costat de Benidorm y La Vila. El lugar conserva el encanto de lo auténtico y lo tradicional gracias a cierto pasotismo del turismo masificado de las poblaciones cercanas. Pero a su vez el lugar quiere darse a conocer en estos tiempos modernos para no condenarse al olvido. Las ferias de muestras organizadas por gente del pueblo son una manera de abrirse al forastero para acercarnos  su cultura e intentar hacerse un hueco en el mercado. El dilema es evidente. Lo tranquilo, demasiado tranquilo a veces, del lugar choca con esta economía de hoy día que lo reduce todo al consumo, al turismo de fin de semana y a las prisas. Y una carretera en condiciones puede, yo creo que no, acabar con una forma de vida que, para muchos, pertenece al pasado. Lo que no es concebible es no tener en cuenta las posibilidades de internet, no dando a conocer estos eventos. Hoy día cualquier actividad dirigida a consumidores compulsivos debe estar en los buscadores para poder planificar los fines de semana como Dios manda. O quizá sea eso, no publicitarlo tanto, lo que mantenga ese sabor y olor a pan elaborado en horno de leña que ya justifica el viajecito y exige del ignorante cibernauta cierta iniciación.

“El que hem menjat”, Josep Pla

Així, doncs, és en el moment d’asseure’s a taula per menjar els entremesos que apareix una de les causes que ha fet degenerar en tanta de manera la nostra cuina: us trobeu amb unes anxoves confitades que, de confitades, no en tenen res. Els productors d’anxoves confitades les han venudes molt abans del temps i, així, han venut gat per llebre. Han tingut tantes demandes –hi ha tanta gent!– que no han sabut resistir la temptació i han venut anxoves diferents de les que havien de vendre. Són les que es mengen avui a gairebé tot arreu –àdhuc en les cases particulars que no les confiten a la manera familiar antiga. En el mercat no hi ha anxoves confitades –o poquíssimes. Un excés de demanda ha creat la pressa de vendre abans que es produïssin en el peix les admirables qualitats del confit. Hom compra anxoves confites i li donen una cosa que no hi té res a veure. S’equivoca, simplement, de peix. És indefectible.
L’aperitiu amb anxoves o l’entremès amb anxoves són correntíssims. Us ho serveixen a tot arreu. Aquestes aparicions són moderníssimes. Quan jo era jove no servien anxoves ni amb els aperitius –que eren singularíssims– ni amb els entremesos, que, en el nostre país, no existien. Els primers aperitius que es consumiren –al Continental de Barcelona en començaren de prendre en la primera dècada del segle– no portaven cap acompanyament sòlid. Ni amb l’absenta ni amb els primers còctels, no s’hi menjà mai res. El fet es produí més tard, pels voltants de la guerra del 14. I una de les primeres coses que aparegueren foren les anxoves confites –autènticament confites. Amb alguns líquids i aquest sòlid, es produí una lligada que fou considerada perfecta.
Però tot això no vol pas dir que les anxoves no fossin menjades molt abans dels aperitius i dels entremesos. Les anxoves confites, en el litoral, són conegudes des de temps immemorials. En moltes cases particulars es confitaven anxoves i, a casa, no n’hi faltaren mai, fou la nostra economia familiar el que creà els pots d’anxoves de vidre blavís –que no tingueren comparació possible. Salar anxoves, o menjar una anxova, són, entre nosaltres, encara avui, frases correntíssimes. Aquestes anxoves es menjaven per esmorzar, sobre el pa, ruixades amb l’oli d’oliva, per berenar, de la mateixa manera, o per sopar acompanyant un entrant de verdura, per exemple. Les persones que les menjaren seixanta o setanta anys enrera encara en tenen el record vivíssim. Però tot això forma part del món antic –del petit món arcaic-, que ha passat avall per sempre. I que les anxoves hi passaren, també, no sembla pas tan difícil de veure.
Quan canta el rossinyol i les cireres s’acoloreixen, es produeix, en el mar, el gran temps del peix blau: el temps de les sardines, de les anxoves, dels verats, etcètera, que en temps de primavera són inoblidables. Quan aquest peix arribava a la màxima qualitat, hom comprava anxoves per a salar –o sigui per a confitar. I així, en els establiments on es feia el peix salat i a les cases particulars es feien els pots d’anxova. Eren pots de vidre de diferents mides. No hi havia res més senzill que emplenar aquests pots. Es feien amb anxoves molt ben posades i sedimentades. Com que era un treball delicat, el feien les dones. En el fons de tot es posaven els peixos sencers com més grossos millor, perfectament col•locats. Aquesta primera capa era empolvorada amb sal i pebre bo. Hem passat una llarga temporada sense pebre ho. Aquesta matèria entrà a formar part del comerç exterior, i la gent corrent no l’ha poguda comprar: costava un ull de la cara. Aquesta falta fou, potser, el primer moment de decadència de les anxoves confitades. El pebre bo s’ha de posar en els pots, per donar gust al peix, que, com a peix blau, és una mica àton. En el pot no s’ha de posar cap classe de líquid, ni aigua dolça, perquè les anxoves ja se’l porten, i la sal sua, com diuen els vells documents del ram. Sobre aquest primer pis d’anxoves, de sal i de pebre, se n’hi posa un altre, igualment ordenat, amb la corresponent capa d’espècie i de sal –i així successivament, fins a arribar al coll del pot, que es tanca amb un paper de barba net i fort, lligat amb un cordill, que solia tenir un color vermell. Els pots, blavissos, amb el color vermell, feien molt goig. Contra el que algunes persones es pensen, no es posa, en la combinació, cap fibra vegetal.
