Son demasiados los aspectos a matizar en dicho documental. Por ejemplo, que se realicen ciertas críticas en cuanto a acciones políticas, como que no estén de acuerdo al respecto de que éste aboliese las fases democráticas tras la revolución de febrero, o que eliminase toda oposición política, pero como historiadores hay que mostrar “cierta imparcialidad”. Indiscutible para mí ver que la Historia, como ciencia social, no se puede ser completamente imparcial e impersonal. No se puede abogar por la objetividad en la Historia, puesto que ya la Historia como investigación de los actos pasados que no sólo son narrados, sino que se intenta buscar el por qué se dieron de tal modo, interpretarlos, comprenderlos, etc, es entonces cuando emergen dos problemas principalmente. En primer lugar, el objeto de la Historia, los actos humanos pasados, no están a disposición de experimentación empírica pues ya no se pueden acceder a ellos, es decir, el historiador no puede contrastar sus hipótesis, pues no son repetibles los actos humanos pasados. En segundo lugar, como no dichos actos, sucesos, acontecimientos, etc., no los tiene a su disposición directa, el historiador tiene como objeto de investigación una serie de restos, huellas, ya sean monedas, documentos, instituciones, etc. Para poder reconstruir los actos humanos pasados, y es en este procedimiento de seleccionar evidencias donde se resaltaría el alto grado de subjetividad que opera en el historiador, pues debe él elegir cuáles evidencias son relevantes y cuáles no para reconstruir el pasado. Además, un historiador no podría ni siquiera intentar utilizar todos los elementos del pasado debido a la enorme cantidad de éstos. Pero no sólo surge el problema de la alta subjetividad del historiador en el proceso de seleccionar las evidencias, sino, quizá mayormente, en la interpretación de los “hechos” y en las conclusiones alcanzadas en su investigación, algo que vemos de forma muy clara en dicho documental.
En resumen, falta imparcialidad como historiadores, seriedad, documentarse al respecto de los acontecimientos y los hechos históricos de forma más concienzuda. El documental es tendencioso, sesgado, plagado de mentira y/o de verdades a medias, obvia unos aspectos y otros los manipula con la clara intención de mostrar al comunismo como el cáncer del siglo XX, donde no existe la libertad de conciencia, todos deben ser gobernados por un mandato gubernamental en el que deben ver, oír y callar, que fue impuesto a la fuerza de manera violenta, cruel y despiadada, Tergiversan los hechos a su antojo, hay errores históricos…
Si algo se puede sacar en positivo de dicho documental son las imágenes de la época, puesto que, aunque fueran seleccionadas unas concretas, sin intrusión del azar, para mostrar o con un fin, son de gran valor histórico en sí mismas.