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No mires a los ojos

Uno de los principios del Aikido que practicamos en el Kumano Juku España es no mirar a los ojos del adversario. Hikitsuchi Sensei siempre lo decía, porque el contrario puede tener un ki más poderoso que el tuyo y ganarte antes de mover un músculo. Por eso me ha llamado la atención la frase del samurái más famoso de todos los tiempos:

“No fijes tu vista en los ojos de tu enemigo o en su espada, ambos podrían atraparte si su espíritu es más fuerte. Concéntrate en sus movimientos y acaba con él sin enfrentarte a su espíritu”

Miyamoto Musashi

Leído en el blog soy superior.

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Entrevista a Gerard Blaize en Aikido Journal

Entrevista publicada originalmente en francés en Aikidojournal 1/2009 (primera parte) y 2/2009 (segunda parte), traducción en www.aikidoibiza.com, de donde copio y pego. Algunas de las cosas que dice dan qué pensar, ¿verdad?

La entrevista tuvo lugar a finales del 2008 en el Club Lafayette de París, el antiguo dojo del maestro Noro.
Entrevistador: Horst Schwickerath (Aikidojournal)
Traducción: Antonio Ribas Bamberger, del Dojo Torres (Ibiza).

Primera parte

¿Trabaja Vd. mucho las armas?

¿Yo?

.

¿En aikido?

Sí …

Jamás. En cuanto a las armas … soy profesor de jodo en el marco de la Federación de Kendo. Eso no tiene nada que ver con el aikido.

En aikido hago muy, muy poco de armas, y solamente el bojutsu del aikido, Masakatsu Bojutsu, que me enseñó Hikitsuchi Sensei. Pero yo no hago armas en aikido porque, en primer lugar, cuando O Sensei vivía, no se hacían armas. Yo conocí a los maestros japoneses que vinieron a Francia o a Europa en la época en que el fundador del aikido aún vivía, y no se hacían armas. Es después de su muerte [(la del fundador)] que esto empezó.

Cuando se preguntaba a Hikitsuchi Sensei, [éste contestaba que] era solamente O Sensei quien hacía armas, y quien mostraba el aikido con un arma. Pero los demás no lo hacían entre sí. Por tanto, reflexioné por qué, pues a mi también, en esa época, me gustaba hacer armas en aikido. Y cuando fui a Japón practiqué un poco de la Kashima Shin Ryu con el maestro Inaba y vi que yo no sabía nada de armas. Después, por varias razones, fui obligado a dejarlo y comencé el estudio de la Shindo Muso Ryu con el maestro Matsumura, así que me encontré en un ambiente de jodo, y en este ambiente conocí maestros de kendo y maestros de iaido y comprendí que había algo que no iba con el aikido y las armas.

En cuanto al aikido, intento hacer como mi profesor, es decir que intento mostrar cómo se puede hacer aikido con un arma. Porque el problema, en aikido, es que nunca ha habido enseñanza de cómo sujetar un arma, cómo atacar con un arma. Alguien atacaba con un arma, pero ya sabía hacerlo, pues en los comienzos, la mayor parte de los que se iniciaban en aikido eran al menos 5° dan de kendo. Procedían del kendo, otros del judo o del karate. Y por tanto el maestro Ueshiba escogía a uno que sabía de armas. Mostraba lo que era el aikido con un arma, pero no había un estudio, como en una escuela, donde se aprende cómo sujetar un sable, cómo sujetar un palo, cómo atacar, cómo pinchar, cuáles son las diferentes situaciones según si alguien ataca aquí o allí … y por tanto, para mí, lo he apartado por completo.

No hay más que el bojutsu porque, como ya he escrito, se puede decir que la posición de los pies, la forma de desplazarse, de moverse, los ángulos de las caderas, volverán a encontrarse dentro de las técnicas, porque es el bojutsu creado por el fundador del aikido, el cual es muy diferente de las técnicas de armas que se pueden estudiar en las escuelas como la Sui O Ryu, la Kashima Shin Ryu, la Katori Shinto Ryu, etc. Es por completo diferente. Las direcciones no son las mismas. Éste es el problema.

Que eso pueda aportar algo a quien practica, porque aprenderá a mantener derecho su cuerpo, a moverse correctamente … de hecho es la coordinación motriz: si se sujeta un volante, se le sujeta correctamente, no se le sujeta con los hombros así … Si se sujeta una escoba … pero no es muy revalorizante decir: «Para barrer bien hay que mantener los hombros bajos, y sujetar la escoba con las manos colocadas correctamente …». El sable es más revalorizante, pero es la misma cosa.

Le he hecho esta pregunta porque a menudo he oído decir que el trabajo con el ken favorecía el avance en aikido.

Para mí esto es completamente falso. Porque el aikido no es esto en absoluto. Además, lo primero que puede verse es que, si se toman los libros del maestro Ueshiba, incluso los libros viejos, como Budo no Renshu de 1933, no hay armas. Es muy interesante: no se ven armas. Si se toman las fotos de 1942, se ven muchos ataques a manos limpias, pero no se ven armas. Y nunca el fundador del aikido dijo que el aikido fue creado por las armas. No hay ni un solo texto … De lo que él habla es del todo diferente: dice que el aikido es la expresión del kotodama, es decir, esa creencia en los poderes de las vibraciones. Y él lo repite sin parar: «el aikido es el kotodama» Por tanto, esto no tiene nada que ver con las armas. Creo que hay una confusión. Y los practicantes de aikido también tienen un problema de confusión que viene de que ellos siempre hacen armas entre sí, pero nunca con un maestro de kendo o con un maestro de iai que no haga aikido. Por tanto hay una especie de ilusión.

En cuanto a decir que si se practica con el sable [ello ayudará en aikido] … Sí, si tengo un alumno que lleva practicando kendo o iaido diez o quince años, usaré sus conocimientos, que él ya tiene del kendo para darle indicaciones para avanzar más rápidamente en aikido. Pero si alguien jamás ha practicado [(kendo o iaido)], se le crea un obstáculo adicional, porque para saber sujetar un sable, hace falta largo tiempo. Para saber sujetar un bastón y utilizarlo correctamente hace falta mucho tiempo. No es en un mes ni en uno o dos años, una hora a la semana, que se llega a manejar un sable.

Es por esto que separo las dos cosas: no hago bo más que los viernes de las 2 a las 3. Lo enseño un poco en los cursos, porque se tiene tiempo. Pero es el bo de Hikitsuchi Sensei, es el bo del fundador del aikido, y se hace a solas. Nunca se hace en parejas.

Vd. tiene una vieja foto tomada en Shingu donde puede verse a Hikitsuchi Sensei atacando a O Sensei con un sable …

Sí. O Sensei demostraba que contra un arma él podía hacer aikido. Pero era él quien lo hacía, mientras estaba vivo. Tras su muerte se ha hecho mucho de armas, sobre todo con los libros de Saito Sensei.

Saito Sensei decía que él siempre había practicado armas con O Sensei.

Esto no es exacto en absoluto. Si se mira la primera entrevista de Saito Sensei, en 1985, cuando vino a Italia, dijo que fue él quien creó el aikijo. Dijo: «Puesto que yo no entendía lo que hacía O Sensei, para intentar entender, yo creé el aikijo y también el aikiken» y él creó los 33 movimientos del jo, y las kumijo. Y explicó bien que aquello no existía, que es él quien lo creó todo. Es Saito Sensei, es decir que era su punto de vista, y pienso que los alumnos que han trabajado con Saito Sensei tienen razón para continuar en esta dirección. Pero no es en absoluto lo que hacía el fundador del aikido. Éste es el problema. Ahora que Saito Sensei ha muerto, no sé qué pasará.

Lo que hacía O Sensei, y es Saito Sensei quien lo dice, es que «El bo siempre se hacía a solas, pero O Sensei, para explicar la lógica, por qué se hacía tal o tal desplazamiento, lo mostraba de vez en cuando con alguien. Como lo mostraba conmigo, yo veía a qué correspondía aquello.» Pero no había enseñanza de lo que se hacía en parejas. Saito Sensei explica que es él quien la creó. Está en su entrevista y lo que dijo Saito Sensei en esa entrevista está muy claro.

Pero yo, reconozco que no veo la relación entre las técnicas del aikido y un arma.

Sin embargo, muchos practican armas …

Porque es revalorizante: La gente está contenta, ¡tiene la ilusión de poder esquivar un sable! ¡Pero un sable no se esquiva, te matan! (risas) Es la realidad, eso es todo. Cuando se conoce a los maestros de armas, se comprende lo que es un arma.

Y esto [nos] aleja del aikido. Ahora estamos traduciendo unos textos del fundador del aikido: él había hecho algunas charlas, hacia finales de los años cincuenta, Tamura Sensei aún estaba en Japón. Esas charlas fueron grabadas y transcritas por un amigo de O Sensei, Takahashi Sensei. Esos textos se llaman Takemusu Aiki. Y esos libros están ahora completamente traducidos al francés. Yo había utilizado una parte de ellos en mi libro, sin embargo ahora se trata de una traducción completa. Y ahí se encuentra una explicación del aikido que nunca se había tenido hasta el presente. Porque el fundador del aikido no habla nunca de armas, él habla siempre del kotodama.

¿Cómo fue creado el aikido? Poca gente se ha interesado en eso. Siempre se dice: «El aikido es la síntesis moderna de las artes marciales.» Eso no es lo que dice el fundador del aikido. él dice: «Yo he estudiado una treintena de escuelas de budo, el aikido no tiene ninguna relación con esas escuelas.» [También se dice:] «El aikido ha sido creado por el ki.» Pero ¿qué significa el ki? No se sabe nada.

Sin embargo, si se observa su vida: es un hombre que desde la edad de dieciocho años estudió los budo, jamás estuvo satisfecho, algo le falta, busca, conocerá a Deguchi Onisaburo, tiene una primera experiencia muy fuerte cuando ambos parten juntos a China – cuando él dice que tiene una especie de visión en la que ve un relámpago antes de la bala … Se puede decir que todo eso son ilusiones, salvo que se confirmó cuando fue atacado por un maestro de kendo – él dijo: «Yo veía una luz, y por tanto esquivaba fácilmente su sable.» También se confirmó por Shioda Sensei, y Shioda Sensei no era un filósofo … Es muy interesante pues se trataba de uno de los primeros alumnos del maestro Ueshiba, y que le abandonó porque no estaba de acuerdo con su evolución, y también él dice que, efectivamente, O Sensei hacía cosas que se salían de lo ordinario.

Por tanto, este hombre tiene una capacidad y se empieza a decir que hace waza divinas, las cuales no se comprenden muy bien. Esa es su primera experiencia.

Tiene una segunda experiencia, donde él dice que es como una energía de amor que hace funcionar el mundo. Dice que ha tenido el satori, pero no se sabe muy bien qué es. Dice que ha sido envuelto por una luz dorada que sube en torno a su cuerpo.

Y todavía tiene dos o tres otras experiencias … La tercera que él describe data, creo, de 1942: de noche, hace una oración y de repente es poseído por lo que él llama la divinidad del viento, que le dice: «Ahora, Ueshiba, que estoy dentro de tus venas, ¿qué harás?» Todo eso se encuentra dentro de Takemusu Aiki.

