Características de la vida pastoril:
Las características de la vida pastoril que más se han destacado han sido la soledad y el aislamiento. El pastor ha sido descrito muchas veces como un ser solitario, de pocas palabras, enamorado de su trabajo e idealizado como un hombre simple y puro. La percepción de esa soledad (o marginalidad) continua siendo un elemento fundamental para comprender la crisis de la trashumancia en el Pirineo catalán. Ciertamente, las condiciones materiales de vida han mejorado en algunos casos (refugios generalmente aceptables, sistemas de comunicación a través de radioemisores portátiles, emisoras de radio, uso de pequeños televisores que funcionan con baterías o con energía solar), pero la mayoría de los pastores siguen quejándose tanto de las malas condiciones de las cabañas (conservación deficiente, falta de electricidad, reducido tamaño) como de las condiciones de aislamiento en que viven, a veces difícil de imaginar.Para sobrellevar este estado, las personas que ejercen como pastores practican diversas estrategias domésticas.