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La Unión. Sociedad Feminista de Resistencia y Socorros Mutuos

Enmarcada en la experiencia del sindicalismo autónomo femenino de corte socialista, La Unión. Sociedad Feminista de Resistencia y de Socorros Mutuos fue creada en Elche en 1900, siendo la primera sociedad autodenominada feminista de la localidad. La Unión estuvo formada principalmente por obreras de la industria alpargatera ilicitana. Así, desde 1901, las primeras reivindicaciones giraron en torno a los bajos salarios, a las diferencias de estos entre unos talleres y otros, y a los malos tratos que cometían los patronos y a sus amenazas de despido ante la negativa de las asociadas de no aceptar una baja remuneración.

Compartía espacio físico con el Círculo Obrero Ilicitano, situándose su sede en el antiguo palacio del Duque de Béjar. Bajo los principios del socorro mutuo, La Unión disponía de un cuadro médico propio, así como de una escuela nocturna. Hacia 1921, La Unión contaba con personal en los barrios Centro, Arrabal y Llano, ofreciendo una cobertura médica casi total en la geografía urbana de la localidad (Semanario Trabajo, 19 de junio de 1921). A los cinco meses de su creación, la sociedad contaría con 1.200 socias.

Fuente: Elaboración propia a partir de la documentación citada

A lo largo de la existencia de La Unión, la Junta Directiva se renovó de forma recurrente de un año a otro. Distintas mujeres ocuparon los puestos de dirección de La Unión, destacando a Amalia Mendiola Blasco como primera presidenta, así como a Antonia Mendiola Blasco, María Amorós Urbán, Francisca Flores García, Amparo Ferrando Lledó, Concepción Agulló Marco, Josefa Fuentes Martínez, María García Ferrero, Asunción Campos Martínez, Teresa Porcel Sánchez o Clara Aznar Rodríguez, asociadas que desempeñaron cargos en la dirección de forma repetida a lo largo de los años.  

Las mujeres de La Unión defendieron discursos que relacionaban la doble opresión por clase y por género, haciendo hincapié en que la mejora de la condición política y económica sería beneficiosa para “el mejoramiento” de la condición de género. El asociacionismo se planteó como la base estratégica de la conquista de sus aspiraciones. Fue a partir de 1903 cuando La Unión adquirió un perfil concreto de carácter de sociedad mutualista dedicada a la cobertura sanitaria y al socorro mutuo entre sus asociadas, siempre enmarcada en los planteamientos de la ideología socialista. Durante el primer tercio del siglo XX las trabajadoras socialistas de La Unión llevaron a cabo sus reivindicaciones a partir de cuatro ejes de identidad: como mujeres, como madres, como trabajadoras y como socialistas. Siguiendo esta línea, fueron reiterativas las referencias a la mujer como persona autónoma, como sujeto de derechos que piensa por sí misma, aunque refiriéndose a sí mismas en ocasiones como “el sexo débil”, una expresión muy frecuente en la época. Así lo evidencian escritos de 1910 como el de Asunción Porcel, socia de La Unión, en un contexto en el que otros escritos como el de Manuela Barceló seguían líneas reivindicativas similares.

Asunción Porcel en Trabajo, 21/05/1910 (Izda.), Manuela Barceló en Trabajo, 10/07/1910 (Dcha.)

El 21 de octubre de 1900 se aprobaba su reglamento y se constituía oficialmente como organización, contando con estatutos propios y una primera Junta Directiva compuesta por Amalia Mendiola Blasco como presidenta, Ángela Asencio Botella como vicepresidenta y Encarnación Gómiz Ripoll como secretaria. La vicesecretaría la ocuparía Antonia Calvo Mendiola, siendo vocales Adela Martínez Quevedo, María García Ferrero, Clara Aznar Rodríguez, Remedios Torres Irles y Josefa Maciá Torres. Tras la aprobación de sus bases, el primer comunicado de La Unión apareció el 27 de octubre de 1900, tratándose de una exposición de principios dirigida a las obreras ilicitanas, que reivindicaba la importancia del asociacionismo femenino, la relevancia de las sociedades de socorros mutuos y sus derechos como mujeres y ciudadanas, recalcando la falta de atención que hasta entonces se les había prestado en espacios obreros eminentemente masculinizados. 