És una manipulació d’una simplicitat admirable. Però ara ve la segona part, que és tan important com la primera: les anxoves dels pots s’hi han de mantenir, com a mínim, un any abans que ningú l’obri i les toqui. Si hi poden estar un any i mig, millor. Les anxoves millors són les ben confitades, i, el confit, només l’aconsegueix el temps. Llavors són insuperables. Les que es mengen avui no valen res. Es fan com sempre es feren, sobretot després de la reaparició del pebre bo, però es venen molt abans d’estar al punt, abans d’ésser confitades. Les d’avui solen ser blanquinoses, a penes rosades, dures, enravenades, sense cap sabor: peix salmorrat, no confitat. No tenen l’edat. La pressa ho ha destruït tot. Tenen pressa, ¿per què? No ho he sabut mai. Amb menys també passarien i no estarien tan de mal humor. Ara, hi ha molts més clients que pots d’anxoves. Les despatxen amb una obsessió crematística escandalosa. Volen emplenar el calaix per anar a veure el metge i fer estudiar als nens el batxillerat. Resultat: abans es menjava bé; ara, horriblement adotzenat.
Les anxoves confitades, és a dir, les que tenen, de confit, el temps necessari, es coneixen per quatre matisos: pel color, pel sabor, per la qualitat, per la suavitat del teixit. Una bona anxova no és mai blanca, ni rosada; és de color de caoba rogenca aquilotada i clara, els millors colors que pot donar, en la naturalesa, el roig esblamiat; la seva carn no ha de tenir gust de peix corrent; ha de tenir gust d’essència de peix, sense peixatejar; no ha d’ésser dura, ni enravenada, sinó suau, Ilisquent, d’aspecte descompost però amb un punt de consistència real. En contacte amb la punta del ganivet ha de seguir com tot el que es confitat. L’anxova s’ha de servir sobre un fons, més aviat copiós, d’oli d’oliva de primera qualitat.
A l’Escala feien pots d’anxova molt bona, que tenien molta fama. A Roses i al Port de la Selva, no en parlem. Més a garbí, a Sa Riera, a Tamariu, a Calella, eren excel•lents. Però, potser, les millors anxoves del Mediterrani es feien a Cadaqués. Aquest és, si més no, el meu modest criteri, després d’haver viscut alguns anys –tants hiverns!– en aquest poble misteriós i inoblidable. Hi havia establiments de salar peix d’un cert volum i tothom en confitava. Hi havia molts pescadors. Els establiments desaparegueren i ja no hi queden a penes pescadors. Jo tinc un cert record d’aquest món arcaic. Quan els meus amics de Cotlliure em parlen de la qualitat de les anxoves que es fan en aquell prodigiós poblet reconec el fet, però a Cotlliure treballen sobre anxoves importades del nord d’Àfrica, que sempre tenen un punt d’amargant. Diré més: les anxoves, els filets d’anxova que exporta Noruega a tot el món, envasats i lleugerament tocats d’una fibra vegetal, són realment impressionants. En sóc un vell aficionat i estic disposat a dedicar-los un ditirambe. Ara: mai no ha existit, ni existeix, cap filet d’anxova que es pugui comparar amb els de Cadaqués. No han tingut rival, ha estat quelcom –encara avui perceptible en les velles famílies– extraordinari.
Cadaqués té tres gràcies. Primer, l’aigua dolça, l’aigua de la Font Vella, que a pesar de tenir pocs minerals és molt agradable. L’oli d’oliva; abans de les gelades del 1956 en el terme hi havia moltes oliveres; ara encara n’hi ha; tant llavors com ara l’oli de Cadaqués era el millor del país d’una manera inqüestionable; finalment, el peix, tot el peix i concretament l’anxova, no té comparació apreciable. Les aigües dels paratges de cap de Creus i de Cadaqués estan travessades per corrents alternats molt vius, extremament forts, de vegades difícils de manejar i que no deixen pescar, i per això hi ha, entre els pescadors, una tradició tan misèrrima –ara potser no tant. El mar es va abandonant. Aquests corrents transporten pastures excel•lents i, al mateix temps, mantenen la peixatalla en un medi difícil i contrastat. Els peixos tenen un vigor i una força considerables, Les espècies melindroses no hi tenen gaire vida. No s’hi adapten. Tot això és tan obvi que no crec que hi hagi necessitat de cridar testimonis que coneguin el país. Cadaqués semblava un país bíblic de l’època vella: tenia aigua excel•lent; oli, peix i vi –però menys que abans. La proximitat de l’Empordà li assegura el pa. ¿Què es pot demanar més en aquest món, per a arribar al país dels morts amb pau i tranquil•litat ?
En fi, però, aquelles anxoves, on són? Aquells vells pots d’anxoves blavissos amb el cordill vermell, on es poden comprar? Les que es mengen avui amb els aperitius i els entremesos no valen res. Són producte de la pressa, de qualitat horripilant i nefasta.