Y él dice que hay que cambiar las técnicas, para que el mundo entero llegue a ser una gran familia. Tiene otra experiencia … se habla de aikiken, pero de hecho es: sho-chiku-bai no ken [sho-chiku-bai: pino-bambú-ciruelo] pero como es difícil de pronunciar, se dice aikiken. Y él explica como lo creó: siempre en esta época, dice: «Construyo un dojo en Iwama, me entreno a las 3 de la mañana, y en un momento dado, ante mí, tengo un fantasma que me ataca.» Y es muy gracioso porque lo cuenta como [yo diría] que estamos ambos cara a cara, y dice: «Al principio yo estaba un poco lento, después me vuelvo más rápido y le llego a desarmar.» Y esta historia dura tres semanas. Y dice: «Después, en un momento dado, cuando le miraba, desaparecía, mi cuerpo también desaparecía. Todo el tiempo yo estaba consciente, pero yo ya no veía nada.» Luego explica que hay unas luces a su alrededor que vienen, que él está consciente pero que no vé más que esto, y dice, y esto es algo que volveremos a encontrar a menudo, que hay una modificación de su respiración. Y es esta modificación de su respiración la que le hace comprender lo que es ese mundo que nos envuelve.

Y el aikido está creado a partir de esas experiencias. Es por esto que el aikido es difícil: en el fondo, nadie de entre nosotros ha tenido las experiencias de O Sensei, por tanto no se tiene nada en concreto. Entonces, ¿qué vamos a hacer sobre el tapiz, en el nivel [de lo] concreto? ¿Qué es lo que nos llevará en esta dirección? Son siempre las palabras del fundador – él dice: «Empezando el primero la técnica y guiando correctamente al compañero, lo aspiráis.» En japonés, es el gokui: es esto la esencia del aikido.

Si se quiere hacer esto, uno se da cuenta de entrada que, si uno no lo ha vivido, uno no se lo cree. Como mi profesor, Hikitsuchi Sensei, me lo hizo vivir, al principio no comprendí lo que era. Por ejemplo, le ataqué con el bokken, él esquiva y pone la mano sobre el plano de la hoja [(de la espada)] y me dice que tire. Y no puedo … sin embargo es de madera, su hakama es de nylon, ni siquiera de algodón, así que eso resbala. Yo no sentía fuerza, pero no podía tirar de él.

Luego se sentó con las piernas cruzadas – no de rodillas – y me dice que empuje su cabeza. Empujo su cabeza, y no había cabeza, no había nada. ¿Cómo se hace esto?

Comprendí cinco años más tarde que aspirar a alguien era eso. Porque cuando llegas a producir ese fenómeno, ya no hay más fuerza de parte del otro. Se puede decir que las técnicas de aikido están hechas para esto. Es por esto que en aikido no hay ataques concretos. Desde un cierto punto de vista, los ataques de aikido no tienen sentido. Shomen, yokomen, agarrar la muñeca, agarrar el hombro, esto no tiene demasiado sentido. Cuando se miran las viejas formas de hacer, no era esto en absoluto: jamás se agarraba a nadie por el hombro directamente. Se le atacaba a los ojos y se cogía el hombro. Jamás se agarraba la muñeca directamente, sobre todo con las dos manos: se le atacaba a la cara, él se protegía, se le cogían las dos manos y se le derribaba, y se le daba un atemi. Había una lógica. En la situación actual, no hay lógica si uno se pone en [la óptica de] la autodefensa.

Pero si se utiliza esta situación, esta intensidad de trabajo, para preguntarse cómo se puede llamar a alguien, cómo se puede guiar a alguien, entonces uno empieza a comprender que eso sirve para alguna cosa. Y si Vd. entra dentro de esta búsqueda, se encontrará con muchos problemas.

Segunda parte

Es por esto que la cuestión es que, si cuando Vd. hace armas en aikido, ¿puede Vd. guiar el ataque de alguien que tiene un sable? Si no lo puede hacer … más vale hacerlo sobre un agarre de la muñeca, con situaciones mucho más sencillas.

Es parecido en sho-chiku-bai no ken, hay muy pocas técnicas, son cuatro movimientos: pinchar, cortar, volver arriba y volver a cortar. El problema es que Vd. debe guiar al otro. Si Vd. llega a ello, va bien, si no llega, más vale hacer kendo, kenjutsu, porque se le enseñará una cierta lógica dentro de ciertas situaciones.

Es por esto que yo hago una distinción: para mí, no se debe hacer armas en aikido si no se es capaz, sobre un simple agarre de la muñeca, de guiar a alguien.

Desgraciadamente, la mayor parte de los maestros que conocieron al fundador del aikido han muerto, muy pocos viven todavía, pero si se observa cómo hace el maestro Tamura, por ejemplo, él empieza el primero, no mira y aspira … ¡salvo que él no lo explicará! Él no lo dice, pero cuando lo hace, si Vd. mira bien, antes del shomen, siempre pone la mano el primero. La base es empezar el primero.

Empezar el primero no es tan sencillo. Una vez que se ha comprendido, se tiene un principio, se crea un marco, y dentro de ese marco uno se entrena. Al principio se hace lo más simple, por ejemplo, ikkyo de rodillas es la técnica más simple y en la que uno se pone lo bastante cerca para que, estando lo suficientemente cerca, el otro no tenga tiempo de atacar, y Vd. puede comenzar el primero, y Vd. encadena. Y después, tiene Vd. situaciones donde la distancia se hace más grande. En cierto momento el ataque va a tener lugar, en ese momento Vd. entra, llama los ataques y guía, lo que ya es más difícil. Después Vd. puede intentar hacerlo con alguien con un arma, pero eso es casi imposible.

Es por esto que hago esta distinción. Las armas … para la coordinación motriz, conforme, para el trabajo de las caderas, conforme, pero siempre es parecido: el trabajo de las caderas, es cuando se llevan diez años de práctica de iaido, de kendo, o de escuela de armas, ahí sí, que se empieza a manejar el sable de manera diferente, se empiezan a utilizar las caderas. Pero no alguien que hace media hora de armas una vez por semana o dos veces al mes, eso es inútil. Hay que hacer [(armas)] todos los días. Estoy conforme en mi caso: soy 7° dan de jodo, y es difícil … sin embargo, yo soy profesional. Hay que entrenarse, de otro modo no se avanza. Hay que tener tiempo, hay que tener alumnos … También hay que tener alumnos que tengan nivel. Por suerte, tengo alumnos que son 5°, 6° dan y puedo practicar con ellos … y tengo tiempo. Pero quien trabaja en una oficina no tiene tiempo.

El trabajo en aikido, ya no sería más que las cosas sencillas: los agarres al hombro, a las muñecas, llamar un shomen, llamar un yokomen, guiar …

En una época, Hikitsuchi Sensei nos enseñó el kotodama. Y por cuanto sé es uno de los raros profesores – puede ser que haya habido otros, pero es el único que conozco – que haya podido decir la relación entre una técnica y las vibraciones. Para simplificar, se puede decir que a un gesto corresponde un sonido, a otro gesto, otro sonido. Nos lo enseñó, a otro practicante y a mí, pero a su modo, es decir que no era muy preciso. Decía: «Ahí hay un sonido; ahí hay un sonido, y dentro de las técnicas están todos los sonidos.» De acuerdo … ¿pero cómo hacer? Y entonces comencé el estudio con mis alumnos. Luego lo dejé porque ciertos alumnos tuvieron reacciones un poco extrañas.

Pero tras la aparición de Takemusu Aiki, de nuevo veo que O Sensei dice que el aikido es el kotodama, que es la expresión del kotodama, por tanto me he metido de nuevo a fondo en la relación entre la manera de moverse de aikido y las vibraciones. Si se intentan hacer las técnicas tales como las hacía O Sensei, uno se da cuenta de que todos los sonidos están en las técnicas, dentro de cada técnica de O Sensei hay todos los sonidos del kotodama. No hay muchos: son las vocales. Y de acuerdo con esto, he empezado a estudiar cómo hacer la técnica con una vibración.

Actualmente mi experiencia consiste en cómo comprender esas palabras de O Sensei, por qué dice siempre que el aikido es el kotodama. Para mí, es un sonido que crea una ola, y la ola crea la forma de moverse, y ésta crea la técnica.

Pero nosotros hacemos lo contrario: se parte de un modo de moverse … el modo de moverse del aikido, tal como lo hacía O Sensei, se ve que son olas, eso no tiene nada que ver con técnicas de jiu-jitsu. Son olas, y si se conocen las vibraciones, se puede ver de eso corresponde a una vibración: a una ola dada corresponde una vibración dada. Ahí hay un sonido con tal gesto, luego un otro sonido con tal otro gesto, y dentro de las técnicas hay todos los sonidos.

Es lo que estudio actualmente, y dentro de ello, las armas están muy lejos …

Para regresar a sus comienzos, ¿recuerda Vd. cómo empezó aikido?

Fue en 1963. Es Noro Sensei quien me hizo empezar … fue muy gracioso. En aquella época, yo estaba en Toulouse, y no había clases de aikido propiamente dicho. Eran los profesores de judo quienes enseñaban aikido. Yo había empezado judo y luego hubo un curso con un maestro japonés. Yo vi aquello, era encantador, era hermoso, él llevaba un hakama blanco y eran movimientos hermosos … Pregunté qué era. – «Es aikido.» Entonces dije que quería practicar aquello. Mi profesor de judo me dijo: «Puedes practicar aikido, pero continúa con el judo.» Y mientras permanecí con él practiqué aikido y judo. También un poco de karate, porque simpaticé con uno de los alumnos que era también profesor de karate. A continuación, por mis estudios, abandoné Toulouse y dejé el judo y el karate pero continué con el aikido. Después, por mi oficio, regresé a París. Ya era profesor, porque cuando estaba en Auvergne, no había aikido, así que pregunté a Noro Sensei si yo podía enseñar, aunque no era más que 1° dan – era en 1967. Me dijo que sí, e incluso vino a hacer un curso a Clermont-Ferrand.

En París, era la época donde Noro Sensei había dejado el aikido y hacía kinomichi.Nakazano Sensei se había ido a los Estados Unidos: ya no había nadie, Tamura Sensei estaba en Marsella. Yo enseñaba aikido, en esa época era 3° dan, pero ya no quería enseñar más. Conocía bien a Christian Tissier, que estaba en Japón, y a quien [durante sus estancias en París] veía progresar, y me dije que a mi vez yo iría a Japón. Pero como era funcionario, tenía primero que obtener una excedencia sin salario de dos años. La primera vez me fue denegada, y me fui a Marsella. Yo ya no quería ser más profesor, quería ser alumno, y como Tamura Sensei estaba en Marsella, allá fui. Y en ese momento recibí la autorización de marcharme a Japón por dos años. Me quedé en Marsella desde septiembre a enero y partí a Japón en febrero de 1976, y como no regresé dentro del plazo, cambié por completo de oficio. Cuando regresé, en 1981, al cabo de cinco años y medio, decidí ser un profesional del aikido.