Primer comunicado de La Unión, 27/10/1900

En la prensa, es notable el cambio de nombre con el que la sociedad aparece, pues desde 1900 se constituyó como La Unión. Sociedad Feminista de Resistencia y Socorros Mutuos, aunque ocasionalmente se denominó “Femenina”. 

En junio de 1902, La Unión organizaba su primera huelga. Tuvo lugar en el sector del textil, dirigiéndose contra Francisco Ferrández, uno de los fabricantes más importantes de la localidad. El motivo de la huelga fue la demanda del aumento salarial. En agosto del mismo año actuaron de forma semejante ante el maltrato verbal que seis obreras sufrieron por parte de Cayetano Antón Cascales, el cual fue notificado a la Junta de La Unión, y al enterarse el patrono alpargatero de que su asunto iba a ser tratado, decidió despedir a las obreras. 

En el comunicado emitido con motivo de su segundo aniversario, se celebra el aumento de socias en la sociedad, y se reclama, apelando a los hombres “amantes del progreso”, el acceso de las mujeres a la vida pública, a la ilustración y a la educación. El comunicado concluye con una reafirmación de la importancia de los principios del asociacionismo femenino, la resistencia femenina y la solidaridad obrera. En su tercer aniversario, La Unión publicó otro comunicado en que pone el foco en el llamamiento a las mujeres ilicitanas para lograr su filiación a la sociedad. Además, por acuerdo de la Junta directiva, el 20 de septiembre de 1903, día de publicación del comunicado, las enfermas con derecho a socorro percibirían doble cuantía.  

Para septiembre de 1904, se plantea un incremento de 5 céntimos de peseta en la cuota semanal, elevándose paralelamente la cuantía a percibir por socorro. Además, se celebró una velada conmemorativa en honor al cuarto aniversario, en el salón de sesiones del Círculo Obrero Ilicitano. En 1905, La Unión comenzaba a ofrecer pensiones vitalicias por invalidez y por vejez, modificándose los estatutos para ello. Asimismo, volvieron a incidir en la importancia del asociacionismo y exhortando a las obreras ilicitanas a unirse a la sociedad. 

Al término de 1909, desde La Unión se reivindicó la importancia del asociacionismo femenino bajo principios biológicos, argumentando que la mujer “por su constitución orgánica está más predispuesta a adquirir un sin número de enfermedades que no son comunes en el hombre”, siendo el asociacionismo necesario para prevenir tales inseguridades.

A inicios de 1910 se dio una renovación integral en la composición de la Junta Directiva respecto a los años anteriores, destacando que Francisca Martínez Ibernón ocupó la presidencia, y las hermanas Teresa y Carmen Porcel Sánchez la secretaría y vicesecretaría, respectivamente. En 1910, las sociedades de obreras como La Unión El Despertar Femenino tuvieron una importante presencia en el 1º de mayo, apareciendo sus asociadas en primera fila junto a los miembros del Círculo Obrero Ilicitano. Así, el manifiesto emitido por las distintas agrupaciones socialistas y sindicatos fue firmado por Asunción Porcel en representación de La Unión, y por Francisca Amorós en representación de El Despertar Femenino.  

Fuente: Elaboración propia a partir de la documentación citada
*No se explicita en las fuentes la cifra para el capital a 12/1905; se ha mantenido la cifra anterior (12/1903) para este año

La Unión mantuvo su actividad hasta la Segunda República, funcionando junto a El Despertar Femenino como alternativa o contrapeso al asociacionismo católico que había empezado a desarrollar estrategias de socorros mutuos. 

Autoría: Pablo Navarro Sax

Fuentes:

  • Bibliografía:
    • Aguado, Ana M. (1996). Trabajo, género y clase: Mujeres socialistas, mujeres feministas. Entre la marginación y el desarrollo: Mujeres y hombres en la historia: Homenaje a María Carmen Garcia-Nieto, 199-210.
    • Aguado, Ana M. (2010). Cultura socialista, ciudadanía y feminismo en la España de los años veinte y treinta. Historia Social, 67, 131-153.
    • Gómez Martínez, María Rosa & Monge Juárez, Mariano (2022). El sexo social, orígenes del movimiento obrero y feminista en una ciudad del Mediterráneo occidental: Elche, 1884-1903. Arenal: Revista de historia de las mujeres, 29(1), 75-96. 
  • De archivo:
    • AHME (Archivo Histórico Municipal de Elche), b257: 873
    • AHME, b258: 24, 33, 81, 87, 193, 237, 334, 446.
    • AHME, b259: 451. 

