Del estudio se extrae que ha aumentado la sensación de seguridad que genera la presencia de Vigilantes de Seguridad. En concreto, nueve de cada diez españoles (un 86%) se sienten más seguros en los lugares en los que hay Vigilantes de Seguridad, lo que supone un incremento desde el 79% de los que hace cinco años, en la anterior edición, afirmaban sentirse muy seguros o bastante seguros en presencia de estos profesionales.
Asimismo, el estudio, elaborado por Canal sondeo, ha detectado un crecimiento en la percepción positiva del Vigilante de Seguridad, ya que, respecto a 2016, ha aumentado en trece puntos porcentuales, hasta el 75%, los que valoran como buena o muy buena esta figura, mientras que sólo el 3% manifiesta una opinión negativa. Además, aunque para la gran mayoría de los encuestados, el 77%, su percepción no ha cambiado, el 17% reconoce que ha mejorado.
Según el estudio, el 84% de los españoles considera que los Vigilantes de Seguridad contribuyen a aumentar la seguridad ciudadana en general, otro 81% percibe la función del Vigilante de Seguridad como algo necesario y el mismo porcentaje reconoce en estos profesionales a personas a las que se puede acudir en busca de ayuda.
Por espacio en el que desarrollan sus funciones, los Vigilantes de Seguridad de los hospitales y centros de salud son los que obtienen mejor valoración, al ser considerados los más dispuestos y agradables, seguidos de los de bancos y cajas de ahorro (donde se registra la mayor sensación de seguridad), aeropuertos y edificios oficiales.
Vigilantes de Seguridad en el contexto de la pandemia
Preguntados al respecto de la pandemia, solo un 38% de los españoles cree que Gobierno y Administraciones están valorando positivamente el papel desempeñado por los Vigilantes de Seguridad y, en cambio, el 85% considera que los profesionales de la Seguridad Privada que estén en contacto directo con ciudadanos deberían tener acceso preferente a equipos y medidas de protección, como la vacuna contra el COVID.
Además, la práctica totalidad de los encuestados (94%) está de acuerdo en que los Vigilantes de Seguridad tengan competencias en medidas como control de aforos y de distanciamiento social, así como en la medición de la temperatura corporal.
En este sentido, desde la asociación explican que se podría extrapolar su trabajo a los espacios públicos en limitación de accesos o distanciamiento entre usuarios en las redes de transporte o en los supermercados; desempeñar nuevos servicios en sectores especialmente afectados por la crisis sanitaria y que precisen un reforzamiento y mayor visibilidad de sus sistemas de protección, como en el sector turístico, en el de centros culturales y deportivos o en el de la hostelería, y que deberían contar, para poder prestarse eficazmente, con el necesario apoyo legislativo y financiero de las autoridades públicas.
Aprobación generalizada a mayor presencia de Vigilantes de Seguridad
Asimismo, los resultados de la encuesta arrojan una aprobación generalizada a una mayor presencia de Vigilantes de Seguridad, especialmente para disuadir a posibles delincuentes o intervenir en caso de agresión inmovilizando al agresor y reteniendo a los delincuentes hasta la llegada de la policía.
Esta mayor presencia es considerada especialmente adecuada no solo en lugares de gran concurrencia de personas, como centros comerciales, estaciones de tren o autobús (88%), donde actualmente ya hay profesionales de Seguridad Privada, sino también en lugares donde actualmente no están. En concreto, un 75% de los ciudadanos vería oportuno que hubiera Vigilantes de Seguridad en espacios públicos abiertos de gran concurrencia, como paseos, parques o playas; y en calles y zonas comerciales de las ciudades (72%), priorizando en este caso el horario comercial.
En este sentido, el estudio muestra cómo la gran mayoría de los españoles, en concreto un 75%, sigue considerando que en España no hay suficientes vigilantes por habitante y que es necesario asemejar el dato a la media europea. España cuenta con una media de un vigilante por cada 600 habitantes, mientras que en Europa es uno por cada 250 habitantes.
Desde APROSER se señala que “el estudio nos lleva a concluir que, a medida que estamos más familiarizados con la figura y las funciones del Vigilante de Seguridad , más necesarios nos resultan. Nos sentimos más seguros si sabemos que hay uno cerca”.
Una profesión poco reconocida y con margen para mayor protección jurídica
Por otro lado, según el estudio, más de siete de cada diez españoles considera que la profesión de vigilante de seguridad no tiene el reconocimiento social adecuado y está poco valorada. Ambas percepciones han aumentado en el tiempo con respecto a la encuesta anterior. Del mismo modo, se ha ampliado hasta el 63% (desde el 52% anterior) el porcentaje de personas que piensa que los Vigilantes de Seguridad complementan adecuadamente las labores de la policía y la guardia civil.
En cuanto a la protección jurídica, seis de cada diez encuestados (61%) asegura que la ley no protege lo suficiente a los Vigilantes de Seguridad en el desempeño de sus funciones y un porcentaje similar (59%) percibe que la ley ampara más a los presuntos delincuentes.
FUENTE: CUADERNOS DE SEGURIDAD