Al partir, el propósito era irme dos años a Japón, porque quería ser alumno de nuevo. Había enseñado aikido muy pronto, porque no había otra solución, no había otro profesor de aikido en la época … y es así como me fui a Japón, que conocí a Hikitsuchi Sensei quien se convirtió en mi maestro, gracias a Peter Shapiro a quien Vds. ya han entrevistado. En Japón, fui lesionado con bastante gravedad en las vértebras cervicales, y fui curado por Peter – así es como conocí el Seitai y el katsugen undo. Yo ya iba a Shingu, en verano, pero en aquella época había el maestro Kishomaru Ueshiba, el maestro Osawa, el maestro Yamaguchi, octavos danes, novenos danes, el maestro Hikitsuchi 10° dan, para mí todos ellos estaban muy alto … La relación, en Shingu, no se hizo inmediatamente. Fue Peter quien me dijo que yo debía ir a estudiar allá. Empecé con el maestro Hikitsuchi, que me dio clases particulares, porque yo no vivía en Shingu, pero cuando yo iba allí él me daba una clase particular con Peter como traductor.

Y luego un día ocurrió un fenómeno un poco extraño, algo que vino de su vientre y que tocó mi vientre, y me dije: «¡Ah!¡He encontrado a mi maestro!» Y por tanto a partir de ahí, estudié a fondo con él. Peter fue mi guía, ya que él estuvo más de 18 años en Shingu.

Después, cuando volví a Francia, el aikido se convirtió en mi oficio, y yo hice venir a Hikitsuchi Sensei una decena de veces. Vino a Europa diez veces: a Francia, a España, a Finlandia. Y después él murió, y yo continúo …

En Japón, también estudié en la escuela de armas Shindo Muso Ryu con el maestro Matsumura.

El aikido de Hikitsuchi Sensei ¿era muy diferente del de otros maestros?

No, no muy diferente.

él era bastante grande …

No, era pequeño: tenía mi estatura. Parece grande en las fotos, cuando lleva hakama se diría que mide 1m. 80. Era un hombre muy diferente según si se le veía vestido de traje y corbata – se diría un viejecito – o sobre el tatami – se diría que hacía 80 kilos. Si se mira lo que hace Tamura Sensei, su aikido no era muy diferente. Tenía las mismas bases: empezaba el primero, no miraba y no había posibilidad de darle un atemi cuando hacía una técnica.

Sencillamente, sobre todo cuando el maestro Hikitsuchi venía a Francia, enseñaba con precisión, y nos enseñó a entrenarnos para estudiar todos esos principios.

Porque el problema está ahí: si no dices a la gente cómo hay que hacer, que marco hace falta para poder estudiar … es tan ilógico. Bueno, es fácil decirle a alguien: «Él te ataca, tú te defiendes, tú utilizas su fuerza …» Se entiende bien. No quiere decir nada, pero uno se queda satisfecho. Pero decir: «Antes de que él ataque, hay que empezar el primero», ¿qué quiere decir eso? Así que él dio un marco. Por ejemplo, se colocaba uno muy cerca del otro, y antes del shomen, se pinchaba al otro entre ambos ojos. Y uno se daba cuenta de que, al hacer esto, de vez en cuando, uno podía guiar al otro. Por tanto, uno mismo se decía que, efectivamente, había alguna otra cosa que la lógica de autodefensa, de poder físico, etc.

Hikitsuchi Sensei hablaba también mucho de O Sensei, y así es como me interesé en el fundador del aikido, porque sin parar nos hablaba de él. Hacía las oraciones, nos decía: «El mensage de O Sensei es esto». A fuerza de escuchar: «O Sensei, O Sensei», de hacer las oraciones ante el altar, me interesé en el fundador del aikido. No son cosas que se hayan hecho sin más. Es un trabajo. Si me hubieras hecho preguntas sobre el kotodama hace seis meses, no te habría respondido del mismo modo porque eso viene de la experiencia, eso viene del tatami, es decir que yo experimento, y que esta experiencia me permite decir: «He sentido esto, por tanto pienso esto …» He aquí mi dirección de trabajo. Pero éste se basa siempre en primer lugar en el cuerpo.

Una de las grandes diferencias para mí, es que la técnica de aikido es una herramienta para encontrar lo que es el aikido. Porque se puede decir que actualmente, aparte de O Sensei, nadie ha encontrado lo que es el aikido. Gracias a los textos de Takemusu Aiki se puede tener verdaderamente las explicaciones del fundador sobre su arte. Después, se está o no de acuerdo con ellas, eso es otra cosa, se puede decir que es estúpido y que no tiene sentido …

La única dificultad, y es por esto que la práctica es muy importante, es que siempre apela a divinidades. Es decir, que siempre, dentro de cada explicación, pone una divinidad. Y habla de las divinidades como si hablásemos entre nosotros. Por ejemplo dice que el dios del viento está dentro de su vientre, está dentro de sus venas, y le dice: «Ueshiba, estoy dentro de tus venas, ¿qué harás ahora?» Es muy sorprendente.

Lo que es interesante es que si se compara, por ejemplo, con el mundo chino, O Sensei habla de energía que sube por el lado derecho y que vuelve a bajar por el lado izquierdo. Y pondrá ahí dos divinidades, dirá que hay una divinidad para el lado derecho y otra para el lado izquierdo. Uno puede quedarse consternado y no estar de acuerdo. Los chinos, también ellos dicen que la energía sube por el lado derecho y baja por el lado izquierdo, pero sin hablar de divinidades. Eso permite prestar más atención al hecho de que, efectivamente, hay algo que ocurre ahí, e intentar estudiarlo.

En efecto, cuando uno empieza a sentir el calor que sube por el lado derecho, uno se dice que, efectivamente, hay algo que ocurre, que corresponde a sus palabras, y no se está obligado a ponerle una divinidad. Al comienzo, lo que ha podido bloquear a mucha gente, es que no se ha visto que él describía una experiencia concreta, pero que para explicar su experiencia real, él ponía palabras de la mitología japonesa, porque él estaba empapado de ella, porque era un hombre que nació en 1883, que no tenía ni los conocimientos científicos ni el enfoque que ahora son los nuestros.

Si se tienen en cuenta estas circunstancias, si se mira bien lo que él cuenta, relata experiencias muy fuertes. Como cuando cuenta su experiencia con el sable, puede parecer extraña, de hecho explica que dura tres semanas, él explica los fenómenos, explica la modificacion de la respiración, no es [algo que dura tan solo] un minuto …

A mí, lo que me apasiona, es esto. Es por eso que dentro del grupo se hace el shinkokyu, porque con el shinkokyu se puede tener experiencias muy fuertes en el cuerpo. Gracias a Hikitsuchi Sensei, se tenía una explicación de todos los puntos que había que estudiar cuando se hacía esos ejercicios. Dónde están las concentraciones, las palabras que hay que pronunciar, cómo poner las manos, etc. Yo, al principio no sentía nada, pero como era mi maestro … él decía que se hiciera, por tanto yo lo hacía. Luego, más adelante, empecé a sentir, por qué las manos se ponen a moverse a toda velocidad, por qué no hay ninguna tensión, por qué esto se calienta aquí, por qué esto se calienta ahí, por qué el calor sube aquí, por qué esto se pone ardiente aquí, por qué, de golpe, esto se acelera … Esto ha tomado 25 años … Como esto viene del cuerpo … Es verdad que O Sensei conoció fenómenos muy fuertes, y después se ve que él dedicó tiempo para que la técnica se armonice con su vivencia interior.

Si se miran las técnicas de O Sensei, la evolución es interesante. Irimi nage, por ejemplo, cuando se toma el libro de 1933, hay: shomen, se para el shomen, gran golpe en las costillas, se abre, gran golpe de puño a la cara, se agarra aquí, se derriba. Es simple, se hace kata porque es peligroso. Se mira el vídeo de 1935, ya es un poco diferente: Él baja la mano, el atemi sube aquí. Se mira a continuación la película tomada en Iwama cuando él tenía setenta años, donde está con Saito Sensei, Kobayashi, etc. Allí él entra y guía, y esto vuelve a subir así. Se vuelve a encontrar [el movimiento] pero en lugar del atemi, esto sube, en lugar de agarrar y derribar, esto vuelve a bajar. Por tanto él guía a alguien, aunque mantiene la misma lógica. Después se le ve llamar los shomen, él abre el cuerpo. Y al final de su vida, ya no hay ataque: es él quien aspira al cuerpo del compañero dentro de una especie de ola. Pero siempre es irimi. Uno se da cuenta de que él tiene una capacidad de guiar a la gente y de aspirar que se hace más y más grande. Y de repente sus técnicas se hacen más y más incomprensibles, porque ya no hay nada.

Haría falta que los practicantes de aikido se interesasen en todo esto. Para mí, las técnicas que hacemos en aikido, la manera de movernos que tenemos, es una manera de moverse que él ha puesto a nuestra disposición para que un día, alguien o algunas personas lleguen a tener las mismas experiencias que él, dentro de la misma percepción del mundo que él. Para mí, y para permanecer neutral y no poner palabras religiosas [yo diría que] las experiencias que él tuvo le llevaron a tener una percepción del mundo que nosotros no tenemos. Y esta percepción del mundo que él tiene, le hace hablar como habla. Y como él mismo dice, lo que él ha encontrado en el budo, otros lo han encontrado en otra parte, pero como es en el budo que él lo ha encontrado, él lo ha preservado para demostrar la veracidad de lo que él vivió.

Cuando se empieza a hablar del aikido de este modo, las armas ya no son nada en absoluto. Eso se sitúa en otro plano.

Entonces, ¿qué es el aikido?

El aikido es … digamos que es el estudio para llegar a vivir los fenómenos vividos por el fundador del aikido, que lo llevaron a lo que él llama «la armonía con el ki que le rodea». Y lo que nos guía en esta dirección es esta base de trabajo: empezando el primero, guiando correctamente al compañero, se le aspira, porque eso pone muchos problemas, pero uno se da cuenta de no se puede alcanzar solamente por la técnica. Y con esto, se empieza a estudiar todo lo que él relata, su vida, el kotodama si se tienen las bases, porque hay que tener las bases para poder utilizar las vibraciones, y actualmente es lo que yo hago: cuando hago una técnica la hago con sonidos, con vibraciones y observo si funciona. Está muy bien hacer esto con principiantes porque como no tienen el cuerpo preparado, es muy interesante. Y funciona.

Pero Vd. ha dicho que le ha tomado 25 años para sentir eso …

Sí, pero porque … lo que también busco actualmente es … lo que le falta al aikido, es también un método, porque el problema [(es que)], se tiene bien la forma de moverse de aikido, y aún así ha sido deformada. Pero O Sensei hacía un montón de cosas aparte: todas las oraciones que él hacía, nadie se interesaba en ellas. O como Hikitsuchi Sensei me lo dijo una vez: la oración está hecha para hacer circular el ki. Me dijo que fuese con él al templo, hizo la oración, y dentro de mi vientre se puso caliente. Entonces pensé que la oración era un medio de hacer circular el ki. Por tanto fui liberado [del concepto] de la oración [como] acto religioso con el cual se puede estar de acuerdo o en desacuerdo según sus propias convicciones.

