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grandes maestros

Tamura Shihan vuelve a entrenar con O’Sensei

El viernes 9 de Julio 2010, a las 19:00 h., Nobuyoshi Tamura Shihan, 8º Dan de Aikido y alumno directo del Fundador, pasó a mejor vida. Me ha gustado la idea de imaginármelo en el cielo con O’Sensei, Hikistuch Sensei y tantos otros maestros fallecidos volviendo a entrenar juntos…

Tamura Sensei

Ahora hay que estar atentos a sus sucesión, personalmente me gustaría que el mando lo tomara su alumno francés Gilbert Milliat, 7º dan.

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No mires a los ojos

Uno de los principios del Aikido que practicamos en el Kumano Juku España es no mirar a los ojos del adversario. Hikitsuchi Sensei siempre lo decía, porque el contrario puede tener un ki más poderoso que el tuyo y ganarte antes de mover un músculo. Por eso me ha llamado la atención la frase del samurái más famoso de todos los tiempos:

“No fijes tu vista en los ojos de tu enemigo o en su espada, ambos podrían atraparte si su espíritu es más fuerte. Concéntrate en sus movimientos y acaba con él sin enfrentarte a su espíritu”

Miyamoto Musashi

Leído en el blog soy superior.

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cursos

Segundo curso nacional de Aikido Budo

Buenas noticias: Charly Sensei, tras un largo período de ausencia, vendrá en septiembre desde Vietnam y entre otras cosas, podremos disfrutar de un curso de fin de semana impartido por él. Anotad en rojo en vuestra agenda: 11 y 12 de septiembre de 2010.
segundo curso nacional de aikido budo

Os lo recordaré un poco antes, por si hay algún despistado como yo… ¡Os esperamos a todos!

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Exhibición de Hikitsuchi Sensei ante el presidente Carter (vídeo inédito)

Hola de nuevo, esta semana tengo una primicia: como os contaba en la biografía de Hikitsuchi, el presidente norteamericano Jimmy Carter tuvo el honor de asistir a una demostración de Aikido a cargo del mejor aikidoca vivo por aquel entonces.
Hikitsuchi Sensei acudió con Clint George Sensei, y tras la demostración le pidieron que probara con uno de los guardaespaldas del presidente. Lo que pasó lo vereis pronto, si la técnica y Youtube lo permiten.
Mientras tanto, os pongo el vídeo subido por Fernando:
[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/8MtB9P7kMao" width="425" height="350" wmode="transparent" /]
Es una auténtica suerte haber tenido acceso a este documento, no habría sido posible si Charly Sensei no hubiera estado 5 años en Shingu con Hikitsuchi Sensei. Ahora que se puede, empezaremos a compartir este material, hasta ahora privado, con todos vosotros.

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Curso de AIkido: Kumano Juku España 2010

Hola, ya falta poco para que llegue julio y con él la primera gran reunión de los grupos españoles pertenecientes al Kumano Juku Dojo, es decir, alumnos de Hikitsuchi Sensei. Además se cumplen 40 años de Aikido de Diego Espinosa, con lo que hay motivos suficientes para hacer el esfuerzo de acudir a la gran cita. Existe la posibilidad de dormir en el dojo, con lo que sale baratísimo. Espero veros allí:
Curso Kumano Juku España 2010

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¡Buenas noticias!

Hola de nuevo, esta semana toca publicidad: hace unos meses me presenté a un concurso de blogs que organiza la Universidad de Alicante, y hoy me encuentro que he ganado el premio en la categoría “mejor blog de carácter temático”. El mérito es compartido, porque el jurado ha tenido en cuenta los comentarios y la participación de todos vosotros como una de las claves que definen un buen blog. ¡Gracias una vez más por participar!

Copio y pego los resultados del resto de categorías (enlace original: https://blogs.ua.es/concurso09/):

Os presentamos a los ganadores del II Concurso de BlogsUA. ¡Enhorabuena!
Por cada categoría se entregará un primer premio, consistente en un Netbook Asus Eee 1001HA y dos accésits con sus diplomas acreditativos correspondientes.
La entrega de premios se realizará, junto con los premiados en la Gincanet, el viernes 28 de mayo a las 10 horas en la sala multimedia de la Biblioteca General.

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Blogs de carácter Temático.

Blogs de Asignatura.

Blogs de Contenido Didáctico.

Blogs Institucionales.

  • Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante
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    grandes maestros

    Grandes maestros del Aikido

    En una de las discusiones del blog, hablábamos de alguna de las características de los grandes maestros, que han alcanzado el nivel más alto posible: no mirar al adversario a los ojos y comenzar el movimiento antes que él (no atacarle, sino provocar su ataque por donde nos convenga). En seguida pensé que debía hacer una lista con mis maestros favoritos, los que considero que llegaron casi al nivel del Fundador, Morihei Ueshiba:

    Michio Hikitsuchi (10º Dan en enero de 1969, directamente del Fundador)

    Koichi Tohei (9º Dan por el Fundador, 10º Dan por el Aikikai, en 1970)

    Gozo Shioda (9º Dan por O’Sensei)

    Seiseki Abbe (10º Dan verbalmente otorgado por el Fundador)

    Minoru Mochizuki (recibió los “menkyo kaiden” del Fundador, y 10º Dan del IMAF)

    ¿Cuál es tu lista? Compártela con nosotros.

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    Entrevista a Gerard Blaize en Aikido Journal

    Entrevista publicada originalmente en francés en Aikidojournal 1/2009 (primera parte) y 2/2009 (segunda parte), traducción en www.aikidoibiza.com, de donde copio y pego. Algunas de las cosas que dice dan qué pensar, ¿verdad?

    La entrevista tuvo lugar a finales del 2008 en el Club Lafayette de París, el antiguo dojo del maestro Noro.
    Entrevistador: Horst Schwickerath (Aikidojournal)
    Traducción: Antonio Ribas Bamberger, del Dojo Torres (Ibiza).

    Primera parte

    ¿Trabaja Vd. mucho las armas?

    ¿Yo?

    .

    ¿En aikido?

    Sí …

    Jamás. En cuanto a las armas … soy profesor de jodo en el marco de la Federación de Kendo. Eso no tiene nada que ver con el aikido.

    En aikido hago muy, muy poco de armas, y solamente el bojutsu del aikido, Masakatsu Bojutsu, que me enseñó Hikitsuchi Sensei. Pero yo no hago armas en aikido porque, en primer lugar, cuando O Sensei vivía, no se hacían armas. Yo conocí a los maestros japoneses que vinieron a Francia o a Europa en la época en que el fundador del aikido aún vivía, y no se hacían armas. Es después de su muerte [(la del fundador)] que esto empezó.

    Cuando se preguntaba a Hikitsuchi Sensei, [éste contestaba que] era solamente O Sensei quien hacía armas, y quien mostraba el aikido con un arma. Pero los demás no lo hacían entre sí. Por tanto, reflexioné por qué, pues a mi también, en esa época, me gustaba hacer armas en aikido. Y cuando fui a Japón practiqué un poco de la Kashima Shin Ryu con el maestro Inaba y vi que yo no sabía nada de armas. Después, por varias razones, fui obligado a dejarlo y comencé el estudio de la Shindo Muso Ryu con el maestro Matsumura, así que me encontré en un ambiente de jodo, y en este ambiente conocí maestros de kendo y maestros de iaido y comprendí que había algo que no iba con el aikido y las armas.

    En cuanto al aikido, intento hacer como mi profesor, es decir que intento mostrar cómo se puede hacer aikido con un arma. Porque el problema, en aikido, es que nunca ha habido enseñanza de cómo sujetar un arma, cómo atacar con un arma. Alguien atacaba con un arma, pero ya sabía hacerlo, pues en los comienzos, la mayor parte de los que se iniciaban en aikido eran al menos 5° dan de kendo. Procedían del kendo, otros del judo o del karate. Y por tanto el maestro Ueshiba escogía a uno que sabía de armas. Mostraba lo que era el aikido con un arma, pero no había un estudio, como en una escuela, donde se aprende cómo sujetar un sable, cómo sujetar un palo, cómo atacar, cómo pinchar, cuáles son las diferentes situaciones según si alguien ataca aquí o allí … y por tanto, para mí, lo he apartado por completo.

