El siguiente artículo de Cristina Castro en El País (31/03/2009), refleja como el correo electrónico puede dejar de ser una herramienta útil si no se gestiona bien. Recoge los principales defectos que cometemos con el correo electrónico y también da algunos consejos interesantes.
«Si usted no suele borrar los correos electrónicos que le van llegando tenga cuidado, porque la cosa puede ir a más. El volumen de e-mails está creciendo de manera desorbitada, tanto por el spam como por la moda de socializar, y está provocando una epidemia entre los usuarios: el síndrome de Diógenes. Cuentas de correo desbordadas a las que no se puede hincar el diente si no se tienen dos horas por delante, con una sensación generalizada de que el e-mail nos supera y nos hace perder un tiempo precioso. Es cierto.»