Y si hubo estas explicaciones … Por ejemplo, Saito Sensei contó en una entrevista que O Sensei fue a hacer un ejercicio y cuando volvió no se podía permanecer a su lado, tan grande era su energía. Pero ¿qué ejercicio había hecho? No se sabe. Esto es tambien lo que falta en aikido: se repite una forma de moverse; en la mayor parte de los dojos se ha dejado los ejercicios que se hacen al comienzo de la clase, que se llaman exactamente chinkon kishin undo, con tori fune, furi tama, etc. Por tanto, ya no hay ni un solo ejercicio para hacer circular alguna cosa en el interior del cuerpo. Y no es porque se vaya a hacer ikkyo o una serie de gestos que llegará el ki. El luchador [(de lucha libre)] hace lo mismo y no habla de ki, el boxeador no habla de ki.

Si no se crea algo en el interior del cuerpo, se hará una serie de movimientos, que por supuesto hará bien al nivel de las caderas, al nivel del asentamiento, de la estabilidad, de la velocidad. Aportará algo que no está mal, pero no tiene nada que ver con el aikido.

Y todo eso se ha dejado un poco de lado, es una pena. Para mí, como una vez lo dijo Hikitsuchi Sensei: «Las técnicas de aikido no tienen sentido en sí mismas. Están hechas para conocer el estado del fundador.» Y lo que hacemos está hecho para esto. Y esto exige mucho trabajo y mucho rigor.

A mí, me hace falta mucho tiempo porque estoy un poco a solas. Estuvo Hikitsuchi Sensei, estoy con Peter, así que trabajamos los dos, pero no hay mucha gente que me ayude. Y en el mundo japonés, no se puede argumentar: siempre está la jerarquía. Sería muy interesante que los maestros japoneses que conocieron al fundador del aikido expliquen lo que sentían cuando estaban con él, cuando eran proyectados. Se podrían tener otras percepciones, pero no se puede argumentar, es una pena. Como con Peter se puede argumentar, nos entrenamos los dos, buscamos, vemos los errores … Has visto a Peter, no es ligero, para aspirarle … Le aspiro y psicológicamente no le domino, es más bien él … porque es él quién me cuidó y curó.

Es verdad que las experiencias de katsugen undo facilitan el avance en esta dirección. Porque haciendo katsugen undo, el cuerpo se pone a moverse a toda velocidad, uno se pregunta lo que ocurre, y uno no se sofoca, por tanto se acepta que pueda haber en el cuerpo algo más que la musculatura y la capacidad muscular.

ése es mi recorrido, es lo que yo busco y que me toma mucho tiempo. Por el momento, todavía no estoy satisfecho de lo que hago. Lo que hago a nivel de las vibraciones y del kotodama, no lo enseño. Pero el día que esté satisfecho, y espero alcanzarlo bastante rápido, en ese momento enseñaré cómo he hecho, qué método he utilizado, qué visualizaciones hago, y pienso que mis alumnos invertirán 3-4 años allí donde yo he invertido mucho tiempo. Porque ahora tenemos las películas de O Sensei, tenemos las traducciones de O Sensei, pero cuando yo empecé en aikido, no se tenía nada.

Siempre se ha dicho que el fundador del aikido no explicaba nada. Entonces nos hemos dado cuenta de que él escribía mucho, que había dado conferencias. Es verdad que cuando se dice que el aikido es la expresión del kotodama, es una explicación que desechas enseguida, porque es tan abstracta.

Tamura Sensei y otros maestros japoneses han dicho que cuando O Sensei hablaba, no entendían nada de lo que decía …

Sí, eran jóvenes, debe verse que había 50 años de diferencia entre ellos. Y él hablaba a menudo en el dialecto de Wakayama, por tanto la gente de Tokyo no entendía. Y utilizaba muchas expresiones Shinto, y hay que saber también que, tras la guerra, los jóvenes japoneses no querían ni oír hablar del Shinto, porque el Shinto era el Japón fascista que había hecho la guerra.

Se pudieron hacer las primeras traducciones de los textos de O Sensei gracias a un japonés, que es un erudito del Shinto, del Budismo, pero también de la filosofía china, y que estudió los textos del fundador del aikido e hizo comparaciones con lo que decían los maestros chinos. Ello permitió ponerlo en un contexto, por ejemplo, mi compañera, que tradujo [los textos] estuvo un poco consternada al principio, porque O Sensei utilizaba el Shinto, y ella no quería [hacerlo], pero gracias a esas comparaciones, aceptó traducirlos. De este modo saltó el bloqueo constituido por el vocabulario de O Sensei, pero es verdad que al principio fue difícil lograr la traducción.

Otro problema es que muchas personas que conocieron al fundador antes de la guerra murieron en la guerra, y después de la guerra muchos no le siguieron, no aceptaron su evolución. Hay personas como Sunadomari, que todavía vive, Hikitsuchi Sensei, que desgraciadamente falleció, y algunos otros de los que no conozco el nombre en todos los casos, que lo conocieron antes de la guerra y le siguieron tras la guerra. Pero la mayor parte han muerto. Y eso también ha hecho un vacío para nuestra comprensión del aikido. Eso puede explicar por qué ahora se tienen tantas formas de aikido, donde cada uno da su propia interpretación del aikido.

Para mi, nadie más que el fundador del aikido ha hecho aikido. Nosotros, buscamos descubrir lo que él vivió. Y si algún día alguien lo vive, a su vez él podrá hacer aikido. Hay que decir que era un ser despierto, en alguna parte. He leído un libro escrito por un francés, y se vuelven a encontrar las mismas expresiones que las del fundador del aikido. Ese francés escribe: «Se distingue el cuerpo y el alma, pero de hecho nosotros somos el alma. Es el alma quien está en la base de todas las cosas.»O Sensei dice que el aikido es el estudio del eco de la vibración del alma. Uno se da cuenta de que estas personas tienen expresiones comunes. Él lo encontró en el marco del budo, por tanto preservó ese marco para mostrar que lo que él había vivido era verdad.

Es difícil escuchar a alguien cuando te dice: «Si hago esto, no es porque soy fuerte, sino porque estoy en unión, en armonía con el ki del universo» … Vd. ha sido proyectado, busca proyectar como él, pero ¿cómo hacer? Ésa es la cuestión. Es normal … al cabo de un cierto tiempo, hay preguntas que se hacen.

Además, yo no hablo japonés, pero una vez vi a Stéphane Benedetti, quien lo habla y lo lee fluidamente, y al maestro Tamura hacerse preguntas acerca de la traduccion de un texto.

Es un poco difícil, al principio, empezamos a tener una cierta familiaridad con la manera como O Sensei se expresaba. Pero O Sensei es muy difícil de traducir porque no hay tanta lógica en su fraseología. Hace frases muy largas donde los propios japoneses se pierden: no saben dónde está el sujeto. Y cuando has traducido 10, 20, 30, 50, 100 páginas, en realidad se vuelven a encontrar los mismos temas, se vuelve a encontrar el mismo modo de hablar, luego al cabo de un momento … Es por esto que cuando hicieron la traducción de Takemusu Aiki y me preguntaron qué opinaba de ella, volví a encontrar la misma fraseología que mi compañera [había utilizado] para mi libro.

A veces, veo traducciones de textos de O Sensei, y digo: «O Sensei nunca habla de este modo.» No es muy preciso, las frases son largas, no están construidas, por tanto para un traductor es algo difícil. Es por eso que ese japonés que hizo todos esos estudios comparativos fue de mucha ayuda. Como es un verdadero erudito que tiene verdadero conocimiento fue capaz de explicar. Esto ayudó a la traducción. Pero a pesar de todo se invirtió más de un año y medio en traducir una veintena de páginas. No se trabajaba todos los días, y cuando se tenían problemas se llamaba a Hikitsuchi Sensei, que enseguida lo explicaba. Teníamos esta suerte de que Hikitsuchi Sensei tenía una verdadera comprensión de O Sensei. Porque él era de Wakayama, entendía su dialecto. Lo grababa todo, era un poco más mayor, le había conocido antes de la guerra y después de la guerra, por tanto tenía este conocimiento. Y por tanto era más fácil telefonearle cuando se tenía un problema y él explicaba. Y en aquel momento mi compañera pudo finalizar la traducción. Pero eso llevó tiempo.

La trampa en la que se evitó caer, es cuando una frase era correcta en francés, pero que no tenía sentido, era evitar darle un sentido, porque si le damos un sentido la traemos a nuestro nivel de comprensión, y se acabó, ya no tiene más valor. Y lo evité porque yo estaba con Peter, porque nos entrenábamos, y para nosotros lo que era interesante era decir: «O Sensei dijo esto, no entendemos nada, así que entrenaremos y comprenderemos.» Pero sobre todo no hay que transformarlo.

Ése fue, pues, un trabajo bastante largo, y que sirvió de mucha ayuda. Hasta tal punto que ciertas personas dijeron que las traducciones eran falsas, tanto se escandalizó la gente. La gente decía: «¡Pero eso no es posible!» Pero sí, dijo eso; después, Vds. hagan lo que quieran, son libres.

¡Es un camino difícil!

¡Sí, pero es apasionante! A mí me apasiona. Aparte de esto también hago mucho chi gong – eso ayuda a comprender: es más fácil con los maestros chinos, no hay mitología. Haces unos entrenamientos y puedes vivir experiencias muy fuertes. Eso es lo que me ha venido con el maestro Hikitsuchi, o con mi maestro de chi gong.

Es siempre parecido: para mi se construye a partir de experiencias concretas. A partir de esas experiencias uno se dice: «Toma, es posible que sea verdad lo que cuenta, puede ser que eso exista» Si yo no tuviese esas experiencias y Hikitsuchi Sensei no me hubiese aspirado nunca, yo jamás me hubiese interesado en las palabras del fundador del aikido. «El aikido es el entrenamiento de la fuerza atractiva», así, esto no quiere decir nada. Pero puesto que habia una vivencia dentro de mi cuerpo, se me encendió una bombilla. Mi curiosidad fue despertada. Después, uno se pregunta cómo hará: a Vd. le han dado las técnicas, le han dado las explicaciones, Vd. experimenta, observa lo que ocurre, por qué esto va con uno pero no con el otro, Vd. se da cuenta de que siempre es porque Vd. está demasiado duro. [Vd. se pregunta:] «¿Por qué no estoy duro con uno, por qué estoy relajado y no puedo estar relajado con el otro?» Y Vd. se da cuenta de que en realidad es un problema de aquí, y en un momento dado se empieza a calentar ahí … Por tanto cuando el fundador del aikido dice que mientras no hierva ahí, no se puede hacer aikido, Vd. se dice que tal vez se trate de algo concreto. Es por eso que es lento: es un trabajo que viene de una experiencia. Y Vd. no puede hacer esta experiencia más que a condición de tener a su disposición una forma de moverse, unas explicaciones que le permiten seguir esta direccion, de otro modo Vd. hará otras experiencias e irá en otra dirección. Puede que sea por eso, que ahora hay muchas formas diferentes de aikido.

Le agradezco mucho que nos haya concedido esta entrevista.

