SOBRE LA ESPONTANEIDAD Y EL RIGOR
Cuidar, precisar y afinar muchísimo la relación entre lo espontaneo y lo rigurosamente pensado, desarrollado y construido es clave en cualquier sistema formativo pero especialmente importante en la formación de un estudiante de arquitectura.
Desde siempre la formación del arquitecto y la actividad profesional ha estado vinculada a los campos más dispares, moviéndose el arquitecto con agilidad y con facilidad entre dominios culturales muy distintos. La distancia entre la complejidad técnica de nuestra carrera y la implicación que nuestro trabajo tiene en la condición del habitar emocional o el habitar físico, da lugar a que una inmensa cantidad de posibilidades que proceden de esos dominios en los que el conocimiento fluctúan sin solución de continuidad entre la política, la cultura y sus proyecciones sociales.
Y las formas de registro son a su vez múltiples, con un rango amplio de posibilidades: desde la performatividad mas directa al documentó más ambicioso en forma de proyecto. En nuestra escuela hemos apoyado esta condición performativa del trabajo como una manera de generar registros que sabíamos que de otro modo no podían aparecer. Pero sabemos que esta espontaneidad usada indiscriminadamente y sin cuidar lo más mínimo, con ausencia absoluta de rigor y constancia, es un lugar lleno de equívocos y de falsos resultados. HACE FALTA TIEMPO
Es curioso que dos posiciones tan distintas como la de Olafur Eliasson y Kazuyo Sejima hablen con tanta insistencia del tiempo, el tiempo para pensar, el tiempo para producir. K.S en esta entrevista
http://www.elpais.com/articulo/portada/Camino/extrema/sencillez/elpepusoceps/20081116elpepspor_6/Tes
y Olasson Eliafur en la exposición de “Take your time”
Hace falta tiempo y constancia para construir una subjetividad basada en datos reales autobiográficos y no copiados o implementados de un modo arbitrario en uno mismo. Hace falta el tiempo y serenidad para seleccionar el material de los otros, de la red, y sobre todo para entenderlo, y al usarlo trabajar en la misma direccion en el que ese material fue creado. Hace falta tiempo e intensidad y concentración para construir una conciencia técnica de lo nuevo que no repita lo que ya está dicho. Hace falta inteligencia emocional para que se establezca adecuadamente la relación entre las habilidades y los desafíos en uno mismo y en un equipo de de trabajo. Hace falta trabajar con serenidad para que las cuestiones técnicas, por pequeñas que sean, sean comprobadas una y otra vez para no improvisar nada. Hace falta tiempo para escuchar. Hace falta tiempo, trabajo e inteligencia creativa para pasar de una manera completa de las ocurrencias a los acontecimientos. Hace falta tiempo para crear una estructura de sucesos rica y compleja ya sea en uno mismo como en los trabajos más diversos………Hace falta tiempo para tener rigor y hace falta rigor para sacarle provecho al tiempo.
Vamos a hacer pocas cosas pero muy buenas. Vuestro trabajo es una referencia. Para vosotros, para nosotros y para el resto de la Escuela
Alicante 25 de noviembre 2008
JM Torres Nadal Dr. Arquitecto Catedrático de Proyectos de Arquitectura Politécnica de la Universidad de Alicante