Grupo Femenino Socialista

Según la prensa de la época, el Grupo Femenino Socialista fue fundado en enero de 1932 gracias a la iniciativa de cinco mujeres: Francisca Amorós, Rita García, quien fue la secretaria, Asunción Campello, Clara Rodríguez y Francisca Vázquez. En sus inicios, Francisca Amorós ocupó la presidencia, pero posteriormente tras la muerte de su hijo abandonó el puesto y fue asumido por Francisca Vázquez hasta su disolución. En una columna de un número del periódico semanal El Obrero (n º296, 1932), Vázquez dijo lo siguiente en cuanto al objetivo de las obreras ilicitanas: 

“Deber de toda compañera es el de alistarse a este Grupo y una vez fuerte en número trabajar todos unidos para poder derribar por medio del estudio y la cultura, que son las armas más poderosas, a todos los que con su egoísmo tienen a la mujer esclavizada por creerla de sexo inferior al hombre”. 

Fuentes: Fundación Pablo Iglesias, Cátedra Pedro Ibarra.

Otro de sus propósitos, tal y como afirma este breve texto fundacional, era el de transmitir los ideales propugnados por su maestro Pablo Iglesias. Teniendo presentes estos fines, el activismo de estas mujeres socialistas fue intenso. Según una entrevista realizada a Francisca Vázquez (Francisco Javier Paniagua & José Antonio Piqueras, 2003), el grupo creció́ incluso más que la Asociación socialista ilicitana y, si hubiéramos de destacar un año de la trayectoria de la organización, este es 1934.  En este año, las reuniones del Grupo solían ser semanales. A raíz de las detenciones provocadas por las manifestaciones del 1 de mayo -se encarceló a 27 socialistas, de los cuales 4 eran mujeres-, el Grupo Femenino Socialista, con el apoyo de la socialista alicantina Adelfa Blasco organizó una visita a la ciudad de Alicante con el propósito de realizar una colecta. Finalmente, consiguieron recaudar un total de 858, 95 pesetas, una cifra nada desdeñable para la época. 

Grupo Femenino Socialista en el Huerto del Cura.

Fuente: Cátedra Pedro Ibarra.

Asimismo, sus componentes se encargaron de convocar mítines, como el que tuvo lugar en junio de 1934, con Margarita Nelken y Rodolfo Llopis como invitados. Conviene que valoremos la activa labor de estas mujeres teniendo presentes las sustanciales diferencias entre los fondos electorales del Grupo Femenino Socialista –con una cifra que rondaba las 100 pesetas- y la Agrupación Socialista -que alcanzaba la suma de 4.459, 95 pesetas. 

En diciembre de 1935, el Grupo Femenino Socialista organizó un gran mitin con motivo del IV aniversario de su fundación. En El Obrero se informa de dicha celebración, llevada a cabo en el antiguo Teatro Llorente, colocándose altavoces en los salones del Círculo Obrero de la localidad. El evento, que congregó a una gran masa de asistentes, contó con la participación de los camaradas Ginés Ganga y Rodolfo Llopis, y la diputada por Asturias Matilde de la Torre. Rita García decía lo siguiente: 

“Mucha ha sido la labor que esta entidad ha realizado durante sus cuatro años de vida; pero comparada la actividad que como mujeres socialistas tenemos el deber de realizar, no representa nada, y yo, desde estas mal hilvanadas cuartillas, me dirijo a las compañeras Francisca Amorós, Asunción Campello, Francisca Vázquez, Isabel Caracena y Teresa Vicente, para que por medio de nuestro semanario EL OBRERO llevemos a cabo una intensa campaña de propaganda de lo que en sí representa el Socialismo para la mujer, y que al conmemorar el IV aniversario podamos tener la satisfacción de haber realizado una labor positiva en bien de nuestro ide(a)l y del Partido”.

