Durante toda la historia de la humanidad se han producido guerras por diferentes causas y en lugares muy diferentes del mundo. Sin embargo, una de las más conocidas, es la que se dio tras la II Guerra Mundial, La Guerra Fría.
En 1945 tras el fin de la guerra contra el fascismo, los países aliados intentaron mantenerse juntos. A pesar de esto, llegaron a la conclusión de que tenían ideologías muy diferentes que impedían la conjunta cooperación, lo que concluyó con el fin de la alianza. Esta rotura fue tajante, lo que acabó enfrentando a dos universalismos muy potentes, que comenzaban a armarse, lo que les daba una imagen amenazadora. Sin embargo, la posibilidad de que estas dos grandes potencias utilizasen todo el arsenal nuclear que poseían era muy poco probable, ya que como se había comprobado en Hiroshima y Nagasaki, que podía llevar al caos general. La gran rivalidad que se profesaban Estados Unidos y la Unión Soviética con sus respectivos aliados, es lo conocido como Guerra Fría.
El momento de mayor auge de esta guerra, se dio entre el año 1948 y 1953. Pero tras un periodo de tiempo de distensiones y enfrentamientos, se produjo la llegada de Mijaíl Gorbachov al gobierno de la Unión Soviética, quien poco a poco avanzaría hacia el fin de la Guerra Fría, propósito que culminó en 1991.
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