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Años de decadencia

ASOCIACIÓN DE PADRES DE ALUMNOS Y CLAUSTRO DE PROFESORES DEL COLEGIO PÚBLICO “EMILIO VARELA”. Emilio Varela. 1ª Edición. Alicante: Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), 2001. 27 páginas.

Tras la muerte de un hermano en 1935, empiezan sus primeras depresiones nerviosas, que no le abandonarían hasta su muerte. En 1938, tras el bombardeo de Alicante en plena guerra civil, se traslada con sus hermanas a vivir en Mutxamel. Terminada la guerra regresa a Alicante y su pintura inicia una nueva época, la del REALISMO MÁGICO.

Desaparecidos muchos de sus amigos, su estado de ánimo se deteriora y va perdiendo progresivamente el oído. Desorientado y falta de medios económicos pierde la fe en sí y las ganas de exponer su obra. Empieza a pintar por encargo, almendros en flor sobre todo. En 1943 se reencuentra con los paisajes de la Sierra Aitana y Guadalest. Es si llamada ÉPOCA ISABELINA, porque firmará en recuerdo de su madre, E.Varela Isabel.

En 1950 vuelve a encontrarse con su gran amigo Óscar Esplá. Su creciente depresión le lleva a decirle: “YO no sé pintar ya, ni sabré pintar nunca; mi vida no tiene razón de ser en este mundo”. El 6 de, día de Reyes, de 1951, a los 63 años, muere en la misma casa donde había nacido.

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Su vida entre 1926-1938

ASOCIACIÓN DE PADRES DE ALUMNOS Y CLAUSTRO DE PROFESORES DEL COLEGIO PÚBLICO “EMILIO VARELA”. Emilio Varela. 1ª Edición. Alicante: Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), 2001. 27 páginas.

En 1926 los cielos valerianos dejan de ser planos y oscuros y se hacen claros y transparentes, ganando en luminosidad. Es su ÉPOCA LUMÍNICA. En 1928 invitado por Óscar Esplá marcha dos semanas a París. Tras este viaje sus cuadros parecen tener influencias de Cézanne. En 1930, Óscar Esplá le dedica sus cinco “Canciones playeras”, con textos de Rafael Alberti. Ese mismo año muere su amigo  Gabriel Miró.

En 1931 es el apogeo de su ÉPOCA GRIS, en la que predominan los colores fríos, siendo sus grises de una belleza tonal extraordinaria. A partir de 1932, tras la muerte de su madre, empieza a pintar paisajes cercanos a la ciudad (La Condomina), costumbre de que no abandonaría hasta poco antes de su muerte.

Vinculado desde su inauguración en 1923 al Ateneo de Alicante desde entonces hasta 1936, sus exposiciones individuales allí serían muy numerosas, constituyendo lo que ha venido en llamarse su época del Ateneo.

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Primeros años de su vida

ASOCIACIÓN DE PADRES DE ALUMNOS Y CLAUSTRO DE PROFESORES DEL COLEGIO PÚBLICO “EMILIO VARELA”. Emilio Varela. 1ª Edición. Alicante: Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), 2001. 27 páginas.

 Emilio Varela Isabel, nació en alicante el 6 de Noviembre de 1887. Cursó sus estudios en el colegio La Educación y fue alumno del pintor alcoyano Lorenzo Casanova y de Luis Pericás. En 1904 marchaba a Madrid para ampliar estudios con Juaquín Sorolla, durante tres años, donde recibió fuertes impactos artísticos es sus frecuentes visitas al Museo del Prado.

Influenciado por su maestro se inicia en el impresionismo. La costumbre de pintar al óleo sobre el cartón no lo abandonaría nunca. Privado de ayuda económica para proseguir su estancia en Madrid, vuelve a Alicante en 1907, realizando posteriormente su su servicio militar en Cartagena.

En 1915 descubre el valle de Guadalest, cuyos almendros, pueblos y rocas serán una constante en su pintura. Presentado por Sorolla a Óscar Esplá, pasará grandes temporadas en la casa que el música tiene allí. Durante este período inicia su Época Amarilla, que se caracteriza por una mayor búsqueda de la luz primaria.

 

 

 

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Pintura y color

CAJA DE AHORROS DE ALICANTE Y MURCIA. Emilio Varela. 1ª Edición. Alicante.

Aula de Cultura de C.A.A.M., 1987. I.S.B.N. 84-7599-047-9.

El color de las cosas cambiaba de continuo. En las aguas del mar pasaba de la gama de azules a la de los verdes, a la de los grises y aun la de los negros. Dependía de la profundidad, de la dirección de las corrientes y de la luminosidad del momento. Visto en las proximidades de un tapial enjalbegado, el cielo, aún en plena mañana, era más profundamente azul que de ordinario. Y el monte Benacantil, en el cursos de ciertos atardeceres, iluminado por un agónico, dejaba de ser la peña blanca o Akra Leuka de los griegos para transformarse en una enorme naranja reverberante.

Cualquiera de estos aspectos del mar, del cielo o del monte ¿era menos “verdadero” que los otros? Había que concluir que no, que todas las apariencias eran válidas para el pintor, aun las menos frecuentes y las más inverosímiles, porque el objeto se complace en ser totalmente proteico, en cambiar el color de su piel.

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Sobre un supuesto clasicismo

BONET, Juan M., LASTRES, Eduardo; VARELA, Santiago. Miradas sobre Emilio Varela. 1ª edición. Alicante.

Diputación Provincial de Alicante, 2005. 77 páginas. ISBN: 84-7784-482-8.

