En el año 1791, el por entonces rey de España, Carlos IV, le ordenó al botánico Antonio José Cavanilles recorrer todos los territorios de la corona hispánica para estudiar detalladamente la flora que en ellos habita. Esta ingente labor que tardó en realizar unos cuantos años, tuvo como resultado la obra Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del reyno de Valencia. Con el título ya puede deducirse que Cavanilles hizo algo más que recoger información sobre plantas. A día de hoy, esta obra sigue siendo una obra de referencia para cualquier estudio botánico o paisajístico.
Ciñéndonos al caso que nos ocupa, sabemos que Cavanilles llegó a Elche durante el verano de 1793. Procedente de Aspe, en su obra queda recogida la primera impresión que tuvo de la urbe ilicitana:
“Cuando se perciben las inmediaciones de Elche, y en ellas aquel bosque dilatado de olivos, precedido de tanto campo cultivado; cuando en el centro de los olivos se ve aquella multitud de empinadas palmas que ocultan los edificios y parte de las torres y cúpulas de la Villa más populosa del Reino, es tanta la sorpresa, tan dulce la sensación, que el espectador desea llegar a aquel nuevo país, para conocer a fondo su valor, su hermosura, sus producciones y habitantes, digno todo de ser escrito exactitud”
Cavanilles cuenta cómo las tierras ilicitanas son regadas por las aguas salobres del Pantano, donde se obtiene mucho aceite, vino, trigo, palmas, dátiles y algodón. También señala los problemas clásicos del agro de Elche, entre los que destaca la falta de agua, causante principal de años con escasez de frutos y poco rentables para sus propietarios. Elogia por ello a estos últimos, apegados a sus terruños y que “no se desalientan, porque conocen la bondad del suelo que cultivan, y saben que acudiendo las aguas, les faltaran graneros para guardar el fruto”.
El autor también trata de forma exhaustiva las características de las palmeras ilicitanas, hablando de su reproducción, la variedad de dátiles y cómo éstas se cultivan en los huertos.
Por otra parte, cifra en 20.000 los habitantes de Elche, añadiendo que la población había aumentado en los cuarenta últimos años.