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Segundo viaje

SEGUNDO VIAJE: -GUADALAJARA– Medinaceli – Calatayud – La Almunia- Zaragoza – Igualada – Barcelona-

Como hemos dicho anteriormente, este segundo viaje tiene como finalidad ir en busca del padre ausente, con lo que Felipe, saldrá del Alcázar Madrileño el 17 de Febrero de 1533, con dirección a Barcelona, siendo su primera parada GUADALAJARA.

 

GUADALAJARA Medinaceli – Calatayud – La Almunia- Zaragoza – Igualada – Barcelona-.

 

Guadalajara es una ciudad española, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Está situada en el centro de la Península Ibérica, en la comarca de La Alcarria. Con 77.925 habitantes, es la cuarta ciudad más poblada de la región, tras Albacete, Talavera de la Reina y Toledo.

Fundada originalmente por los íberos con el nombre de Arriaca (quizá signifique río pedregoso, como el nombre árabe, ya que ‘Arriaga’ es pedregal en vascuence), debe su actual nombre a los musulmanes, en árabe, wād al-ḥaŷara واد الحجرة o وادي الحجرة, «río de las piedras» o «valle de las fortalezas»).

Una vez presentado los datos “oficiales “de la ciudad, pasamos a informar de lo que podéis ver en esta ciudad, sobretodo destacando los monumentos. Como a Guadalajara de lo que no le faltan son de monumentos e iglesias, vamos a destacar solo  uno (al azar) y el resto os adjuntamos direcciones de interés, donde lo podéis ver todos y los horarios para poder visitarlos.

 

Palacio de los Duques del Infantado

 

El Palacio del Infantado es un palacio de estilo gótico tardío  que fue mandado construirpor Don Íñigo López de Mendoza, segundo Duque del Infantado a finales del siglo XIV. El Palacio del Infantado, está situado en el mismo lugar que ocupaban las “casas principales” de don Pedro González, primer Mendoza alcarreño. Hacia 1480 el segundo Duque del Infantado, Íñigo López de Mendoza, derribó las antiguas casas de la familia y decidió construir un nuevo palacio por acrecentar la gloria de sus progenitores y la suya.

En 1483 se completó la fachada, poco después el patio y al finalizar el siglo el palacio ya estaba completo en su estructura básica. Al terminar el siglo XV el monumento lucía en todo su esplendor de goticismo, de artesonados y de riquezas. Las trazas se deben a Juan Guas, arquitecto toledano.

 

Por lo que hace referencia a un poco del arte de esta iglesia, podemos decir que su estilo es absolutamente hispano pues aunque parte de la decoración y estructura de balconajes o portadas son de corte gótico de tradición flamenca, otros muchos elementos decorativos y la disposición de vanos en la fachada, incluso el mismo tema ornamental de las cabezas de calvos, son de herencia morisca; es un ejemplo exquisito de lo que ha producido el arte mudéjar. Supera ambos estilos y adquiere el marchamo de estilo mendocino.

La fachada principal, orientada a poniente, es una de las joyas del arte gótico civil. Los elementos decorativos más destacados son unas puntas de diamante en toda la fachada; la última planta, que corona la fachada, presenta una galería corrida de balcones y garitones alternados en cuyo interior se encontraba la sala de lectura de la Biblioteca Provincial (cuando se encontraba en el edificio). Esta sala está decorada con gran sobriedad y clasicismo y rematada con artesonado.

La puerta principal de entrada al edificio se encuentra en esta fachada, pero descentrada, situada en el extremo izquierdo, correspondiéndose con el patio interior. Está flanqueada por dos gruesas columnas cilíndricas que presentan en su intermedio sendos collarines de cordones entretejidos. Sobre la puerta se encuentra el escudo de los Mendoza, sobre éste, casi exenta, aparece la corona ducal y encima de ella en la clave del arco apuntado vemos una celada que mira de frente, como símbolo de ducado soberano y sobre ella aún la corona cívica y un águila mirando al frente. Dos velludos varones sostienen el circular complejo emblemático en qué consiste este escudo. Encerrados en conopiales volutas rematadas en breve florón aparecen veinte distintos escudos que vienen a representar los estados, títulos y señoríos que hasta ese momento estuvieron en poder de la casa de Mendoza.

