La enseñanza en la ciudad de Alicante y repercusión de la Constitución de Cádiz

  • ESTEVE GONZALEZ, M.Ángel. La enseñanza en la ciudad de Alicante y repercusión de la Constitución de Cádiz. Revista de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Elche. [en línea]. Elche: Universidad Miguel Hernandez, 2009, número 6 [consulta:25/1/2013]. ISSN 1886-6611. Disponible en: http://revistasocialesyjuridicas.files.wordpress.com/2010/09/05-tm-01.pdf

 

Este artículo nos habla sobre la enselanza en Alicante en el contexto de la Constituciçon de Cadiz, en el cual la ilustración juega una gran baza.

Es un buen artículo que nos sirve para observar como la Constitución de Cádiz aplicaba ideales ilustrados a la enseñanza, dejando fuera ideales aráicos y fuera de la época en que se encontraban.

Antonio Bernabeu, un clérigo anticlerical

  • MOLINA MARTÍNEZ, José Luis. Anticlericalismo y literatura en el siglo XIX. Murcia: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 1998. ISBN: 84-8371-041-2.

Hablar de la Ilustración es hablar, en parte, de anticlericalismo y de laicismo. La liberación de la persona no pasa solamente por la superación de las monarquías absolutas, sino también por la liberación de los poderes despóticos de la Iglesia. No se trata de renunciar a los dogmas centrales del cristianismo libremente aceptados (que también, dado el caso), sino de renunciar al autoritarismo religioso, esto es, a la elitización y estatalización de la religión que se viene produciendo, al menos, desde el neolítico. Hasta aquí, desde luego, la teoría del anticlericalismo. En la práctica, este sirvió muchas veces de disfraz y de coartada a aquellos que, en el fondo, iban detrás de más poder y de más riqueza. En nombre del individuo y de la libertad, le arrebataron gran parte de su poder y de sus propiedades a la Iglesia («quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón») para dárselo después al Estado y al Capital, es decir, a ellos mismos. No otra cosa fue, en esencia, la desamortización de los bienes eclesiásticos.

El libro de José Luis Molina que encabeza este post y que da pie a esta reflexión personal, repasa la historia de la literatura anticlerical decimonónica en España, entendiendo «literatura» en sentido amplio. Véase, a modo de introducción, su índice y algunas páginas de acceso libre. Por buscarle algún defecto, podría decirse que aunque es un libro introductorio y recopilador de gran utilidad, a veces se le echa en falta un lenguaje más fluido y menos esquemático.

En cualquier caso, reproduzco un pequeño fragmento sobre el alicantino y anticlerical Antonio Bernabeu, de quien no sabemos tanto como nos gustaría (pp. 93-94):

Antes y después del Trienio [1820-1823] es importante la actividad del alicantino Antonio Bernabeu (1761-1825), clérigo jansenista (…). «Bernabeu fue anticlerical en cuanto preconizó la reducción de la esfera de la influencia eclesiástica a los asuntos específicamente espirituales» y porque quiso efectuar una reforma en la Iglesia española que «confluía en la laicización de la sociedad» (La Parra, 1984, 124). Pensamos que la continuidad de esta idea hubiera permitido plasmar en la realidad un catolicismo liberal.

Sempere y Guarinos: entre la Ilustración y el liberalismo

  • RICO GIMÉNEZ, Juan. De la Ilustración al Liberalismo: el pensamiento de Sempere y Guarinos. Alicante: Publicaciones de la Universidad de Alicante, 1997. ISBN: 84-7908-356-5.

La relevancia histórica de Juan Sempere y Guarinos (1754-1830) no es en absoluto baladí. Para lo bueno y para lo malo, hombres como él (en su mayoría, aunque también hubo mujeres) contribuyeron con sus ideas y sus acciones a la formación de lo que hoy se conoce como «Estado liberal», régimen político que años después, con mayor o menor fortuna, derivó en el nuestro. Que cada cual, a partir de las obras como la que reseñamos en este post, se forme al respecto su propio juicio y saque sus propias conclusiones ético-políticas. Aquí solamente matizaré, en honor a la verdad aunque no sin cierto ánimo provocativo, el título de este post: entre el despotismo ilustrado y el despotismo liberal.

Por lo tanto, en De la Ilustración al Liberalismo (libro, por cierto, que primero fue tesis doctoral) tenemos sin duda, y no lo digo por adular, la mejor «radiografía» que se haya escrito hasta el momento sobre la vida y la obra de este ilustrado. Por esa razón, quién mejor que su propio autor para introducirnos en ella. A tal efecto, he escogido el que creo que es uno de los fragmentos más representativos e instructivos del libro (pp. 13-17 y 250):

Imagen extraída del libro “La España de la Ilustración (1700-1833)” de Jean-Pierre Almaric y Lucienne Domergue

Después de todo, el siglo XVIII [español] no fue en su conjunto ilustrado. Antes bien, el ideario ilustrado –que no fue homogéneamente compacto al modo de una escuela de pensamiento o ideología-, sólo fue albergado y ejercido por una minoría de hombres y mujeres cultos que no pretendían, por otra parte, socavar de raíz los cimientos del Antiguo Régimen, sino que, en su miopía política, soñaban con racionalizar, modernizar y desarrollar la estructura arcaica y tardofeudal de este sistema, precisamente caracterizada por la resistencia al cambio. Un empeño quimérico ante un problema que sólo tenía dos soluciones, según demostró la historia: el estancamiento o la transformación revolucionaria. (…) Nosotros, bajo la influencia inicial de José Antonio Maravall y la muy directa de Antonio Mestre –que ha dirigido este trabajo como tesis doctoral- hemos estudiado la obra y la vida de un miembro destacado del equipo “golilla” del despotismo ilustrado de Carlos III y Carlos IV. Hablamos de Juan Sempere y Guarinos, de quien hemos analizado la notable producción intelectual que dedicó a los variados temas de la Ilustración (historia, economía, derecho, estética, etc.), así como su labor política como fiscal de la Chancillería de Granada. (…) Todas sus obras, sea cual fuere el tema abordado, tienen la misma columna vertebradora: la argumentación histórica como método para convencer –y justificar- la bondad de un presente, encarnado por el despotismo ilustrado borbónico, que es considerado, a un tiempo, prescriptivo e innovador. (…) En este sentido afirmamos que Sempere sostiene un tipo de conservadurismo ilustrado burkeano que va decantándose, a medida que contempla la evolución política europea y española, hacia un liberalismo creciente y moderadamente asumido.