El teatro del Barroco se muestra muy variado y con gran cantidad de matices. Por una parte existía un teatro jesuita, sobre todo en el sur católico, que solía realizarse en lengua latina. Debido a que el público no entendía la lengua, se intentaban potenciar los efectos visuales. De forma similar ocurría con las compañías teatrales ambulantes extranjeras. Para otro público estaban pensadas la ópera barroca y el teatro de las cortes. La ópera del barroco era muy apreciada como obra de arte. El teatro de las cortes estaba dominado por la llamada Ständeklausel, por el que los destinos de reyes y nobles sólo se debían representar en forma de tragedia y la forma de vida del pueblo debía ser representada en comedias. Sus principales autores son Daniel Casper von Lohenstein (1635–1683) (Cleopatra, Sophonisbe) y Gryphius, con tres comedias y cinco tragedias (Chatharina von Armenien,Leo Armenius, Carolus Stuardus).