    No hay más que el bojutsu porque, como ya he escrito, se puede decir que la posición de los pies, la forma de desplazarse, de moverse, los ángulos de las caderas, volverán a encontrarse dentro de las técnicas, porque es el bojutsu creado por el fundador del aikido, el cual es muy diferente de las técnicas de armas que se pueden estudiar en las escuelas como la Sui O Ryu, la Kashima Shin Ryu, la Katori Shinto Ryu, etc. Es por completo diferente. Las direcciones no son las mismas. Éste es el problema.

    Que eso pueda aportar algo a quien practica, porque aprenderá a mantener derecho su cuerpo, a moverse correctamente … de hecho es la coordinación motriz: si se sujeta un volante, se le sujeta correctamente, no se le sujeta con los hombros así … Si se sujeta una escoba … pero no es muy revalorizante decir: «Para barrer bien hay que mantener los hombros bajos, y sujetar la escoba con las manos colocadas correctamente …». El sable es más revalorizante, pero es la misma cosa.

    Le he hecho esta pregunta porque a menudo he oído decir que el trabajo con el ken favorecía el avance en aikido.

    Para mí esto es completamente falso. Porque el aikido no es esto en absoluto. Además, lo primero que puede verse es que, si se toman los libros del maestro Ueshiba, incluso los libros viejos, como Budo no Renshu de 1933, no hay armas. Es muy interesante: no se ven armas. Si se toman las fotos de 1942, se ven muchos ataques a manos limpias, pero no se ven armas. Y nunca el fundador del aikido dijo que el aikido fue creado por las armas. No hay ni un solo texto … De lo que él habla es del todo diferente: dice que el aikido es la expresión del kotodama, es decir, esa creencia en los poderes de las vibraciones. Y él lo repite sin parar: «el aikido es el kotodama» Por tanto, esto no tiene nada que ver con las armas. Creo que hay una confusión. Y los practicantes de aikido también tienen un problema de confusión que viene de que ellos siempre hacen armas entre sí, pero nunca con un maestro de kendo o con un maestro de iai que no haga aikido. Por tanto hay una especie de ilusión.

    En cuanto a decir que si se practica con el sable [ello ayudará en aikido] … Sí, si tengo un alumno que lleva practicando kendo o iaido diez o quince años, usaré sus conocimientos, que él ya tiene del kendo para darle indicaciones para avanzar más rápidamente en aikido. Pero si alguien jamás ha practicado [(kendo o iaido)], se le crea un obstáculo adicional, porque para saber sujetar un sable, hace falta largo tiempo. Para saber sujetar un bastón y utilizarlo correctamente hace falta mucho tiempo. No es en un mes ni en uno o dos años, una hora a la semana, que se llega a manejar un sable.

    Es por esto que separo las dos cosas: no hago bo más que los viernes de las 2 a las 3. Lo enseño un poco en los cursos, porque se tiene tiempo. Pero es el bo de Hikitsuchi Sensei, es el bo del fundador del aikido, y se hace a solas. Nunca se hace en parejas.

    Vd. tiene una vieja foto tomada en Shingu donde puede verse a Hikitsuchi Sensei atacando a O Sensei con un sable …

    Sí. O Sensei demostraba que contra un arma él podía hacer aikido. Pero era él quien lo hacía, mientras estaba vivo. Tras su muerte se ha hecho mucho de armas, sobre todo con los libros de Saito Sensei.

    Saito Sensei decía que él siempre había practicado armas con O Sensei.

    Esto no es exacto en absoluto. Si se mira la primera entrevista de Saito Sensei, en 1985, cuando vino a Italia, dijo que fue él quien creó el aikijo. Dijo: «Puesto que yo no entendía lo que hacía O Sensei, para intentar entender, yo creé el aikijo y también el aikiken» y él creó los 33 movimientos del jo, y las kumijo. Y explicó bien que aquello no existía, que es él quien lo creó todo. Es Saito Sensei, es decir que era su punto de vista, y pienso que los alumnos que han trabajado con Saito Sensei tienen razón para continuar en esta dirección. Pero no es en absoluto lo que hacía el fundador del aikido. Éste es el problema. Ahora que Saito Sensei ha muerto, no sé qué pasará.

    Lo que hacía O Sensei, y es Saito Sensei quien lo dice, es que «El bo siempre se hacía a solas, pero O Sensei, para explicar la lógica, por qué se hacía tal o tal desplazamiento, lo mostraba de vez en cuando con alguien. Como lo mostraba conmigo, yo veía a qué correspondía aquello.» Pero no había enseñanza de lo que se hacía en parejas. Saito Sensei explica que es él quien la creó. Está en su entrevista y lo que dijo Saito Sensei en esa entrevista está muy claro.

    Pero yo, reconozco que no veo la relación entre las técnicas del aikido y un arma.

    Sin embargo, muchos practican armas …

    Porque es revalorizante: La gente está contenta, ¡tiene la ilusión de poder esquivar un sable! ¡Pero un sable no se esquiva, te matan! (risas) Es la realidad, eso es todo. Cuando se conoce a los maestros de armas, se comprende lo que es un arma.

    Y esto [nos] aleja del aikido. Ahora estamos traduciendo unos textos del fundador del aikido: él había hecho algunas charlas, hacia finales de los años cincuenta, Tamura Sensei aún estaba en Japón. Esas charlas fueron grabadas y transcritas por un amigo de O Sensei, Takahashi Sensei. Esos textos se llaman Takemusu Aiki. Y esos libros están ahora completamente traducidos al francés. Yo había utilizado una parte de ellos en mi libro, sin embargo ahora se trata de una traducción completa. Y ahí se encuentra una explicación del aikido que nunca se había tenido hasta el presente. Porque el fundador del aikido no habla nunca de armas, él habla siempre del kotodama.

    ¿Cómo fue creado el aikido? Poca gente se ha interesado en eso. Siempre se dice: «El aikido es la síntesis moderna de las artes marciales.» Eso no es lo que dice el fundador del aikido. él dice: «Yo he estudiado una treintena de escuelas de budo, el aikido no tiene ninguna relación con esas escuelas.» [También se dice:] «El aikido ha sido creado por el ki.» Pero ¿qué significa el ki? No se sabe nada.

    Sin embargo, si se observa su vida: es un hombre que desde la edad de dieciocho años estudió los budo, jamás estuvo satisfecho, algo le falta, busca, conocerá a Deguchi Onisaburo, tiene una primera experiencia muy fuerte cuando ambos parten juntos a China – cuando él dice que tiene una especie de visión en la que ve un relámpago antes de la bala … Se puede decir que todo eso son ilusiones, salvo que se confirmó cuando fue atacado por un maestro de kendo – él dijo: «Yo veía una luz, y por tanto esquivaba fácilmente su sable.» También se confirmó por Shioda Sensei, y Shioda Sensei no era un filósofo … Es muy interesante pues se trataba de uno de los primeros alumnos del maestro Ueshiba, y que le abandonó porque no estaba de acuerdo con su evolución, y también él dice que, efectivamente, O Sensei hacía cosas que se salían de lo ordinario.

    Por tanto, este hombre tiene una capacidad y se empieza a decir que hace waza divinas, las cuales no se comprenden muy bien. Esa es su primera experiencia.

    Tiene una segunda experiencia, donde él dice que es como una energía de amor que hace funcionar el mundo. Dice que ha tenido el satori, pero no se sabe muy bien qué es. Dice que ha sido envuelto por una luz dorada que sube en torno a su cuerpo.