EDITADO (28/05/2010): os pongo el vídeo al que hace referencia la entrevista:
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filosofía

Kotodama: los sonidos secretos del Aikido

Hace tiempo que no escribo en serio, he colgado vídeos interesantes, alguno divertido, pero tengo el blog bastante abandonado; eso se nota por el descenso de visitas (de 1200 mensuales a 1100) y de comentarios. Demasiado trabajo y líos familiares tienen la culpa. Bueno, nada de lamentaciones, y manos a la obra: os voy a hablar del Kototama o Kotodama, uno de los aspectos esotérico-religiosos del Aikido que están prácticamente abandonados.

O’Sensei era muy religioso, ya hemos hablado de cómo combinaba los entrenamientos con ceremonias de purificación (misogi), del saludo inicial con tres reverencias y cuatro palmadas, del Chinkon Kishin no Hoo, de los cánticos o rezos antes de un curso (Norito), etc. También he comentado alguna vez cómo se han ido perdiendo estas prácticas, que sólo podemos vivir en España en cualquiera de los dojos pertenecientes al Kumano Juku España y en el los que practican el Aikido Tradicional (EDITADO el 11/05/2010: hay que incluir también a los dojos de ex-alumnos de Hikitsuchi que practican bajo la tutela de Gerard Blaize, aunque no estén afiliados a Kumano Juku España; en mi mente estaban incluidos, pero al escribir hay que concretar más):  Para mí es un lástima que se pierdan estos rituales, aunque los occidentales no entendamos los conceptos la energía que se genera es universal y fácil de sentir.

El Kototama o Kotodama, según quién lo cite, es un ritual místico con raíces comunes en todo oriente, desde la India hasta Japón, que se basa en el poder sagrado de ciertos sonidos (sílabas en este caso) como elementos creadores del universo. Sí, lo sé, suena raro y medio loco, pero hay muchas cosas que antes me parecían ciencia ficción y ahora que las he puesto en práctica no tengo más remedio que aceptarlas (no de una manera racional pero sí intuitiva). Le pregunté a mi primer maestro, Charly Sensei, si sabía lo que era, y me contestó que si bien todos esos misticismos no le interesaban mucho cuando vivía en Japón, sí vió a Hikitsuchi Sensei practicarlo de vez en cuando.

Para entenderlo mejor, os cito un texto de John Stevens, el autor de la mejor biografía del Fundador (de la que ya os hablaré en otra entrada), monje budista y profesor de filosofía oriental en una universidad privada de Sendai (Prefectura de Miyagi).

Éste es el texto:

Basados en las enseñanzas del Fundador del Aikido, estos cantos han sido especialmente diseñados para practicantes de Aikido, de Este y Oeste.
Morihei Ueshiba (1883-1969), Fundador del Aikido, dijo a sus discípulos que una de las claves para desvelar los secretos de su arte era la experiencia del “sútil funcionamiento del kototama “. Kototama es la “palabra-espíritu” de la existencia; la resonancia entre las misteriosas semillas-palabra del kototama da cuerpo al lenguaje, poesía, plegaria y canto y permite invocar más allá de la fuerza física.
Kototama se canta tradicionalmente en seiza, el estilo japonés tradicional de sentarse con las piernas dobladas y los talones debajo de las nalgas. De pie, con las manos unidas deforma natural frente al abdomen, o sentados en la posición del loto también son posturas correctas. Si es necesario, se puede usar una silla, teniendo cuidado de mantener la espalda recta.
La sesión de kototama comienza con un “anuncio” hecho con shaku (varillas de madera) o con palmadas rítmicas hechas con las manos. A continuación la orden
REI
indicando un saludo con las manos juntas en el gesto gassho.
El canto comienza con
EL KOTOTAMA DE LA CREACIÓN
SU-U-U-U-U-YU-MU
Es seguido por
EL KOTOTAMA DE LA EXISTENCIA
A-O-U-E-I
cantado lenta y potentemente tres veces.

A continuación viene el kototama
“Masakatsu (Victoria Verdadera),
Agatsu (Victoria sobre uno mismo),
Katsuhayabi (¡Deja que ese día llegue aquí y ahora!)”

MASAKATSU
MA-SA-KA-TSU
AGATSU
A-GA-TSU
KATSUHAYABI
KA-T SU-HA-YA-BI

A continuación está el grito yamabiko (eco de la montaña) “Aiki Okami” (“El Gran Espíritu del Aikido”).
AIKI OKAMI
A-I-KI-O-O-KA-MI

Así acaba la versión corta del canto.

La versión larga continua con el kototama

MASAKATSU AGATSU KATSUHAYABI,   (trece veces)
MA-SA-KA-TSU A-GA-TSU KA-TSU-HA-YA-BI

Le sigue
LA RESPIRACIÓN CÓSMICA —-  A-UN NO KOKYU,
OM
O-O-O-O-M
En Aikido, es especialmente importante enfatizar el sonido O-O-O-O-O aquí porque es el kototama empleado más frecuentemente por Morihei antes de entrenar. OM puede cantarse tres, veinticinco o cincuenta veces, dependiendo de las inclinaciones de cada uno. (En el entrenamiento regular diario generalmente canto este kototama tres veces.)

El siguiente kototama es el canto Ame-no-mura-kumo kuki samuhara ryu-o

NA-MU AME-NO-MURA-KUMO KUKI SAMUHARA RYU-O,        (trece veces)
NA-MU A-ME-NO-MU-RA-KU-MO KU-KI SA-MU-HA-RA RY-U-U-O-O

El propósito de este kototama es expresar la devoción (namu significa “atraer la atención”) y determinación de honrar el espíritu de Morihei (el magnificiente Rey Dragón) mediante la práctica de Aikido con toda el alma y el cuerpo. El ciclo de cantos concluye con otro grito yamabiko

AIKI OKAMI
A-I-KI-O-O-KA-MI

La sesión acaba con una orden
REI
y un saludo. (Cuando recita uno solo las introducciones pueden omitirse.)

Las introducciones en japonés son

1. REI (Saludo). NAOREI (Atrás)
2. KOTOTAMA NO GYO (La práctica de kototama)
3. MASAKATSU AGATSU KATSUHAYABI JU-SAN-KAI (Cantadlo trece veces)
4. A-UN NO KOKYU OM (La respiración A-UM – OM)
5. NAMU AME-NO-MURA KUMO KUKI SAMUHARA RUY-O JU-SAN-KAI
6. REI. NA OREI
En lo que respecta al tono y ritmo del canto kototama, es mejor dejar que esas dos cualidades se desarrollen naturalmente conforme tú (o tu grupo) practicas. Esta clase de canto kototama no es una actuación musical con una partitura fija y por tanto el canto diferirá ligeramente cada vez. De todos modos, con el tiempo, emergerá un ritmo natural y los sonidos kototama fluirán juntos suavemente.

Texto original

A continuación, una demostración a cargo de John Stevens, grabada durante el Classical Aikido Shugyo 2006 que se celebra cada año en Maastricht:

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filosofía

Los Cinco Espíritus del Budo

Interesante entrada del blog Flinstsone’s cave (enlace original):

Los Cinco Espíritus del Budo

Existen cinco mentes o espíritus fundamentales en el Budo: shoshin, zanshin, mushin, fudoshin y senshin. Estos antiguos conceptos, sin embargo, son enormemente ignorados en los dojos modernos. El budoka que emplea el tiempo necesario para comprender las lecciones de estos cinco espíritus, madurará hasta convertirse en un artista marcial competente. El estudiante que no toma el tiempo necesario para aprender e interiorizar estos espíritus, sienpre estará falto de calidad en su entrenamiento.

  • Shoshin: (初心) Espíritu de Principiante
  • Zanshin: (残心) Espíritu de Alerta
  • Mushin: (無心) No-Mente
  • Fudoshin: (不動心) Espítiru Inamovible
  • Senshin: (先心) Espíritu Purificado

Shoshin

El estado de Shoshin es el del espíritu del principiante. Es un estado de alerta que permanece siempre plenamente consciente y preparado para ver cosas por primera vez. La actitud de shoshin es esencial para un aprendizaje continuado. O’Sensei decía “No espereis que yo os enseñe. Debeis robarme las técnicas vosotros mismos”. El estudiante debe jugar un papel activo en cada entrenamiento, empleando una actitud shoshin, para poder robar la lección del día.

Zanshin

El espíritu de zanshin es el estado de espíritu alerta. Se describe a menudo como un estado sostenido y enaltecido de alerta. Sin embargo, el verdadero zanshin es un estado de concentración antes, durante y tras la ejecución de una técnica, donde se conserva una conexión entre tori y uke. Zanshin es el estado de la mente que nos permite estar conectados, no sólo a un atacante, sino a múltiples atacantes e incluso a un contexto: un espacio, un tiempo, un evento…

Mushin

El término original es “mushin no shin”, cuyo significado es “el espíritu de la no-mente”. Es un estado de la mente en el que no existe el miedo, la rabia o la ansiedad. A menudo se define mushin con la frase “mizu no kokoro”, que significa “mente como el agua”. Esta frase es una metáfora que describe la laguna que refleja lo que la rodea con calma, pero cuyas imágenes se desdibujan cuando un simple guijarro cae a sus aguas.

Fudoshin

El estado de fudoshin se caracteriza por una mente inalterable y un espíritu inquebrantable. Es coraje y estabilidad, manifestados mental y físicamente. En lugar de indicar rigidez e inflexibilidad, fudoshin describe una condición que no es fácilmente alterada por pensamientos internos o fuerzas externas. Es capaz de recibir un fuerte ataque manteniendo la compostura y el equilibrio. Recibe y cede ligeramente, con las raíces bien plantadas, y refleja la agresión de vuelta a su origen.

Senshin

Senshin es el espíritu que trasciende los cuatro primeros estados de la mente. Es un espíritu que protege y armoniza el Universo. Senshin es un espíritu de compasión que abarca y sirve a toda la humanidad, y cuya función es reconciliar la discordia en el mundo. Mantiene que toda vida es siempre sagrada. Es la mente del Buddha, y la percepción de O’Sensei de la función del Aikido.

Conseguir el senshin es esencialmente equivalente a la iluminación, y puede muy bien exceder el ámbito de la práctica diaria. Sin embargo, los cuatro primeros espíritus probablemente pueden ser obtenidos por el practicante serio a través de la alerta y el entrenamiento sincero. Obtener estos estados de la mente pueden beneficiar al estudiante de innumerables formas.

Shoshin puede liberar al estudiante de un frustrante proceso de aprendizaje, dándole la capacidad de discernir lo que no era capaz de ver con anterioridad. Zanshin puede elevar la percepción total del estudiante, mejorando la práctica de su randori. Mushin puede liberar la ansiedad del estudiante sometido a presión, mejorando su rendimiento en los exámenes. Fudoshin puede proporcionar la confianza para mantener la posición bajo atáques físicos desproporcionados. El budoka serio debe siempre encontrar formas de incorporar estos espíritus en su entrenamiento diario.