Ochenta días de vacaciones

Qué pasaría si los alumnos de los colegios públicos de educación infantil y primaria pudieran asistir y hacer uso de las instalaciones educativas, léase colegios, durante once meses al año, descansando el mes de agosto, y retomando las clases el 1 de septiembre, después de haber finalizado el curso el 30 de junio?
No pasaría nada, sencillamente esa situación es IMPOSIBLE. Por lo tanto no merece la pena mejorar las instalaciones deportivas, la biblioteca, la sala de informática y otros espacios comunes. Por tanto, los comedores escolares es imposible que presten servicio durante once meses al año, con la consiguiente consolidación de derechos laborales de los trabajadores que realizan su actividad laboral a través de dichas empresas. Y por tanto es conveniente que echemos mano de iaias y escuelas de verano que también generan empleo y diversión. Y a los maestros ni tocarlos. Están muy estresados y eso que tienen la mitad de alumnos que hace 30 años, pero son alumnos más consentidos y peor educados (recordemos que la educación se consigue en casa y la formación en la escuela, aunque no sólo) en muchos casos desmotivados. Menos mal que disponemos de OCHENTA días para recuperarnos. (Desde el 18 de junio de 2009 al 7 de septiembre de 2009, ambos inclusive, hay ochenta días de vacaciones).