    Y todavía tiene dos o tres otras experiencias … La tercera que él describe data, creo, de 1942: de noche, hace una oración y de repente es poseído por lo que él llama la divinidad del viento, que le dice: «Ahora, Ueshiba, que estoy dentro de tus venas, ¿qué harás?» Todo eso se encuentra dentro de Takemusu Aiki.

    Y él dice que hay que cambiar las técnicas, para que el mundo entero llegue a ser una gran familia. Tiene otra experiencia … se habla de aikiken, pero de hecho es: sho-chiku-bai no ken [sho-chiku-bai: pino-bambú-ciruelo] pero como es difícil de pronunciar, se dice aikiken. Y él explica como lo creó: siempre en esta época, dice: «Construyo un dojo en Iwama, me entreno a las 3 de la mañana, y en un momento dado, ante mí, tengo un fantasma que me ataca.» Y es muy gracioso porque lo cuenta como [yo diría] que estamos ambos cara a cara, y dice: «Al principio yo estaba un poco lento, después me vuelvo más rápido y le llego a desarmar.» Y esta historia dura tres semanas. Y dice: «Después, en un momento dado, cuando le miraba, desaparecía, mi cuerpo también desaparecía. Todo el tiempo yo estaba consciente, pero yo ya no veía nada.» Luego explica que hay unas luces a su alrededor que vienen, que él está consciente pero que no vé más que esto, y dice, y esto es algo que volveremos a encontrar a menudo, que hay una modificación de su respiración. Y es esta modificación de su respiración la que le hace comprender lo que es ese mundo que nos envuelve.

    Y el aikido está creado a partir de esas experiencias. Es por esto que el aikido es difícil: en el fondo, nadie de entre nosotros ha tenido las experiencias de O Sensei, por tanto no se tiene nada en concreto. Entonces, ¿qué vamos a hacer sobre el tapiz, en el nivel [de lo] concreto? ¿Qué es lo que nos llevará en esta dirección? Son siempre las palabras del fundador – él dice: «Empezando el primero la técnica y guiando correctamente al compañero, lo aspiráis.» En japonés, es el gokui: es esto la esencia del aikido.

    Si se quiere hacer esto, uno se da cuenta de entrada que, si uno no lo ha vivido, uno no se lo cree. Como mi profesor, Hikitsuchi Sensei, me lo hizo vivir, al principio no comprendí lo que era. Por ejemplo, le ataqué con el bokken, él esquiva y pone la mano sobre el plano de la hoja [(de la espada)] y me dice que tire. Y no puedo … sin embargo es de madera, su hakama es de nylon, ni siquiera de algodón, así que eso resbala. Yo no sentía fuerza, pero no podía tirar de él.

    Luego se sentó con las piernas cruzadas – no de rodillas – y me dice que empuje su cabeza. Empujo su cabeza, y no había cabeza, no había nada. ¿Cómo se hace esto?

    Comprendí cinco años más tarde que aspirar a alguien era eso. Porque cuando llegas a producir ese fenómeno, ya no hay más fuerza de parte del otro. Se puede decir que las técnicas de aikido están hechas para esto. Es por esto que en aikido no hay ataques concretos. Desde un cierto punto de vista, los ataques de aikido no tienen sentido. Shomen, yokomen, agarrar la muñeca, agarrar el hombro, esto no tiene demasiado sentido. Cuando se miran las viejas formas de hacer, no era esto en absoluto: jamás se agarraba a nadie por el hombro directamente. Se le atacaba a los ojos y se cogía el hombro. Jamás se agarraba la muñeca directamente, sobre todo con las dos manos: se le atacaba a la cara, él se protegía, se le cogían las dos manos y se le derribaba, y se le daba un atemi. Había una lógica. En la situación actual, no hay lógica si uno se pone en [la óptica de] la autodefensa.

    Pero si se utiliza esta situación, esta intensidad de trabajo, para preguntarse cómo se puede llamar a alguien, cómo se puede guiar a alguien, entonces uno empieza a comprender que eso sirve para alguna cosa. Y si Vd. entra dentro de esta búsqueda, se encontrará con muchos problemas.

    Segunda parte

    Es por esto que la cuestión es que, si cuando Vd. hace armas en aikido, ¿puede Vd. guiar el ataque de alguien que tiene un sable? Si no lo puede hacer … más vale hacerlo sobre un agarre de la muñeca, con situaciones mucho más sencillas.

    Es parecido en sho-chiku-bai no ken, hay muy pocas técnicas, son cuatro movimientos: pinchar, cortar, volver arriba y volver a cortar. El problema es que Vd. debe guiar al otro. Si Vd. llega a ello, va bien, si no llega, más vale hacer kendo, kenjutsu, porque se le enseñará una cierta lógica dentro de ciertas situaciones.

    Es por esto que yo hago una distinción: para mí, no se debe hacer armas en aikido si no se es capaz, sobre un simple agarre de la muñeca, de guiar a alguien.

    Desgraciadamente, la mayor parte de los maestros que conocieron al fundador del aikido han muerto, muy pocos viven todavía, pero si se observa cómo hace el maestro Tamura, por ejemplo, él empieza el primero, no mira y aspira … ¡salvo que él no lo explicará! Él no lo dice, pero cuando lo hace, si Vd. mira bien, antes del shomen, siempre pone la mano el primero. La base es empezar el primero.

    Empezar el primero no es tan sencillo. Una vez que se ha comprendido, se tiene un principio, se crea un marco, y dentro de ese marco uno se entrena. Al principio se hace lo más simple, por ejemplo, ikkyo de rodillas es la técnica más simple y en la que uno se pone lo bastante cerca para que, estando lo suficientemente cerca, el otro no tenga tiempo de atacar, y Vd. puede comenzar el primero, y Vd. encadena. Y después, tiene Vd. situaciones donde la distancia se hace más grande. En cierto momento el ataque va a tener lugar, en ese momento Vd. entra, llama los ataques y guía, lo que ya es más difícil. Después Vd. puede intentar hacerlo con alguien con un arma, pero eso es casi imposible.

    Es por esto que hago esta distinción. Las armas … para la coordinación motriz, conforme, para el trabajo de las caderas, conforme, pero siempre es parecido: el trabajo de las caderas, es cuando se llevan diez años de práctica de iaido, de kendo, o de escuela de armas, ahí sí, que se empieza a manejar el sable de manera diferente, se empiezan a utilizar las caderas. Pero no alguien que hace media hora de armas una vez por semana o dos veces al mes, eso es inútil. Hay que hacer [(armas)] todos los días. Estoy conforme en mi caso: soy 7° dan de jodo, y es difícil … sin embargo, yo soy profesional. Hay que entrenarse, de otro modo no se avanza. Hay que tener tiempo, hay que tener alumnos … También hay que tener alumnos que tengan nivel. Por suerte, tengo alumnos que son 5°, 6° dan y puedo practicar con ellos … y tengo tiempo. Pero quien trabaja en una oficina no tiene tiempo.

    El trabajo en aikido, ya no sería más que las cosas sencillas: los agarres al hombro, a las muñecas, llamar un shomen, llamar un yokomen, guiar …

    En una época, Hikitsuchi Sensei nos enseñó el kotodama. Y por cuanto sé es uno de los raros profesores – puede ser que haya habido otros, pero es el único que conozco – que haya podido decir la relación entre una técnica y las vibraciones. Para simplificar, se puede decir que a un gesto corresponde un sonido, a otro gesto, otro sonido. Nos lo enseñó, a otro practicante y a mí, pero a su modo, es decir que no era muy preciso. Decía: «Ahí hay un sonido; ahí hay un sonido, y dentro de las técnicas están todos los sonidos.» De acuerdo … ¿pero cómo hacer? Y entonces comencé el estudio con mis alumnos. Luego lo dejé porque ciertos alumnos tuvieron reacciones un poco extrañas.

