El suceso de Bigastro
Acerca del sangriento suceso entre barcalistas y trinistas hemos recibido hoy nuevos detalles que difieren muy poco de las primeras noticias: todas las versionas incluso algunas de carácter oficial, parecen coincidir en que la agresión partió de los barcalistas.
En efecto. Los elementos trinistas habían organizado una especia de gira a los alrededores de pueblo en una finca denominada <La Rambla>, para celebrar el triunfo en las elecciones municipales.
Un grupo de barcalistas hallábase en el barrio llamado del <Sepulcro> y cuando los trinistas regresaban de su excursión, encontráronse con aquellos.
De uno y otro bando partieron calurosos vivas y mueras, que degeneraron luego en injurias: sobrevino así la lucha.
Ambos grupos se acometieron furiosos con palos y armas de fuego sembrando el pánico por todo el pueblo.
El alcalde acudió a imponer la paz pero fué recibido a tiros y con esto basta decir que no se le prestó obediencia ni logró calmar los ánimos.
En vista de ello reclamó urgentemente el auxilio de la Guardia civil: acudieron fuerzas de orihuela y Jacarilla, que lograron restablecer el orden.
Practicáronse en los primeros momentos las detenciones siguiente: Juan José Lorente Esquiva, Joaquín Guilló Guirao, Juan y Antonio Arpe, José Marco Espinosa, Antonio Pomares Torres, José Esquiva Martínez y José Hernández Chittere.
Hasta ahora se conocen los nombres de los heridos siguientes:
Por arma de fuego: Valentín Gravero Belmente, Joaquín Alver Ortuño, Manuel Martínez Alcocer y Francisto Alvar Ortuño. Todos de pronóstico reservado.
Según los informes del alcalde de Bigastro entre los trinistas que regresaban de la gira campestre y que fueron acometidos por los barcalistas, figuraban muchas mujeres y niños.
José Moya, Trinistas y barcalistas, el Heraldo de Alcoy, XXV, (6568):1-2, 26-02-1920.
http://bv2.gva.es/va/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1009368
En este artículo expone una situación sucedida entre dos grupos políticos que se encontraron por la noche y tuvieron un grave confrontamiento llegando incluso a pegarse tiros. Parece ser que había mucha tensión entre los dos grupos, y al coincidir a esas horas, se produjo el conflicto. Ni siquiera el alcalde pudo calmar el tiroteo, teniendo que llamar a la guardia civil para que arrestara a los participantes del conflicto. Se produjo un gran número de heridos e incluso algunos bastante grave, lo peor de todo es que entre los trinistas, cuando volvían de la gira habían mujeres y niños que por suerte no salieron malheridos. Después se le ha echado la culpa del conflicto a los barcalistas, probablemente porque es más lógico que los que perdieron en las elecciones del pueblo sean los que tienen rencor.