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La Leyenda Negra

  Una de las figuras españolas más discutidas y peor comprendidas, contradictoriamente objeto de los más formidables panegíricos y alabanzas y de los más exacerbados odios y críticas, ha sido, sin duda alguna, Felipe II, hasta el punto de que fue llamado por sus enemigos ‘el Demonio del Sur’

 Supongo que después de visitar nuestro blog, muchos de vosotros ya conoceréis a nuestro protagonista: a Felipe, un rey español de los más conocidos, queridos y odiados, un rey eminentemente nacional, pues apenas salió de España dos veces pero que sin quererlo, con sus actos y con la leyenda añadida de los que le odiaban, fue forjando una leyenda negra que era antiespañola, pero sobre todo anti filipina. Esta leyenda fue naciendo en la Europa del Norte en la segunda mitad del siglo XVI, y que hoy día perdura y se estudia. Aun todavía, este monarca, cuyo nombre llena de pleno derecho una de las más brillantes páginas de la Historia moderna universal, ha sido y continúa siendo motivo de múltiples estudios en uno y otro sentido.

 

 

 

 Dicha leyenda se apoya en tres pilares:

 

El libro Exposición de algunas mañas de la Santa Inquisición española, editado en 1567, obra de Reginaldo Gonzalo Montanés, un protestante español refugiado en Francfort y protegido por los príncipes alemanes partidarios de la Reforma luterana, muy traducido durante la segunda mitad del siglo XVI al inglés, alemán, francés y holandés.

   

La explotación, a partir de 1578, de algunas obras de fray Bartolomé de las Casas, particularmente la titulada Brevísima relación de la destrucción de las Indias.

 

La Apología, de fines de 1580, obra de Guillermo de Orange, que será a su vez punto de partida de numerosos libelos franceses, ingleses y alemanes.

 

 

 

En dichos libros se le acusan de multitud de hechos entre ellos de matar a su tercera esposa Isabel de Valois, de matar a su hijo Carlos y de vivir amancebado con su hermana Juana. Se le acusó de fanatismo y crueldad en la Inquisición . Y por supuesto, se le denunciaba los hechos cometidos en las Indias occidentales. Todas estas acusaciones aumentaron aún más con el caso de Antonio Pérez que se exilió a Inglaterra alimentando dicha leyenda.

 En cualquier caso ninguna de estas acusaciones han sido probadas, con lo cual pueden tomarse como falsas. En cuanto a las acusaciones religiosas (con respecto a los indígenas y protestantes) son difícilmente rebatibles, son más fáciles de ser mantenidas y continúan siendo la principal base de las críticas que se dirigen contra el rey. El problema, es de si un hombre -el rey- era el que controlaba todos los acontecimientos, o por el contrario si eran los acontecimientos los que le controlaban a él.

De todas maneras, hiciera lo que hiciera, no cabe duda de que Felipe II fue uno de los grandes reyes de la casa de Austria, sin duda alguna el que más trabajó por su reinado, se interesó científicamente por el nuevo continente, prueba de ello son la multitud de archivos existentes en El Escorial llena de plantas que se trajeron del Nuevo Mundo. Se podrá calificar de multitud de cosas a Felipe II pero de que fue un gran rey no se puede dudar, al menos así lo veo yo.