El Grupo Femenino Socialista tuvo mucha actividad en las elecciones de febrero de 1936, las últimas de la República. Algunas de sus integrantes participaron en varios mítines, como Rita García, Francisca Amorós y Francisca Vázquez y el propio Grupo organizó otros. Asimismo, se hacen llamamientos a la participación política femenina en columnas escritas por componentes del grupo como Francisca Vázquez, quien para cerrar un discurso de concienciación destinado a las mujeres obreras añade: 

“Obreras, de la actitud que vosotras adoptéis ante las urnas depende la libertad de miles de presos y la liberación de vuestra miseria y esclavitud presentes”. (El Obrero, Nº489, 1936)

Según un informe de la Federación Provincial Socialista, en fecha de 23 de febrero de 1938, el grupo estaba compuesto por 300 militantes. Gracias a la correspondencia conservada entre grupo y el Comité́ Nacional del Partido Socialista Obrero Español, conocemos que el día 29 de mayo de 1938 se decide en asamblea la fusión del Grupo Femenino Socialista con la Agrupación Socialista Obrera. Finalmente, el 2 de junio se comunica esta decisión a la ejecutiva del comité́ nacional. 

AUTORÍA

Lorena de los Ríos Aranda

Lucía Tortosa Calet

Pablo Navarro Sax

BIBLIOGRAFÍA

Ors Montenegro, M. (2008). Elche, una ciudad en guerra (1936-1939) . Elche: Llibrería Ali i Truc. 

Paniagua Fuentes, FJ, & Piqueras Arenas, JA (Dirs.). (2003). Diccionario biográfico de políticos valencianos 1810-1823. Valencia: Institució Alfons el Magnànim, Fundación Instituto Historia Social, Centro Francisco Tomás y Valiente, UNED, Alzira-Valencia. 

Fuente El Obrero: 

  • –  03/01/1932, n 296. 
  • –  07/01/1934, n 397. 
  • –  20/05/1934, n 413. 
  • –  27/05/1934, n 414. 
  • –  22/12/1935, n 485. 
  • –  15/03/1936, n 495. 

Asunción Campello Antón

Fuente: Fundación Pablo Iglesias

Natural de Elda y vecina de Elche, nació en junio de 1908.  Trabajó en la industria de la alpargata y fue propietaria de una tienda de comestibles sita en Puerta Morena, en Elche. Desde enero de 1929 formó parte del sindicato de mujeres integrado en UGT “El Despertar Femenino”, y afiliada del PSOE.

En la década de 1930 desarrolló una notable actividad en la vida social y política socialista de la ciudad, especialmente relacionada con las actividades llevadas a cabo en los locales de la Casa del Pueblo.

Fuente: Memoria Digital de Elche. Colección Livia Sempere Campello

En España, estuvo afiliada al sindicato metalúrgico, federado en la Unión General de Trabajadores (UGT). Al finalizar la guerra civil se vio obligada a marchar al exilio, siendo Orán su destino . Allí fue parte de las Secciones de UGT y PSOE en Francia y África del Norte, desempeñando la profesión de alpargatera, la misma que en España.

Fuente: Memoria Digital de Elche. Colección Livia Sempere Campello

El documento del Secretariado de UGT en el exilio muestra la voluntad de Asunción de dirigirse a Elche una vez fuese repatriada, siendo dicho documento original de 1946.

Fuente: Fundación Francisco Largo Caballero. Censo de exiliados de UGT

Marchó de Oran en enero de 1957, trasladándose a Francia. Se estableció en el departamento sureño del Alto Garona, residiendo en la ciudad de Toulouse. Permanecería en suelo francés hasta el 1968, año en el que regresó a Elche. En tiempos de democracia formó parte de la Agrupación Socialista ilicitana, vinculada al PSOE. Falleció en abril de 1998.

Autor: Pablo Navarro Sax

Bibliografía:

María García Ferrández

Fuente: Memoria Digital de Elche

María García fue concejala de Elche y dirigente de Acción Cívica de la Mujer en la ciudad.

Hija de Rafael y Clara, María García nació en Elche el año 1891. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue nombrada edil en febrero de 1925, formando parte de la Comisión Municipal de Beneficencia y Sanidad, cargo que mantuvo durante dos meses. Más tarde, en la II República se convirtió en dirigente de Acción Cívica de la Mujer, desde su creación en Elche el 19 de junio de 1932.

Falleció en septiembre de 1936 en Madrid, años 45 años tras ser asesinada por un cenetista ilicitano.

Acta de Defunción de María García. Fuente: Memoria Digital de Elche

Autora: Desirée Martínez Sánchez

Bibliografía:

 

Ventura Román Calvo

Fuente: Memoria Digital de Elche

Ventura Román Calvo fue una ilicitana miembro de la UGT y afiliada a la Agrupación Socialista de Elche. 

Nacida el año 1891, sus padres fueron Antonia Calvo Mendiela y Pascual Román Antón, el primer alcalde ilicitano de la Segunda República. Junto a sus tres hermanas Concha, Virginia y Antonia, fue al colegio religioso “Les Francesetes” y recibió educación musical.

