Éste es más o menos es cartel que he preparado para la apertura de grupo en el Judo Club de Alicante; ha llegado la hora de crecer después de una temporada encerrados en modo <preparar examen ON>.
Hasta aquí nada extraño, todo normal; busca una foto que transmita el objetivo de nuestra escuela, acompáñalo de una cita del Fundador… un momento aquí hay algo raro: que yo recuerde la frase era “controlar al agresor sin producir daños”. Lo compruebo, miro el libro El arte de la paz y efectivamente la frase es “controlar la agresión”.
¡Anda! controlar la agresión… no es lo mismo que controlar al agresor, que es lo que hemos estado haciendo todos estos años (ya vamos para 13). Trabajar sobre la agresión es trabajar sobre la energía negativa del oponente sin tener nada contra él. Automáticamente me viene a la mente la historia que nos contó Tim Demter, alumno directo de Hikitsuchi Sensei:
Cuando Hikitsuchi Sensei me llamaba de uke y me hacía la primera técnica toda mi frustración o mala leche de ese día desaparecía como por arte de magia; con Hikitsuchi Sensei no sentía que me estaba haciendo la técnica a mí sino a mi energía.
Supongo que esto es lo que pasa cuando se le dedica un tiempo a un arte tan difícil: cuando cierras una puerta se te abren 100 ventanas. ¿Ahora cómo demonios vamos a aprender a controlar la agresión? Ya tengo mi pregunta difícil para Diego Sensei el próximo curso en Alicante:
2104 ha sido un año de Aikido intenso, interesante, definitivo. Estamos entrenando en San Blas, en el Dojo de Isabel Fernández (campeona de europa, del mundo y olímpica), tres mediodías a la semana. Si a eso le sumas numerosos cursos con Senseis alucinantes y más de 12 años de práctica el resultado es que comienzas a entender algunas cosas.
Soy bastante malo y patoso practicando Aikido, pero tengo la misma ilusión (o más) que cuando empezaba en febrero de 2002. Aprendo muy lento y sigo repitiendo los mismos errores una y otra vez, a pesar de saber cuáles son y de las correcciones de Diego Sensei y Fernando Sensei. Pero eso no quita que haya aprendido… y que me apetezca compartirlo en el blog:
Los principios son una cosa y las técnicas otra. En el Kumano Juku Dojo tenemos 4 principios irrenunciables: no poner guardias, empezar primero, no mirar a los ojos y no tener aberturas. En 2014 me he dado cuenta de que hay diferentes formas/técnicas que son capaces de cumplir estos principios y que no pasa absolutamente nada si los cada maestro de nuestra escuela tiene una forma distinta de hacer cada técnica. De hecho he empezado a ver detalles nuevos en los vídeos de Hikitsuchi Sensei que en los que no había reparado antes: no hace dos veces la misma técnica, lo mismo hace un movimiento circular que uno más recto. Sus alumnos, que no han llegado todavía donde él llegó, practican o circular o recto, pero mantienen los principios que nos transmitió. Sin embargo solemos discutir en términos “se hace recto” o “se hace circular” y sospecho que aún no hemos entendido lo que nos quisieron decir. Al menos yo. Las discusiones como ésta pueden acabar incluso en grupos enfrentados y separados, una actitud muy poco aikidoca porque no resuelve el problema, no redirige, nadie pivota ni cambia de sentido, ambas partes salen heridas…
No es la técnica es el objetivo. Al principio me fijaba mucho en las formas o en la parte visible de las técnicas. Hasta me permitía el lujo de juzgarlas y decidir qué estaba bien y qué estaba mal. Hacer eso sin saber el objetivo que se persigue con cada técnica es, en mi opinión (y como mínimo), pretencioso; este año me he dado cuenta de que la técnica es una herramienta para conseguir algo y que suele haber diferentes caminos para lograrlo. Por eso hay técnicas distintas y maestros distintos, no una sola técnica correcta y un solo maestro bueno. Antes de conocer a Anno Sensei, Ishimoto Sensei, Hine Sensei, Togawa Sensei o Diego Sensei mi objetivo era tirar al contrario, derrotarlo. Más adelante recibí varias técnicas de estos fenómenos (excepto de Hine al que he visto en acción pero no he podido sentir piel con piel) y recibí información extraña para mí y una sensación nueva: me levantaba del tatami con ganas de más. En 2014 han pasado cosas bastante desagradables en las que he aprendido más que en las situaciones más cómodas; también me he reconciliado con los Aikidos que me gustan menos al darme cuenta que sus objetivos eran distintos a los míos. Hasta ahora estaba en el Kumano Juku España porque mi primer maesto aprendió con Hikitsuchi y luego porque encontramos a Diego Sensei pero ahora he sintonizado con los objetivos y los principios de nuestra escuela y lo tengo más claro que nunca.