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filosofía

Aiki-baile

El Fundador tenía mucho sentido del humor. Aquí fue grabado jugando con la mujer de Kanshū Sunadomari:
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También se pueden hacer paralelismos y mostrar la conexión entre el Aikido y el tango:
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El problema, en mi opinión, aparece cuando la práctica cotidiana se convierte en un baile o una coreografía:
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Yo no soy quién para criticar a Noro Sensei, puede practicar como le dé la gana, pero me apena ver el Aikido convertido en una especie de Tai Chi. Ojo, que tiene pinta de relajar un montón y de generar buena energía, pero para mí eso ya no es un un arte marcial, del mismo modo que no es lo mismo el Tai Chi que el Tai Chi Chuan. Si O’Sensei se levantara de su tumba…

Bueno, se ve que hoy me he levantado con la vena ortodoxa, contadme qué os parecen los vídeos.

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Actualización (14/3/2010): parece que Masamichi Noro creó su propio estilo, llamado Kinomichi (camino para el crecimiento interior), lo cual le honra, porque no le llama ni Aikido ni dice que sea un arte marcial. Entrad aquí para saber más. Fijaos, por cierto, en que tardó 6 años en llegar a 6º Dan (esas cosas pasan, ya lo habíamos hablado antes).

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filosofía humor

Atácame bien

Este vídeo es una parodia de las artes marciales, y como toda parodia, tiene una base de verdad. Y es que a veces los aikidocas podemos ser muy crueles: “noooo, así no se ataca, se ataca así…” y cuando nuestro uke accede y nos hace caso, ¡zas! le damos una paliza. Es que así no se puede…
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La reflexión que podemos hacernos es si la rigidez de los ataques que entrenamos sirven como base para cualquier cosa que nos podamos encontrar o por el contrario debemos entrenar con ataques más reales, combinaciones de golpes y, sobre todo, contra patadas. Además es curioso, pero la interpretación de cómo son los ataques también varía en cada línea de Aikido, con lo cual la confusión es mayor.

Yo no creo que debamos centrarnos exclusivamente en la efectividad del Aikido, como hacen algunas líneas (AikiBudo, Yoshinkan, Yoseikan, shodokan, Fugakukai, Jiyushinkai o Kisei en España), pero tampoco creo que esté de más acostumbranos como ukes a realizar ataques verosímiles, tanto técnicamente como en actitud, es decir: que tori detecte y reciba agresividad e intención, y se acostumbre a superar los nervios, el bloqueo mental y demás sensaciones negativas.

Lo importante, en todo caso, es trabajar mucho la energía y la respiración, porque el objetivo final es derrotar a un posible adversario antes de que ataque, no lanzarlo a tres metros de distancia o partirle la muñeca con un nikyo salvaje. Todo ello sin olvidar la parte técnica, claro, tampoco se trata de centrarnos demasiado en el Ki, como hace el Ki-Aikido, se trata de alcanzar un equilibrio.

Gracias y un saludo,

Daniel

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filosofía técnica

Chinkon Kishin no Hoo

Como practicante de Aikido, una de las cosas que más me llama la atención es lo diferentes que son los calentamientos y estiramientos previos a cada clase. Aún diría más, dicen mucho de lo que se va a desarrollar a continuación. Hay una serie de ejercicios que son comunes a todas las líneas del Aikido, pero hay unos pocos que son propios a cada gran maestro.

Por ejemplo, a Tamura le gusta mucho el Chi Kung, y se hacen varios ejercicios antes de cada sesión, a veces durante 45 minutos. Creo que el nombre oficial que le dan es Aiki Taiso, pero no sé mucho más sobre el tema. A mí me parece un trabajo muy interesante pero muy difícil y hermético, como el Aikido de Tamura. En este aspecto me gusta más el enfoque del Aikido de Shingu (un día de estos tengo que hacer una entrada con lo que más me gusta de cada Aikido), ya que junto a los estiramientos se practican unos ejercicios muy energéticos cuyos efectos se notan desde el primer día, por muy novato que uno sea.

Se trata del Chinkon Kishin no Hoo (nótese el parecido de Chinkon con Chi Kung, seguro que están emparentados), una práctica heredada directamente de la secta Omotokyoo y adaptada por O’Sensei para la práctica del Budo. En algunos cursos he practicado algunas partes sueltas, como el torifune y el furutama, pero sólo con Charly Sensei y en el curso de Anno Sensei de Mallorca lo he visto ejecutar completo y en el mismo orden. Después de hacer Chinkon Kishin no Hoo, te sientes cargado de energía y predispuesto a hacer un buen entrenamiento, especialmente si la clase es numerosa, porque de algún modo se “atan” las energías de los participantes. Se cuenta de O’Sensei que era imposible aguantar mucho tiempo sentado junto a él después del Chinkon Kishin no Hoo, de la energía que desprendía.

Para explicar mejor qué es el Chinkon Kishin no Hoo, os propongo ver un vídeo y después leer un artículo en profundidad:

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Artículo original de Gerard Blaize, traducido por Aikido Sakaki (www.aikido-sakaki.com/chinkon.htm)

Es difícil decir con exactitud cual fue el origen de estos ejercicios. Evidentemente el Chinkon Kishin No Hoo fué practicado en el Omotokyo. Pero el Furutama No Gyo, un ejercicio incluido en el Chinkon Kishin, tenía otro origen. Así pues, la manera de practicarlo que se describe a continuación es la que enseña mi profesor Hikitsuchi Michio Sensei tal como la aprendió de O’Sensei.

El Chinkon Kishin No Hoo agrupa varios ejercicios y algunos, como el “Amano Torifune” o el “Furutama”, son bien conocidos por los seguidores del Aikido. Algunos lo son menos: la inspiración con las manos (Shin kokyuu, el I-ku-mu-su-bi, el kiai y el palmear, que simboliza los cuatro elementos: El cielo (Ten), el fuego (Ka), el agua (Sui) y la tierra (Chi).

Los ejercicios se desarrollan en este orden:

-Hacer el Shin kokyuu.

-Picar cuatro veces en las manos.

-Hacer el I-ku-mu-su-bi.

-Después de repetir los dos primeros, hacer alternativamente el “Torifune” y el “Furutama”, empezando siempre por el “Torifune”.

-Repetir los dos primeros ejercicios antes del kiai.

-Golpear solamente cuatro veces en las manos antes de realizar los movimientos circulares.

En todos ellos es necesario respetar las reglas de coordinación motriz, efectuar las visualizaciones y las concentraciones mencionadas, para poder notar sus efectos.

* Oomotokyoo: Movimiento Oomoto Movimiento mesiánico creado en 1893 por una mujer, Deguchi Nao. Conoció su apogeo ende 1918 hasta 1935 bajo la dirección de Deguchi Onisaburo. Pero como su proselitismo y sus ideas competían con la autoridad imperial, fue duramente reprimido por el gobierno. Este movimiento que tuvo hasta tres millones de adeptos, solo contaba con 60.000 en 1952.

Shin Kokyuu.

Los pies se separan con la misma anchura que los hombros, haciendo un ángulo de aproximadamente 60º. La pelvis, firme, está en la prolongación del cuerpo, erguido y relajado.

Inspirar dos veces, con los dedos juntos, primero hacia la tierra, luego hacia el cielo. Bajar las manos expirando, y volver a empezar.

La respiración se hace visualizando el “aire” a través de los ojos y la boca. Luego desde el “cielo”, este “aire” entra en las manos por los dedos mayores y desciende hasta la espina dorsal. El ejercicio se repite una segunda vez.

Después, con las manos encima de la cabeza, golpear 4 veces en ellas para “llamar” a los 4 elementos.

Volver poco a poco a llevar las manos hacia el ombligo, con la palma y los dedos de la mano izquierda sobre los de la derecha, y los pulgares tocándose. Entonces empieza el ejercicio del I-ku-mu-su-bi.

I-ku-mu-su-bi.

En esta posición los ojos están entornados, y la mirada se fija 3 metros ante sí.

Expirando una primera vez (siempre se empieza por una expiración), visualizar el sonido I, inspirando el sonido Ku, en la siguiente expiración el sonido Mu, en la nueva inspiración el sonido Su, terminar expirando y visualizando Bi, que se transforma en I (BI…..I).

La última respiración se hace sin visualización, y el ejercicio empieza de nuevo, sin fijar un número de veces.

Hikitsuchi Michio Sensei explica cómo visualizar el sonido I:

“Cuando expiráis, miráis con el alma como este soplo se distiende en el Universo. Después inspiráis con el sonido Ku y veis con los ojos del alma como este soplo circula en vuestro cuerpo”.

I-ku-mu-su-bi es un ejercicio para vincular nuestro ki al del Universo.

Torifune

Se hace 3 veces: primero con el pie izquierdo delante; luego con el derecho; y luego otra vez con el izquierdo.

El pie izquierdo delante, simboliza el cielo (Ten Bau); el yang; Iranaki en el Kojiki.

El pie derecho delante simboliza la tierra (Tchi Ban); el yin; Iranami en el Kojiki.

El pie de la pierna delantera se sitúa en una línea recta. El pie de la pierna trasera forma un ángulo de 75º.

Colocados en esta posición, “tirar” con las manos en los costados. Se posan en las caderas, pero no más allá de los huesos ilíacos. El pulgar y el anular están apretados; los demás dedos están cerrados pero sin fuerza.

Luego se “lanzan” las manos hacia delante, abriendo los dedos solo al final. Cerrar enseguida los dedos y “tirar” de nuevo las manos hacia las caderas.

Durante estos movimientos la pelvis se mantiene firme para evitar que el cuerpo no se balancee demasiado. La columna debe estar recta; todo el cuerpo tira y empuja.

Esta coordinación es más fácil si se fija un punto a tres metros de distancia frente a si, sin perderlo de vista durante todo el ejercicio. De esta manera el cuerpo no se rompe, los brazos en línea recta, sin balanceo.

Todo esto es muy importante. Es la base de la coordinación motriz necesaria para ejecutar este ejercicio.

Cuando se “tira”, visualizamos que estiramos la tierra pronunciando el sonido EI…I. Cuando “empujamos”, visualizamos que empujamos la tierra pronunciando el sonido HO. Empezamos y terminamos siempre con el sonido EI…I.

Este ejercicio se repite todavía dos veces; pie derecho delante, luego izquierdo. El ritmo se acelera, pero de manera natural y sin cansarse ni resoplar.

Contrariamente a lo que dicen otros profesores, Hikitsuchi Michio Sensei insiste mucho en el hecho de que los sonidos no deben cambiar. Siempre EI…I estirando y HO empujando.

Hikitsuchi Sensei explica que así el Ki del cielo desciende, y es absorbido por nuestro cuerpo junto con el Ki de la tierra. En esta posición creamos un “puente” que nos “une” al cielo. Hay que crear AME NO UKIHASHI. Si no conseguimos estar de pie en este puente, el Aikido no nace. Hay que crear primero esta imagen.

Así lo dicen las palabras del fundador:

“En este camino hay que estar de pie en el puente flotando entre el cielo y la tierra (Ame No Ukihashi Ni Tatsu) si uno no se halla en este puente, el Aikido no sale. Si uno se encuentra en este puente, en esta postura, alguna cosa “sale” y ello se llama Takemusu Aiki”. (Aiki Sinzui, p.23)

Furutama No Gyoo

Se hace alternando con los ejercicios de Torifune. Los pies vuelven a la posición inicial; las manos, que estaban en las caderas, se levantan y se reúnen encima de la cabeza. Llevándolas luego a la altura del vientre. La mano izquierda se encuentra sobre la derecha.