Las condiciones de los parajes de la Marina Baja, la huerta de alicante y el marco urbano de la ciudad de Alicante fueron los ambientes preferido de Varela. Quizás el pintor con mayor repercusión y proyección artística en el exterior de entres los pintores alicantinos de la primera mitad de siglo XX. Es por tanto el Apeles local, en su Arcadia particular.

De modo que podemos relacionar a Varela con el clasicismo, pues Apeles fue el pintor que más fama adquirió entre los pintores griegos de la antigüedad. Las similitudes del paisaje de Alicante y Arcadia, permite esta relación.  De modo que determinados territorios de la provincia de Alicante tienen condiciones que ofrecen intensidad de la luz, vegetación diversa y clima privilegiado, similares a los de Arcadia.

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El paisaje

BONET, Juan M., LASTRES, Eduardo; VARELA, Santiago. Miradas sobre Emilio Varela. 1ª edición. Alicante.

Diputación Provincial de Alicante, 2005. 77 páginas. ISBN: 84-7784-482-8.

Lo más característico de Emilio Varela, es su actitud ante el paisaje, tanto el campo cercano a la capital de la provincia, como las montañas del interior. Pueblos en lo alto de riscos, donde los personajes están esquematizados, reduciso al mínimo, resueltos a veces de un plan bastante primitivismo de vanguardia, y en que todo el protagonismo lo tiene la vecina montaña. El paisaje de Emilio Varela es siempre un paisaje claro y luminoso.

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Reconocimiento escaso

BONET, Juan M., LASTRES, Eduardo; VARELA, Santiago. Miradas sobre Emilio Varela. 1ª edición. Alicante.

Diputación Provincial de Alicante, 2005. 77 páginas. ISBN: 84-7784-482-8.

Desde su muerte hasta hoy podemos decir que Alicante no ha hecho grandes gestos positivos hacia su obra, más bien la norma  ha sido la de pocos eventos con escasas excepciones. Como es el caso de la exposición que organizó la CAM con la inaguración de una sala y posteriormente la exposición del Centenario de su nacimiento.

Últimamente el MUBAG organizó una exposición y un catálogo digno, pero aún así sabemos que su obra no ha traspasado nuestras fronteras y su consideración exterior es nula. Valera realizó un obra plástica extensa, pero los alicantinos no tenemos acceso a ella.

http://www.art-things.es/index.php?pag=tablon-anuncios&id=427

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Varela, pintor universal

Un total de 238 pinturas inundan la sala municipal de la Lonja del Pescado con el universo colorista de Emilio Varela, considerado el mejor pintor alicantino de la primera mitad del siglo XX.

La exposición está dividida en bloques temáticos y los interesados podrán descubrir en primer lugar una selección de los 120 autorretratos que realizó a lo largo de su vida. Esta galería se convierte en una investigación pictórica en torno a su rostro. Paisajes, Retratos, La ciudad, Bodegones y alrededores y Los árboles son los otros capítulos en los que se estructura la muestra, según el comisario Eduardo Lastres.

Exposición de Emilio Varela (2010 Lonja de Pescado)

http://www.alacalle.com/ficha.aspx?canal=arte&id=8874

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¿Pintor olvidado?

Cuenta su sobrina-nieta, Dña. Encarnación Varela Martínez, que su caracter retraído jugó en su contra y en la de su obra, velando su auténtica magnitud.Una personalidad tan compleja, con escasa confianza en sí mismo, precisaba del estímulo de sus amigos para seguir pintando. D. Emilio tenía muchos: Oscar Esplá, Gabriel Miró, Juan Vidal, José guardiola Ortiz o José Mingo.

El acceso directo a la obra de D. Emilio se va haciendo cada día más difícil, por lo que sería urgente la realización de la catalogación de la misma, pues la propiedad de los cuadros, irremediablemente, va pasando con el tiempo de padres a hijos y muchos de éstos se marchan a vivir fuera de Alicante e incluso de España. Otros por necesidades económicas se desprenden de ellos, con lo que sus pinturas muchas veces, incontroladas y no siempre bien conservadas, amenazan con perderse.Ojalá la pintura de Varela siga viva entre nosotros muchos años… y que sea reconocida y estudiada por las nuevas generaciones de artistas. Su obra es el paradigma de una unión casi religiosa entre el artista y su entorno.

http://www.alicantevivo.org/2009/09/ser-alicantino-duele-en-el-mas-alla-d_21.html

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Emilio Varela (1887-1951)

CAJA DE AHORROS DE ALICANTE Y MURCIA. Emilio Varela. 1ª Edición. Alicante.

Aula de Cultura de C.A.A.M., 1987. I.S.B.N. 84-7599-047-9.

 

Emilio Varela, pintor alicantino, crece y se desarrolla en una de las épocas más brillantes de la vida artística y cultural alicantina. Se trata de una época de gran significación histórica.  La obra de Varela coincide en el tiempo y también en el espacio con la de otros paisanos y amigos: como Oscar Esplá,  Gabriel Miró y Germán Bernácer.

En sus diferentes obras pertenecientes a distintas épocas se puede apreciar su evolución, su lirismo, su sensibilidad y su vitalismo, así como sus estados de ánimos. En sus pinturas, Varela captó como nadie las esencias y calidadades del paisaje que tanto amaba: las montañas y parajes de Aitana, el paisaje rural de Guadales, la Condomina y Santa Faz. Y la ciudad, vigilada por el Benacantil; la explanada, el puerto o el barrio Santa Cruz.

En definitiva  su paleta no hacía más que mostrarnos su amor por la naturaleza, elemento motor de gran parte de su producción pictórica y su plena y entrañable identificación con el modelo que le sugería su entorno cotidiano o los ambientes y personajes tan próximos, tan queridos.