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No hemos aprendido nada Moraleja: ¡a entrenar!

El otro día vi en Facebook una publicación compartida con un fragmento de un vídeo imperdible de Hikitsuchi Sensei, donde explicaba qué es y para qué es el Aikido:

El fragmento en cuestión va del minuto 2:11 al 3:36. Pongo la traducción al español de la traducción al inglés, cortesía de Anthony Santillan (con algún arreglillo por mi parte):

¿Qué es el Aikido?

Como había mencionado antes, el Aikido estaba dedicado a la deidad [kami] Ameno Murakumo Kuki Samuhara Ryu-Ō.

Esto quiere decir que el Aikido era [la negrita es mía, creo que decirlo en pasado es relevante] una vía o camino de purificación.

El Aikido era una forma de limpiar el espíritu de cada uno.

Ése es su significado.

Significa poder llegar a un punto en la vida donde no hay lucha.

Hacer un mundo donde no haya lucha.

Para trabajar en el sentido del gran amor.

Nuestra meta es poder tener un corazón capaz de dar un gran y generoso amor.

Como el amor de los kamis [deidades del Shintoismo].

Ellos nos dan la luz del sol, su calidez, el aire…

Todos ellos son muestras de la infinita gracia de los kamis.

El primer paso es purificar tu propio corazón y perfeccionarte como persona, y trabajar de manera que el mundo entero sea una sola familia.

Es posible a través de la purificación [misogi] en todos estos niveles.

Este es el comienzo de todo el Aikido.

Esto es lo que Morihei Ueshiba, O Sensei, el fundador del Aikido, enseñó.

Demoledor.

Lo primero que quiero explicar es que Hikitsuchi Sensei fue una de las personas con mayor acceso y comprensión de O Sensei. Acceso porque era prácticamente como el hijo de O Sensei, quién le adoptó como pupilo (Hikitsuchi era huérfano de padres, vivía con su abuela, maestra de Naginata amiga de O Sensei). Comprensión porque era de la misma zona que el Fundador, y era capaz de entender su fuerte acento campesino, que tantos quebraderos de cabeza daba a los alumnos de Tokio.

Después de la guerra, O Sensei le dijo a Hikitsuchi Sensei:

“Bien, Michio San, el general Mc-Arthur ha dicho que sólo podemos practicar Aikido; Michio San, eres como yo, has nacido para hacer Budo; así pues, sigue el camino del Budo toda tu vida. ¿No puedes montar un dojo en Shingu?”.

O Sensei pasó mucho tiempo en Shingu, con su hijo adoptivo. Un tercio de sus barbas, cortadas al morir, están en el Kumano Juku Dojo, propiedad de la familia Hikitsuchi, otro tercio en Iwama y el resto en el Hombu Dojo.

Lo que quiero decir con esto, es que puedes fiarte de lo que dice Hikitsuchi Sensei en el vídeo.

Ameno Murakumo Kuki Samuhara Ryu-Ō es una deidad considerada por O Sensei como su ángel guardián. Ameno Murakumo significa lluvia y nubes agitadas en el cielo, es decir, aire y agua en agitación, simbolizando creación; Samuhara significa llanura fría y despejada, es decir tierra, donde tendrá lugar la creación. Recuerda que hara es centro, significa que todo esto es algo interior. Ryu-Ō es rey dragón, el único que puede estar en todas las dimensiones. Creo que el significado del conjunto tiene que ver con alejarse de lo material y crear a través de lo espiritual. Hikitsuchi siempre decía “el espíritu antes que la técnica”.

Por eso el Aikido es misogi, una vía para la purificación. Un camino para crear un mundo sin peleas, donde los conflictos se resuelven tal y como lo hacen las técnicas de Aikido. Cuando alguien te insulta, te agrede, es alguien de tu familia que se ha desequilibrado, y debes tratarlo como familia que es. Nada de machacarlo, ni tratarlo como una mierda. Vuelve a ver el vídeo, lo dice claramente.

Sin embargo, tras 20 años en este mundo del Aikido, he visto muy pocas señales del Aikido del que habla Hikitsuchi. Y no me refiero a nivel técnico, en ese aspecto sí veo una transmisión efectiva.

Puedes echar un vistazo en cualquier red social y verás cómo se hablan los aikidocas; con qué respeto hablan de los demás, de la pureza de su Aikido y de lo bien que lo hace la “competencia”.

Puedes leer sobre la historia del Aikido y ver la armonía entre los alumnos directos de O Sensei, cómo van todos a una, como una gran familia, sin crear divisiones ni versiones de Aikido con sabores.

Puedes preguntar en cualquier dojo y verás que es imposible encontrar un sólo maestro que al llegar a una alta graduación se haya separado de su sensei, montando su propia asociación o estilo.

En ese vídeo hay una fila entera de cinturones negros escuchando atentamente las palabras de O Sensei a través de Hikitsuchi. Como es lógico, son todos una piña. Se aman. Son una gran familia. Se respetan. No se invita a nadie a irse. Todos están de acuerdo en que Aikido es misogi.

Y Aikido es misogi. Entrena un poco y lo notarás. Entrena mucho y lo verás. Entrena como si te fuera la vida en ello y lo sabrás.

PD: Hikitsuchi tenía razón al hablar en pasado.

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