    Pero tras la aparición de Takemusu Aiki, de nuevo veo que O Sensei dice que el aikido es el kotodama, que es la expresión del kotodama, por tanto me he metido de nuevo a fondo en la relación entre la manera de moverse de aikido y las vibraciones. Si se intentan hacer las técnicas tales como las hacía O Sensei, uno se da cuenta de que todos los sonidos están en las técnicas, dentro de cada técnica de O Sensei hay todos los sonidos del kotodama. No hay muchos: son las vocales. Y de acuerdo con esto, he empezado a estudiar cómo hacer la técnica con una vibración.

    Actualmente mi experiencia consiste en cómo comprender esas palabras de O Sensei, por qué dice siempre que el aikido es el kotodama. Para mí, es un sonido que crea una ola, y la ola crea la forma de moverse, y ésta crea la técnica.

    Pero nosotros hacemos lo contrario: se parte de un modo de moverse … el modo de moverse del aikido, tal como lo hacía O Sensei, se ve que son olas, eso no tiene nada que ver con técnicas de jiu-jitsu. Son olas, y si se conocen las vibraciones, se puede ver de eso corresponde a una vibración: a una ola dada corresponde una vibración dada. Ahí hay un sonido con tal gesto, luego un otro sonido con tal otro gesto, y dentro de las técnicas hay todos los sonidos.

    Es lo que estudio actualmente, y dentro de ello, las armas están muy lejos …

    Para regresar a sus comienzos, ¿recuerda Vd. cómo empezó aikido?

    Fue en 1963. Es Noro Sensei quien me hizo empezar … fue muy gracioso. En aquella época, yo estaba en Toulouse, y no había clases de aikido propiamente dicho. Eran los profesores de judo quienes enseñaban aikido. Yo había empezado judo y luego hubo un curso con un maestro japonés. Yo vi aquello, era encantador, era hermoso, él llevaba un hakama blanco y eran movimientos hermosos … Pregunté qué era. – «Es aikido.» Entonces dije que quería practicar aquello. Mi profesor de judo me dijo: «Puedes practicar aikido, pero continúa con el judo.» Y mientras permanecí con él practiqué aikido y judo. También un poco de karate, porque simpaticé con uno de los alumnos que era también profesor de karate. A continuación, por mis estudios, abandoné Toulouse y dejé el judo y el karate pero continué con el aikido. Después, por mi oficio, regresé a París. Ya era profesor, porque cuando estaba en Auvergne, no había aikido, así que pregunté a Noro Sensei si yo podía enseñar, aunque no era más que 1° dan – era en 1967. Me dijo que sí, e incluso vino a hacer un curso a Clermont-Ferrand.

    En París, era la época donde Noro Sensei había dejado el aikido y hacía kinomichi.Nakazano Sensei se había ido a los Estados Unidos: ya no había nadie, Tamura Sensei estaba en Marsella. Yo enseñaba aikido, en esa época era 3° dan, pero ya no quería enseñar más. Conocía bien a Christian Tissier, que estaba en Japón, y a quien [durante sus estancias en París] veía progresar, y me dije que a mi vez yo iría a Japón. Pero como era funcionario, tenía primero que obtener una excedencia sin salario de dos años. La primera vez me fue denegada, y me fui a Marsella. Yo ya no quería ser más profesor, quería ser alumno, y como Tamura Sensei estaba en Marsella, allá fui. Y en ese momento recibí la autorización de marcharme a Japón por dos años. Me quedé en Marsella desde septiembre a enero y partí a Japón en febrero de 1976, y como no regresé dentro del plazo, cambié por completo de oficio. Cuando regresé, en 1981, al cabo de cinco años y medio, decidí ser un profesional del aikido.

    Al partir, el propósito era irme dos años a Japón, porque quería ser alumno de nuevo. Había enseñado aikido muy pronto, porque no había otra solución, no había otro profesor de aikido en la época … y es así como me fui a Japón, que conocí a Hikitsuchi Sensei quien se convirtió en mi maestro, gracias a Peter Shapiro a quien Vds. ya han entrevistado. En Japón, fui lesionado con bastante gravedad en las vértebras cervicales, y fui curado por Peter – así es como conocí el Seitai y el katsugen undo. Yo ya iba a Shingu, en verano, pero en aquella época había el maestro Kishomaru Ueshiba, el maestro Osawa, el maestro Yamaguchi, octavos danes, novenos danes, el maestro Hikitsuchi 10° dan, para mí todos ellos estaban muy alto … La relación, en Shingu, no se hizo inmediatamente. Fue Peter quien me dijo que yo debía ir a estudiar allá. Empecé con el maestro Hikitsuchi, que me dio clases particulares, porque yo no vivía en Shingu, pero cuando yo iba allí él me daba una clase particular con Peter como traductor.

    Y luego un día ocurrió un fenómeno un poco extraño, algo que vino de su vientre y que tocó mi vientre, y me dije: «¡Ah!¡He encontrado a mi maestro!» Y por tanto a partir de ahí, estudié a fondo con él. Peter fue mi guía, ya que él estuvo más de 18 años en Shingu.

    Después, cuando volví a Francia, el aikido se convirtió en mi oficio, y yo hice venir a Hikitsuchi Sensei una decena de veces. Vino a Europa diez veces: a Francia, a España, a Finlandia. Y después él murió, y yo continúo …

    En Japón, también estudié en la escuela de armas Shindo Muso Ryu con el maestro Matsumura.

    El aikido de Hikitsuchi Sensei ¿era muy diferente del de otros maestros?

    No, no muy diferente.

    él era bastante grande …

    No, era pequeño: tenía mi estatura. Parece grande en las fotos, cuando lleva hakama se diría que mide 1m. 80. Era un hombre muy diferente según si se le veía vestido de traje y corbata – se diría un viejecito – o sobre el tatami – se diría que hacía 80 kilos. Si se mira lo que hace Tamura Sensei, su aikido no era muy diferente. Tenía las mismas bases: empezaba el primero, no miraba y no había posibilidad de darle un atemi cuando hacía una técnica.

    Sencillamente, sobre todo cuando el maestro Hikitsuchi venía a Francia, enseñaba con precisión, y nos enseñó a entrenarnos para estudiar todos esos principios.

    Porque el problema está ahí: si no dices a la gente cómo hay que hacer, que marco hace falta para poder estudiar … es tan ilógico. Bueno, es fácil decirle a alguien: «Él te ataca, tú te defiendes, tú utilizas su fuerza …» Se entiende bien. No quiere decir nada, pero uno se queda satisfecho. Pero decir: «Antes de que él ataque, hay que empezar el primero», ¿qué quiere decir eso? Así que él dio un marco. Por ejemplo, se colocaba uno muy cerca del otro, y antes del shomen, se pinchaba al otro entre ambos ojos. Y uno se daba cuenta de que, al hacer esto, de vez en cuando, uno podía guiar al otro. Por tanto, uno mismo se decía que, efectivamente, había alguna otra cosa que la lógica de autodefensa, de poder físico, etc.

    Hikitsuchi Sensei hablaba también mucho de O Sensei, y así es como me interesé en el fundador del aikido, porque sin parar nos hablaba de él. Hacía las oraciones, nos decía: «El mensage de O Sensei es esto». A fuerza de escuchar: «O Sensei, O Sensei», de hacer las oraciones ante el altar, me interesé en el fundador del aikido. No son cosas que se hayan hecho sin más. Es un trabajo. Si me hubieras hecho preguntas sobre el kotodama hace seis meses, no te habría respondido del mismo modo porque eso viene de la experiencia, eso viene del tatami, es decir que yo experimento, y que esta experiencia me permite decir: «He sentido esto, por tanto pienso esto …» He aquí mi dirección de trabajo. Pero éste se basa siempre en primer lugar en el cuerpo.