     PATIO CENTRAL  

 El patio central, llamado de los leones, es de forma rectangular, ligeramente alargada de sur a norte ya que en los lados de levante y poniente aparecen siete arcos, frente a cinco que aparecen tan sólo en los contiguos. Se compone de doble arquería superpuesta, formada de arcos conopiales mixtilíneos en la galería baja; en la galería superior se encuentran arcos similares con un par de entrantes laterales que se complican y quiebran aún más. Las columnas que sostienen la arquería son de orden dórico. Como relleno de los paramentos alzados sobre los arcos se presentan diversidad de temas: las famosas parejas de leones (emblema de don Diego Hurtado de Mendoza), sobre cada columna se alza un escudo, alternando el del apellido Mendoza con el de Luna (todos rematados con la correspondiente corona ducal). A lo largo de la rosca de los arcos aparece tallada una fina y larguísima cartela en la que se encuentra la siguiente frase en caracteres góticos:

 

 

El yllustre señor don yñigo lopes de mendoca duque segundo del ynfantazgo, marqués de santillana, conde del rreal e de saldaña, señor de Mendoca y de la Vega, manda fa (ser esta) portada (año del nascimiento del nro salvado ihu xpo de MCCCCCL) XXXIII años… seyendo esta casa edificada por sus antecesores con grandes gastos e de sumptuoso edificio, se (pu)so toda por el suelo y por acrescentar la gloria de sus proxenitores y la suya propia la mandó edeficar otra vez para mas onrrar la grandeza (de su linaje) año myl e quatrocientos e ochenta y tres años “.

El paramento de la galería superior presenta parejas de grifos alados enfrentados y encadenados.La galería del jardín que construyó hacia 1496 Lorenzo de Trillo consta de doble serie de arquerías, con columnas prismáticas de molduras capitales, decorando sus paramentos con hiladas de arquitos lobulados superpuestos que viene a ser un desarrollo aplanado de los mocárabes utilizados en la fachada principal.

 Eran famosos también los artesonados mudéjares del interior del edificio que desaparecieron durante la guerra civil. Se conservan algunas de las salas bajas que pintores italianos decoraron a fines del siglo XVI por encargo del quinto duque del Infantado. Entre ellas destaca la sala de Crono, con la imagen de este dios y una serie de símbolos del Zodiaco; la gran sala de las batallas, representando múltiples y movidas escenas de la historia militar de los Mendozas. Otra sala magníficamente decorada en sus techos es la de Atalanta en la que aparecen cinco escenas de la leyenda que protagoniza esta diosa junto a Hipómenes, en ella luce una impresionante chimenea de mármol de Carrara obra de los italianos Juan Bautista y Domingo Milanés. Las pinturas de estas salas las realizó el pintor italiano Rómulo Cincinato entre 1578 y 1580.

Sobre este palacio os podemos decir que fue testigo de la boda de Felipe II con Isabel de Valois en 1560, pero esto es otro acontecimiento que ya veremos más adelante.

 

Os adjuntamos las siguientes direcciones:

 

La Web del Ayuntamiento de Guadalajara

http://www.guadalajara.es

 

En esta podeis consultar todos los monumentos e iglesias que hay en Guadalajara.

http://www.guadalajara.es/es/index.asp?MP=63&MS=540&MN=1&TR=C&IDR=140

 

En esta el Ayuntamiento ofrece al turista diferentes visitas guiadas por la ciudad.

http://www.guadalajara.es/es/index.asp?MP=63&MS=549&MN=2

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Segundo viaje

La Ausencia Paterna y su Reencuentro

     Carlos V, el padre de Felipe II, no cesa de viajar, ausentándose de su casa y corte. Cierto, llevando consigo parte de la corte, pero no a la mujer y a los hijos, que poco a poco van naciendo, al chocar amoroso de los cónyuges en los intervalos hogareños del César. Cabe destacar, que la ausencia no había disminuido el hondo cariño de los esposos, algo raro en los matrimonios de Estado.

    Generalmente su ausencia era de tres a cuatro meses, pero en 1529 sería otra cosa. Carlos se disponía a una de sus mayores empresas, al ser Emperador y que sus obligaciones iban más allá de gobernar España. Debía realizar muchos viajes: para ser coronado por el Papa Clemente VII como emperador en Bolonia, posteriormente viaje a Alemania, Viena… en definitiva largas travesías por mar y por tierra, hasta que en 1533, los médicos que atendían al Emperador señalaban su alicaimiento debido a la ausencia de su amada, diagnosticando como solución la compañía de la Emperatriz. Por lo que decidió volver a España, y como el regreso se anunciaba para el mes de abril, había que ponerse en camino. El Emperador llegaría por mar a Barcelona y quería tener allí esperándole a su mujer y a sus hijos.

   De esta manera, Felipe con tan solo 6 añitos (y con una ausencia paterna desde casi los dos añitos) va con su madre y su hermana María a esperar al gran viajero a Barcelona, y es entonces cuando se fija de verdad en su retina la imagen del padre, glorioso y vencedor, el padre que es Rey de Emperadores, el padre que es el primer personaje de la Europa Cristiana, rey de reyes, espectacular en su grandeza.