Esto del Aikido no va de tirar a la gente al suelo de manera elegante. Una situación real no se parece ni de lejos a lo que hacemos en una clase de Aikido; tampoco vivimos en un mundo donde nos tengamos que jugar la vida semana sí semana no como les pasaba a los samuráis. Pero diariamente nos enfrentamos a agresiones psicológicas que requieren de una actitud especial para poder superarlas: insultos, jugarretas, trampas, mentiras, abusos y robos sin violencia (me refiero a los impuestos, comisiones y abusos con los contratos por parte de las grandes empresas). Es en estas situaciones donde yo veo que el Aikido puede ayudarnos porque te fuerza a centrarte en tu respuesta a la agresión, a no mostrarte violento (no poner guardias), a anticiparte al problema y robar la iniciativa (empezar primero), no caer en las provocaciones o gastar energía vigilando al otro (no mirar a los ojos) y siempre evitando que nos hagan daño (no tener aberturas). Si a eso le sumas otro quinto principio, cosecha de Diego Sensei, redondeamos la jugada: proteger al adversario, evitar que se haga daño, intentar que se dé cuenta de su error, lograr que caiga un enemigo y se levante un amigo.
Estos tres conceptos clave me han ayudado a centrarme más en el sentimiento que se proyecta al hacer la técnica que en la forma de la técnica. De nada me sirve tener una técnica maravillosa si dentro y fuera del tatami proyecto una energía negativa o no aplico el Aikido en mi vida cotidiana. Prefiero tener una técnica mediocre y ayudar a que el clima de la clase sea maravilloso, a los compañeros a sentirse bien, a equilibrar nuestra energía y sentir esa paz interior que hemos notado en algunos maravillosos momentos.
Quiero acabar cada clase con armonía (AI) energética (KI) y que ese equilibrio se extienda a mi vida cotidiana que porque el Aikido es un camino (DO) y no un conjunto de técnicas (JUTSU). Quiero seguir estudiando y aprendiendo El arte de la paz (para mí el mejor libro para entender el Aikido junto con Journey to the Heart of Aikido). Y quiero seguir entrenando con personas tan geniales como las que he tenido el privilegio de conocer gracias al Aikido.
Tomio Ishimoto Sensei, 8º Dan Aikikai Hombu Dojo, Shihan-Bu-Cho del Kumano Juku Dojo y Dojo-Cho del Ida Dojo (prefectura de Wakayama, Japón). Alumno directo de O Sensei y de Michio Hikitsuchi Sensei (10º Dan) es, tras Anno Sensei, el alumno vivo más destacado del Kumano Juku Dojo (Shingu, Japón).
Biografía
Ishimoto Sensei nació en 1944, además del 8º Dan de Aikido es 5º Dan de Masakatsu Bojutsu y 2º Dan de Iaido.
Comenzó a entrenar Aikido a los 17 años en el Kumano Juku Dojo, recibiendo el grado de Shodan (primer Dan) a los 19. Cuando murió O Sensei tenía 25 años.
A los 28, en 1972, inauguró el Ida Dojo, del que es Dojo-Cho. Ida es un pueblecito que está justo enfrente de Shingu, nada más cruzar el río Kumano.
A los 33 recibe su 2º Dan de Iaido y a los 39 el 7º Dan directamente de Kissomaru Ueshiba a instancias de Hikitsuchi Sensei.
En 1989 recibe su 5º Dan de Masakatsu Bojutsu de Hikitsuchi Sensei.
En 2002 recibe el 8º Dan del actual Doshu, Moriteru Ueshiba, también a través de Hikitsuchi, que moriría dos años después.
Mis impresiones
Yo he tenido la suerte de asistir a uno de sus cursos —el primero que imparte fuera de Japón— en España, concretamente el de Palma de Mallorca, y quedé encantado. Su Aikido es sencillo, directo y marcial, casi eléctrico. Su influencia en mi primer maestro, Charly Sensei, es muy grande, hasta un punto que me impresionó y me divirtió a partes iguales (vi un montón de gestos técnicos y no tan técnicos clavados a los que aprendí en mis primeros años en el camino). Está en plena forma, ronda los 70 años y le quedan pilas para rato.
En Mallorca nos contó lo aterrado que se sintió un día que, haciendo de uke para Morihei Ueshiba, le rasgó el keikogi en un agarre. Por lo visto O Sensei, que daba bastante miedo por lo visto, fue muy amable y se lo tomó a risa. Nos contó unas cuantas anécdotas más y bromeó un poco diciéndonos que recibía emails de O Sensei y de Hikitsuchi diciéndole que entrenara duro. Me gustó bastante que no parara de hablar de sus dos maestros, igual que hizo Anno Sensei en Mallorca, por lo que he visto es poco frecuente en el mundo del Aikido.