    Una de las grandes diferencias para mí, es que la técnica de aikido es una herramienta para encontrar lo que es el aikido. Porque se puede decir que actualmente, aparte de O Sensei, nadie ha encontrado lo que es el aikido. Gracias a los textos de Takemusu Aiki se puede tener verdaderamente las explicaciones del fundador sobre su arte. Después, se está o no de acuerdo con ellas, eso es otra cosa, se puede decir que es estúpido y que no tiene sentido …

    La única dificultad, y es por esto que la práctica es muy importante, es que siempre apela a divinidades. Es decir, que siempre, dentro de cada explicación, pone una divinidad. Y habla de las divinidades como si hablásemos entre nosotros. Por ejemplo dice que el dios del viento está dentro de su vientre, está dentro de sus venas, y le dice: «Ueshiba, estoy dentro de tus venas, ¿qué harás ahora?» Es muy sorprendente.

    Lo que es interesante es que si se compara, por ejemplo, con el mundo chino, O Sensei habla de energía que sube por el lado derecho y que vuelve a bajar por el lado izquierdo. Y pondrá ahí dos divinidades, dirá que hay una divinidad para el lado derecho y otra para el lado izquierdo. Uno puede quedarse consternado y no estar de acuerdo. Los chinos, también ellos dicen que la energía sube por el lado derecho y baja por el lado izquierdo, pero sin hablar de divinidades. Eso permite prestar más atención al hecho de que, efectivamente, hay algo que ocurre ahí, e intentar estudiarlo.

    En efecto, cuando uno empieza a sentir el calor que sube por el lado derecho, uno se dice que, efectivamente, hay algo que ocurre, que corresponde a sus palabras, y no se está obligado a ponerle una divinidad. Al comienzo, lo que ha podido bloquear a mucha gente, es que no se ha visto que él describía una experiencia concreta, pero que para explicar su experiencia real, él ponía palabras de la mitología japonesa, porque él estaba empapado de ella, porque era un hombre que nació en 1883, que no tenía ni los conocimientos científicos ni el enfoque que ahora son los nuestros.

    Si se tienen en cuenta estas circunstancias, si se mira bien lo que él cuenta, relata experiencias muy fuertes. Como cuando cuenta su experiencia con el sable, puede parecer extraña, de hecho explica que dura tres semanas, él explica los fenómenos, explica la modificacion de la respiración, no es [algo que dura tan solo] un minuto …

    A mí, lo que me apasiona, es esto. Es por eso que dentro del grupo se hace el shinkokyu, porque con el shinkokyu se puede tener experiencias muy fuertes en el cuerpo. Gracias a Hikitsuchi Sensei, se tenía una explicación de todos los puntos que había que estudiar cuando se hacía esos ejercicios. Dónde están las concentraciones, las palabras que hay que pronunciar, cómo poner las manos, etc. Yo, al principio no sentía nada, pero como era mi maestro … él decía que se hiciera, por tanto yo lo hacía. Luego, más adelante, empecé a sentir, por qué las manos se ponen a moverse a toda velocidad, por qué no hay ninguna tensión, por qué esto se calienta aquí, por qué esto se calienta ahí, por qué el calor sube aquí, por qué esto se pone ardiente aquí, por qué, de golpe, esto se acelera … Esto ha tomado 25 años … Como esto viene del cuerpo … Es verdad que O Sensei conoció fenómenos muy fuertes, y después se ve que él dedicó tiempo para que la técnica se armonice con su vivencia interior.

    Si se miran las técnicas de O Sensei, la evolución es interesante. Irimi nage, por ejemplo, cuando se toma el libro de 1933, hay: shomen, se para el shomen, gran golpe en las costillas, se abre, gran golpe de puño a la cara, se agarra aquí, se derriba. Es simple, se hace kata porque es peligroso. Se mira el vídeo de 1935, ya es un poco diferente: Él baja la mano, el atemi sube aquí. Se mira a continuación la película tomada en Iwama cuando él tenía setenta años, donde está con Saito Sensei, Kobayashi, etc. Allí él entra y guía, y esto vuelve a subir así. Se vuelve a encontrar [el movimiento] pero en lugar del atemi, esto sube, en lugar de agarrar y derribar, esto vuelve a bajar. Por tanto él guía a alguien, aunque mantiene la misma lógica. Después se le ve llamar los shomen, él abre el cuerpo. Y al final de su vida, ya no hay ataque: es él quien aspira al cuerpo del compañero dentro de una especie de ola. Pero siempre es irimi. Uno se da cuenta de que él tiene una capacidad de guiar a la gente y de aspirar que se hace más y más grande. Y de repente sus técnicas se hacen más y más incomprensibles, porque ya no hay nada.

    Haría falta que los practicantes de aikido se interesasen en todo esto. Para mí, las técnicas que hacemos en aikido, la manera de movernos que tenemos, es una manera de moverse que él ha puesto a nuestra disposición para que un día, alguien o algunas personas lleguen a tener las mismas experiencias que él, dentro de la misma percepción del mundo que él. Para mí, y para permanecer neutral y no poner palabras religiosas [yo diría que] las experiencias que él tuvo le llevaron a tener una percepción del mundo que nosotros no tenemos. Y esta percepción del mundo que él tiene, le hace hablar como habla. Y como él mismo dice, lo que él ha encontrado en el budo, otros lo han encontrado en otra parte, pero como es en el budo que él lo ha encontrado, él lo ha preservado para demostrar la veracidad de lo que él vivió.

    Cuando se empieza a hablar del aikido de este modo, las armas ya no son nada en absoluto. Eso se sitúa en otro plano.

    Entonces, ¿qué es el aikido?

    El aikido es … digamos que es el estudio para llegar a vivir los fenómenos vividos por el fundador del aikido, que lo llevaron a lo que él llama «la armonía con el ki que le rodea». Y lo que nos guía en esta dirección es esta base de trabajo: empezando el primero, guiando correctamente al compañero, se le aspira, porque eso pone muchos problemas, pero uno se da cuenta de no se puede alcanzar solamente por la técnica. Y con esto, se empieza a estudiar todo lo que él relata, su vida, el kotodama si se tienen las bases, porque hay que tener las bases para poder utilizar las vibraciones, y actualmente es lo que yo hago: cuando hago una técnica la hago con sonidos, con vibraciones y observo si funciona. Está muy bien hacer esto con principiantes porque como no tienen el cuerpo preparado, es muy interesante. Y funciona.

    Pero Vd. ha dicho que le ha tomado 25 años para sentir eso …

    Sí, pero porque … lo que también busco actualmente es … lo que le falta al aikido, es también un método, porque el problema [(es que)], se tiene bien la forma de moverse de aikido, y aún así ha sido deformada. Pero O Sensei hacía un montón de cosas aparte: todas las oraciones que él hacía, nadie se interesaba en ellas. O como Hikitsuchi Sensei me lo dijo una vez: la oración está hecha para hacer circular el ki. Me dijo que fuese con él al templo, hizo la oración, y dentro de mi vientre se puso caliente. Entonces pensé que la oración era un medio de hacer circular el ki. Por tanto fui liberado [del concepto] de la oración [como] acto religioso con el cual se puede estar de acuerdo o en desacuerdo según sus propias convicciones.

    Y si hubo estas explicaciones … Por ejemplo, Saito Sensei contó en una entrevista que O Sensei fue a hacer un ejercicio y cuando volvió no se podía permanecer a su lado, tan grande era su energía. Pero ¿qué ejercicio había hecho? No se sabe. Esto es tambien lo que falta en aikido: se repite una forma de moverse; en la mayor parte de los dojos se ha dejado los ejercicios que se hacen al comienzo de la clase, que se llaman exactamente chinkon kishin undo, con tori fune, furi tama, etc. Por tanto, ya no hay ni un solo ejercicio para hacer circular alguna cosa en el interior del cuerpo. Y no es porque se vaya a hacer ikkyo o una serie de gestos que llegará el ki. El luchador [(de lucha libre)] hace lo mismo y no habla de ki, el boxeador no habla de ki.

