El científico que hizo posible reducir toda la información que desarrollaron sus contemporáneos (la morfología, estructuras, la acumulación de todas las especies…) a un cierto tipo de orden racional fue el italiano Andrea Cesalpino, que fue profesor de Medicina en Pisa y en Roma, siendo médico del Papa Clemente VIII.
Andrea aportó a la botánica no sólo el conocimiento floral, sino también el interés por la morfología detallada de las partes independientes de las plantas y una mente aristotélica capaz de hacer generalizaciones.
Sus propuestas se publicaron en su obra De Plantis (1583), donde explicó las afinidades reales o sustanciales entre las plantas desde el principio aristotélico, donde la causa final de la actividad vegetativa era la nutrición, y la reproducción de la especie era una simple extensión de ella.