Bandolerismo

A principios de los años 40 del siglo XVII  se vivieron los momentos de mayor peligro  por la cuestión del bandidaje que  acarreaba una continua sangría en personas y bienes que traía de cabeza a los virreyes de entonces como fueron don Luis Ferrer de Cardona y sucesivamente el Duque de  Medinaceli y el Duque de Gandía. Gobiernos en los que era muy difícil mantener la imparcialidad ante la división de la clase dirigente valenciana. Éstos entendían que el único remedio definitivo era el destierro de los máximos responsables así como la prohibición del perdón a los delitos, sin embargo la monarquía, durante estos primeros años de guerra, era partidaria de una política de colaboración e indulgencia con los estamentos .

Al paso de los años se había ido configurando  a grandes rasgos dos grupos( mezcla de bandolerismo popular y aristocrático u oligárquico) extendidos por todo el reino, que mantenían una guerra particular entre ellos que por el momento no iba en contra del gobierno virreinal o la autoridad judicial pero  cuyos ‘bandos’ eran los que más preocupaban a los virreyes.

A un lado se alineaban los Anglesola  y bandidos y valedores como don Vicent Aldell; el Almirante de Aragón, baile general del Reino; don Miguel G. Sanz, oidor de la Audiencia Criminal; … Del otro Leandre Escales, Gaspar Juan Sabata, Racional de la Ciudad y más tarde por verdaderos y famosos bandidos.

La facción encabezada, sin duda,por el Almirante de Aragón era según frase de la época ‘’gente de nobleza’’ y muchos de ellos habían asistido a las Cortes 1626 y estarían también, por el brazo militar, en las de 1645.Gozaban de distintos privilegios  que les hacían prácticamente inmunes a la justicia real.

Por su parte el bandolerismo popular tenía como máximo protagonismo a Pere Xolvi, bandolero famoso, que mantendría en jaque  a todos los virreyes hasta su muerte en 1648.