    Si no se crea algo en el interior del cuerpo, se hará una serie de movimientos, que por supuesto hará bien al nivel de las caderas, al nivel del asentamiento, de la estabilidad, de la velocidad. Aportará algo que no está mal, pero no tiene nada que ver con el aikido.

    Y todo eso se ha dejado un poco de lado, es una pena. Para mí, como una vez lo dijo Hikitsuchi Sensei: «Las técnicas de aikido no tienen sentido en sí mismas. Están hechas para conocer el estado del fundador.» Y lo que hacemos está hecho para esto. Y esto exige mucho trabajo y mucho rigor.

    A mí, me hace falta mucho tiempo porque estoy un poco a solas. Estuvo Hikitsuchi Sensei, estoy con Peter, así que trabajamos los dos, pero no hay mucha gente que me ayude. Y en el mundo japonés, no se puede argumentar: siempre está la jerarquía. Sería muy interesante que los maestros japoneses que conocieron al fundador del aikido expliquen lo que sentían cuando estaban con él, cuando eran proyectados. Se podrían tener otras percepciones, pero no se puede argumentar, es una pena. Como con Peter se puede argumentar, nos entrenamos los dos, buscamos, vemos los errores … Has visto a Peter, no es ligero, para aspirarle … Le aspiro y psicológicamente no le domino, es más bien él … porque es él quién me cuidó y curó.

    Es verdad que las experiencias de katsugen undo facilitan el avance en esta dirección. Porque haciendo katsugen undo, el cuerpo se pone a moverse a toda velocidad, uno se pregunta lo que ocurre, y uno no se sofoca, por tanto se acepta que pueda haber en el cuerpo algo más que la musculatura y la capacidad muscular.

    ése es mi recorrido, es lo que yo busco y que me toma mucho tiempo. Por el momento, todavía no estoy satisfecho de lo que hago. Lo que hago a nivel de las vibraciones y del kotodama, no lo enseño. Pero el día que esté satisfecho, y espero alcanzarlo bastante rápido, en ese momento enseñaré cómo he hecho, qué método he utilizado, qué visualizaciones hago, y pienso que mis alumnos invertirán 3-4 años allí donde yo he invertido mucho tiempo. Porque ahora tenemos las películas de O Sensei, tenemos las traducciones de O Sensei, pero cuando yo empecé en aikido, no se tenía nada.

    Siempre se ha dicho que el fundador del aikido no explicaba nada. Entonces nos hemos dado cuenta de que él escribía mucho, que había dado conferencias. Es verdad que cuando se dice que el aikido es la expresión del kotodama, es una explicación que desechas enseguida, porque es tan abstracta.

    Tamura Sensei y otros maestros japoneses han dicho que cuando O Sensei hablaba, no entendían nada de lo que decía …

    Sí, eran jóvenes, debe verse que había 50 años de diferencia entre ellos. Y él hablaba a menudo en el dialecto de Wakayama, por tanto la gente de Tokyo no entendía. Y utilizaba muchas expresiones Shinto, y hay que saber también que, tras la guerra, los jóvenes japoneses no querían ni oír hablar del Shinto, porque el Shinto era el Japón fascista que había hecho la guerra.

    Se pudieron hacer las primeras traducciones de los textos de O Sensei gracias a un japonés, que es un erudito del Shinto, del Budismo, pero también de la filosofía china, y que estudió los textos del fundador del aikido e hizo comparaciones con lo que decían los maestros chinos. Ello permitió ponerlo en un contexto, por ejemplo, mi compañera, que tradujo [los textos] estuvo un poco consternada al principio, porque O Sensei utilizaba el Shinto, y ella no quería [hacerlo], pero gracias a esas comparaciones, aceptó traducirlos. De este modo saltó el bloqueo constituido por el vocabulario de O Sensei, pero es verdad que al principio fue difícil lograr la traducción.

    Otro problema es que muchas personas que conocieron al fundador antes de la guerra murieron en la guerra, y después de la guerra muchos no le siguieron, no aceptaron su evolución. Hay personas como Sunadomari, que todavía vive, Hikitsuchi Sensei, que desgraciadamente falleció, y algunos otros de los que no conozco el nombre en todos los casos, que lo conocieron antes de la guerra y le siguieron tras la guerra. Pero la mayor parte han muerto. Y eso también ha hecho un vacío para nuestra comprensión del aikido. Eso puede explicar por qué ahora se tienen tantas formas de aikido, donde cada uno da su propia interpretación del aikido.

    Para mi, nadie más que el fundador del aikido ha hecho aikido. Nosotros, buscamos descubrir lo que él vivió. Y si algún día alguien lo vive, a su vez él podrá hacer aikido. Hay que decir que era un ser despierto, en alguna parte. He leído un libro escrito por un francés, y se vuelven a encontrar las mismas expresiones que las del fundador del aikido. Ese francés escribe: «Se distingue el cuerpo y el alma, pero de hecho nosotros somos el alma. Es el alma quien está en la base de todas las cosas.»O Sensei dice que el aikido es el estudio del eco de la vibración del alma. Uno se da cuenta de que estas personas tienen expresiones comunes. Él lo encontró en el marco del budo, por tanto preservó ese marco para mostrar que lo que él había vivido era verdad.

    Es difícil escuchar a alguien cuando te dice: «Si hago esto, no es porque soy fuerte, sino porque estoy en unión, en armonía con el ki del universo» … Vd. ha sido proyectado, busca proyectar como él, pero ¿cómo hacer? Ésa es la cuestión. Es normal … al cabo de un cierto tiempo, hay preguntas que se hacen.

    Además, yo no hablo japonés, pero una vez vi a Stéphane Benedetti, quien lo habla y lo lee fluidamente, y al maestro Tamura hacerse preguntas acerca de la traduccion de un texto.

    Es un poco difícil, al principio, empezamos a tener una cierta familiaridad con la manera como O Sensei se expresaba. Pero O Sensei es muy difícil de traducir porque no hay tanta lógica en su fraseología. Hace frases muy largas donde los propios japoneses se pierden: no saben dónde está el sujeto. Y cuando has traducido 10, 20, 30, 50, 100 páginas, en realidad se vuelven a encontrar los mismos temas, se vuelve a encontrar el mismo modo de hablar, luego al cabo de un momento … Es por esto que cuando hicieron la traducción de Takemusu Aiki y me preguntaron qué opinaba de ella, volví a encontrar la misma fraseología que mi compañera [había utilizado] para mi libro.

    A veces, veo traducciones de textos de O Sensei, y digo: «O Sensei nunca habla de este modo.» No es muy preciso, las frases son largas, no están construidas, por tanto para un traductor es algo difícil. Es por eso que ese japonés que hizo todos esos estudios comparativos fue de mucha ayuda. Como es un verdadero erudito que tiene verdadero conocimiento fue capaz de explicar. Esto ayudó a la traducción. Pero a pesar de todo se invirtió más de un año y medio en traducir una veintena de páginas. No se trabajaba todos los días, y cuando se tenían problemas se llamaba a Hikitsuchi Sensei, que enseguida lo explicaba. Teníamos esta suerte de que Hikitsuchi Sensei tenía una verdadera comprensión de O Sensei. Porque él era de Wakayama, entendía su dialecto. Lo grababa todo, era un poco más mayor, le había conocido antes de la guerra y después de la guerra, por tanto tenía este conocimiento. Y por tanto era más fácil telefonearle cuando se tenía un problema y él explicaba. Y en aquel momento mi compañera pudo finalizar la traducción. Pero eso llevó tiempo.

