Poesía

La poesía del Barroco tiene un carácter moralizante y, además, tiene como objetivo prioritario “adornar” la vida social. Las figuras creadoras de dicha poesía son el poeta cortesano (Hofpoet) y el erudito (Gelehrter).

Al principio de este periodo Martin Opitz en su libro “Buch von der deutschen Poeterey” (Libro de poética alemana) define las reglas de la poética, repitiendo, en sus propias creaciones, modelos extranjeros. Su llamada al cuidado de la lengua alemana es acogida ampliamente por las nuevas asociaciones lingüísticas. Estas asociaciones se fundan para llevar a cabo la reforma lingüística, y sus miembros pertenecen tanto a la nobleza como a la burguesía. Una de las sociedades más destacadas es la denominada “Fruchtbringende Gesellschaft”, fundada en 1617 por el monarca Ludwig von Anhalt-Köthen, según un modelo italiano. El poeta más significativo de esta época, que desarrolla este esquema con gran creatividad, es el poeta y dramaturgo Andreas Gryphius.

El drama del Barroco está muy influenciado por el drama jesuítico en lengua latina. La lírica adquiere importancia gracias a la mística (Jacob Böhme). La canción religiosa protestante y católica se cultiva por autores como Angelus Silesius, Paul Gerhardt y Friedrich von Spee. Representantes de la lírica no religiosa son, junto a Gryphius, Simon Dach y Paul Fleming, otros autores denominados “virtuosos” (virtuosen), que se recrean en un estilo recargado, pero incrementan también las posibilidades expresivas de la lengua alemana. Cabe mencionar aquí a los autores Philipp von Zesen y a Hofmann von Hofmannswaldau.

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