Tras sus estudios, comenzó a trabajar como bordadora mientras publicaba artículos en el semanario socialista ilicitano Trabajo, en el que defendió ideas anticlericales y hacía propaganda socialista. También participó en funciones teatrales destinadas a actos benéficos. 

En 1912 se casó con Francisco Miñana Antón, con quien tendría a su hija Gloria, quien se convertiría en la primera mujer que se licenció y ejerció la medicina en Elche. Después del nacimiento de su hija en 1913,  Ventura Román falleció a los 22 años por fiebres causadas por el parto.

Su muerte se publicó en el semanario en el que ella colaboraba y en el primer aniversario de su muerte Trabajo le dedicó un homenaje poético. 

Noticia del fallecimiento de Ventura Román Calvo. Fuente: Hemeroteca Digital de Elche

Autora: Desirée Martínez Sánchez

Bibliografía:

Clara Rodríguez Vicedo

 

 Fuente: Memoria Digital de Elche/Elx

Clara Rodríguez Vicedo fue una mujer ilicitana que destacó por su afiliación en el Grupo Femenino Socialista y su militancia en El Despertar Femenino, el primer sindicato de mujeres que se integró en la UGT en Elche en el año 1903.

Provenía de una familia de tradición socialista, pues su padre Manuel Rodríguez Martínez fue alcalde de Elche y gobernador civil de Castellón y Alicante, y su esposo Manuel Serrano Orts fue miembro de la UGT y del PSOE y ocupó cargos como la presidencia del Círculo Obrero Ilicitano y fue segundo teniente de alcalde.

Clara Rodríguez Vicedo y José Piñol Quiles. Fuente: Memoria Digital de Elche/Elx

También participó en la revolución de octubre de 1934, motivo por el cual fue encarcelada durante tres meses y más tarde marchó a Argelia junto a su marido. Años después, en 1936, volvió a Elche y al inicio de la Guerra Civil Española fue una de las pocas milicianas ilicitanas que se presentaron voluntariamente en Madrid para luchar en el frente, junto a otras como Frasquita Vázquez y Carmen Juan Mas.

Clara Rodríguez Vicedo y Francisca Vázquez en el frente de Madrid (1936). Fuente: Memoria Digital de Elche/Elx

Cuando acabó la guerra se vio obligada a huir al exilio y no se conoce más de su vida.

Autora: Desirée Martínez Sánchez

Bibliografía:

Francisca Amorós Marco

Francisca Amorós Marco. Fuente: Memoria Digital de Elche/Elx

Nacida el 28 de junio de 1875 y de profesión alpargatera, Francisca Amorós fue una de las fundadoras de El Despertar Femenino, el primer sindicato de mujeres que se integró en la UGT en Elche en el año 1903, del cual se convertiría en presidenta, al igual que lo sería de La Unión. Sociedad Femenina de Socorros Mutuos, una agrupación vinculada al sindicalismo socialista.

Posteriormente, militó en UGT y se convirtió en presidenta del Grupo Femenino Socialista de Elche en 1932, durante la II República, aunque debido al fallecimiento de un hijo tuvo que ser sustituida por Frasquita Vázquez. 

Durante la Guerra Civil se convirtió en administradora del Hospital Municipal de Elche, desde el 27 de abril de 1938. Finalizada la guerra, fue detenida y apresada. Tras este hecho, no se conoce si continuó relacionándose con el sindicalismo y la política. Falleció el 14 de diciembre de 1966 en Elche.

Autora: Desirée Martínez Sánchez

Bibliografía:

Milagros Pelegrín Bañuls

Milagros Pelegrín fue una militante ilicitana de Unión Republicana y presidenta de la Agrupación de Mujeres Antifascistas de Elche, una organización creada en 1936 e impulsada por el Partido Comunista, pero con participación de mujeres de diferentes ideologías de izquierda.

En Unión Republicana, consiguió ser secretaria del partido en Elche, puesto desde el cual promovió la confección de ropa para llevar a los combatientes en el frente durante la Guerra Civil. En relación con ello, en septiembre de 1936, junto a otras militantes republicanas como Matilde Iborra y Antonia Castellano, partió a Madrid para proporcionar miles de prendas de abrigo al Batallón Martínez Barrio. 