    La trampa en la que se evitó caer, es cuando una frase era correcta en francés, pero que no tenía sentido, era evitar darle un sentido, porque si le damos un sentido la traemos a nuestro nivel de comprensión, y se acabó, ya no tiene más valor. Y lo evité porque yo estaba con Peter, porque nos entrenábamos, y para nosotros lo que era interesante era decir: «O Sensei dijo esto, no entendemos nada, así que entrenaremos y comprenderemos.» Pero sobre todo no hay que transformarlo.

    Ése fue, pues, un trabajo bastante largo, y que sirvió de mucha ayuda. Hasta tal punto que ciertas personas dijeron que las traducciones eran falsas, tanto se escandalizó la gente. La gente decía: «¡Pero eso no es posible!» Pero sí, dijo eso; después, Vds. hagan lo que quieran, son libres.

    ¡Es un camino difícil!

    ¡Sí, pero es apasionante! A mí me apasiona. Aparte de esto también hago mucho chi gong – eso ayuda a comprender: es más fácil con los maestros chinos, no hay mitología. Haces unos entrenamientos y puedes vivir experiencias muy fuertes. Eso es lo que me ha venido con el maestro Hikitsuchi, o con mi maestro de chi gong.

    Es siempre parecido: para mi se construye a partir de experiencias concretas. A partir de esas experiencias uno se dice: «Toma, es posible que sea verdad lo que cuenta, puede ser que eso exista» Si yo no tuviese esas experiencias y Hikitsuchi Sensei no me hubiese aspirado nunca, yo jamás me hubiese interesado en las palabras del fundador del aikido. «El aikido es el entrenamiento de la fuerza atractiva», así, esto no quiere decir nada. Pero puesto que habia una vivencia dentro de mi cuerpo, se me encendió una bombilla. Mi curiosidad fue despertada. Después, uno se pregunta cómo hará: a Vd. le han dado las técnicas, le han dado las explicaciones, Vd. experimenta, observa lo que ocurre, por qué esto va con uno pero no con el otro, Vd. se da cuenta de que siempre es porque Vd. está demasiado duro. [Vd. se pregunta:] «¿Por qué no estoy duro con uno, por qué estoy relajado y no puedo estar relajado con el otro?» Y Vd. se da cuenta de que en realidad es un problema de aquí, y en un momento dado se empieza a calentar ahí … Por tanto cuando el fundador del aikido dice que mientras no hierva ahí, no se puede hacer aikido, Vd. se dice que tal vez se trate de algo concreto. Es por eso que es lento: es un trabajo que viene de una experiencia. Y Vd. no puede hacer esta experiencia más que a condición de tener a su disposición una forma de moverse, unas explicaciones que le permiten seguir esta direccion, de otro modo Vd. hará otras experiencias e irá en otra dirección. Puede que sea por eso, que ahora hay muchas formas diferentes de aikido.

    Le agradezco mucho que nos haya concedido esta entrevista.

    EDITADO (28/05/2010): os pongo el vídeo al que hace referencia la entrevista:
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    humor

    Prototipos de aikidocas

    Esta semana os presento otra nota de humor, esta vez desde Aikido Alcobendas (enlace original):

    Nota: Artículo basado en hechos reales

    El Aiki-Místico

    Suele entornar los ojos al realizar las técnicas, espera encontrar así la comunión con el espíritu de Ueshiba, que, como todos sabemos, basta con entrecerrar los ojos para que nos inunde cual marea arrolladora. Trata de evitar en la medida de lo posible todo contacto con el suelo: sudar es sumamente ordinario y rodar sobre el tatami es rebajarse al nivel del mono. Conoce todas la citas de Ueshiba al dedillo y practica, o eso dice, zazen 5 horas al día. No suele relacionarse con el personal, él no va al dojo para ser vulgar, y beber cerveza con esos degenerados que sólo quieren pasar un buen rato, no, está allí para encontrar su lugar en el mundo y absorber el conocimiento del Cosmos cuando a éste le dé la gana de entender que él y sólo él es digno depositario de dicho conocimiento. Cómo va a hacérselo comprender al Cosmos no lo tiene muy claro, pero seguro que no va a ser relacionándose con gente vulgar.

    No se debe mezclar con el prototipo “currante” si no queremos que su vida sufra un giro radical (o su cuello)

    El Aiki-chino

    Ha visto muchas películas de Bruce Lee y de Jackie Chan de pequeño. Lo habitual es que muchos de nosotros las hayamos visto también, a ver si ahora lo negamos, la diferencia en esta tipología es que pretende realizar aikido del mismo modo. En su momento ha tenido contacto con otras artes marciales cercanas a los circense y su aprendizaje está salpicado de abundantes movimientos atléticos, contorsiones y golpes variados. Es difícil hacerle entender que para realizar aikido no es necesario mover la manos como una bailaora excepcionalmente activa ni dar saltitos de boxeador y que, de momento, las patadas voladoras no son aplicables en su práctica. Suele atravesar momentos de hosco enfurruñamiento cuando le prohíbes terminantemente realizar los kiai como una gata en celo.

    El Aiki-Matón

    Se plantea el aikido como un enfrentamiento continuo y se pasea por el tatami dispuesto a contestar a  cualquier reto. No es el más rápido, ni el más listo, ni el más técnico, pero su mirada, perfeccionada por horas y horas de detenido visionado del exquisito cine de Seagal, te dice “eh, tío, soy el puto amo de esto, ni se te ocurra saludarme porque estás jodido” . Cuando realiza un agarre utiliza todas las triquiñuelas habidas y por haber para dar por culo. Eso sí el parecido entre su ataque y el que debe ser es pura coincidencia . Suelen doblar pronto y darse cuenta que las poses tipo “podría estar en la CIA si quisiera” no funcionan con toda la asiduidad que a ellos les gustaría. No obstante una vez recompuestos de un encuentro con cualquiera de la familia “quebrantahuesos” o “currante” y sacudido el polvo de su keikogi, si no existen daños mayores que a su dignidad, volverá a la caza de algún incauto o incauta Aiki-Pulpo  al que atormentar.

    El Aiki-Pulpo

    Son gente normal y corriente con una única peculiaridad: cuando son sometidos a cierto estrés se transforman… en pulpos, o por lo menos esa es mi teoría ya que si no, no me explico que una  conversación tipo con esta familia de aikidokas sea:

    – Avanza la pierna izquierda…

    Después de una pausa bastante mayor de lo necesario para poseer sólo dos ejemplares de las susodichas extremidades y perder algo de brillo en los ojos, te mira, mira sus piernas, te vuelve a mirar y contesta:

    – ¿Eh?

    ¡Oh, cielos la transmutación se ha producido!, piensas, y entonces, armándote de paciencia, le dices:

    – Tu pierna, la izquierda, muévela hacia delante.

    Nueva pausa. Después de un breve temblor,irremediable e inexorablemente moverá su pierna derecha.

    Los encuentros con su depredador natural el “Aiki-matón” resultan ser catastróficos habitualmente, ya que a más presión empleada más piernas, pies, manos y brazos parecen crecerles.

    El Aiki-Escéptico

    Después de recibir una proyección o una luxación, este tipo de aikidoka, se levanta un poco amoscado y te dice muy serio (se dan casos en los que incluso, los muy desvergonzados, llaman al maestro para hacerles partícipes de su escepticismo):

    – ¿Ya, pero y si te cojo así?

    Nueva proyección o luxación.

    – Um, vale… ¿pero y si ahora antes de que llegues te aplicara una inmovilización tibio-rabadillera y aplicara la técnica Genki Dama (bomba de espíritus) que he observado en el capítulo Nº 3.656.789 de Goku?

    De nuevo le proyectas o luxas (quizás un poquito más fuerte de lo estrictamente necesario).

    Frotándose la articulación dolorida o tratando de encontrar resuello sigue en sus trece y te espeta:

    –  Ya veo, pero… ¿y si nos encontráramos sumergidos a 10.000 metros en un batiscafo y te apuntara con  un magnum 45 que he ocultado en mis calzoncillos? Esta técnica no saldría. Seguro.