Hikitshuchi Sensei, en su lecho de muerte, le pidió que acudiera a la demostración pública de Aikido más importante del mundo, la “All Japan Aikido Demonstration”, que se celebra cada año en el BUDOKAN de Tokio. Ishimoto Sensei, abrumado por el honor y la responsabilidad que esto supone, se preparó a consciencia hasta que en 2008 representó al Kumano Juku Dojo en tan magno evento, que por aquel entonces cumplía 46 ediciones.
La importancia de la participación de este maestro se demuestra en el orden de intervenciones, que van de menor a mayor grado hasta llegar a la demostración del Doshu, Moriteru Ueshiba. Bien, los 5 maestros que precedieron al Doshu fueron Hiroshi Tada (9º Dan), Yasuo Kobayashi (8º Dan), Seishiro Endo (8º Dan), Morito Suganuma (8º Dan) y Tomio Ishimoto (8º Dan). Ahí es nada.
Su demostración :
En 2009 y 2013 volvió a participar:
Aquí lo tenemos en una demostración en el Hono Embu de 2008 (de ahí el saludo especial):
Estos vídeos están grabados en el Ida Dojo, donde enseña regularmente Ishimoto Sensei:
Aquí la serie del curso de Ishimoto Sensei en Madrid:
En marzo organizamos el segundo curso de Diego Espinosa Sensei (6º Dan Aikikai Hombu Dojo). Os dejo el cartel que he hecho para la ocasión y el texto que ha redactado Fernando Sensei (2º Dan Aikikai Hombu Dojo y 3º Dan Aikikan):
Me es grato poder enviaros ya el cartel del curso de Aikido que impartirá este año nuestro Maestro Diego Espinosa (6º Dan) en nuestras instalaciones del gimnasio Centro Deportivo Algar en las que impartimos las clases de Aikido.
Este año lo he organizado en Elche y no en el centro de tecnificación de Alicante para ahorrar costes y para que todos aquellos que quieran comer en casa lo puedan hacer. Son tiempos duros para todos y debemos adaptarnos a las circunstancias.
Nuestro Maestro impartirá clase el Viernes, el Sábado y el Domingo.
Planificad ya vuestras agendas para que en Marzo podais asistir a este maravilloso curso de Aikido, el 2º que imparte Diego Espinosa en tierras Alicantinas.
Un abrazo.
Han pasado cinco años. Un lustro. Esta palabra proviene del latín lustrum, que era una ceremonia romana de purificación que se celebraba cada cinco años. Una renovación (en el caso de los romanos del censo).
Un lustro es lo que ha tardado Diego Espinosa en sacarnos lustre, en ayudarnos a purificarnos y renovarnos. No sé cómo decirlo sin que suene a secta pero es la sensación que me llevo después de ver la práctica de los dos grupos hermanos —Elche y Cartagena— este fin de semana durante el quinto curso FuDôShin de Aikido Cartagena.
No se trata de una renovación técnica puesto que las técnicas no cambian demasiado respecto a lo aprendido con Charly Sensei —a quien mando un fuerte abrazo y una vez más agradezco sus enseñanzas— sino de un cambio de actitud. Al quedarnos sin él cuando decidió volver a Asia seguimos practicando solos y sin darnos cuenta descuidamos algo que se percibe perfectamente en los vídeos que conservamos de Hikitsuchi, de Charly, de Clint George, de Ishimoto Sensei y de tantos instructores del Kumano Juku Dojo.
Me refiero a que nos centramos demasiado en los aspectos técnicos guerreros y no seguimos cultivando los espirituales. Nos obsesionamos con las aberturas y la efectividad pero se nos olvidó lo más importante. Alimentamos sin querer a nuestro ego (cómo me sitúo yo, cómo empiezo yo, cómo me muevo yo) y descuidamos al otro, al compañero, al oponente. Se nos olvidó lo que nos decía Charly: que el enemigo lo tenemos dentro.
Ya no hay samuráis, ya no entrenamos para matar o morir. El Fundador se dio cuenta y en 1942 empezó a hablar de la creación de un nuevo Budo, un arte marcial pensado para la reconciliación, basado en el amor al prójimo porque todos somos uno. Le llamó Shin-budo (新武道, shinbudō) o Budo Divino y lo bautizó como Aikido:
El camino del guerrero ha sido mal interpretado como un medio de matar y destruir a otros. Aquellos que buscan la competencia cometen un grave error. Golpear lastimar o destruir es el peor pecado que un ser humano puede cometer. El verdadero camino del guerrero debe impedir la matanza, es el arte de la paz, el poder del amor.
