En el siglo XVI la zoología comenzó, como en el resto de saberes, mirando hacia los clásicos y a la propia naturaleza. Debemos resaltar que los animales que más llamaron la atención de los estudiosos, además de las aves, fueron los peces. Se llegó a escribir acerca de la variedad de especies de peces en el mar de Roma y Marsella e incluso, la del río Mosela.
Sin embargo, el verdadero estudio científico de los animales marinos fue publicado en la obra De Aquatilibus (1553), escrita por Pierre Belon. Este científico era conocido por el relato que escribió sobre su viaje al mediterráneo oriental, donde realizó observaciones biológicas muy interesantes. En su estudio incluía, además de los peces, los cefalópodos y los cetáceos, de los cuales hizo varias disecciones y descubrió que respiraban mediante pulmones, comparándolos con los del ser humano. Además, este autor también llevó a cabo numerosos estudios de las aves, sus esqueletos y su estructura morfológica y también los comparó con el hombre.