  En este viaje en busca del padre ausente, Felipe saliendo de Madrid el 17 de Febrero de 1533, (actual residencia el Alcázar Madrileño como ya hemos comentado anteriormente) hasta llegar el mes siguiente  a Barcelona  pasando por:

 – Guadalajara – Medinaceli – Calatayud – La Almunia- Zaragoza – Igualada – Barcelona-.

Vamos a viajar por este mismo  itinerario pero en la época actual.

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Madrid: El Alcázar Madrileño

En el siglo XIV el Alcázar Madrileño empieza a adquirir una cierta entidad debido a las cada vez más frecuentes estancias de los reyes de la dinastía Trastámara. Por lo tanto, la dinastía de los Trastámaras convirtió el edificio en su residencia temporal, de tal modo que, a finales del siglo XV, el Alcázar de Madrid era ya una de las principales fortalezas de Castilla y la villa madrileña sede habitual en la convocatoria de las Cortes del Reino. En consonancia con su nueva función, el castillo incorporó en su topónimo el apelativo de real, indicativo de su uso exclusivo por la monarquía castellana.

 Nuestro protagonista: Felipe II se traslado a este Alcázar desde Noviembre de 1532  hasta el 17 de Febrero de 1533.

El desaparecido Real Alcázar de Madrid estuvo situado en el solar donde actualmente se erige el Palacio Real, en la ciudad española de Madrid. Construido como fortaleza musulmana en el siglo IX, el edificio fue ampliándose y mejorándose con el paso de los siglos, hasta convertirse en palacio real. Pese a ello, siguió conservando su primitiva denominación de alcázar.

La primera ampliación de importancia acometida en el edificio se efectuó en el año 1537, por encargo del emperador Carlos I, pero su aspecto exterior final corresponde a las obras realizadas en 1636 por el arquitecto Juan Gómez de Mora, impulsadas por el rey Felipe IV. Fue residencia de la Familia Real española y sede de la Corte desde la dinastía de los Trastámara hasta su destrucción en un incendio en la Nochebuena de 1734, en tiempos de Felipe V.

Existe una amplia documentación sobre la planta y el aspecto exterior que tuvo el edificio entre el siglo XVI y 1734, cuando desapareció en un incendio: numerosos textos, grabados, planos, maquetas y pinturas. Sin embargo, las imágenes de su interior son muy escasas y las referencias sobre su origen tampoco son abundantes.

Por lo que refiere al incendio como anécdota podemos decir que ocurrió en la Nochebuena de 1734, con la Corte desplazada al Palacio de El Pardo, se declaró un pavoroso incendio en el Real Alcázar de Madrid. El fuego, que pudo tener su origen en un aposento del pintor de Corte Jean Ranc, se propagó rápidamente, sin que pudiera ser controlado en ningún momento. Se extendió a lo largo de cuatro días.

Según el relato de Félix de Salabert, marqués de Torrecillas, realizado días después de producirse el suceso, la primera voz de aviso se dio aproximadamente hacia las 00:15, por parte de unos centinelas que hacían su guardia. El carácter festivo de la jornada impidió que la alerta saltase de inmediato a la calle e, incluso, el toque a fuego de los campanarios fue inicialmente desatendido, ya que la gente «discurría que eran maitines» (rezos de antes del amanecer), en palabras del citado autor. Los primeros en colaborar, tanto en la extinción del fuego como en el rescate de personas y objetos, fueron los frailes de la congregación de San Gil.

Se hizo un ímprobo esfuerzo en la recuperación de los objetos religiosos que se custodiaban en la Capilla Real, además de dinero en efectivo y joyas de la Familia Real. La recuperación de los numerosos cuadros del Alcázar se dejó en un segundo plano, ante las dificultades que implicaba por su tamaño y ubicación a varias alturas y en múltiples salas. De ahí que se perdiera un buen número de las pinturas que se guardaban en el edificio en aquel momento. No obstante, una buena parte de las colecciones pictóricas había sido trasladada previamente al Palacio del Buen Retiro, para preservarla de las obras de reforma que estaban teniendo lugar en el interior del Real Alcázar, lo que las salvó de una probable destrucción.

Extinguido el incendio, el edificio quedó reducido a escombros. Los muros que quedaron en pie tuvieron que ser demolidos, dado su estado de deterioro. Cuatro años después de su desaparición, en 1738, Felipe V ordenó la construcción del actual Palacio Real de Madrid, cuyas obras se extendieron a lo largo de tres decenios. El nuevo edificio fue habitado por primera vez por Carlos III en el año 1764.

Os adjuntamos este video para que podáis ver la evolución del Alcázar:

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Residencias infantiles

Segovia: El Alcázar de Segovia

Felipe II se traslado a Segovia, donde junto a su madre y la corte se hospedaron en el Alcázar de la ciudad desde  Septiembre de 1532 hasta  Octubre de 1532.

El Alcázar de Segovia es uno de los monumentos más destacados de Segovia, que se alza sobre un cerro en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores.

