El alza de la plata y la paridad de la peseta.

Copiamos de El Economista
Continua subiendo el metal blanco cuyo precio ha sobrepasado ya la paridad con el oro aún en los países que, como los Estados Unidos, conservan en toda su virtualidad el patrón oro como sistema monetario.
Todo esto, así como las consecuencias que puede producir y está ya produciendo en nuestro régimen monetario es ya conocido de nuestros lectores.
Pero ahora el telégrafo nos trae una noticia que significa la iniciación de una nueva política monetaria en el mundo, puede ser de enorme transcendencia para España.
Nuestro corresponsal en Nueva York nos comunica que en el Canadá se anuncia oficialmente que a partir del 1º del corriente se modificará la aleación de la moneda de plata canadiense, al fin de que no pueda constituir negocio difundir la moneda de plata para venderla en barras.
Claro está que en Canadá la medida es más urgente, porque allí la moneda contiene 92’50 por 100 de plata fina, proporción mayor que la de los demás países.
En los países en que la moenda de plata circula sólo como divisionaria, porque tienen el patrón oro, la reforma no tiene realmente importancia, como no la tendría que aquí se cambiase la ley de la moneda bronce.
En cambio, en España puede ser de una importancia enorme. Si se cambia la ley mundial de la moneda de plata, como en España tenemos ese patrón, se alteraría de hecho la paridad intrínseca de la peseta con las demás monedas y podría darse el caso de que la par entre un dólar y la pesete fuese, por ejemplo de 4’90 en lugar de 5’19, o que la par del franco fuese 0’90 pesetas.
Y no sólo eso, sino que podría alterarse con frecuencia la ley de la moneda de plata según los precios de dicho metal y entonces nos ocurriría como a esos paises orientales para quienes la paridad intrínseca de su moneda con las demás se fija periódicamente en Inglaterra.
Nos parece que el comentarista del citado periódico profesional va demasiado lejos.
Ni España está en condiciones de refundir y variar la ley de su moneda de plata, ni probablemente lo necesitará.
pero caso de que se alterara, ya lo haríamos en analogía con los demás países y como no es cierto que tengamos el patrón monetario plata, sino que poseemos cuantosísimas reservas de oro, no hay miedo de que Inglaterra llegue a decretarnos el valor ulterior de la peseta.

José Moya, El alza de la plata y la paridad de la peseta, El Heraldo de Alcoy, XXV, (6555):1-2, 03-02-1920.

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