Si hacemos un pequeño esfuerzo memorístico, a muchos de nosotros aún nos vienen a la cabeza imágenes de sucesos dramáticos y catastróficos como el huracán Mitch que devastó varios países centroamericanos, el tsunami originado en el océano Índico que asoló las costas de Asia o, de forma más próxima, la tragedia del camping de Biescas, el hundimiento del túnel de metro en el Carmel, los archifamosos socavones del AVE a su paso por Zaragoza y ya en el plano provincial, las fuertes inundaciones que sufrió la ciudad de Alicante en 1997. Por otro lado, el crecimiento de las ciudades que, como ocurre en el caso de Alicante, cada vez requieren infraestructuras más complejas o la necesidad de obtención de recursos naturales escasos -el agua lo es de forma especial en nuestra región- para abastecer núcleos de población cada vez mayores son también cuestiones más cercanas que precisan una solución.Como respuesta a todos estos problemas, que calan cada vez más en la opinión pública, así como la cada vez mayor sensibilización social por la gestión y explotación sostenible de los recursos naturales y la creciente demanda existente en los sectores público y privado de técnicos especialistas en el terreno, el Estado Español se planteó la conveniencia de crear en el año 1999 el Título Universitario Oficial de Ingeniero Geólogo, del que la Universidad de Alicante, entre otras, fue pionera en su implantación.
La Ingeniería Geológica –como sucedió en el pasado con tantas otras titulaciones universitarias- nace como una titulación moderna capaz de cubrir un amplio campo de la técnica que hasta ahora carecía de forma clara de profesionales específicamente preparados y a la que actualmente se dedican diversos colectivos profesionales de titulaciones afines. Este título, de reciente implantación en España, ya cuenta con una larga tradición en otros países europeos y americanos.
La carrera se imparte como una titulación estructurada en dos ciclos, con una duración de cinco cursos, repartidos en diez semestres. Estos estudios conjugan la formación específica en Ciencias de la Tierra con los fundamentos tecnológicos propios de la Ingeniería. Es esta formación dual científico-tecnológica la que ofrece a los Ingenieros Geólogos las herramientas necesarias para analizar la composición y estructura de la corteza terrestre, así como los distintos materiales que la componen, incluyendo sus procesos físicos, químicos y mecánicos, sus relaciones en el espacio y su evolución en el tiempo.
Desde los primeros cursos, el estudiante recibe formación en materias clásicas de cualquier ingeniería, proporcionándole así numerosas herramientas de análisis y comprensión sintética de los procesos naturales. De este modo, partiendo de una fuerte base matemática y física, el futuro Ingeniero Geólogo recibe formación en asignaturas técnicas como Dibujo Técnico, Topografía, Mecánica racional, Mecánica de Medios Continuos, Cálculo de Estructuras, Mecánica de Fluidos e Hidráulica, Técnicas Constructivas, Mecánica de Suelos y Rocas, Ingeniería Ambiental o Ingeniería Sísmica.
Foto: Artemio Cuenca
La diferencia de esta ingeniería con otras afines –como Minas o Caminos- estriba en su gran carga en materias geológicas aplicadas, repartida en asignaturas como Cristalografía, Mineralogía, Petrología, Dinámica Global, Geología Estructural, Geomorfología, Estratigrafía, Paleontología, Cartografía geológica, Geofísica aplicada, Prospección geoquímica, Sismología, Técnicas Cartográficas, Geología Ambiental y Ordenación del Territorio.Dentro del plan de estudios también se incluyen otras asignaturas que completan la formación, introduciendo al estudiante en la práctica profesional, tales como Economía, Organización y Gestión de Empresas, Legislación o Proyectos.
Además, para llegar a obtener el título de Ingeniero Geólogo es preceptiva la realización de un Proyecto Fin de Carrera, donde el alumno demuestre la madurez adquirida a lo largo de los cinco cursos de formación.
Todo ello dota al Ingeniero Geólogo de una gran versatilidad, capacidad de análisis y visión de conjunto de los problemas relacionados con el terreno, y posibilita su integración en equipos de trabajo multidisciplinares, así como en la dirección y gestión de empresas del sector de la ingeniería civil o extractiva, sin perder de vista su capacitación para la docencia y la actividad investigadora.
La Ingeniería Geológica es, por tanto, una de las carreras con más futuro dentro de las ingenierías, con un amplísimo campo profesional relacionado con las grandes obras públicas de ingeniería y la necesidad de prevenir los riesgos que se derivan de la transformación de los espacios naturales. De hecho, las cada vez más numerosas ofertas de empleo dirigidas específicamente a Ingenieros Geólogos hacen que no exista paro entre estos titulados.
Las salidas profesionales del Ingeniero Geólogo en la provincia de Alicante se centran, principalmente, en el sector de la construcción. En las empresas que integran este sector, los Ingenieros Geólogos pueden realizar tareas puramente técnicas, así como de supervisión y de gestión. En estas áreas, se ocupan de aspectos geológico-ambientales, caracterización del terreno, proyecto y ejecución de obras de sostenimiento o subterráneas, túneles, obras de captación de aguas superficiales y subterráneas y, en general, de la obra pública vinculada al terreno. Esto implica, además, la previsión y mitigación de riesgos naturales como inundaciones, terremotos y inestabilidad de laderas y deslizamientos de terreno en general. Otros yacimientos de empleo especialmente interesantes en la provincia se localizan en el sector de la piedra natural –canteras-, en la prospección y captación de recursos hídricos o en la gestión y regeneración del sensible –pero turísticamente muy rentable- medio costero integrado por las playas de nuestra región.
Hoy en día ya existen Ingenieros Geólogos trabajando en las obras del Metro en Madrid y Barcelona, y en las del AVE y del TRAM en Alicante, en laboratorios de control de calidad de obras públicas y edificación, en oficinas técnicas de ingeniería como proyectistas, como responsables de tratamiento y almacenaje de residuos sólidos urbanos, en la Administración Local como especialistas en el ciclo del agua, como directores técnicos de empresas constructoras y de cimentaciones especiales, como docentes e investigadores en la Universidad, y un cada vez más largo etcétera.
El Ingeniero Geólogo, por tanto, podría definirse resumidamente como el profesional que estudia y se ocupa de la resolución de problemas relacionados con la interacción entre el hombre y el medio geológico, soporte de sus actividades. Para ello, debe conocer profundamente el medio geológico, ser capaz de entender los fenómenos que lo gobiernan y poder proyectar soluciones acordes al problema estudiado. Su principal objetivo es el de ofrecer a la sociedad sus conocimientos técnicos, adquiridos del estudio de la Geología en su vertiente aplicada, apoyándose en la sólida base proporcionada por las técnicas de las ingenierías clásicas, junto con el conocimiento de los últimos avances tecnológicos en estas materias.
Desde aquí, y en nombre de nuestro colectivo, animo a empresas, organismos e instituciones públicas y privadas, así como a todo aquél que esté interesado personalmente –en especial a los estudiantes de bachillerato que en estos días deciden su futuro profesional-, a conocer más acerca de este nuevo profesional que aún es un gran desconocido para casi todos, pero jugará sin duda un importante papel dentro de los retos que se le plantean a las sociedades modernas.
Información obtenida de utovía (http://utovia.blogspot.com)