Mover las manos concentrándose entre los ojos. Al principio se mueven lentamente, pero su movimiento puede acelerarse, como si una fuerza exterior las moviese. Hay que aceptarlo y relajarse al máximo, sin buscar ir deprisa o despacio. El cuerpo se mueve solo. Esta es una de las condiciones para que las vibraciones de las manos hagan su efecto, permitiendo la circularización de la energía por todo el cuerpo.

Mientras se mueven las manos repetir mentalmente, o pronunciar en voz alta los nombres siguientes, un nombre delante de cada ejercicio, pero pronunciado varias veces, tantas como vibraciones den las manos.

Durante el primer Furutama pronunciar Amaterashimasu Sume O Kami,o más brevemente,Amaterasu oo Kami,que es la diosa del sol.

Después del segundo ejercicio de Torifune, Ooharaedono Ookami, dios de la purificación.

Una tercera vez Ameno Minaka Nushi No Oo Kami, dios del centro del universo, el cual, para O´Sensei se encuentra también en nuestro vientre.

El Hecho de pronunciar los nombres de estos dioses de la mitología Shinto, facilita el ejercicio; se acapara el pensamiento y se mejora la concentración entre los dos ojos. La experiencia mostrará más tarde la importancia del ritmo.

Durante este ejercicio pueden producirse, algunos fenómenos:”ver” colores a la altura de los ojos, en el punto de concentración, o bien recibir una “corriente de aire” alrededor del cuerpo. Cada uno debe experimentarlo.

Pero es muy importante estar relajado: Es un buen criterio para juzgar los efectos positivos que aporta este ejercicio al cuerpo y para sobrepasar las propias capacidades.

Kiai

Con los dedos juntos, y con los dedos apuntados hacia el cielo, pronunciar un breve “kiai”, volviendo a poner rápidamente las manos enzima del vientre.

En la actualidad el sonido es EI…I, pero hubo un tiempo en que Hikitschi Michio Sensei enseñaba el sonido Ooooo… que se convertía en Ooooh… en su fase final, levantando de nuevo las manos sobre la cabeza.

Vea ahora un ejercicio optativo que ya casi no se practica hoy en día. Siempre en la posición inicial, con los pies separados como los hombros, colocar los dos pulgares en la cintura, alzarse de puntillas y bajar fuertemente deprisa sobre los talones, diciendo en voz alta, a partir del vientre y antes de descender: Ikumusubi.

Después ponerse de puntillas para llamar: Tarumusubi.

Luego: Tamatsume Musubi.

Y después: Ikutama.

Y después: Tarutama.

Y después: Tarutomaritama.

Acabando con el propio nombre seguido de Tokotachi No Mikoto.

Esto permite crear el hecho y la conciencia de que su propia postura y forma forman uno con Dios. Así uno se responsabiliza de participar de manera activa a la creación.

Los movimientos circulares

Después del Kiai y de haber palmeado 4 veces en las manos, efectuar los movimientos circulares.

Los ejercicios precedentes han hecho “hervir” la energía en el vientre. Los ejercicios circulares harán que circule por todo el cuerpo.

Con las manos juntas, efectuar tres círculos en el plano horizontal, de izquierda a derecha. Hacer lo mismo con el plano vertical. Después hacer tres ochos frente a sí.

El Chinkon Kishin no hoo a terminado.Las técnicas de Aikido pueden comenzar.

Gerard Blaize Sensei

7º Dan Aikikai

Como siempre, hay temas que deben ampliarse o corregirse, os invito a compartir lo que sabéis para completar la información.

Actualización (22/10/2009)
Os dejo unos vídeos de O’Sensei donde se aprecian los movimientos descritos por Gerard Blaize (min. 3:35):
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En el Dojo de Osaka, 1955 (con 72 años):
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Desde Vietnam, con energía

Cuando llega el momento hay que estar preparado.
Cuando desenfundas la katana ya no hay vuelta atrás.
Piensa en tus pies y te olvidarás de la cabeza.
Respira fluidamente, pensando en tu vientre, y la energía fluirá sola.
Si no te acuerdas, improvisa.
Tus ojos te sirven para ver, pero son tus pies los que tienen que sentir.
Sólo piensa en ti y tu adversario te acompanará.
En conclusión, hazlo lo mejor que puedas.

Charly Díez Ortiz
5º Dan

Mi primer maestro, Charly Sensei, me ha mandado este texto esta mañana. Creo que no se puede explicar mejor el Aikido en tan pocas palabras. Lo quería compartir con vosotros.

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Las virtudes del Aikido

por Stanley Pranin

Published Online

Traducido por Luis Burke

La popularidad del Aikido tanto en el Japón como en el exterior es un fenómeno posterior a la 2da. Guerra Mundial. Antiguos estudiantes del Fundador, Morihei Ueshiba tales como Koichi Tohei, Kisshomaru Ueshiba, Gozo Shioda, Kenji Tomiki y otros, seguidos por sus respectivos alumnos, fueron los responsables del crecimiento del arte a nivel internacional.

¿Que factores han sido los responsables de la gran aceptación del Aikido? Muchas personas al observar el arte por primera vez comentan sobre la belleza y gracia de las técnicas del Aikido. El atacante es arrojado sin esfuerzo aunque no sufre de ningún daño aparente durante el encuentro. La promesa del arte de defensa personal que protege al individuo mientras cuida al agresor es un concepto atractivo en términos filosóficos y morales en el mundo donde se encuentra presente el espectro de la violencia. La base ética del Aikido es aceptada por el hombre debido a su más profundo instinto de supervivencia. Al mismo momento, el arte ofrece una alternativa única a las técnicas violentas de otras artes marciales – técnicas que causan repugnancia moral a muchos.

A un nivel físico, el Aikido tiene mucho que ofrecer a la mente saludable. Los beneficios acumulativos producidos por los calentamientos, estiramientos, los ejercicios de proyectar y caídas son considerables. Muchos practicantes han pasado por unas transformaciones físicas dramáticas a través del entrenamiento del Aikido en búsqueda de un estilo de vida saludable. El ambiente social que se desarrolla en los dojos de Aikido es también una parte importante de la experiencia de entrenamiento de muchos practicantes. El Aikido tiende a trazar un rango amplio y los estudiantes continúan su práctica por más tiempo que aquellos que practican otras artes enfocadas en la competencia, principalmente por el dominio de los más jóvenes. Además, sería muy acertado decir que el Aikido tiene un porcentaje mayor de practicantes femeninos que cualquier otra arte marcial. Todo esto contribuye a un sentido fuerte de comunidad. Para muchos estudiantes de Aikido, el dojo es una extensión de o un sustituto de sus familias.

Aikido: el arte no-marcial

A pesar de todos los beneficios positivos del entrenamiento del Aikido, el arte aun no ha alcanzado su gran potencial como una fuerza social al promover armonía entre la gente. Aunque la relación no sea obvia, creo que se debe a la distancia que se esta creando en el arte de sus raíces marciales. Es debido a la atmósfera marcial del dojo la que le permite al estudiante desarrollar técnicas para el mundo real y eleva su nivel de entrenamiento más allá de cualquier sistema de salud. La omisión a la parte marcial del Aikido tiene su explicación en parte a circunstancias históricas.

La sociedad japonesa en la era de la post-guerra rechazaba la mentalidad militar que llevó al país a involucrarse en la Segunda Guerra Mundial. Dada el clima inhospitalario en donde estaba prohibida la práctica de artes marciales por años, la naturaleza marcial del Aikido fue omitida. En consecuencia, lo que quedó del arte que fue aceptada con los brazos abiertos por miles de practicantes, con ciertas excepciones, era un tanto diferente del concepto original del Fundador. Las técnicas retuvieron solamente el aspecto externo de un arte marcial y tenía la tendencia de ser practicada con tal devoción con una intensidad marcial. Veamos algunos factores que disminuyen al Aikido como arte marcial.

Ataques débiles

La raíz del problema, como yo lo veo recae sobre los ataques débiles que han sido una práctica común en los dojos de Aikido hoy en día. Pocas veces se les da entrenamiento a los estudiantes de cómo ejecutar un ataque efectivo, ya sea golpeando, con un agarre o usando ocasionalmente las técnicas de ahorque o de patadas. La situación empeora debido a la falta de interés o enfoque durante los ataques. Esta ausencia de intención firme de parte del atacante afecta su estado mental y la de la persona que está ejecutando la técnica. Ambas partes están presentes, al menos a nivel subconsciente del riesgo mínimo de lesión al entrenar bajo estas circunstancias. En consecuencia, la necesidad de mantener la mente enfocada para desarrollar técnicas reales de defensa personal desaparece del entrenamiento.

La omisión del atemi y el kiai

Un estudio del arte por el Fundador revela su énfasis en los atemi (golpes preventivos) y el kiai (gritos de combate) como una parte integral de sus técnicas. Se puede ver a O-Sensei ejecutando atemi y kiai en las filmaciones durante sus últimos años aun cuando el Aikido se había vuelto menos físico.

El Atemi y el kiai van mano a mano y son herramientas importantes para detener o redirigir la mente del atacante y desbalancearlo con éxito. Aun si no se llega a dar el golpe físico, el estado mental que previene y rompe el ataque es un componente vital dentro del Aikido. A pesar de ésto, en muchos dojos hoy en día, el uso del atemi y el kiai traerían discordia del maestro encargado quien los califica como crudas, violentas y que no tienen cabida en el arte de la “armonía”. Este concepto erróneo común nos muestra una falta de entendimiento de los orígenes marciales del arte y la teoría y practica del Fundador.

Fracaso en desbalancear a un atacante

La combinación de ataques débiles, la falta de los atemi y kiai en la práctica del Aikido nos lleva inevitablemente al fracaso de los practicantes en intentar ejecutar técnicas sin desbalancear a su atacante. Un atacante sin intención que conozca la técnica a aplicarse no será controlado con facilidad. Esto introduce un elemento artificial de conspiración en la interacción entre practicantes y resulta en una atmósfera que difiere fundamentalmente de la intensidad en un encuentro real.

Uso de la fuerza y proyecciones “aparentes”

La consecuencia lógica de los lapsos de entrenamiento mencionados antes sería la ejecución de proyecciones y controles mediocres e imprecisos. Ya que no existe un control total del atacante, frecuentemente se recurre a la fuerza física para completar la técnica. Esto nos conduce a choques y aumenta el riesgo de lesiones.

Otro escenario es que ninguna de las partes hace un esfuerzo serio en la técnica y el juego entre ambos se vuelve algo más que una conspiración coreografiada.

El progreso de los practicantes en un ambiente en donde la “presencia marcial” no existe y donde principios de entrenamientos no son observados, será retardado. Peor aun, algunos que son producto de esta clase de entrenamiento tendrán la ilusión de que sus técnicas pueden ser usadas en una situación real.

El deterioro físico prematuro de los instructores

Sospecho que cierto segmento de la población del Aikido esta de acuerdo con las observaciones mencionadas antes. Por otro lado, el próximo tópico que iniciaré generará sin duda controversias en muchos cuarteles.

