En el informe “La Sociedad de la Información en España 2011” se destacaba el «… el desarrollo de numerosas iniciativas en España en el ámbito de las ciudades inteligentes lo que está configurando un panorama de experiencias verdaderamente significativas.»
Y facilitaba la siguiente definición: «Una Smart City (su término en inglés) es una ciudad que usa las tecnologías de la información y las comunicaciones para hacer que tanto su infraestructura crítica, como sus componentes y servicios públicos ofrecidos sean más interactivos y eficientes y los ciudadanos puedan ser más conscientes de ellos. En este sentido una Smart City es un adelanto de la futura Internet de las cosas y se trata de una verdadera plataforma digital que permite maximizar la economía, la sociedad, el entorno y el bienestar de las ciudades y facilita el cambio hacia un comportamiento cada vez más sostenible.»
De esta forma podemos asociar el concepto de ciudad inteligente a ahorro, eficiencia e innovación en la prestación de servicios. En una ciudad que aplique intensivamente las tecnologías de la información y las comunicaciones se reduce el gasto, mejora la calidad en los servicios, mejora la información a los ciudadanos y se agiliza la toma de decisiones.
La aplicación de estas tecnologías puede tener un impacto notable en todas las áreas de la vida urbana: movilidad, consumo energético, estado medioambiental, gestión de infraestructuras y edificios públicos, gobierno y ciudadanía, seguridad pública, salud, educación, capital humano y cultura, e-comercio, etc.
Recomendamos el informe elaborado por la Fundación Telefónica, Smart Cities: un primer paso hacia la internet de las cosas (109 págs, PDF, 3,16 MB).