1521 La derrota de los agermanados oriolanos

CARRASCO RODRÍGUEZ, Antonio. Una aportación al estudio de las Germanías valencianas: El saco de Orihuela de 1521. Revista de Historia Moderna [en línea]. Alicante: Universidad de Alicante, Departamento de Historia Medieval, Historia Moderna y Ciencias y Técnicas Historiográficas, 1999, nº 17. [Consulta 14 de Enero de 2012 10:03]. ISSN 0212-5862, pp. 219-234.

Disponible en: http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/4773/1/RHM_17_11.pdf

En 1510 Julio II decidió unir las iglesias de Cartagena y Orihuela en una sola bajo el mismo obispo. Este hecho, que en un principio se concibió para hermanar a las dos regiones, acabó siendo el desencadenante de una feroz guerra y un brutal saqueo.
Murcia no estaba de acuerdo con el cambio y decidió, de manera ilícita perpetuar una serie de ataques contra la población de Orihuela, a fin de que éstos reconocieran la superioridad de Murcia.
Tras varias ofensivas murcianas sin éxito, Murcia decide arremeter fuertemente contra Orihuela y el 25 de Diciembre a las órdenes del marqués de los Vélez se cañonea la ciudad provocando graves consecuencias. Los oriolanos reaccionan y contraatacan obligando a las tropas murcianas a retroceder hasta Murcia para protegerla.
Sin embargo preveían un nuevo ataque murciano y se unieron a la Germanía donde fueron ganando poder, hasta convertirse en uno de los principales núcleos de la revuelta.
En un intento de ganarse la voluntad del rey Carlos I, los agermanados oriolanos liberan a las villas de Elche y Crevillente y se las otorgan al rey, pero éste se da cuenta del gran poder de los rebeldes y les ordena el cese de la revuelta. En 1521 comienza  una cruenta guerra en la que los agermanados tuvieron inicialmente grandes victorias pero que termina con la derrota de éstos en el Rincón de Bonanza.

El marqués de los Vélez como venganza, perpetuó un brutal y violento saqueo a la ciudad de Orihuela. Entre las feroces atrocidades que realizó resaltan las condenas a los agermanados a la horca donde después de morir se les descuartizaba, así como robos y asaltos que duraron 30 días.

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