En casi 40 años de mi participación en el Aikido he observado a numerosos maestros pasar de unas condiciones óptimas a un estado de deterioro de salud, y en casos, a una muerte prematura. Todos frecuentemente han acelerado el proceso inevitable de la vejez a través de la escogencia de pobres estilos de vida. Al ir envejeciendo sus cuerpos, los maestros frecuentemente adaptan sus técnicas para compensar sus impedimentos físicos y la habilidad disminuida de moverse. Mas aun, ellos detienen su practica de “dar-y-recibir” en donde sus roles como uke (el atacante) y nage (persona proyectando) son intercambiados. Ellos se convierten en “maestros” pero dejan de ser “practicantes” tal como eran durante sus años de formación.

El retiro de los maestros del entrenamiento en pareja sea que resulte o no de una decisión consciente tiene efectos profundos en sus carreras como aikidokas. Al no hacer ejercicios de calentamiento ni caídas, disminuye el acondicionamiento y la flexibilidad del cuerpo. Enfocando exclusivamente en proyectar contribuye a un deterioro de la estructura corporal y de la tonificación muscular la cual le da paso a las lesiones. Como los maestros pocas veces practican con una visión amplia, se forma una capa artificial en su progreso porque su grupo de compañeros de entrenamiento esta limitada principalmente a sus estudiantes quienes por lo regular son de un nivel mucho mas bajo.

Remedios

Mucho de lo que se necesita hacer para restaurar la naturaleza marcial del Aikido en concordancia a la visión de O-Sensei involucra la corrección de los malos hábitos de entrenamiento mencionados arriba. Aquí hay una lista de pasos concretos que podrían ser tomados que revolucionaría literalmente al Aikido y restauraría su gran potencial como una fuerza de mejora social.

Enseñando técnicas de ataque

Primero que nada, se les debería dar una gran atención a la enseñanza de los ataques efectivos y con intención a los estudiantes de Aikido. Esto quizás requiera que algunos maestros hagan un intercambio de entrenamiento o algo por el estilo para adquirir las destrezas necesarias.

¿Que clase de ataques deberían ser introducidas en el dojo de Aikido? Esto será una decisión personal de cada instructor a cargo. Creo que los golpes básicos de karate, boxeo y otros sistemas sofisticados deberían ser considerados.

Los Estudiantes deberían estar familiarizados también con las patadas, al menos a un nivel básico. Aunque no prevalezca como los golpes, es posible ser confrontado con patadas en un encuentro real.

Aprender defensa contra patadas ayuda también al estudiante a superar el problema común de la “visión de túnel”. Por ejemplo, los principiantes tienden a enfocar su atención en el aspecto inicial de un ataque – generalmente un puño o un agarre – y fracasan en reconocer la posibilidad de un ataque secundario. Cuando los estudiantes se dan cuenta que deben considerar otras clases de ataques tales como las patadas, su estado de alerta aumenta.

Aprender a patear bien también ayudara a los estudiantes del Aikido con sus caídas ya que es más difícil y peligroso proyectarse desde una patada. Se debe tomar precaución en proceder lentamente ya que aumenta el riesgo de lesiones.

Entre los sistemas existentes del Aikido, el estilo Yoseikan desarrollado por Minoru Mochizuki toma esta manera ecléctica de incorporar elementos de varias artes. Los estudiantes de este sistema aprenden conocimientos básicos de Karate y judo además de entrenar con armas.

Mas allá, uno quizás quiera introducir ataques con armas, con o sin filo. El entrenamiento con armas es una herramienta útil para enseñar la importancia del maai (distancia) bajo diferentes circunstancias y ofrece muchos otros beneficios. El currículo del Aikido de Iwama de Morihiro Saito es un ejemplo de una perspectiva sistemática del entrenamiento con armas.

El resultado final de la mejora de la calidad de los ataques tendrá mayor importancia durante el entrenamiento y la creación de una atmósfera de seriedad y respeto hacia los compañeros. El elemento del riesgo presente en el entrenamiento de las artes marciales será reconocido y al tomar precauciones se evitan actitudes que puedan conducir a lesiones.

Retornando al atemi y el kiai

Se debe animar y reintroducir el atemi y el kiai en los dojos de Aikido. El Atemi y el kiai son extremadamente importantes ya que permiten al practicante a vencer superioridades físicas y numéricas en un encuentro real. Son de ayuda invalorable para neutralizar un ataque y desbalancear a un oponente. Ellos abren el paso a la aplicación de las técnicas de Aikido sin fuerza y con poca resistencia.

Debería ser posible el poder ejecutar un atemi o usar el kiai virtualmente durante cualquier fase de una técnica de Aikido, no solo al principio. Los estudiantes deberían ser entrenados para poder reconocer las aperturas en cualquier oportunidad. Shoji Nishio ha desarrollado técnicas de atemi a un alto nivel y su forma marcial de Aikido es una referencia de mucho valor.

A un nivel más alto, el atemi quizás no tenga presencia física. Un artista marcial avanzado puede alcanzar el efecto de un atemi a través del lenguaje corporal sutil mientras que siempre exista la mentalidad del ataque preventivo. Si ven filmaciones de O-Sensei con cuidado pueden notar este principio en operación la cual es un elemento clave en las proyecciones “sin tocar”.

Manteniendo al atacante fuera de balance

Un principio fundamental pero frecuentemente rechazado es la importancia de desbalancear a un atacante y mantener el control desde el principio de una técnica hasta el punto decisivo de aplicar un control o una proyección. Frecuentemente he observado técnicas enseñadas a estudiantes en donde se le quita el balance al atacante al principio para que lo recupere justo antes de la proyección.

Uno solamente debe observar el centro de gravedad del uke para determinar si ha perdido o no su balance. Los estudiantes constantemente deberían vigilar el centro de gravedad de su compañero para determinar si sus técnicas son efectivas.

Antes de culminar este punto, un ejercicio interesante para hacer cuando vayan a una demostración de Aikido es el de ver los movimientos de uke mas que los de nage. Si el balance de uke esta siendo controlada a través de la técnica entonces están observando a un verdadero maestro.

Postura y control de la respiración

Otras áreas que frecuentemente son olvidadas en el entrenamiento del Aikido son las posturas y respiraciones correctas. Nage debería fomentar la buena postura y mantener su balance durante la técnica.

La atención a los hábitos de respiración son recalcados pocas veces en el entrenamiento en el dojo. Al controlar tu respiración se hace posible crear y mantener un ritmo interno corporal que reducirá la fatiga y hará que sea más fácil mantener la compostura por el estrés bajo un entrenamiento vigoroso. Aprender a observar nuestra respiración nos ayudará también para desarrollar la habilidad de “leer” la respiración de nuestros oponentes. Esto es útil para sentir el tiempo y la intención de un ataque antes de que ocurra.

Los Instructores deben volver a entrenar

Las razones mas comunes dadas por maestros del Aikido de haber cesado en su entrenamiento habitual son los efectos limitantes de la edad y la acumulación de lesiones. Ciertamente no podemos escapar de los efectos del tiempo ni del desgaste del cuerpo por un entrenamiento vigoroso del Aikido.

Dicho esto, no existe nada que detenga a los instructores a entrenar dentro de sus limitaciones y a su propio ritmo. Como yo lo veo, el elemento clave está en continuar con los ejercicios de estiramiento, los calentamientos y las caídas hasta cierto punto. ¡Tienes la opción de hacerlo o no!

El Fundador mantuvo su flexibilidad bien avanzado en su 80s y hasta era capaz de separar las piernas por completo. También se le puede ver siendo proyectado por un niño a los 79 años en uno de sus filmaciones.

En muchas escuelas de kobujutsu tienen la costumbre que el maestro sirva de atacante y sea proyectado por estudiantes semi-avanzados cuando es necesario. Verán esto si atienden una demostración clásica de artes marciales. ¡Imaginen por un momento como cambiarían las cosas si instructores de Aikido de alto nivel fueran capaces de servir de ukes a sus estudiantes durante alguna demostración! ¿Existe alguna manera mejor para que los maestros impulsen el desarrollo de sus estudiantes?

Creo ciertamente que es posible de sumar diez buenos años a nuestra carrera en el Aikido al adoptar la actitud sugerida. Les haré saber en 20 años como funcionó esta teoría en mi caso.

Intercambio de entrenamiento

Creo que una de las cosas mas positivas que instructores y practicantes deberían considerar es el intercambio de entrenamiento en otras artes. Aquí nuevamente podemos ver un ejemplo de O-Sensei quien estudió un gran número de artes marciales durante su vida. También hizo los arreglos para la boda de su hija con un experto famoso de kendo y permitió que se formase y practicase un grupo de kendo en el antiguo dojo Kobukan. A los 54 años, el Fundador comenzó formalmente sus estudios de Kashima Shinto-ryu, una escuela clásica con cientos de años de tradición. El tomó muchísimo de su conocimiento del Kashima Shinto-ryu para el desarrollo de su aiki ken. O-Sensei también invitó a maestros de otras artes al Hombu Dojo Aikikai para que visitasen y diesen demostraciones. El siempre estaba preparado para “absorber técnicas” de otros expertos a través de su observación aguda.

Uno de los propósitos principales del evento del Aiki Expo anual patrocinado por Aikido Journal es el de incentivar y facilitar el intercambio de entrenamiento entre diferentes grupos.

Conclusión

He intentado explicar aquí que lo que ha sido denominado como “Aikido moderno” realmente es una mutación de los conceptos originales relacionados con el Aikido del Fundador. Debido a la difusión considerable del arte en el Japón de la post-guerra y en el extranjero y el paso de más de cinco décadas, estas formas alteradas del Aikido han llegado a ser consideradas la norma. La suposición de la mayoría es que estos nuevos enfoques reflejan la intención del Fundador mientras a una escala mayor éste no sea el caso. La mayoría de las críticas al Aikido de hoy surgen porque las formas modernas del Aikido se han desviado de los preceptos principales del Fundador. Las sugerencias ofrecidas en este artículo producirían, si son adoptados por una sección significante de la población del Aikido, un cambio inmenso en la calidad del arte y en la percepción de escépticos externos. Nuestra intención es el de llevar este camino a un final deseable al organizar eventos futuros tales como el Aiki Expo.

Stanley Pranin
Tokio, Agosto 2002

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El principio de la no-resistencia

Muchas veces he hablado, leído y reflexionado sobre la no-resistencia, pero nunca la había sentido de manera tan clara: durante el pasado curso de Anno Shihan en Palma de Mallorca, hice de uke durante unos segundos, me hizo dos ryodote tenchinage (variante tenkan, por supuesto).
En la crónica comentaba que no recordaba si había llegado a agarrarle, pues no sentí nada, ninguna fuerza que me empujara o tirara de mí.
Pues bien, aquí es tá la prueba (cortesía de Reyk, de Alemania):





En las fotos se ve bien claro: le agarré como era mi obligación; él se limitó a colocarse, dejar que yo pusiera la fuerza, y se movió sin nisiquiera mirarme (un aspecto muy importante en Shingu) hasta que me caí. Pura geometría.

Ahora tengo un objetivo más en la vida: no importa qué tecnica aprenda o en qué escuela, debo buscar esas sensaciones que viví en el curso; ignorar al contrario, no resistirse, no luchar y concentrarse sólo en los movimientos y la energía propias. Casi nada.