Propaganda de Unión Republicana pidiendo participación para el Batallón Martínez Barrio.

También colaboró, desde el 22 de junio de 1938 hasta el 10 de agosto del mismo año, en el gobierno de Elche como consejera municipal de su ayuntamiento, en los departamentos de Plazas y Mercados y Beneficencia y Sanidad, cargo que compaginó con el de cocinera en el Hospital Municipal de Elche. Quiso acceder al puesto de inspectora de enfermeras del hospital, pero no lo consiguió.

Cuando la guerra acabó, Milagros Pelegrín permaneció presa durante un mes y aunque no llegó a ser castigada, desde ese momento y hasta su fallecimiento, dejó de tener actuación política. 

Autora: Desirée Martínez Sánchez

Bibliografía:

  • Ors Montenegro, M. (2010). Pelegrín Bañuls, Milagros. Memoria Digital de Elche. Universidad Miguel Hernández (Elche). Disponible en: https://www.elche.me/biografia/pelegrin-banuls-milagros
  • Ors Montenegro, Miguel (2008). Elche, una ciudad en guerra, 1936-1939. Elche: Ali i Truc.
  • Pelegrín Bañuls, Milagros. Archivo represaliados en Alicante. Disponible en: https://apss.veu.ua.es/archivo_represaliados/records/14618

Gregoria Lozoya Lag

Nacida el año 1908 en Cehegín (Murcia), Gregoria Lozoya Lag fue dirigente comunista durante la Guerra Civil española en Elche y formó parte del grupo de mujeres que se integraron en el Consejo Municipal por primera vez en la historia de la ciudad, junto con otras comunistas como Josefa Pastor, las republicanas Matilde Iborra y Milagros Pelegrín o las socialistas Francisca Vázquez y Rita García.

Como consejera del municipio, Lozoya formó parte de las comisiones de Agricultura, Festividades, Beneficencia y Sanidad, y Plazas y Mercados. También tomó la palabra en los plenos del ayuntamiento para, por ejemplo, reclamar que se sancionaran duramente los robos en el campo, e intervino en actos políticos tales como una obra teatral en favor de los combatientes organizada por la Agrupación de Mujeres Antifascistas (el 29 de febrero de 1938) y a una conferencia sindical convocada por el Partido Comunista (el 17 de marzo de 1938). 

Posteriormente, el 14 de septiembre de 1938, fue sustituida en el cargo por Antonio Moll Máñez, y un mes más tarde volvía a ejercerlo formando parte de nuevo del Consejo Municipal, esta vez convirtiéndose en secretaria de organización del partido comunista tras reemplazar a José Ruiz Quirant. 

Su última intervención en un pleno ocurrió en 1939, cuando pidió la creación de comedores infantiles para los hijos e hijas de los soldados activos en la guerra y que se atendiera también a las madres que estuvieran trabajando.

Poco tiempo después, a causa del golpe de estado del coronel Segismundo Casado, algunos militantes comunistas fueron llevados a prisión y Gregoria fue uno de ellos. Posteriormente, el gobernador civil de Alicante, el socialista ilicitano Manuel Rodríguez Martínez, consiguió que dejaran en libertad a los presos y pudieron marchar al exilio en el buque Stanbrook en dirección Orán (Argelia) el 28 de marzo de 1939, lugar en el que Lozoya fallecería solo un mes después.   

Noticia de la muerte de Gregoria Lozoya en la prensa de Orán (1939). Fuente: Memoria Digital de Elche/Elx

Autora: Desirée Martínez Sánchez

Bibliografía:

Acción Cívica de la Mujer

La Acción Cívica de la Mujer (ACM) era la denominación de las agrupaciones femeninas del partido conservador Derecha Regional Agraria durante la Segunda República. Fue muy activa en torno a las elecciones de 1933; en ese momento, entendía la participación política de las católicas como un sacrificio temporal, que les hacía abandonar sus deberes “naturales” de madre y esposa, pero muchas veces también como un derecho, en defensa de la religión, la familia y la patria frente al laicismo. La ACM publicó diversos manifiestos exponiendo sus objetivos, como el siguiente, de Cocentaina:

 

“Primero. Intervención política de la mujer: por la emisión del voto, por la propaganda, por el recurso a las autoridades, por la cooperación social, justa y legítima.

Segundo. Salvaguarda, defensa y afianzamiento de la familia y del matrimonio según las enseñanzas de la Santa Iglesia católica.

