Seguridad Privada, un nuevo rol

La seguridad privada sigue una estrategia preventiva más que reactiva, se trata de una prevención vinculada a la vigilancia y a la disuasión.

La seguridad privada

La seguridad privada tiene un rol importante en la seguridad colectiva, debido a las conexiones que tiene con la seguridad pública y por las necesidades de unir esfuerzos ante el gran reto de la seguridad. Ambas reciben presiones crecientes para adoptar estrategias preventivas.

Debido a la vinculación que tiene con el sistema penal, que es básicamente reactivo, la seguridad pública tiene más dificultades para adaptarse. En cambio, la filosofía preventiva encaja mejor en el sector privado, el cual vende a sus clientes la prevención de daños y pérdidas. Las empresas valoran el ahorro de costos que los servicios de seguridad ofrecen en términos de reparación de daños potenciales, primas de seguro o pérdidas de cuotas de mercado. Prevenir suele ser más barato de curar.

La seguridad pública y privada es objetiva, subjetiva y tolerable

Cuando hablamos de seguridad siempre hemos de tener presente sus tres dimensiones: objetiva, subjetiva y tolerable. La dimensión objetiva hace referencia al número y tipos de accidentes o incidentes que se producen, es una cuestión de estadística. Por su parte, la dimensión subjetiva es el nivel de riesgo que percibe la población y en ella intervienen variables psicológicas y sociológicas. En cuanto a dimensión tolerable, se refiere al nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir. La planificación y gestión de la seguridad es un proceso por el cual, después de analizar los riesgos, se fijan unos objetivos de seguridad y se elige una estrategia que se despliega mediante un grupo de actuaciones. Al tiempo que se prevén los recursos necesarios, se establecen los procedimientos y controles con los que fijar las responsabilidades que correspondan.

En general, la seguridad privada sigue una estrategia preventiva más que reactiva. Es una prevención vinculada más a la vigilancia y a la disuasión que a atacar las causas del problema. Se puede decir que se basa en la búsqueda de la creación de sensación de seguridad. Aunque también hay respuestas reactivas, pero no son tan frecuentes como en la seguridad pública.

El cliente define el límite del riesgo que considera aceptable

Para proteger a sus clientes las empresas de seguridad pueden hacer servir estrategias como basarse en obtener informaciones relevantes (detectives privados), o la prevención de daños personales o económicos (vigilancia, videovigilancia, sensores, unidades caninas…). Siendo el cliente el que especifica los elementos que tienen una importancia estratégica en su actividad, es decir, el cliente define el límite del riesgo que considera aceptable. Con ese límite la empresa de seguridad diseña un conjunto coherente y anticipado de acciones orientadas a cumplir ese objetivo, al que llamaremos estrategia de seguridad. En otras palabras, una combinación más o menos ordenada de respuestas y objetivos.

Llegamos a la conclusión de que en al ámbito de la seguridad privada se está experimentando un cambio muy importante, cambio que afecta tanto a las empresas que prestan el servicio (variedad de formas de hacerlo) como en lo que refiere a los clientes y su actividad económica.

FUENTE: CUADERNOS DE SEGURIDAD

¿Qué debo hacer si me han robado en casa?

Consejos para evitar los robos en casa estas fiestas navideñas:

Como primer consejo, los expertos recomiendan instalar una puerta blindada. La norma UNE-EN 1627 clasifica las puertas blindadas en cinco clases en función de su resistencia. Por su parte, la UNE 85160 identifica la seguridad de una puerta blindada exterior solo desde su clasificación como Clase 3. Es importante, por tanto, adquirir un nivel adecuado de seguridad eligiendo una puerta blindada con la clasificación correcta según la normativa española.

Después de instalar una puerta blindada, es oportuno seguir varias pautas de seguridad:  Al salir se casa, es buena costumbre comprobar que las ventanas y puertas estén cerradas. Es importante además no esconder las llaves en una maceta o debajo del felpudo, al mismo tiempo que no se recomienda cerrar las persianas, para no evidenciar la ausencia de inquilinos. Por último, durante unas vacaciones largas, es aconsejable pedir a un vecino de confianza de recoger nuestro correo.

¿Qué hacer si roban en mi vivienda?

Si al llegar a casa se detecta que los ladrones siguen dentro, la mejor opción es ir a casa de un vecino para intentar contactar con la policía. Si la vivienda ya está despejada, lo primero que hay que hacer es llamar a los agentes. Hasta que llegue la policía no hay que tocar nada en casa, para evitar destruir las pruebas. Después, se podrá realizar un listado de las pertenencias robadas y, si es posible, apuntar su marcas y número de serie. A continuación se realizará la denuncia ante la policía, contactando también el seguro del hogar para recibir información sobre los gastos cubiertos por la póliza.

Me han robado en casa y no tengo facturas

Aportar las facturas de los bienes robados no es necesario para poder presentar la denuncia. Sin embargo, dichos documentos son imprescindibles en el caso de que quieras notificarlo al seguro para resarcirte de la pérdida económica.

El artículo 38 de la Ley 50/1a980, de 8 de octubre, establece que «el contenido de la póliza constituirá una presunción a favor del asegurado cuando razonablemente no puedan aportarse pruebas más eficaces». Por tanto, las facturas no son imprescindibles para la persecución del delito, pero tienen un valor probatorio para la aseguradora y sirven para reclamar los objetos durante el procedimiento judicial.

FUENTE: CUADERNOS DE SEGURIDAD