“La aparición de la música autóctona es imposible de fijar tanto aquí como en cualquier otro lugar, aunque no hay duda de que es un hecho producido, dando lugar a la música propia a pesar de las influencias más o menos lejanas.
[…] lo más hondo y lo más original de nuestra música ha logrado salvarse por la tenacidad de nuestras tradiciones y nuestras fiestas populares, y porque en todo tiempo, desde hace cuatro siglos, ha habido buenos músicos en nuestros pueblos y ciudades, que llevaron a sus creaciones elementos sustanciales de este aspecto de nuestro ser.
[…]
Incluso, la importancia de nuestra historia de la música no radica solo en su valor y expresión localista o provincial, sino en el ansia que nuestros músicos apuntan muchas veces respecto a una creación pura que significa una aportación al nacionalismo y aun a la universalidad del arte, cosa conseguida notoriamente con Oscar Esplà y proseguida con más o menos suerte por muchos otros músicos en las concepciones y formas nobles de sus obras.
[…]
Y bien conocido es el deseo constante de Chapí en colaborar para la consecución de una ópera nacional, coincidiendo con Bretón y Barbieri desde su permanencia en Roma; y sus composiciones de oratorios, óperas y cuartetos, con la vista puesta en una aportación de tipo universalista.
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AGUILAR GOMEZ, Juan de Dios. La Música en la provincia de Alicante. En: Historia de la Musica en la Provincia de Alicante. Segunda edición. Alicante: Gráficas DIAZ, S.L., 1983, págs. 17-18, ISBN: 84-00-05602-7
Este nuevo extracto del capítulo nos ofrece la visión que Juan de Dios Aguilar tenía sobre como ha podido proliferar en el tiempo nuestra música propia, la alicantina. Sabe de buena mano que no habría sido posible sin el esfuerzo de nuestros músicos, desde los más antiguos hasta los recientes, y que en esta labor destacan nombres de músicos como son Oscar Esplá y Ruperto Chapí, de los que hablaremos más adelante.