Construido entre los siglos XII y XVI, fue numerosas veces restaurado y ampliado, posiblemente desde Alfonso X hasta Felipe II. A este último se debe su aspecto actual, su “silueta” lo hace único entre los castillos españoles.

En la Edad Media, por su seguridad como por la proximidad de zonas de caza, el Alcázar se convirtió en una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla, en especial de Alfonso X. Fue habitado muchas veces y llegó a ser uno de los más suntuosos palacio-castillos en el siglo XV.

La fortaleza sirvió posteriormente como prisión de Estado hasta que en 1762 Carlos II fundó en Segovia el Real Colegio de Artillería que tuvo su sede en el alcázar. En 1862, un incendio destruyó las suntuosas techumbres de las salas nobles, que pudieron ser reconstruidas fielmente con posterioridad gracias a la existencia de grabados.

 

 

 

La distribución del castillo se articula en dos áreas:

 La exterior con un patio herreriano, foso, puente levadizo y la torre del homenaje las dependencias interiores que incluyen una capilla y varias salas nobles (sala del Trono, de la Galera, de las Piñas, de los Reyes, etc.) que pueden visitarse en la actualidad. Su planta es muy irregular y se adapta al cerro sobre el que se levanta. Destaca la muy bella torre del homenaje, cuadrada con cuatro torreones, estancia cubierta de cañón apuntado y ventanales germinados. Fue levantada por Juan II y en un principio sirvió de sala de armas.

En el interior, los salones y estancias fueron decorados con gran lujo y belleza por pintores y artistas mudéjares. Actualmente, alberga un Museo de Armas y Archivo Militar.

Una vez finalizadas las obras de restauración del Alcázar de Segovia, motivadas por el incendio producido en 1862, por Real Orden de 14 de enero de 1896 se dispuso que por el Ministerio de Fomento se cediera al de Guerra, con destino exclusivo a dependencias del Cuerpo de Artillería, el edificio del Alcázar de Segovia. Por otra de 26 de enero de 1909 se hizo cargo del edificio, una parte del cual estaba ocupado por el Archivo general Militar, el Coronel Director de la Academia de Artillería, en nombre del Arma.  En el mismo tiempo, con la cooperación de las diversas dependencias artilleras, se realizaron, con muy loable deseo, y en la medida que los recursos lo consintieron, algunas obras de restauración, que no tuvieron la continuidad apetecible.

Para remediar esta falta y atender a la costosa conservación del edificio se dispuso la creación del Patronato del Alcázar de Segovia, por Decreto de la Presidencia del Gobierno de 18 de enero de 1951, que establece que el Alcazar seguirá perpetuamente usufructuado por el Ejército y adscrito al Arma de Artillería, de cuyo patrimonio espiritual forma parte. La misión del Patronato es la de regular la utilización del edificio y sus anexos en beneficio del común acervo cultural; la de velar por la conservación, entretenimiento y protección artística antedicha, y la de fomentar todas las actividades e iniciativas relacionadas con su significación.

En 1931 fue declarado monumento histórico artístico. En el año 1953 se creó el patronato del alcázar que es el responsable del museo que se puede visitar en su interior.

 

 

Para más información y para poder ver las exposiciones y actividades vigentes, podéis visitar la Web que os detallamos:

http://www.alcazardesegovia.com/index.htm

 

O si preferís ir directamente  estos son los datos:

PATRONATO DEL ALCÁZAR DE SEGOVIA

 Plaza de la Reina Victoria Eugenia, s/n

 40003  Segovia (España)

 Teléfono  921. 460759  –  921. 460452

patronato@alcazardesegovia.com

reservas@alcazardesegovia.com

 

 HORARIOS DE APERTURA

VERANO                (Abril-Septiembre)             De 10 a 19 h.

 INVIERNO             (Octubre-Marzo)                De 10 a 18 h.

Octubre: Viernes, Sábados : Horario de Verano

Resto Semana: Horario de Invierno                       

          

PRECIOS

ENTRADA GENERAL             4 €

ENTRADA REDUCIDA           3€

TORRE DE JUAN II 2€

VISITA CON GUIA  (Suplemento)      1€

TERCER MARTES DE CADA MES GRATIS. MIEMBROS DE LA U.E.  (EXCEPTO FESTIVOS)

COLEGIOS Y GRUPOS PREVIA PETICIÓN DE HORA

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Residencias infantiles

Medina del Campo: El Palacio de los Dueñas

Felipe II vivio en El Palacio de los Dueñas (Medina del Campo) desde Diciembre de 1531 hasta  Agosto de 1532.

Medina del Campo es una villa española de origen prerromano situada en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, en la provincia de Valladolid, España. Se sitúa en el suroeste de la provincia de Valladolid, de cuya capital dista 52 km. Medina del Campo se encuentra a 721 msnm a orillas del río Zapardiel extendiéndose su término municipal sobre 153 km².

