Memoria que se propaga como el fuego. Las hogueras en Málaga

Tenía mucha razón Llucia Ramis cuando en su prólogo para la reedición de Las hogueras de la mano de Seix Barral escribía: «La memoria es una forma de reconocimiento; la desmemoria, de desconocimiento». El prólogo de Llucia Ramis, que lleva por título el mismo que yo tomo para esta entrada con toda la intención, destaca, además de por las virtudes que ya subrayé anteriormente, por su capacidad de traer a la actualidad, dándole plena vigencia, una historia que se escribió en la década de los sesenta:

La literatura es como el fuego. Mientras no se extinga del todo, una chispa puede volar desde las brasas moribundas hasta unos matojos, o hasta una bala de paja, o hasta un sotobosque reseco. Y entonces prende otra vez, vivo y destructivo, fuego nuevo. Enciende algo en alguien que, de pronto, siente que reconoce y se reconoce en lo que lee. Cambia el paisaje (2024: 20).

Llucia Ramis activa un nuevo foco de fuego que ya se ha convertido en un incendio imparable. El escritor cordobés y profesor de la Universidad de Málaga, Vicente Luis Mora, toma el testigo y propaga las hogueras en la próxima sesión de su club de lectura.

Según me chiva mi compañero, gran poeta y mejor persona, Ignacio Ballester Pardo: Mañana, lunes 17 de febrero, a las 19 horas, Las hogueras será protagonista en el Centro Cultural La Malagueta. La sesión podrá seguirse a través del canal de YouTube del centro. Después, quedará disponible en el canal y en el blog de Vicente Luis Mora. Muchas ganas de poder ver y escuchar las impresiones de los integrantes del club de lectura y, honestamente, mucha envidia al no poder participar de forma activa. Trataré de negociar con Vicente Luis Mora algún evento cultural en Málaga a propósito de Concha Alós.

De momento, animo a los lectores que se atrevan a quemarse con Las hogueras de Concha Alós y que mañana abran boca con la sesión del club de lectura porque como bien concluye Llucia Ramis:

Lo imperecedero y eterno no permanece estático; crece y disminuye, se hace fuerte, sus destellos reflejan en el entorno, juega con las sombras. Ahí está la trascendencia de Las hogueras. En aquel mismo fuego que, sesenta años más tarde, se ha propagado alcanzando a personas distintas y distantes, las ha iluminado, y se encuentran (juntas sin saberlo) reivindicando la viveza de unas llamas alegres, ardientes, hipnóticas, alosianas, alrededor de las que bailan para celebrar su memoria (2024: 20).

Imagen de la entrada principal al Centro Cultural La Malagueta. Tomada de Valle del Guadalhorce, artículo escrito por Juan Antonio Fernández el 1 de diciembre de 2022.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *