Teléfonos móviles, vehículos eléctricos… cada día nos encontramos con más baterías de este tipo (Ion -Li)
La exigencia de un desarrollo sostenible ha establecido como objetivo prioritario en el crecimiento de energías limpias. Las tecnologías y equipamientos eléctricos han generado la necesidad de acumuladores más eficientes y con mayor autonomía, creciendo la demanda de las baterías de Ion-Litio por las numerosas ventajas que presentan frente a los acumuladores tradicionales.
La introducción de productos energéticamente más exigentes supone nuevos retos en materia de protección contra incendios. Es el caso de las baterías de Ion-Litio, que poseen un electrolito inflamable que se descompone cuando se producen fallos en las barreras de prevención que separan el ánodo y cátodo de la batería y aumenta presión y temperatura de la celda, haciendo que sean un desafío en seguridad. Cuando se produce inestabilidad en este tipo de baterías, la evolución del incendio es muy rápida, no siendo efectivo el empleo de sistemas de detección con tecnologías clásicas como óptica o térmica. Al generarse una reacción electroquímica en el interior de la batería de Ion- Litio se produce un desprendimiento de gases inflamables en su fase inicial que condicionan su alta inflamabilidad.
La emanación de gases fríos (CO2) e Inflamables (etanol, metano, benceno, hidrógeno, cloruro de hidrógeno y fluoruro de hidrógeno) durante el aumento de presión y temperatura de la celda, hacen que los sistemas más efectivos para la detección y anticipación en incendios con baterías de Ion-Litio sean mediante sensores de gases.
Una vez iniciado el incendio, se ha demostrado en diferentes ensayos que los agentes de extinción: polvo, agua o espuma no son efectivos para apagar este tipo de fuegos. Lo más recomendable en estos casos sería el uso de un extintor de tipo D, especial para fuegos metálicos.
Puede darse:
- recalentamiento de la batería, aunque en condiciones normales las baterías de ion Litio llevan un sistema de protección.
- rotura y fuga del electrolito, dándose una mezcla de elementos que no deberían estar en contacto.
Algunos vehículos, en caso de impacto, desconectan el sistema eléctrico de la batería, o disponen de sistemas manuales para ello.
En caso de incendio, nunca debemos usar agua, ya que ésta podría reaccionar con el litio liberando hidrógeno y gran cantidad de calor, ya que provocaría una explosión si el hidrógeno se sobrecalienta o contacta una llama viva.
Es importante destacar que, durante la extinción, la protección respiratoria es clave para evitar intoxicaciones por gases tóxicos.
FUENTE: IBEREXT (Protección contra-incendios)