Hace cinco años, cuando conocimos a Diego Espinosa, no veíamos el Budo en su práctica y nos ha costado un lustro entenderlo: el Budo sigue ahí dentro pero se ha vuelto divino: tomamos la firme decisión de no lastimar al otro (uke), preferimos enseñarle que, pudiendo hacerle mucho daño, optamos por no hacerlo. Pero este camino es el más difícil porque requiere una serie de herramientas muy difíciles de adquirir:
actitud serena de no confrontación
centrarte en lo que vas a hacer tú, no enfocarte en la otra persona (por ejemplo no mirar a los ojos)
anticiparse o leer la intención de tu adversario
moverte antes que él para no estar ahí donde el quiere hacerte daño
colocarte en una posición segura (sin aberturas) donde poder trabajar
llevarle a donde tú quieres (fuerza atractiva) para que no se lastime
enseñarle el daño que le podrías hacer
no hacérselo para que caiga un enemigo y se levante un amigo
Diego Sensei está puliendo el diamante en bruto que le dejó Charly Sensei. El diamante está empezando a brillar, aunque sólo un poco, demostrando su potencial. Pertenece a un tipo de joya pequeña y poco vista —somos una escuela diminuta dentro del Aikido— pero está ahí para el que quiera acercarse y admirarla.
Todo se resume en una anéctoda de Nadeau Sensei. En una conversación con el Fundador le dijo:
“Maestro, quiero hacer el Aikido de O’Sensei”.
La respuesta que obtuvo fue:
“Es extraño, debes de ser el único. Todos los demás quieren hacer ‘su’ Aikido”.
Cuando alguien de otra escuela viene a un curso de alguno de los maestros del Kumano Juku Dojo siempre dicen lo mismo: habláis mucho de O Sensei. Es curioso. La frase lo dice todo. Tenemos libros, poemas y miles de frases del Fundador y nadie le hace caso. Bueno, nadie no. Nosotros al menos lo intentamos.
Lo sé, lo sé, el blog está muy parado… la culpa es de otro proyecto personal. Bueno, el caso es que no puedo dejar pasar la oportunidad de anunciar el 5º curso nacional de nuestros hermanos de Cartagena:
Como siempre el maestro será Diego Espinosa, 6º Dan Aikikai y representante español del Kumano Juku Dojo, un sensei magnífico que si no has visto nunca en directo te lo recomiendo. Nos vemos allí.
Cada año se celebra en Japón una exhibición de Aikido donde se puede ver en acción a los maestros más destacados del momento. Este año 2013 se ha organizado la edición nº 51, y nuestro admirado Tomio Ishimoto Sensei (8º Dan, alumno directo de O Sensei e instructor jefe del Kumano Juku Dojo) ha vuelto a participar:
Que yo tenga constancia lo ha hecho al menos en tres ocasiones:
2008: edición nº 46, en decimoctavo lugar después del Doshu
2009: edición 47, en octavo lugar después del Doshu
2013: edición 51, aún no he averiguado en qué posición
Ser el octavo Sensei después del Doshu (2009) es algo muy gordo, hazte una idea de la importancia que tiene este maestro para el Aikikai. Yo he asistido a un curso suyo en directo y es tremendo, divertido, cercano y … de todo. Espero que os guste.
Lo sé, lo sé, la envidia no es sana. Pero es que no puedo evitarlo, necesito, QUIERO hacer ese viaje con Diego Sensei y cada año me pasa algo y lo dejo para el siguiente. De nuevo me prometo a mi mismo que será en 2014 (esta vez pinta mejor, ya tengo algunos cabos atados y si no se tuerce nada —toco madera— y el yen sigue devaluado lo conseguiré).
Una vez más os invito a visitar el blog de Dojocam y leer las crónicas que Dani-San escribe meticulosamente y a altas horas de la madrugada (lo cual no se puede agradecer con palabras) para saborear la magia de estos viajes. Este año hubo representación alicantina: Javi y su novia se unieron al grupo y lo que cuentan me pone los dientes más largos si cabe. Os pongo los vídeos que han preparado para que os hagáis una idea:
De vez en cuando me gusta publicar una entrada con un toque de humor, y muchas veces recomiendo a mis amigos ver alguno de los vídeos, viñetas o textos de la sección humor del blog. Pensando en haceros más fácil el trabajo me he decidido a hacer una recopilación del contenido más gracioso del blog:
Lo tenía medio olvidado hasta que cayó en mis manos un relato en 5 partes sobre el Kumano Kodo, el Camino de Santiago japonés. Me parece importante compartirlo porque ambos están en proceso de hermanamiento y nuestra escuela tiene mucho que ver en ello. No puedo contaros más por ahora, pero prometo que será a bomba.
Empezad por leer el relato, yo cada vez tengo más ganas de ir… y hacer ambos caminos.