Tercero. Sostenimiento de los derechos naturales y cristianos de los padres de familia respecto a la educación, instrucción y profesión de sus propios hijos.

Cuarto. Acción moralizadora de las costumbres cívicas, particularmente sobre espectáculos, lecturas, trato social y familiar y enseñanza profesional femenina.

Quinto. Protección especial a la niñez, a la mujer que trabaja y a la pobre, desvalida o enferma.” (El Día (Alicante), 2 de marzo de 1933)

 

La ACM estaba extendida por numerosas localidades de la provincia, como Alcoi, Villena, Cocentaina o Castalla, entre otras, aunque destacó el dinamismo del grupo de Elche, dirigido por María García Ferrández desde su aparición en junio de 1932.

Las integrantes de la ACM desarrollaron numerosas actividades políticas: repartieron propaganda y organizaron conferencias para mejorar la formación política de las mujeres. Además, estuvieron presentes en mítines de la DRA, como asistentes y oradoras. También enviaron telegramas de protesta a las autoridades, en contra de la política laicista del gobierno.

En 1933, en Beniaya (del municipio de Vall de Alcalá), seis de sus militantes fueron acusadas de “proferir gritos subversivos contra el régimen” y encarceladas en Pego, al negarse a pagar las multas impuestas por las autoridades (El Día, 14 y 16-VIII-1933); entre ellas, Rosa y María Caselles, que después de ser excarceladas participaron en un mitin de propaganda política en Pego (Las Provincias, 18-X-1933). En la campaña electoral de noviembre de 1933, estalló un petardo en el local de la ACM de Elche, causando desperfectos (El Debate, 22-X-1933).

Las Provincias, 18 de octubre de 1933.

La victoria de las candidaturas conservadoras en las elecciones de finales de 1933 hizo que a partir de entonces la ACM reorientara su interés a la acción social y benéfica. Por ejemplo, en 1934 la agrupación de Villena informó de que estaba organizando clases de formación religiosa y doméstica para mujeres (Las Provincias, 14-III-1934). No obstante, a veces continuó su acción política. A finales de 1935, se celebró en el local de la ACM de Elche un acto “de afirmación derechista” (El Debate, 19-XI-1935). Dicho local fue incendiado en unos disturbios que tuvieron lugar en abril de 1936, junto con otros edificios como el casino o la sede del Partido Nacional Agrario (El Día, 1-IV-1936).

En la agrupación de Elche, según Patria, la inauguración de Acción Cívica contó una desbordante afluencia, señalando que media hora antes de que María Sánchez Serrano, vicepresidenta de la agrupación, diese por comenzada la velada, el local se encontraba ya abarrotado, llegando a quedarse algunas personas fuera del local, pues “el acceso era materialmente imposible”. El semanario ofrece una relación del discurso de Enriqueta, duramente crítico con el “absolutismo” de Manuel Azaña, su intento de control de los “sentimientos de los españoles”; sumamente beligerante con el divorcio como “desgracia nacional” que cabría destruir “para dignificar el matrimonio y particularmente a la mujer”. A su vez, recordó las pasadas glorias que impregnaban el imaginario nacionalista español, tales como la relación de la Cruz que “hizo grande a España”, o mentó frases de los Reyes Católicos, sacando también a colación a la heroína
Agustina de Aragón como modelo “a imitar por todas las mujeres españolas. (Patria, 19-VI-1932).

Diario patria sobre ACM
Semanario Patria, 25 de junio de 1932.

Autoría: Mónica Moreno Seco, Pablo Navarro Sax

Bibliografía:

GUTIÉRREZ LLORET, Rosa Ana, “¡Hagámoslo por Dios y por la Patria! La organización de las mujeres católicas en las elecciones de noviembre de 1933”, Historia Constitucional, 19 (2018), pp. 251-285.

MORENO SECO, Mónica, “Ciutadanes: les dones durant la Segona República al País Valencià”, en Aurelio Martí Bataller (eds.), Història de la Segona República al País Valencià, Alfons el Magnànim, Valencia, 2022, pp. 311-340.

MARTÍNEZ LEAL, Juan. (2005). Los socialistas en acción: La II República en Elche (1931-1936). San Vicente del Raspeig. Publicaciones de la Universidad de Alicante, p. 77.

Patria, 25-VI-1932. Disponible en Hemeroteca Digital de Elche: http://aplicaciones.elche.es/hemeroteca/download.aspx?id=2085