Medina del Campo está considerada como Conjunto Histórico Artístico desde el 14 de octubre de 1978 por conservar un extraordinario patrimonio monumental de la época, presidido por la robusta figura del Castillo de La Mota.

La construcción data del siglo XV, iniciada durante el reinado de Juan II de Castilla, llevándose a cabo importantes reformas bajo el gobierno de los Reyes Católicos, que en 1493 le darían su perfil definitivo. Sin embargo anteriormente la fortaleza había tenido participación en acontecimientos sucedidos durante el reinado de Pedro I de Castilla. César Borgia, que conseguiría fugarse desde una ventana, el Duque de Calabria o Hernando Pizarro sufrirían aquí su cautiverio. Su hermosa portada gótica del Patio de Armas, la escalera de Honor, el mirador de la Reina y la torre del Homenaje con sus artesanados mudéjares, son hoy solemnes decorados para numerosas reuniones culturales, políticas y sociales.

Volviendo a lo que nos concierne, saber que en el casco antiguo brilla una colección de casas nobles, como el palacio renacentista de Dueñas, donde residió nuestro personaje.

 

 

 

El Palacio de los Dueñas es, sin duda alguna, uno de los edificios civiles de mayor calidad artística de cuantos se levantaron en la Medina del Renacimiento. Construido a instancias del primer Consejero de Indias Dr. Diego Beltrán (su escudo de armas es el que preside la portada de acceso) durante el segundo cuarto del siglo XVI, su traza y ejecución corresponde al arquitecto real Luis de Vega, participando en su ornamentación, entre otros, el escultor Esteban Jamete; los maestros de cantería Pedro de la Piedra, Diego de Soba y Aparicio de la Vega; el rejero Cristóbal González, y el carpintero Francisco de la Fuente que es quien realiza los espléndidos artesonados, de los cuales aún subsiste el del zaguán de entrada.

Muerto el Dr. Beltrán, la mansión pasa a manos de su hijo Ventura; posteriormente, al matrimonio formado por Francisco de Dueñas y Mariana Beltrán (nieta del fundador) y, a partir de entonces, a los herederos de su mayorazgo. Alojamiento eventual de reyes -recuérdese la famosa escena de Carlos V, camino de Yuste- y sede provisional de la Chancillería entre 1602 y 1604, fue la última morada, en su destierro, del Marqués de la Ensenada. Ya en nuestro siglo, en el otoño de 1916, los Marqueses de Argüeso adquieren el edificio a los descendientes de los Dueñas con la intención de replantear el patio y la escalera en Madrid, traslado que afortunadamente no llegó a producirse. En diciembre de 1950, el Estado compra el inmueble a los propietarios de entonces, los duques de Sueca, para instalar en él un instituto laboral y desde entonces ha servido como centro de enseñanza. Los testimonios más antiguos que conocemos acerca de su construcción se remontan a 1528 y se refieren a la labra de la puerta del zaguán que da paso al magnífico patio porticado. En abril de 1529 se cierra la fachada de la entonces calle de Santiago, se cubren el zaguán y el piso principal, y, en diciembre de 1530, comienza la construcción de los tejados; en 1533 se labran la mayor parte de las medallas y demás aderezos del patio, y diez años más tarde las obras se dan por terminadas, aunque hay constancia de intervenciones posteriores de reparación, como, por ejemplo, la de las molduras y otros elementos ornamentales del patio en 1581.

 

La planta del edificio es cuadrada, dispone de dos plantas y en uno de sus ángulos se alza una torreta; los vanos de la fachada se cubren, en la planta baja, por buena piezas de forja con forma de celosía. La portada de acceso es adintelada y flanqueada por columnas; el cuerpo superior, rematado con frontón triangular, recoge el escudo de los Beltrán entre dos angelotes y, más arriba, dos bustos en relieve enmarcados por medallones circulares. El zaguán de entrada, cubierto por un extraordinario artesonado, da paso al magnífico patio rectangular porticado de dos plantas, formado por arcos rebajados y columnas que ofrecen bellas decoraciones escultóricas en sus capiteles; una hermosa escalera de tipo claustral nos permite el acceso a la planta noble.

 

 

El patio porticado

El conjunto de medallas dispuestas en las enjutas de los arcos de este patio es un signo de homenaje a la monarquía por parte de sus primeros propietarios, cuyo modelo inmediato hay que buscarlo en la serie similar del palacio de D. Francisco de los Cobos (hoy Capitanía General) de Valladolid, obra del mismo arquitecto y de los mismos escultores. Idealizando sus facciones, van apareciendo de forma sucesiva los bustos de los reyes castellanos desde Fernando I hasta Felipe el Hermoso, ya fallecido cuando se ejecuta la obra. Incomprensiblemente falta Sancho II, y se incluyen los dos reyes de la secesión leonesa, Fernando II y Alfonso el de Badajoz, así como los reyes consortes Alfonso el Batallador, Fernando el Católico y el ya citado Felipe el Hermoso; la ausencia de Dª Juana (+1555) nos da a entender que en momento de terminar el conjunto, la desdichada reina aún no había fallecido.

