El pasado 23 de abril se cumplieron 10 años del establecimiento del título universitario oficial de Ingeniero Geólogo por parte del Estado Español. En el Real Decreto 666/1999 -el dichoso numerito ya daba cierto mal fario- se indicaba su validez en todo el territorio nacional y se precisaban aquellas materias comunes que comprendía su formación como titulación de primer y segundo ciclo.
Desde ese año, en el que ya existían dos universidades que ya lo habían implantado como estudios propios -Alicante y Politécnica de Catalunya-, el título ha ido extendiéndose por el territorio nacional hasta ser impartido por un total de ocho universidades públicas. Además, en todo este tiempo, la titulación ha ido progresivamente ganando peso en el ámbito laboral, siendo muy valorada y reconocida por las empresas del sector; prueba de ello son las altas tasas de ocupación que presenta, sin duda gracias al buen hacer de nuestros titulados en sus respectivas empresas. Sin embargo, y después de superar innumerables escollos propios de una nueva titulación de la rama de Ingeniería, hoy en día se enfrenta a su mayor reto: evitar su desaparición como enseñanza de grado en la Universidad de Alicante.
Por ello, y aunque el colectivo de profesionales y estudiantes de Ingeniería Geológica debería estar satisfecho y celebrar estos diez años de existencia oficial, la incertidumbre acerca de nuestro futuro inmediato como titulación nos obliga a postergar esta merecida celebración para un mejor momento; quizás éste sea cuando se garantice por parte de los agentes académicos responsables de ello -Rector, Decano de la Facultad de Ciencias y Director de la EPS- la continuidad de esta joven y prometedora titulación que tantas satisfacciones ha dado y debe seguir dando a esta institución académica.