Militante comunista, dirigente de la Juventud Socialista Unificada (JSU) y de la Unión de Muchachas de Alicante durante la Guerra Civil.
Nació en Buendía (Cuenca), se trasladó a vivir a Alicante. Era hermana de Ataulfo Melendo, joven responsable del PCE alicantino. En una asamblea de Unión de Muchachas en 1938 llamó a las mujeres a colaborar con el esfuerzo bélico, criticó que los sindicatos no ofrecieran una ayuda eficaz a las mujeres que se querían incorporar al trabajo, reclamó igual salario a igual trabajo y pidió ayuda al gobierno. Escribió numerosos artículos en la prensa, en especial en los periódicos comunistas Nuestra Bandera y Juventud, animando a las jóvenes a colaborar con las autoridades, a capacitarse y a incorporarse al trabajo: alabó el llamamiento del gobierno a la incorporación de las mujeres al trabajo, porque demostraba no se consideraba a las mujeres como seres inferiores a los hombres (Nuestra Bandera, 5-X-37); en otro reclamó el derecho de las mujeres a trabajar y a desempeñar cualquier profesión desde donde luchar contra el fascismo y construir una futura España (Nuestra Bandera, 11-XI-37).
Desde la Unión de Muchachas, se interesó además por la formación intelectual, física y profesional de las jóvenes, y por la creación de casas-cuna para los hijos e hijas de las trabajadoras. En octubre de 1937 fue nombrada responsable del Secretariado Femenino de la Federación Provincial de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), y fue integrante también de la Alianza Juvenil Antifascista. Intervino en mítines de la Agrupación de Mujeres Antifascistas en la provincia, animando a la lucha antifascista. Se integró en el Comité Provincial del PCE En julio de 1938, se incorporó a la ejecutiva nacional de las JSU, trasladándose a Madrid.
Tras el fin de la guerra, partió al exilio desde el puerto de Alicante en el Stanbrook y vivió en la URSS, donde estudió en la escuela Plániernaya, junto con otros cuadros políticos del PCE. Murió en 1999 en Madrid.
Autora: Mónica Moreno Seco
Bibliografía:
Base de datos de represaliados, Archivo de la Democracia, Universidad de Alicante
Silvia Ramírez Pacheco Pacheco: “Las organizaciones de mujeres durante la guerra civil en Alicante (1936-1939)”, en Instituto de Cultura Juan Gil-Albert: Ayudas a la investigación, 1986-1987, vol. V, Alicante, 1992, pp. 111-123.
Luis Galán, Después de todo. Recuerdos de un periodista de La Pirenaica, Anthropos, Barcelona, 1988.
Teófila Madroñal Iglesias
Nació en Madrid en 1905, en una familia humilde. Se casó con un comunista en 1930. Tras el estallido de la Guerra Civil, fue miliciana del Batallón Leningrado de las Milicias Populares y después de la 1ª Brigada Móvil de Choque de la 46 División, luchó en el frente de Madrid y en la batalla de Guadalajara. Alcanzó el grado de sargento: “las milicianas fueron valientes y el tiempo que permanecieron en el frente cumplieron como los hombres, en ocasiones tuvieron más arrojo que ellos. Las mujeres saltábamos las trincheras como demonios” (entrevista con Antonina Rodrigo). Herida en 1937, fue trasladada a Játiva y después a Alicante. Allí estudió en la Escuela de Enfermeras de Alicante y trabajó como enfermera hasta el final de la guerra. En 1937 en la prensa aparece su nombre en una lista de donantes para la concesión de la Cruz Laureada al General Miaja (Liberación, 11-VI-1937). Su marido murió en el frente. En marzo de 1939 salió de Alicante en el navío Stanbrook hacia el exilio. Estuvo en Orán primero en un centro de internamiento y después sobrevivió gracias a trabajos de costura. Exiliada en diversos países (Francia, Chile, Bolivia), a mediados de los cincuenta se instaló en Uruguay, donde regentó hoteles. En 1976 fue detenida y acusada de colaborar con el movimiento Tupamaro. Murió sin regresar del exilio en 1990.
Autora: Mónica Moreno Seco
Bibliografía:
Base de datos de represaliados, Archivo de la Democracia, Universidad de Alicante
Antonina Rodrigo, Mujer y exilio, 1939, Compañía Literaria, Madrid, 1999, pp. 61-74.
Silvia Ramírez Pacheco Pacheco: “Las organizaciones de mujeres durante la guerra civil en Alicante (1936-1939)”, en Instituto de Cultura Juan Gil-Albert: Ayudas a la investigación, 1986-1987, vol. V, Alicante, 1992, pp. 111-123.
FETE (Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza)
La Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) fue la agrupación de la Unión General de Trabajadores (UGT) de docentes.
El asociacionismo de docentes en España fue creciendo en importancia a lo largo de los primeros treinta años del siglo XX, cuando la escuela pasó a depender del Estado y el personal del magisterio se convirtió en funcionario. Estas asociaciones buscaban un reformismo cultural y social, así como planteaban reivindicaciones económicas y laborales del magisterio. Las primeras agrupaciones integraban generalmente sólo a docentes de una localidad o partido judicial a causa de las pésimas condiciones laborales y económicas que soportaban maestras y maestros. A partir de 1912, se formaron la Asociación General de Maestros (vinculada a la UGT en 1919), la Unión General de Maestros y la Liga de Maestros Rurales.
En abril de 1931 se creó la FETE, a partir de la Asociación General de Maestros. En ella se afiliaron no sólo maestros y maestras socialistas sino también republicanos y republicanas de distintas corrientes. Durante la II República los sindicatos de docentes tuvieron unos objetivos administrativos y económicos comunes: la equiparación salarial con otros funcionarios, organizar actividades para los docentes…
Desde el comienzo de la Guerra Civil, todo el profesorado tuvo que afiliarse a un sindicato para pasar la depuración republicana y cobrar las nóminas. Tanto FETE como CNT colaboraron con el Ministerio de Instrucción Púbica para elaborar el Plan de Estudios para la Escuela Primaria de 1937 y presionaron para conseguir una subida de salario a los docentes dada la carestía de los productos básicos. También ambos sindicatos organizaron campañas educativas en el frente y colonias escolares en la retaguardia.
Por otra parte, a pesar de la guerra, continuaron algunas actividades de formación permanente. Organizado por la FETE se celebró en Novelda, a primeros de junio de 1937, una Semana Pedagógica y otra en Alcoy al mes siguiente.
Las maestras de la provincia de Alicante no fueron muy proclives a la afiliación sindical. Solo tenemos noticia de la integración de 21 maestras en FETE, 14 en UGT, 4 en CNT y 2 estudiantes en la FUE. El número de maestros afiliados era mayor, pero tampoco muy elevado: 79 en total, en su mayoría también a FETE.
Las maestras con alguna responsabilidad en un sindicato eran escasas. Tuvieron cargos en FETE: María Martínez Más, que fue vicepresidenta de FETE en Callosa D’Ensarriá y María Sellés Berenguer, que fue fundadora del sindicato en Alicante. Por lo dicho anteriormente se deduce que ni siquiera dentro del magisterio las mujeres alcanzaron las mismas cotas de representación ni de autoridad sindical durante la II República.
Autora: Isabel Domenech Jiménez