Debido a una serie de inconvenientes tanto físicos como bíblicos, Tycho Brahe se vio obligado a rechazar y descartar la rotación de la Tierra, ya que no creía que Copérnico hubiese respondido a las objeciones físicas aristotélicas. Tycho dedujo de la ausencia de paralaje estelar anual observable, que el sistema heliocéntrico copernicano podía implicar la conclusión de que las estrellas tenían diámetros de enormes dimensiones.
Elaboró un sistema propio en el año 1588 donde la Luna, el Sol y las estrellas fijas giraban alrededor de la Tierra estática, mientras los cinco planetas giraban alrededor del Sol. Este sistema era geométricamente equivalente al sistema de Copérnico pero con la diferencia de que Brahe evitó lo que creía defectos físicos de Copérnico e incluyó las ventajas de sus observaciones.