    Mira, a tomar por culo, se me agotó el amor. Te conviertes brevemente en un Aiki-Quebrantahuesos y estrellas su anatomía con ganas contra el tatami en la siguiente proyección, a ver si así todas las armas de destrucción masiva que pueda ocultar salen a la luz.

    Normalmente sus dudas le abandonan al mismo tiempo que las lágrimas acuden a sus ojos.

    El Aiki-Compasivo

    En esta variedad suele haber abundancia de chicas, qué queréis que os diga es mi experiencia ya imagino que no tiene porqué ser así siempre, y son practicantes para los que causar el más mínimo dolor o malestar a su compañero les resulta insoportable. Cuando realizan las inmovilizaciones a menudo ponen cara de pena y, si nadie vigila, sueltan mucho antes que uke siquiera haya iniciado el movimiento para golpear el suelo. Si por una casualidad le explicas la luxación y/o inmovilización aplicándosela su compañero, su cara se transmuta de forma que podría servir de modelo a cualquier pintor que quisiera plasmar a la Virgen cuando bajan a Jesús de la cruz. Cuando les dejas se deshacen en excusas si la intervención ha sido a petición suya o por su culpa, incluso aunque no lo haya sido. Si por ellos fuera todas las técnicas acabarían con un besito y/o fraternal abrazo. Son caldo de cultivo para que los “Aiki-Escépticos” apliquen y verifiquen sus más locas teorías o para la desesperación del Aiki-Currante.

    El Aiki-Posturitas

    Nada más entrar en el gimnasio mira a ver si tiene espejo. Los podrás encontrar en todas los dojos mirando disimuladamente su reflejo mientras realizan las técnicas y poniendo posturitas a ver que tal quedan.

    Es para ellos un arcano el hecho de que Ueshiba desarrollase el aikido sin tener un sólo espejo en el dojo.


    El Aiki-Saltimbanqui

    Suelen ser jóvenes y con una gran energía que gastar. Es como intentar hacer aikido con una ardilla atiborrada de anfetaminas: a la mínima que les pones una mano encima para realizar una técnica saltan como si les fuera a atropellar una trailer de siete ejes. Normalmente, mientras realiza su parabólica caída, te miras las manos asombrado por si has adquirido algún poder sobrenatural de improviso.

    Cuando te toca atacar a tí, ya puedes ser el más avezado Aiki – Perezoso que antes de que  puedas explicarle que “mira, chaval, las técnicas hay que estudiarlas pausadamente” ya le tendrás subido a tu chepa golpeándote con todo el ardor de un mandril histérico.


    El Aiki-Parlanchín

    Este tipo de aikidoka suele elegir el tatami para charlar sobre cualquier tema que se le  ocurra, te preguntará por tu trabajo, por tu familia, por tu equipo de fútbol… por lo que sea, el caso es ser “enrrollao”. No confundir con el tipo Aiki-perezoso ya que no lo  hacen por “estudiar la técnica” sino simplemente porque el aikido es para ellos una especie de extensión del Facebook. Lo que mola es conocer gente. Y lo que mola todavía más es cuando les toca practicar con un aikidoka del tipo “asceta” o “pistolero”. En esos casos es que me troncho al intentar verles hacer migas. Si quieres practicar tranquilo suele funcionar fingir una discapacidad auditiva irreparable en el momento del saludo.

    El Aiki-Guerrero

    Estos son los “nasios pa matar”. No les trates de explicar nada porque ellos el  último eslabón de una larga lista de reencarnaciones de samurais, templarios o las dos cosas y están allí para beneficiarnos y dignificarnos con su presencia. Su contacto real con las artes marciales ha sido nulo o meramente testimonial y sin embargo están insuflados por el ardor de su creencia en haber cortado muchas cabezas en alguna otra vida. Realizan las técnicas a su bola y ya seas maestro o alumno no los corrijas, porque se la pela, ellos seguirán realizando una mezcla de aikido, karate, muai thai y pesca con mosca porque les place y así les da derecho su pasado de guerreros superiores. Normalmente son una mutación avanzada del tipo “pistolero”. No son mala gente, pero son muy pesaos.

    El Aiki-Bocop

    En apariencia puede parecer gente normal pero en realidad son mutantes con un dermatoesqueleto que les hace tener  una flexibilidad similar a la de una gárgola artrítica. Deberían llevar escrito en su keikogi en un lugar bien visible y en letras destacadas: PELIGRO no intentar inmovilizar, riesgo de hernia inginal. En determinados casos se da un híbrido entre el Aiki-Bocop y Aiki-Pulpo (lo que se ha bautizado como Aiki-Pulpop o en lenguaje llano “Rompehuevos”) híbrido éste  que hace a muchos maestros buscar la paz en algún lugar remoto y tranquilo como Burundi o Afganistán.

    El Aiki-Perezoso

    Todo debe ser estudiado pausadamente para este tipo. Debemos estudiar los movimientos con calma, nada de correr, ni siquiera de ir a una velocidad normal.  Este tipo de practicante realiza aikido de forma que el un chino de 120 años practicando Tai-Chi parezca un Shaolin increíblemente gimnástico. Nada de apretar. Nada de estrés. Cuando les toca caer, si es que topas con un aiki-perezoso portentosamente atlético, lo harán de forma tan pausada que te preguntarás si por ventura la tierra habrá perdido parte de su masa de repente. Existe un teoría que asocia a los Aiki-Perezosos como evolución defensiva  del Aiki-Pulpo, pero todavía no se ha estudiado en profundidad. No es que sean vagos, no, es que estudian la técnica.

    El Aiki-Currante

    Viene a ser lo que un vigoréxico en  un gimnasio. No emite ni una sola palabra, sus ojos están iluminados por el sagrado fulgor del fanatismo aeróbico y suele entregarlo todo sobre el tatami. No es especialmente colaborador ni especialmente “puteador”, su meta es sudar y lo va a hacer aunque tenga que reventarse los huevos en el tatami. Naturalmente suelen ser los tuyos los que acaban reventados.


    El Aiki-Quebrantahuesos

    Suele ir asociado como subespecie al Aiki-Currante y se caracteriza por emplear una energía inusitadamente violenta para realizar sus proyecciones o luxaciones. Es entretenido observar como sus víctimas, habitualmente Aiki-Matones, recogen sus globos oculares del suelo después de la primera proyección mientras boquean enloquecidamente tratando de hacer que sus pulmones funcionen de nuevo.

    En su versión extrema y más peligrosa se camuflan como Aiki-Perezosos lo que les hace, si cabe, aún más peligrosos: cuando crees confiadamente que todo va a ir como la seda a una velocidad que hace de un perezoso el  Usain Bolt de los mamíferos, te sorprende con una luxación que hace que las lágrimas fluyan de tus ojos en plan “Puente de Madison” o una proyección en la que, después de despertarte, tratas de recordar la matrícula del camión que te ha atropellado.

    Si se os ocurre algo más… estoy abierto a vuestras sugerencias. Por otro lado, espero que entendáis que como toda buena caricatura, he tratado de llevar los rasgos que he ido encontrando a los extremos, pero que todos, pero todos, todos, nos manejamos en cualquiera de estos apartados o tenemos un “amigo” al que identificamos plenamente con alguna de estas familias aikidokiles… ¿o no?

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    Vídeo de Aikido realista

    Muchas veces nos preguntamos si el Aikido es efectivo, si se puede usar en una pelea callejera, etc. Bueno, cada cual que encuentre su respuesta, pero hace poco he visto un vídeo que intenta reflejar un problema real y cómo manejar un ataque de varios oponentes. El montaje es bastante bueno, dentro de lo que cabe, pero sobre todo me gusta porque el tío recibe un par de castañas, cosa inevitable en una situación real. Ya me decís…

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