Ruta que complementa a la Ruta del Triángulo y la Atlántica y une Acapulco (México) con Manila en las Filipinas. Se intercambiaban metales preciosos de América por especies, porcelana, sedas, y productos de lujo chinos y japoneses.
Author: banderiasnobiliarias
Fue una ruta atlántica que funcionó durante los siglo XVI-XVII y principios del XVIII. Salía de los puertos europeos en los barcos cargados de abalorios con dirección a las costas de África, el golfo de Equinea, donde se intercambian esclavos y se trasladan a América donde se venden a cambio de materiales preciosos, maderos, tintes, café, cacao y otros productos colonistas.
El control de esta ruta fue español y portugues en el siglo XVI, holandes en el XVII e Inglés en el XVIII. Fue la ruta más rentable de todas.
SI ME EQUIVOCO ¿QUE?
Se llegó a conocer con este nombre a la federación de los cuatro puertos más importantes de las jurisdicciones cántabras, a saber: San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo y Castro Urdiales.
Estas disfrutaban de una jurisdicción exclusiva sobre la totalidad de la costa montañesa. Navegaban al servicio de Castilla y llegaron a ser una seria competencia para la Liga Hanseática.
Os dejo un relato sobre los enfrentamientos de Felipe II con los Turcos por el dominio del Mediterráneo.
Os dejo un relato sobre la política comercial de Enrique IV (1553-1610), extraido del libro Historia del Mundo en la Edad Moderna, publicado por Educardo Ibarra Rodríguez en 1940.
A los cañones
Salvando la línea temporal, os dejo un ejemplo claro y simpático, extraido de “Las Aventuras de Axterix y Obelix”, sobre los peligros de navegar en el Mediterráneo.
José de Espronceda compuso en 1840 un poema a la libertad, encarnado en la figura de un pirata. La palabra española pirata, hija legítima de la latina pirata, como ésta parece haberlo sido de la griega PEIRATES, se aplica entre nosotros al ladrón que anda robando por el mar, y metafóricamente al sujeto cruel y despiadado que no se compadece de los trabajos de otros.
La mejora progresiva de los barcos existentes en la época fue necesaria para tratar de abordar una travesía atlántica, por ello el navío europeo sufrirá una considerable evolución para poder acudir a su cita transoceánica. Vamos a observar los cambios
En el año 1494, el tratado de Tordesillas, mediante el cual el Papa reparte entre portugueses y españoles un Nuevo Mundo apenas descubierto (1492), lanza a los dos reinos a una carrera a escala mundial porque, en 1529, España y Portugal acuerdan una línea de demarcación entre ellos en Lejano Oriente (tratado de Zaragoza).
Desde mediados del siglo XV a mediados del XVI estos dos reinos son los únicos países cristianos que se hallan presentes en el Atlántico y en los océanos Indico y Pacífico.
El descubrimiento de América en 1492 representa la culminación de la España de los Reyes Católicos. Economía, técnica, saber, espíritu de aventura y experiencia son inseparables en la empresa de Cristóbal Colón. Los viajes del almirante señalan, además, un nuevo rumbo de la historia de Europa. Europeo y mediterráneo, cruce de pueblos y culturas, el suelo ibérico se trasformará en puente del viejo continente con un mundo insólito, rico en la variedad de sus tierras, productos y razas
Con una larga tradición en el Mediterráneo, los descubrimientos portugueses en Africa y el aliento de la demanda americana, el tráfico de esclavos vive pujante en la época imperial.
Canarias sería la base principal para un comercio que , además de mano de obra barata, aportaba suculentas ganancias a piratas, aventureros, mercaderes y reinos.
La importancia del Imperio español durante el siglo XVI llevó consigo un notable desarrollo del comercio tanto interior como exterior, a la vez que el gran volumen de transacciones originarÍa la creación y el desarrollo de instituciones que las canalizaran. Todo ello conllevó a que la burguesía comercial tuviera una expansión y lograra un progresivo poder.
La burguesía comercial sólo era importante en un número muy reducido de ciudades, y su dedicación se orientaba, sobre todo, al comercio internacional. Básicamente, la actividad comercial se puede agrupar en tres zonas: Las plazas levantinas en el Mediterráneo; el comercio con el mar del Norte, a través de los puertos del Cantábrico y el comercio con las Indias, situado en Andalucía.
LAS PRINCIPALES INSTITUCIONES COMERCIALES
Las Ferias de Medina del Campo: Los años de mayor esplendor de la burguesía mercantil castellana se localizan en los decenios centrales del siglo XVI, cuando llegan a su máximo esplendor las ferias y se desarrolló una mayor actividad en los consulados. Además de los comerciantes castellanos, acudían mercaderes de Valencia, Barcelona, Navarra, Lisboa, Flandes, Génova, Florencia, etc. Era, en su celebración semestral, un extraordinario centro de contratación de comercio de exportación e importación, y de cambios y giros nacionales e internacionales.
EL COMERCIO INTERIOR
Los caminos terrestres de la Península son defectuosos por la fuerte erosión debida al clima, según la unanimidad de los testimonios, y en consecuencia, la lentitud es uno de los rasgos mayores de la circulación. Para transportar cuarenta arrobas de lana con un tiro de bueyes, o sea 460 kilos, de la provincia de Guadalajara o de Segovia a los puertos de San Sebastián o Bilbao, (500km) se necesita más de un mes (40 días). Estos transportes de larga distancia son un monopolio de la “Real Cabaña de Carreteros” reclutados principalmente en la provincia de Soria o también de Segovia.
El Mapa de Villugas ofrece las características siguientes: la implantación mayoritaria de la red en Castilla; el papel orientador de las cuencas del Ebro y del Tajo para las vías trasversales oeste-este; el papel de Madrid como nudo de comunicaciones.
PRESENTACIÓN DEL BLOG
El presente blog nace como la parte práctica de la asignatura “Historia Moderna de España” del 2º Ciclo de la Licenciatura de Humanidades y tiene como finalidad el estudio de las rutas comerciales de primer orden en la edad moderna.
A través de estas páginas, el lector tendrá la oportunidad de embarcarse en un viaje lleno de peligros y riquezas, codicia y valor, guerras y alianzas, y todo ello enmarcado en el contexto histórico de finales del siglo XV y la totalidad del siglo XVI. Aprovecharemos los conocimientos recibidos en el aula para intentar explicar las decisiones de los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II en lo referente a su política de exteriores.
Espero que les agrade el resultado de mi pequeña investigación y compartan conmigo sus puntos de vista e inquietudes.
Atentamente
Miguel Angel Tafalla Irles