 Para una lectura correcta de estas medallas, hemos de situarnos en el ángulo más cercano al arranque de las escaleras y, comenzando por la galería del noreste (la más alejada de la entrada principal), recorrer el perímetro del patio en sentido contrario a las agujas del reloj hasta llegar al punto de partida: Los monarcas representados entre los arcos de la planta baja son los reinantes entre los siglos XI y XIII: Fernando I, Alfonso VI, Dª Urraca, / Alfonso VII, Alfonso IX, Fernando II (estos dos últimos, reyes privativos de León y colocados en orden contrario), Alfonso VIII, / Sancho III, Alfonso IX, Enrique I, / Dª Berenguela, Fernando III, Alfonso X y Sancho IV.

Los siguientes se encuentran entre los arcos de la galería alta, pero dispuestos en sentido contrario al que hemos observado hasta el momento; es decir, recorriendo ahora el patio con el sentido de las agujas del reloj, veremos, desde el punto de partida primitivo y de forma sucesiva, las efigies de Fernando IV, Alfonso XI, Pedro I, Enrique II, / Juan I, Enrique III, Juan II, / Enrique IV, Isabel I, Fernando V y Felipe I. Las tres medallas restantes (galería superior del ala noreste) son copias instaladas durante la restauración del patio llevada a cabo entre 1985 y 1986 y representan a los reyes que se encuentran en el pórtico de enfrente, pero con el orden invertido; dichos espacios, según el planteamiento original de la serie, deberían corresponder a Juana I, Carlos I y Felipe II. Conviene recordar que en el antepecho del coro de la iglesia conventual de Santa María la Real de Dueñas pueden admirarse dos medallones ejecutados con la misma traza que los aquí dispuestos.

 

Para poder visitarlo el horario es el siguiente:

De Lunes a Viernes de 9.00h a 14:45h.

Julio y Agosto cerrados.

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Residencias infantiles

RESIDENCIAS DE FELIPE II ( De 1531 a 1533 )

Después de este primer viaje de nuestro protagonista Felipe II, la familia real se asentó en las siguientes residencias reales:

De Diciembre de 1531 hasta  Agosto de 1532 en El Palacio de los Dueñas (Medina del Campo)

De Septiembre de 1532 hasta  Octubre de 1532 en el Alcázar de Segovia

De Noviembre de 1532 al 17 de Febrero de 1533 en el Alcázar Madrileño

Comentar que  durante estos años el padre de Felipe II, no cesa de viajar.

Con lo que en muchos periodos Felipe II convivirá únicamente con su madre y la Corte,  y posteriormente con su hermana María.

Vamos a adentrarnos un poquito más en estas residencias reales.

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Primer viaje

Terminamos el viaje de nuestro príncipe Felipe en Palencia

Iglesia San Miguel
Iglesia San Miguel

Son de destacar los conventos de San Pablo (principios del siglo XIII) y de San Francisco (de estilo gótico). Merecen mencionarse además la Iglesia de San Miguel (principios del siglo XIII), románica, iglesia donde se casó el Cid Campeador; la Iglesia de San Bernardo, con fachada plateresca y la Iglesia Santa Clara, en la que encontramos una imagen del Cristo Yaciente, que dicen que es una momia hallada en aguas del Atlántico.

 

  

En lo alto de un cerro cercano, en la parte norte de la ciudad, está excavada la ermita del Cristo del Otero, de cuya existencia se tiene conocimiento en el siglo XV, y que gozó de gran devoción en la centuria siguiente. En el año 1931 se construyó un Cristo, según el proyecto del escultor palentino Victorio Macho, apreciándose desde varios kilómetros a la redonda. Es de estilo post-cubista y posee una postura hierática que recuerda al arte del Antiguo Egipto. Con sus 30 metros de altura es la estatua de Jesucristo más alta de Europa y una de las más altas del mundo.

 

 

Las festividades de cariz religioso dominan la mayor parte del calendario de celebraciones palentinas: Bautizo del Niño Jesús el 1 de enero (se canta el villancico Ea, de raíces medievales y uno de los más antiguos de España), San Antón el 17 del mismo mes. La Romería de Santo Toribio el 16 de abril (con merienda campestre a base de pan y queso en el Cristo del Otero) y la Romería de San Marcos (25 de abril) son fiestas de rancia solera palentina. 

