La raíz de ciertas plantas solanáceas recogidas en sazón y preparadas a base de fórmula X2, reemplazan ventajosamente las clases de picado al cuadrado y hebra. Se puede elaborar en todas partes, por ser indígena y de primera necesidad la matería prima, resultando al ínfimo precio de una peseta el kilo.
El número de plantas de tabaco clandestino que cubren buena parte de la abrupta superficie peninsular, excede a todo cálculo razonable, y si bien hoy cortan las hojas en agraz, las secan al sol y pican sin la debida preparación, lanzando al mercado contrabandista un un producto tóxico a ocho pestes kilo; mañana sabrán prepararlo, y entonces ya no presenciaremos la recova, reventa, acaparamiento, usura y las famosas <colas> que suelen dejar cola roja.
La renta de Estado, en las condiciones anárquicas de hoy, no creo que sufra quebranto divulgando mi fórmula humanista.
Josý Moya. El sustitutivo del tabaco, El Heraldo de Alcoy, XXV, (6567):1-2, 25-02-1920.
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