Talleres de iniciación a la pintura para niños en las II JORNADAS DE PINTURA AL AIRE LIBRE organizadas por la Asociación de Artistas Alicantinos (con la colaboración del Excmo. Ayto. d’Alacant) en la plaza de Gabriel Miró de Alicante el 31 de mayo de 2009

The Harvest Gypsies by John Steinbeck. Los vagabundos de la cosecha.

The Harvest Gypsies by John Steinbeck.
Los vagabundos de la cosecha. Editorial Libros del Asteroide (2007) con fotografías de Dorotea Lange.

The Harvest Gypsies was originally published in seven parts the San Francisco News, between October 5 and October 12, 1936. In 1938 the Simon J. Lubin Society published The Harvest Gypsies, with an added eighth chapter, in pamphlet form under the title, Their Blood is Strong.

http://www.librosdelasteroide.com/ficha_libro.php?id=40
Prólogo en pdf, http://www.librosdelasteroide.com/datos/pdf/40.pdf

Gráfica descripción de lo que es capaz de hacer una sociedad que se autocalifica de civilizada. El libro editado en 2007 se compone de los artículos periodísticos escritos por el autor de “La perla” y “De ratones y hombres” (libro éste último que lee el malo de Lost en el episodio que sale con el conejo). Y muy gráfico y escueto, pero claro, el tratamiento de la dignidad humana.

Artículo sobre el libro el 2 de junio de 2007, diario El País, pag. 14 del suplemento Babelia.

Un militar gesticula en la puerta semicerrada de la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares, origen del brote de gripe A en el ejército y que sigue bajo vigilancia.

Es el pie de foto de la imagen que ocupa la portada de la edición comunidad valenciana (las minúsculas son mías) del diario ABC.
El diario ABC nos muestra, una vez más, lo fácil que es utilizar una imagen para intentar lanzar un mensaje, por medio de una fotografía, que puede o no corresponder con la realidad, anunciada y o percibida. A la ministra de defensa le tienen ganas. Supongo que por mujer. Dentro y fuera del cuerpo. Dicen que también por republicana. Y al PSOE no digamos. A Ripoll le robaron la cartera, literal, el pasado domingo, durante el mitin del PP en el recinto de la Volvo, junto al puerto de Alicante. Y es que estamos en campaña, por las europeas. Pero al tema, las imágenes y fotografías están por todas partes. Algunas van provistas de mensajes, se supone que para conseguir ciertos fines. Otras tratan de documentar las sociedades y los individuos que las conforman. Otras quieren entrar en los museos y espacios similares. Otras tratan de captar y reflejar la luz mediante los colores y las sombras. Y muchas, la mayoría, se realizan para llenar el particular baúl de los recuerdos de cada uno. Y ese soldado de Hoyo de Manzanares podrá guardar esa portada con su foto donde no sólo le han tratado de arrebatar la dignidad a él, también a la institución para la que trabaja. Hoy día es fácil retocar y manipular las fotografías para mostrar el lado más oscuro y siniestro de la vida y de los ciudadanos. Aunque las cámaras de hoy día permiten disparar en ráfaga o grabar video (compuesto de fotografías) para extraer luego las imágenes más comprometidas y comprometedoras, sin disimulo. Pueden existir cien fotos de un evento o de una persona. Algunos periodistas gráficos, o sus mandos, elegirán la más surrealista para su publicación en el diario. Parece que hay clientela a la que le gusta esto, no sólo en el periodismo gráfico. Tratando de mostrar una imagen de la realidad en la que algunos no habíamos caído, no la habíamos visto. Y aún viéndola hemos preferido no verla, o verlo de otra manera.