 

Las patronales de San Antolín (del 2 al 7 de septiembre), pese a su indudable componente religioso, tienen carácter más profano: corridas de toros, actos folklóricos y culturales y verbenas contentan a todos los públicos. 

 

Si necesitamos más información, podemos dirigirnos al

 Departamento de Turismo (Ayuntamiento de Palencia)

Plaza Mayor, 1 Tfno: 979 718 197

www.palencia.es mail: turismo@aytopalencia.es

 

 Departamento de Turismo (Diputación Provincial)

C/ Mayor, 31 Bajo Tfno 979 706 523

www.palenciaturismo.com mail: turismo@dip-palencia.es    (Esta dirección es muy interesante. Tiene varias rutas por la ciudad que podemos escuchar, ver o leer).

 

Oficina de Turismo (JCyL) C/ Mayor, 105 Tfno: 979 740 068

Horario del 01/07/2007 al 16/09/2007 Lunes a Jueves y Domingos de 09.00 a 20.00

Horas, Viernes y Sábados de 09.00 a 21.00 horas

www.turismocastillayleon.comoficinadeturismodepalencia@jcyl.es

 

 Ayuntamiento: Plaza Mayor, 1 y C. Mayor, 7. Tfno 979 718 100.

www.aytopalencia.es
Diputación Provincial: C/ Burgos y Plaza Abilio Calderón. Tfno 979 715 100

www.dip-palencia.es
Junta de Castilla y León: Avda Casado del Alisal, 27 Tfno 979 715 514


www.jcyl.es

 

 

 

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Primer viaje

Seguimos en Palencia

 

La Catedral de Palencia.   El  aspecto exterior de la catedral, con muros austeros y sin una fachada principal propiamente dicha, no anuncia el esplendor de los tesoros de todas las artes y estilos que guarda en su interior. Esta es la causa de que se la llame la Bella Desconocida.

El templo actual se levantó sobre otro anterior. En efecto, los restos más antiguos de edificación, de estilo visigótico, corresponden al siglo VIII y los encontramos en la Cripta de San Antolín. Sobre ella, el rey Sancho III de Navarra impulsó la construcción de un templo románico, del que también quedan vestigios en la misma cripta. La leyenda, representada en los bajorrelieves platerescos de la escalera que baja a la cripta desde el trascoro, dice que: un jabalí perseguido por don Sancho durante una cacería se ocultó en una gruta, que resultó ser la abandonada cripta donde Wamba había depositado las reliquias del mártir san Antolín. El rey no pudo cobrarse la pieza porque su brazo quedó paralizado cuando iba a dispararle una flecha. Tomado como la advertencia de la voluntad del santo, prometió erigir allí un templo si recuperaba la movilidad de su brazo.

 

 

 

El desarrollo de la ciudad y las necesidades del culto condicionaron una posterior ampliación comenzada en 1321, que determina su carácter fundamentalmente gótico, aunque las obras se prolongaron hasta el siglo XVI. Esto explica la paulatina modificación del estilo a medida que la fábrica va tomando altura, y la incorporación de elementos decorativos pertenecientes a etapas bien diferentes de la historia del arte. Incluso nuestro siglo también ha dejado su aportación a través de la restauración llevada a cabo por el arquitecto Jerónimo Arroyo, que añadió una baranda decorativa como remate exterior del ábside y algunas gárgolas. Una de ellas reproduce la figura de un fotógrafo con su cámara, en recuerdo a un popular personaje palentino de su época.

 

El interior de la Catedral fue diseñado según el modelo de la de Burgos. Tiene planta de cruz latina, aunque la ampliación del proyecto original en una segunda fase determinó la inclusión de un segundo crucero, por lo que el templo cuenta inusualmente con cinco puertas. De entre ellas, es la llamada de la Virgen o del Obispo la más profusamente decorada en el exterior. La última parte construida fue la sala Capitular y el claustro, de majestuosas proporciones. Son obra de Gil de Hontañón y actualmente albergan el museo Catedralicio.

 

 

Al elevar la vista en el interior, sorprende la riqueza de las nervaduras de las bóvedas y el triforio, que se va embelleciendo a medida que se acerca al crucero. La diferencia de altura entre la nave central y las laterales permite la apertura de ventanales que aportan luminosidad al templo. El coro tiene una meritoria sillería del siglo XV y un órgano barroco. Se encuentra cerrado por una reja realizada por Gaspar Rodríguez en 1571. Sus laterales son obra de Diego de Siloé e incluyen sendos altares decorados: el de la izquierda representa al Salvador rodeado de los cuatro evangelistas, y es de Vigarny, y el de la derecha tiene imágenes de Juan de Ruesga. El trascoro es todo un ejemplo de arte plateresco en piedra, realzado, además, por el tríptico flamenco de Los Dolores de la Virgen.

