Ahora que apenas llevamos unas semanas de curso queríamos retomar la conversación acerca de este cambio en la docencia de la asignatura que, esperamos, estéis disfrutando (y no padeciendo).
Una de las cosas que estamos tratando de conseguir en esta asignatura al plantearla en modalidad b-learning (blended-learning = semipresencial) es SUMAR las ventajas de los métodos presencial y no presencial así como tratar de ANULAR las desventajas de ambos métodos (como objetivo ideal es suficientemente atrevido).
Por lo que veo en algunos de los comentarios anteriores (1, 2, 3, …) no coincidimos en qué consiste la parte no presencial / e-learning /2.0 o, en definitiva, la innovación que se introduce aquí. Quízás sea más rápido incidir en lo que no consiste:
- Presentaciones de diapositivas en clase y luego descargables desde Campus Virtual
- Laboratorios de acceso remoto para realizar las prácticas
- Grabaciones en audio y/o vídeo
- Realizar pruebas de evaluación a través de Campus Virtual
Casi todas estas “innovaciones” las tenéis ya en esta asignatura, y en muchas otras (he conocido profesores de Humanidades que nos dan cien vueltas a los “tecnológicos” de la EPS), desde que se está impartiendo (hace ya 5 años) por lo que la palabra innovación no tiene sentido aplicarla.
Lo que estamos tratando de hacer está en línea con lo que aparece en estos dos posts (1 y 2) de Ángel Fidalgo catedrático de Minas en la UPM y profesor del curso de b-learning para profesores de la UA.
Resumiéndolo en una frase, fomentando la creación y adquisición de conocimiento, el aprendizaje, de forma colaborativa y cooperativa guiada (más que dirigida) de forma que el proceso enseñanza-aprendizaje utilizado sea capaz de adaptarse a las necesidades particulares de cada curso, cada grupo y, ojalá, cada alumno. Si pensásemos que no fuese mejor que dejar las cosas como están, como también ha aparecido en otros comentarios, tranquilos siempre tendremos el libro de texto.
Ante la preocupación por los profesores (nadie se ha preocupado por los profesionales de las empresas que también colaboran en el blog), no se me ocurre otra mejor manera de expresarlo que la que se planteó en el IV Congreso Educared y que recoge Antonio Fumero en este párrafo:
“Lo mejor, sin duda, la respuesta ante la última pregunta que Obdulio pasaba al propio Antonio acerca de la motivación de los profesores para el uso de las tecnologías digitales. Decía el ponente, desde mi punto de vista con todo el sentido del humor del mundo, que, ante esas tecnologías, se podía actuar como delante de una caja negra, es decir, usándola como tal, abriéndola a ver qué tiene dentro, …, o pensando. Pensar. ¡Qué bueno joderrrrrrr!”.