 

Son muchas e interesantes las capillas adosadas a las naves laterales. La mayoría fueron financiadas por diversos personajes influyentes, con el objetivo de ser finalmente enterrados en ellas. Entre éstas, es muy popular la de doña Inés de Osorio, en un lateral de la capilla del Sagrario. A sus pies reposa una doncella, como símbolo de fidelidad. La tradición cuenta que se le pueden pedir hasta tres deseos, tirando de la coleta a esta doncella. Otros enterramientos destacables por su decoración gótica son el del abad de Husillos y el del deán Rodrigo Enríquez, hijo del almirante de Castilla.

 

 

 

Todo el templo está enriquecido con importantes obras de pintura y escultura. Por sólo citar algunas, cuenta con una Virgen románica del siglo XIII en el retablo plateresco de la Capilla del Sagrario, tallas de Felipe Vigarny y Juan de Valmaseda, pinturas de Juan de Flandes y un Cristo gótico del siglo XIII conocido como el Cristo de las Batallas.

 

 

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Cuarta y última etapa: Palencia

Cuarta y última etapa del viaje de nuestro príncipe Felipe, cuando éste sólo  tenía  tres  meses:  Palencia.   Esta bella ciudad  es parada  obligatoria, si decidimos hacer un viaje por la comunidad castellano-leonesa. No nos vendrá mal antes de iniciar nuestro viaje conocer un poco de su  Historia.

 

En los primeros años del siglo XI, Alfonso V repuebla Palencia. Poco después, Sancho el Mayor, en el año 1035, restaura su obispado. Palencia no fue ciudad real, sino señorío episcopal. En el año 1208, Alfonso VIII y el obispo Téllez de Meneses fundan la Universidad de Palencia, cronológicamente la primera de España, a pesar de que más tarde fuera cancelada. En la actualidad, no queda ningún resto del edificio histórico de la Universidad de Palencia.

Palencia, capital de la provincia, está situada en la Tierra de Campos, a orillas del Carrión. Tiene una población de casi 80.000 habitantes. Posee industria alimentaría, textil y de la construcción.

 

La ciudad antigua, teniendo por centro la Catedral, tiene sus límites entre el palacio episcopal y la iglesia de San Miguel, entre la Ronda de los Estudios y la calle de los Doctrinos. El centro urbano sigue siendo su porticada calle Mayor, entre los “jardinillos” de la Estación y “El Salón”. La calle Mayor separa la parte de la ciudad antigua mejor conservada (la situada entre ella y el río), de la ciudad moderna, levantada

al otro lado.

 

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Tercera etapa: Cevico de la Torre

                                                                 La tercera etapa del primer viaje antes de llegar a Palencia, fue Cevico de la Torre. Si nos acompañas, podemos conocer un poco de este hermoso pueblo. El origen de su nombre, “Pueblo cercano de la Torre“, le viene de la época de la Reconquista, ya que en esta villa, existía una “Torre” o atalaya para advertir la presencia del enemigo. Torre que se levantó en el montículo donde se encuentra hoy el templo de San Martín.

Posee varias plazas, alguna de sus calles conservan soportales típicos y en varias viviendas existen escudos nobiliarios. Una de dichas plazas es la de la Olma, actualmente muy cuidada, asfaltada y algo ajardinada, donde existió una olma “que dicen que se plantó con objeto de probar a su sombra los mejores vinos del pueblo“.

En ella se encuentra la Casa -Palacio de los Tovar, del siglo XV, siendo el último señor el conde de Oñate, conservándose los escudos de armas de aquellos.

La Iglesia parroquial de San Martín fue construida en el último tercio del siglo XVI, rematadas las obras en 1611 por Bartolomé de la Calzada. Consta de una amplia nave, está asentada sobre un montículo y para llegar a ella hay que ascender 80 peldaños de piedra bien conservada.

Llegó a contar con cinco ermitas, una de las cuales Nuestra Señora de Palacios, fue iglesia de los templarios en la Edad Media. La ermita de Santa Ana fue construida en el siglo XVIII y en su altar los retablos barrocos son de finales de los siglos XVII y XVIII. La ermita de la Virgen del Rasedo fue construida en el siglo XVII. El presbiterio está presidido por una pequeña escultura de la Virgen, de alabastro, del siglo XVI.    

Las fiestas principales que se celebran en este municipio tienen lugar en el mes de mayo y Noviembre, sin olvidarnos de la Semana Santa y la festividad del Corpus Cristhi que cuentan con una gran tradición. Además de las fiestas de San Martín (11 de noviembre) destacan las de la Virgen del Rasedo.

 

 

La dirección del Ayuntamiento de Cevico de la Torre:Plaza  Santa Ana, 1.  CP 34218

Tel: 979 783 021 -Fax: 979 783 021.

Email: ayto-cevicotorre@dip-palencia.es